La comitiva de vehículos que acompañaba al ministro del Interior en funciones, Fernando Grande-Marlaska, alteró la rutina del pequeño municipio gaditano de El Bosque, con poco más de 2.000 habitantes, y más aún la dinámica del centro de acogida de menores extranjeros no acompañados (menas) gestionado por Fundación SAMU en esta localidad. Allí, una treinta de jóvenes aspiran a conseguir su inserción sociolaboral en España y superar complejos procesos migratorios.
El ISL El Castillejo fue el elegido por el equipo del ministro, cabeza de lista del PSOE para las Elecciones Generales por Cádiz, el 5 de noviembre para conocer in situ cómo es el funcionamiento de un centro de estas características, “ver el trabajo real que están desarrollando”, apuntó. La visita también representaba un esfuerzo por contraponer la postura del Gobierno en la atención a estos menores frente a la de VOX, que en la jornada previa había organizado un acto electoral en la puerta de un centro de menores en el barrio de La Macarena, en Sevilla, para rechazar la presencia de estos jóvenes.
Los responsables del centro El Castillejo y los chicos prepararon todo para esta ilustre visita, que finalmente fue fugaz debido a la agenda llena de compromisos del representante del Gobierno.
Acompañado por la alcaldesa de El Bosque, Pilar García, la presidenta de la Diputación de Cádiz, Irene García, y el alcalde de Villaluenga y nuevo senador, Alfonso Moscoso, entre otros, Marlaska conoció las instalaciones de la mano del director de operaciones de SAMU, Juan González de Escalada, y del propio director del centro, Javier Olier.
Es un gran edificio a las afueras del pueblo que servía como alojamiento juvenil antes de pasar a desempeñar esta nueva labor como centro de inserción sociolaboral, a iniciativa del Ayuntamiento de El Bosque y la Junta de Andalucía. Sus dos plantas albergan una veintena de habitaciones dobles, amplias estancias comunes y hasta un huerto en el que los jóvenes y sus monitores ya están recolectando sus primeros vegetales.
González de Escalada explicó al ministro y sus acompañantes que el reto de SAMU es que estos chicos puedan valerse por sí mismos y que, antes de alcanzar la mayoría de edad, su situación administrativa en España esté resuelta y ya hayan establecido lazos con el mundo laboral formándose en oficios como el mantenimiento, la cocina o la jardinería. Puso como ejemplo del trabajo de este ISL los acuerdos establecidos con empresas de la zona para facilitar oportunidades de hacer prácticas y aprender un oficio a estos chicos. “Muchos acaban siendo contratados”, señaló.
El director de operaciones también recordó la complicada logística a la que ha tenido que hacer frente la organización para atender las necesidades de las administraciones ante el incremento de la llegada de menores y, sobre todo, cuando estas llegadas se producen en oleadas, obligando a la apertura de centros “casi cada semana”.
Fundación SAMU gestiona más de 30 centros en todo el país. González de Escalada recalcó que estos espacios también son motores de riqueza y empleo en las zonas en las que se ubican, creando oportunidades de trabajo para traductores, educadores, animadores culturales, y todavía más de forma indirecta.
La alcaldesa de El Bosque explicó que el pueblo “se ha volcado con los niños para que no se queden aquí arriba”. Se refería así a su trabajo para que los jóvenes se integren en las actividades del municipio, como unos vecinos más, en lugar de quedar aislados en el centro de El Castillejo, situado algunas calles más arriba del centro de la localidad. Uno de los menores, de hecho, ganó la yincana celebrada en el pueblo unas semanas antes, recordaron los visitantes.
Grande-Marlaska saludó afectuosamente a los jóvenes durante sus clases de informática y tuvo la oportunidad de firmar en el libro de visitas del centro antes de continuar su ruta. “Es nuestro deber ético y moral cuidar del bienestar de estos chicos y que puedan afrontar el futuro con la dignidad que otros trataron de arrebatarles. He visto y percibido miradas de agradecimiento, de confianza en el futuro, algo que les era ajeno, y eso es consecuencia de vuestros esfuerzos”, escribió.
Antes, en declaraciones a los medios de comunicación que se reunieron en la puerta del centro de menores, el ministro del Interior en funciones reiteró la importancia de la defensa de estos jóvenes migrantes desde las administraciones públicas: “Todos compartimos que lo relevante es el interés superior del menor en una democracia, porque son personas vulnerables. Los menores exigen una protección máxima de los poderes públicos”.