Trabajo en red por el futuro de los Menas

El trabajo en red y la cooperación son dos herramientas muy importantes para optimizar el trabajo con menores en el Residencial Básico El Bosque y el centro de inserción sociolaboral Pelayo (Algeciras). Como ejemplo de estas dinámicas, en este artículo vamos a compartir las actividades lúdicas, dinámicas y formativas llevadas a cabo en colaboración con Cruz Roja y Fundación Don Bosco.

Dos días a la semana cada entidad trabaja con un grupo de menores durante dos horas en las que se desarrollan actividades enmarcadas dentro de diferentes proyectos.

Desde la Fundación Don Bosco, los menores participan en el proyecto Espacios de Encuentro Socioeducativo, que pretende fomentar la integración a través de actividades de formación y expresión social.

El programa pone a disposición de los menores un espacio donde pueden ampliar su red de amistades, conociendo jóvenes de su edad, así como adquirir herramientas que les capaciten para romper barreras socioculturales y lingüísticas, lo que favorecerá una mayor fluidez y confianza en sí mismos a la hora de afrontar las actividades de la vida diaria.

Otro de los proyectos es el denominado Sensibilización a la Diversidad, que contempla dinámicas ciudadanas de convivencia, respeto y enriquecimiento. Podemos destacar la visita de los menores al Centro de Día de Persona Mayores, un espacio intergeneracional donde han podido compartir con las personas mayores sus historias de vida y viceversa. Además, los mayores han querido compartir sus conocimientos y técnicas en manualidades.

Ha sido una experiencia gratificante para ambos ya que, de manera recíproca, se han sentido escuchados, valorados y queridos. Han descubierto que, a pesar de la diferencia de edad, tienen algo en común: haber superado las barreras que coloca la vida según las circunstancias de cada uno. El cariño y la empatía han sido los pilares de esta actividad.

A través del programa Promoción para la Salud se persigue fomentar habilidades y destrezas para unos hábitos de vida saludables. Se han realizado actividades como piragüismo y escalada que, además de la promoción al deporte, nos enseñan cómo las dificultades del devenir de la vida se pueden superar con perseverancia y disciplina. De manera ahora individual, cada menor debe remar contra viento y marea, o escalar para alcanzar sus propios objetivos.

Sabemos que el camino es difícil y que para superarlo será necesario atravesar la ira, la rabia, el amor, la desconfianza, el llanto y la rebeldía.

A través de la Cruz Roja se ha llevado a cabo un taller de gimnasio en el cual los menores han podido disfrutar de una clase combinada de TRX y defensa personal, conociendo la importancia del deporte como alternativa de ocio y tiempo libre que permite promocionar la salud y la diversión, así como desconectar de problemas de la vida diaria desfogando y sacando la energía acumulada de forma canalizada y controlada. El autocontrol y la autoregulación emocional son aspectos importantes que los menores deben aprender a gestionar.

Cruz Roja, a su vez, trabaja con los menores la inmersión lingüística y desarrolla talleres trasversales relacionados con la sexualidad, la promoción del deporte y la seguridad vial. Cada taller lo organiza e imparte un voluntario supervisado por la coordinadora del programa.
Gracias al trabajo en red y la colaboración entusiasta de dichas entidades, los menores seguirán formándose e irán realizando actividades que les encaminen hacia un futuro mejor.

Autora: Macarena Coronil Pérez

SAMU pone en marcha un plan interno de formación en seguridad y extinción de incendios

En una apuesta por la seguridad de las personas que forman parte de la organización y por la prevención de riesgos laborales, SAMU ha puesto en marcha un programa de formación de extinción de incendios dirigido a toda su plantilla. Esta iniciativa se ha centrado de forma especial en los profesionales de los centros de acogida de menores que Fundación SAMU gestiona en diferentes puntos de España, además de en los trabajadores de las residencias y unidades especializadas en la atención de personas con discapacidad intelectual y trastornos de conducta, y de la clínica de salud mental SAMU Wellness situada en Montequinto (Sevilla).

El objetivo de estos cursos teórico-prácticos, que arrancaron hace casi un año, es formar a los trabajadores de SAMU sobre cómo actuar en caso de un incendio y, de forma particular, cómo utilizar un extintor. “Tenemos una imagen muy distorsionada de los incendios. No somos conscientes de lo rápido que se propaga un fuego y de su peligro”, advierte Eduardo Sánchez Manzanares, bombero de Alcalá de Guadaíra (Sevilla) y de la Diputación de Sevilla, además de instructor de este curso. “En mi clase pongo un vídeo donde se aprecia cómo en sólo tres minutos un salón queda totalmente calcinado”.

A través de este curso, de seis horas de duración, se pretende que los trabajadores de SAMU sepan cómo actuar en caso de alerta por fuego, que tengan conocimiento de cómo es un incendio en realidad y que, si algún día tienen que utilizar un extintor, sepan cuál es su capacidad. “Que no sea ésa la primera vez que cojan un extintor, que tengan una experiencia previa en su manejo y lo hagan con seguridad”, apunta el bombero.

Eduardo Sánchez ha viajado a los diferentes recursos que SAMU tiene en las provincias de Zaragoza, Madrid, Málaga, Córdoba o Cádiz para impartir este curso de extinción de incendios, mientras que otros trabajadores han acudido a las instalaciones de Escuela SAMU en Gelves (Sevilla) para recibir la formación, como fue el caso en julio de las plantillas del centro de Inserción Socio-Laboral (ISL) Polanco y de los nuevos recursos de El Castillo de las Guardas y Corteconcepción, todos ellos en la provincia de Sevilla.

“Aunque yo os grite, tenéis que mantener la calma. Os grito porque, si se produce un incendio, os vais a encontrar una situación muy estresante y caótica y tendréis que mantener la calma”, indicaba a algunos de los empleados del centro ISL Polanco Eduardo Sánchez, que también colabora con Escuela SAMU es sus cursos de rescate en altura desde hace varios años. “¡Apuntad a la base, al origen del fuego!”, gritaba. “¡Corre, coge otro extintor, ése está vacío!”; “Corre, corre, que te quemas”; “¡Aquí hay madera de bombero!”.

Los empleados de SAMU realizan las prácticas del curso ataviados con un casco y una chaqueta propia de los bomberos. “El calor no es el problema, sino lo que pesa la chaqueta, que te impide moverte con facilidad”, señalaba una trabajadora del centro ISL Polanco.

“El que no le tiene miedo a un incendio no es un valiente, es un inconsciente”, comentaba Eduardo Sánchez, que a los 28 años dejó su trabajo en una empresa especializada en la organización de eventos para presentarse a las oposiciones de bombero, su sueño desde niño. “Un televisor o un aire acondicionado, por el mero hecho de estar enchufados, pueden provocar un incendio, aunque estén apagados, por eso es tan importante tener en casa detectores de humo”, explicaba el bombero. “El monóxido de carbono actúa como anestesia y, por desgracia, he vivido casos donde las víctimas han fallecido mientras dormían por respirar monóxido de carbono, es decir, por el humo, no por el fuego”.

SAMU Dúrcal: Cómo crear un hogar donde se cumplen sueños

Y llegó el final de una etapa en la Unidad de Atención Inmediata SAMU Dúrcal (Granada). Para los que hemos formado este equipo, el proyecto SAMU Dúrcal nació de la mano de su directora, Carmen Pastor Ruiz, y del responsable del Área Menores de Andalucía Oriental, Juan Manuel Aveledo. Nació de la ilusión y del convencimiento de que se pueden cambiar los destinos de las personas.

Por nuestro centro han pasado más de un centenar de historias de vida, de sueños y proyectos. Para algunos de los jóvenes que han estado con nosotros, Dúrcal ha sido un refugio en el que ponerse a salvo, una estación de parada en el trayecto que les conducía a sus destinos. Para otros chicos y para todo el equipo ha sido un verdadero hogar.

No hay nada más bonito que vivir la creación de un proyecto, participar en algo desde su nacimiento, ayudar a levantarlo y hacer de él un hogar donde los chicos puedan cumplir sus sueños.

Ésta es la sensación que tienen el equipo de SAMU Dúrcal y los protagonistas de este artículo: Alhassan Diallo, Fassine Cámara y Mohamed Cámara, tres jóvenes de Guinea. Sus historias son parecidas. Los tres tomaron conciencia de su necesidad de migrar a una edad muy temprana, empujados por las necesidades económicas y la falta de oportunidades. Los tres relatan historias de llegada a nuestro país similares. Por desgracia, han tenido que vivir situaciones que ningún ser humano debería vivir. Para llegar a su destino, España, han debido cruzar diferentes países en condiciones muy adversas, donde han pasado miedo, hambre, frío…

Son tres jóvenes con proyectos muy definidos, con una idea clara del itinerario que les gustaría seguir en su inserción en la sociedad de acogida. Desde su llegada, han mostrado una motivación ejemplar para el aprendizaje del idioma. Tenían claro que su inserción pasaba por la formación académica. Y así ha sido.

Este año han cursado 4º de la E.S.O y han conseguido graduarse. Para todo el equipo de SAMU Dúrcal, y sobre todo para ellos y sus familias, es un logro ejemplar. No ha sido fácil para ellos llegar a un país nuevo, sin conocer el idioma y la cultura, lejos de la familia y de los amigos, y empezar una vida nueva. El potencial que siempre han tenido, su carácter afable, su facilidad de adaptación y socialización, su autonomía, su flexibilidad y su perseverancia les han ayudado a alcanzar su sueño.

No ha sido fácil, pero han contado con el apoyo del equipo de nuestro centro, con el equipo docente del IES La Laguna del municipio del Padul y, previamente, del Centro Público de Educación de Personas Adultas Valle de Lecrín de Dúrcal.

La presencia de nuestros chicos en las aulas de este centro educativo ha incorporado una tonalidad más en el mosaico de diversidades que componen los centros educativos españoles. Las diferencias han sido una fuente de enriquecimiento personal y grupal en el aula, pero también han supuesto un reto que ha precisado de nuevas fórmulas de enseñanza y aprendizaje.

No menos importantes han sido los logros de los demás menores. El Consejo Orientador del centro educativo ha resuelto para el menor Said Zahid una propuesta de acceso en el curso 2019-2010 a una FPB (Formación Profesional Básica) de Informática y Comunicaciones; y para Abderrahim Bidi y Walid El Halhouli, de Servicios Administrativos.

El resto de los chicos escolarizados han obtenido un diploma honorífico por su esfuerzo y una matriculación para continuar formándose en el próximo curso.

Ha sido emocionante la llegada del día de la graduación de los chicos de 4º de ESO. Los nervios de los chicos eligiendo el estilismo, redactando sus discursos de agradecimiento, haciendo planes con los compañeros del instituto para la cena de graduación… Es una experiencia muy importante para cualquier adolescente.

Los logros de los chicos de SAMU Dúrcal son, fundamentalmente, mérito de su esfuerzo, pero no sería justo no mencionar el gran equipo que han tenido detrás.

Úrsula, la trabajadora social del equipo, ha sido para nuestros chicos “la portadora de las buenas noticias”. Todos esperan una cita con Úrsula. Ella es una parte fundamental de la vida de nuestros chicos. Es la que “pelea” diariamente para conseguir regularizar la situación administrativa de los menores, uno de sus principales objetivos. Calma su ansiedad explicando los procesos y los plazos, y lo hace de tal forma que todo parece fácil y posible. Siempre con una sonrisa.

Javier. El equilibrio perfecto entre la disciplina y el amor incondicional por los chicos. Sus intervenciones tiene siempre el mismo final: “Estoy aquí para ayudarte, te ayudaré a levantarte cada vez que tropieces”.

Gonzalo. Todos los chicos quieren ser como Gonzalo. Es el modelo a seguir de todos los menores. Es capaz de descubrir talentos a veces imperceptibles. Su premisa es “todos los chicos tiene alguna capacidad, algún tipo de las múltiples inteligencias”. Es un maestro que enseña dentro y fuera del aula.

Sergio, para los chicos, Yeyo. Es el negociador, una fuente inagotable de estrategias de resolución de conflictos. Siempre encuentra infinitas alternativas para afrontarlos. Cuando uno de los chicos necesita un mediador, sabe que debe buscar al “maestro Yeyo” para encontrar una solución.

Badrd Din, el amigo de los chicos. Siempre le han percibido como a un igual al que le cuentan sus batallas de niñez en sus barrios de origen. Es el maestro que nunca se escandaliza por nada.

Ammar, el tito del centro. Es la figura a la que muestran más respeto, y la que perciben como un padre. Es el que se encarga de calmar la nostalgia gastronómica de nuestros menores. Siempre tiene una receta preparada para evocar sabores y olores de las tierras que les vieron nacer.

Isabel, la maestra dulce y cariñosa, a la que acuden los chicos para cualquier necesidad que se les presente, médica, escolar, o de cualquier tipo, y, sobre todo, con la que les encanta ir de compras.

Pablo, el opositor a Policía Nacional. Cuando llegó al equipo tenía un sueño que compartió con todos los menores, y todos han sido testigos de que, con esfuerzo, los sueños se cumplen. Pablo ha cumplido el suyo.

Juan Carlos, el “informático”, llegó sin hacer mucho ruido y, poco a poco, se ganó un lugar en el corazón de los niños.

Luis, “el maestro bueno”, al que esperan en la puerta en los cambios de turno, porque comparte todo lo que tiene, reparte sus chicles, chocolatinas y pipas. Es como la llegada de los Reyes Magos.

Aída, el aire fresco del equipo. Una joven optimista y conciliadora, siempre sonriente. Para los chicos es una figura muy importante, les aconseja pero no les juzga.

Juanma, una persona cercana, que da visibilidad a todos y a cada uno de los miembros de su equipo, felicita por los logros, una persona que empodera y que continuamente te hace sentir muy importante.

Y por último: Carmen, “la directora de la orquesta”. Ha dirigido, unificado, guiado e interpretado las “notas musicales”. Todos queríamos tocar nuestra parte, pero debíamos hacerlo con determinados criterios de velocidad, ritmo, volumen… y es Carmen quien se ha encargado de ello.

En el centro SAMU Dúrcal estamos inmensamente felices por la trayectoria de nuestros chicos, superando todas nuestras expectativas. Están preparados para seguir su camino, en algún lugar donde esperamos den continuidad a sus historias y sus logros.

Siempre hay que saber cerrar un ciclo para abrir otro, escribir el final del capítulo. El final de nuestro capítulo se resume en una frase de Havel: “… Las historias no tienen por qué tener el final soñado, tienen que merecer la pena”. Y esta historia ha merecido la pena. Estamos inmensamente agradecidos.

Autora: Siham Khalifa El Abdi. Auxiliar Técnico Educativo de la Unidad de Atención Inmediata SAMU Dúrcal.

La vida en una casa de El Castillo de las Guardas

Suenan las campanas de la Iglesia que anuncian las nueve de la mañana de este domingo de verano. La brisa de la Sierra de Sevilla recorre divertida los pasillos de este nuevo centro como si quisiera adentrarse en cada una de las habitaciones para dar la bienvenida a los nuevos menores que dan vida a esta casa.

Las paredes ya parecen ir adaptándose a las manos que las recorren. Los escalones de mármol aún parecen complejos cuando algún chico decide no pisar uno y saltarlo, pues rompe con la monotonía que personas que antes habitaban la casa le daban. Las telas de los sofás por fin cogen arrugas tras tantos días estiradas sin recordar que había personas que les daban calor. El jardín trasero vuelve a reconocer su suelo tras tantos meses de ramas caídas y hojas que lo tapaban.

Huele a café. Los chicos se dividen en grupos para seguir mimando esta nueva casa, para que este centro se impregne de la vida que ellos quieren construir. Ya parece más nuestro.

Ya tenemos las normas escritas en los corchos. Los dibujos que los chicos han ido haciendo resaltan en el blanco de las paredes y las macetas hechas con botellas reciclables adornan las escaleras. El salón que ya es sala de estudio se asombra al ver la cantidad de idiomas diferentes que caben entre esas cuatro paredes.

Esta nueva etapa vital comienza a entretejerse gracias al esfuerzo, cohesión, trabajo en equipo y dedicación que tanto profesionales como los propios menores están poniendo para que todo el engranaje comience a funcionar. El pueblo se entremezcla con los nuevos habitantes de este centro, no sólo con los chicos, sino con parte del equipo, que ha decidido también comenzar en El Castillo de las Guardas su nueva etapa vital.

Y desde lo alto de esta sierra, queremos mandaros un mensaje: merece la alegría luchar por esto.

Seguiremos avanzando y escribiendo este nuevo proyecto que dará vida y engrandecerá a todas las personas implicadas. Alma y corazón por vela.

Fin de un Ramadán lejos de casa

Para los más de 20 centros de menores gestionados por Fundación SAMU en toda España, mayo y junio han sido unos meses especiales por la celebración del Ramadán, uno de los preceptos ineludibles de la confesión islámica, religión que profesan la gran mayoría de los Menas que residen en estos centros. Esta tradición sagrada comenzó el 7 de mayo y finalizó la primera semana de junio con la llegada de eid al fitr, la fiesta que simboliza el final del Ramadán y en la que los más jóvenes reciben dulces y regalos.

Los centros de SAMU en Dúrcal y Motril (Granada), Miguel de Mañara (Dos Hermanas, Sevilla) o Rivas (Madrid), entre otros, han celebrado esta fiesta para que los menores se sintieran lo más cerca posible de sus hogares y vinculados emocional y culturalmente a su origen. Así, el sábado 8 de junio, los menas del centro ARB Miguel de Mañara celebraron una gran barbacoa en la que los chicos pudieron disfrutar de un gran día de piscina entre patatas, tortillas y carnes. Además, todos ellos recibieron un regalo por parte de los monitores del centro por su esfuerzo durante este mes tan importante para ellos.

Las obligaciones laborales y académicas de los menores acogidos en el COISL SAMU Motril no facilitaron la realización de este festejo y los propios menores propusieron al equipo profesional del centro posponer esta celebración hasta el fin de semana.

Llegado el día, menores y monitores se desplazaron hasta un merendero en el río Guadalfeo, ubicado en el pueblo limítrofe a Motril, Vélez de Benaudalla, donde pudieron disfrutar de una barbacoa con ricos manjares, juegos y algún que otro chapuzón. Como colofón a una jornada de ocio, compañerismo y buen ambiente, estos menores, después de la cena, también fueron obsequiados con diversos regalos, según explican desde el centro granadino.

Desde el centro SAMU Rivas, los menores residentes reconocen que existen muchas diferencias entre celebrar el Ramadán en España o en su país de origen. “En España no lo sientes igual porque la mayoría de las personas que nos rodea no celebra esta fiesta. Además, en Marruecos estás acompañado por la familia, la comida es distinta, la manera de romper el ayuno, por ejemplo… ¡no solemos comer hamburguesas!”, comenta uno de los jóvenes al mismo tiempo que otro compañero asiente con la cabeza. “En Marruecos todo el mundo hace Ramadán, todos estamos en las mismas condiciones. Aquí no se oye la llamada al rezo. Los hombres y las mujeres no van vestidos con la tradicional chilaba. No comemos las mismas cosas y los platos más típicos tampoco están cocinados de la misma manera”, añade su compañero.

Otros, sin embargo, subrayan la importancia de la convicción para cumplir con su mes de ayuno a pesar de estar lejos de su hogar. “La convicción de querer hacerlo es suficiente, muchas veces no tiene nada que ver con lo que te rodea. Yo sé que quiero hacerlo y el hecho de estar alejado de mi tierra no me lo pone más difícil”.

Algunos de estos jóvenes sí reconocen que éste “ha sido un Ramadán un poco triste y un poco más duro”, ya que “el sentimiento de añoranza es mayor”. “Te acuerdas más de la familia y te sientes raro, un poco solo y un poco perdido”, comenta otro chico, que agradece el esfuerzo de los monitores de Fundación SAMU por ayudarles a celebrar esta fiesta tan importante para ellos.

“El Ramadán te enseña a ser más paciente, a cuidarte, a estar del lado de los que más lo necesitan, a coger fuerzas, tiene muchas cosas positivas y en mi proyecto de futuro estoy seguro que me ayudará, porque todas estas cosas son beneficiosas para mí”, apunta otro de los jóvenes en su recapitulación de un mes crucial en sus vidas.

SAMU gestiona el nuevo centro para Menas de Sevilla

La consejera de Igualdad, Políticas Sociales y Conciliación de la Junta de Andalucía, Rocío Ruiz, informó en el Parlamento de Andalucía que su departamento ha puesto en marcha un centro en Sevilla, en concreto en el barrio de La Macarena, para la inserción sociolaboral de menores extranjeros no acompañados “que llevan un tiempo en nuestro país y han demostrado su interés por aprender y formarse en el ejercicio de una profesión”.

Este recurso está gestionado por Fundación SAMU, que cuenta con una amplia trayectoria y experiencia en el trabajo con estos menores y tendrá capacidad para atender a un máximo de 25 personas. Tiene una plantilla de 10 profesionales de distintos ámbitos que no sólo trabajan en la inserción social y laboral de los menores sino que se ocupan de su supervisión las 24 horas del día, tanto en su tiempo de estudio como de ocio.

“No solo es imprescindible disponer de los medios personales y materiales adecuados, sino actuar bajo principios de normalización con el fin de que estos menores, que están bajo la protección de la Junta, tengan una vida lo más parecida posible a la de cualquier chico o chica de su edad”, ha indicado la consejera.

Rocío Ruiz ha invitado a los diferentes portavoces parlamentarios de la Comisión de Igualdad, Políticas Sociales y Conciliación a visitar las instalaciones del nuevo centro de inserción sociolaboral y así conocer de primera mano este recurso.

Durante el año 2018, se atendieron en Andalucía a más de 9.000 menores extranjeros no acompañados (Menas). La mayoría de estos jóvenes proceden de países como Marruecos, aunque también los hay de Guinea, Senegal, Mali y Costa de Marfil, principalmente.

Fundación SAMU es la primera entidad del país en la atención y acogida de menas. Actualmente, la entidad acoge a más de mil niños repartidos entre más de 25 centros ubicados por toda España. Los últimos se han abierto en provincias como Madrid, Ceuta, Zaragoza y Sevilla.

Nassir: una historia de resiliencia

A punto de cumplir los 17 años, Nassir es el quinto hijo de un total de seis varones, fruto del matrimonio entre Mohamed y Fatiha. Los dos hermanos mayores emprendieron su mismo camino hacia Europa y hoy residen y trabajan en situación regular en Bélgica. El resto de su familia vive en Alhucema (Marruecos). Allí, su padre y sus hermanos no rechazan ninguna oportunidad laboral y realizan trabajos de todo tipo. Su madre, que, al igual que el padre, no tiene estudios mínimos, se dedica a las tareas del hogar.

Al hablar de su familia, Nassir la considera como una unidad estable y en la que sobra el cariño, aunque la falta de recursos económicos del medio familiar le obligó a abandonar la escuela y a trabajar desde muy pequeño. Sufrió una emancipación prematura que le convirtió en adulto antes de tiempo, saltándose muchas etapas de la infancia de cualquier niño.

A pesar del calor de su hogar, la difícil situación económica de su familia, unida a los testimonios de conocidos y familiares que consiguieron llegar a la Península para trabajar en la aceituna de Jaén o en los invernaderos de Almería, hicieron que Nassir fuera gestando la idea de emigrar, hasta que en el verano de 2017 y con tan sólo 15 años, consiguió atravesar en una patera de tres metros las 90 millas náuticas que le separaban de su sueño.

No todo ha sido un camino de rosas para Nassir. Desde su llegada a España ha habido luces y sombras en su trayectoria. Aunque siempre ha sido un buen chico, muy trabajador y colaborador en los quehaceres de nuestro centro El Bosque. Durante este camino ha conocido a personas que le han ayudado pero también mantuvo relaciones con personas inadecuadas.

Como a otros menores, le llegó la frustración de verse solo en una sociedad de acogida con una religión, una cultura y unas costumbres diferentes, que lo considera como un individuo desamparado pero que a su vez puede repatriarlo.

Todo estos factores, unidos a la imposibilidad de trabajar legalmente en nuestro país debido a la vulnerabilidad que le rodea por su condición de menor, extranjero y sin familia, provocaron una situación insostenible que motivó su huida del centro a finales del pasado verano. Entonces comenzó un periplo que le llevó a recorrer la Península de norte a sur, buscando una alternativa que nunca llegó. Durante este tiempo, algunos de nosotros mantuvimos contactos con él, en un intento de hacerle recapacitar. Finalmente, en vísperas de la pasada Navidad, Nassir volvió.

Pidió disculpas por todo lo sucedido y también pidió una segunda oportunidad que, como hemos podido comprobar, sí ha sabido aprovechar y exprimir al máximo. Su capacidad de sobreponerse a la adversidad y a la dificultad de sus circunstancias es la que da nombre a este artículo, la resiliencia que ha demostrado.

Actualmente, Nassir está inmerso en el programa de inserción laboral que Residencial El Bosque ofrece a aquellos menores de nuestro centro próximos a cumplir la mayoría de edad. Esto ha sido posible gracias a la colaboración desinteresada de Mateo, su esposa Lorenza y su hijo José, familia que regenta La Cañada del Patriarca, un negocio rural situado en la cara sur de la Sierra de la Luna (Tarifa), más conocido por su cercanía a la desembocadura del río Guadalmesí.

Hace aproximadamente seis años estos emprendedores iniciaron un proyecto dentro de su actividad ganadera y, desde entonces, elaboran quesos artesanales de leche de cabra. Tanto esfuerzo y dedicación parecen estar dando sus frutos y en un futuro próximo necesitarán aumentar la plantilla, dada la elevada carga de trabajo que supone este proceso, que abarca desde el ordeño hasta la elaboración y distribución de sus quesos. En esta ocasión, se han ofrecido para acoger en prácticas a Nassir, con el fin de ir conociendo posibles candidatos a cubrir este puesto a la vez que contribuyen a causas sociales.

A mediados de mayo quisimos compartir una jornada de trabajo con este matrimonio y su hijo, tanto para conocer el trabajo de Nassir como para estrechar lazos con esta familia, que afirma estar encantada con la implicación y la seriedad con la que el joven afronta sus prácticas.

“Es un niño respetuoso, muy trabajador y coge las cosas al vuelo. No hay que repetirle nada y, si termina alguna de las tareas, enseguida está haciendo otra cosa, sin esperar a que nadie le diga lo que tiene que hacer. Aquí siempre hay mucho trabajo, tanto con los animales, como con la elaboración del producto o el mantenimiento de las instalaciones”, relata Lorenza.

“El trabajo que realiza es de gran ayuda. Eso sí, necesita mejorar la lectura y escritura en español porque a la larga, nos hará falta que tenga carnet de conducir”, recalca Mateo, que además sostiene: “Aquí necesito alguien como él, para yo poder dedicarme a otras de mis actividades”.

Es un orgullo observar su evolución, fruto de su propio esfuerzo y del trabajo de muchas personas que se han implicado en su educación hasta que por sí mismo ha sido capaz de reconducir su futuro.

A pesar de las dificultades y de sus frustraciones y errores iniciales, Nassir ha sabido sobreponerse y cambiar su propia percepción de sí mismo, considerándose un hombre fuerte con un objetivo claro: adquirir el permiso de residencia y desempeñar un trabajo de forma legal para ayudar a su familia. Sueña con volver a su tierra e instalar un negocio con el que dar trabajo a sus hermanos mientras que él se dedica a su gran pasión, la pesca. De este modo, en los próximos años espera ahorrar lo suficiente como para adquirir una embarcación y lanzarse de nuevo a ese mar que un día cambió su destino.

Esperamos estar aquí cuando llegue ese momento y poder compartirlo con todos vosotros.

Autor: Jesús Javier Pérez López

El Castillejo abre una biblioteca para los Menas

El Centro de Atención Inmediata El Castillejo ha inaugurado una dependencia muy especial en sus instalaciones que va a prestar un servicio extraordinario a sus usuarios y que eleva su nivel de excelencia. Se trata nada más y nada menos que de una biblioteca. Su apertura, que se produjo en marzo, es la culminación fructífera de muchas gestiones llevadas a cabo por el director y el equipo de profesionales responsables de El Castillejo.

Los fondos con los que cuenta la recién abierta biblioteca abarcan una multitud de campos y son de fácil lectura: geografía, historia, arte, literatura, ciencias, informática, aventuras, español y matemáticas, son solo algunas de las temáticas propuestas en sus estanterías.

Estos fondos son donaciones hechas por la Universidad de Granada en el Campus de Ceuta; por Doña Pilar García, alcaldesa de El Bosque; y por don Pedro Piñero, escritor y Catedrático de Humanidades.

La aceptación de la biblioteca ha sido espectacular. Tanto los trabajos de adecuación de la sala como la clasificación y ordenación de los libros ha contado con la entusiasta colaboración y entrega de nuestros menores. Incluso ya contamos con la implicación de uno de ellos para la figura de bibliotecario.

Para El Castillejo, como centro perteneciente a la gran familia SAMU, esta inauguración es motivo de inmensa alegría. No se trata de una actuación puntual e inconexa, sino de una actividad muy planificada y cuyo objetivo principal es lograr la plena integración de nuestros Menas a través de un pilar clave en la batalla contra la desigualdad, la pobreza y la falta de libertades: la educación.

Ahora tenemos ante nosotros un nuevo y desafiante reto: seguir aumentando los fondos de nuestra biblioteca y avanzar en la dotación de ordenadores y su conectividad a internet.

Cada día que pasa vemos a nuestros Menas más contentos y más identificados con su nueva casa y su nueva familia El Castillejo. “Con el apoyo de hoy avanzamos y avanzamos hacia el mañana”, subrayan desde este centro de Atención Inmediata.

Mohamed lidera el juego

Mohamed Sabir juega al fútbol desde que tenía seis años. Su sueño desde niño siempre ha sido ser un gran futbolista, tanto como su ídolo, Sergio Ramos, y ni las dificultades económicas de su familia, ni las calamidades sufridas al intentar cruzar el Estrecho de Gibraltar, ni la amputación de su pierna derecha han conseguido frenarle.

Cuando tenía siete años, Mohamed recibió un golpe mientras jugaba al fútbol que le fracturó varios huesos de la pierna derecha. “Me operaron en Marruecos y me pusieron una escayola, pero a los 10 días volví al hospital porque la herida se me había infectado y la infección estaba avanzando muy rápido. El médico me dijo que, si no me cortaba la pierna, la infección llegaría al corazón”, recuerda Mohamed desde el centro de Atención Inmediata Cortijo Román, en Jimena (Cádiz), que gestiona Fundación SAMU, donde reside desde hace casi un año. “Ahí empezó el sufrimiento para toda mi familia. Me operaron tres veces y, en cada una de esas intervenciones, perdía un trozo más de pierna”.

Para poder recuperarse, el joven estuvo un largo periodo sin jugar, pero nunca abandonó su sueño de ser futbolista. “Cuando estuve totalmente recuperado, volví a jugar con más ganas que nunca. No quería que mi problema me impidiera cumplir uno de mis sueños”, señala el joven, que juega en la banda izquierda, aunque se considera un futbolista “polivalente”.

“Mohamed es de lo mejor que tiene el centro. Desde el primer momento se mostró respetuoso, participativo y activo en todas las tareas. También ha mostrado muchísimas ganas de estudiar y de formarse”, comenta Iván Ramírez, educador del centro de AI Cortijo Román. “Mohamed es una estrella en Jimena. Todo el mundo le conoce y es uno de los pilares del centro, un líder. Además, todos se quedan boquiabiertos cuando lo ven jugar al futbol, es una máquina”, continúa Ramírez. “Es un grandísimo ejemplo de superación, mostrando que si uno lo quiere de verdad puede lograr cualquier cosa,”.

En abril, Mohamed participó en Sevilla en un torneo de fútbol para personas con discapacidad, evento que recuerda con cariño. “Me encantó la experiencia y conocer a más personas con mis características y con mi misma pasión: el fútbol”. “Mi sueño era llegar a España y ya lo he cumplido, a pesar de que me estafaron y me engañaron hasta en cuatro ocasiones antes de cruzar el Estrecho. Tuve que recorrer varias veces siete kilómetros por la playa con una sola pierna y sobreviví en una patera en la que viajábamos 78 personas sin agua ni comida”, relata Mohamed, cuyo sueño ahora es jugar al fútbol y lograr un trabajo para poder ayudar a sus padres y a su hermano enfermo.

Entender y compartir el Ramadán

La totalidad de los menores del Centro de Atención Inmediata SAMU Dúrcal profesan la religión musulmana. El 7 de mayo daba comienzo para ellos, y para todos los que compartimos su vida, un mes muy especial. El Ramadán constituye uno de los preceptos ineludibles de la confesión islámica. Este mes, sagrado para los musulmanes, da comienzo cuando se hace visible el primer cuarto creciente de la luna nueva. La noche del comienzo, lailat ech-chek, o noche de la duda, los menores esperaban nerviosos el avistamiento de la luna para dar comienzo el ayuno, a sawm, del alba hasta la puesta del sol.

Estaba todo preparado. Los días y las semanas previas al noveno mes del calendario lunar se habían dedicado a la preparación de su recepción. El Ramadán en nuestro centro se está viviendo desde una triple dimensión: espiritual, religiosa y social. El ayuno va más allá de la abstinencia (comida, bebida y relación sexual), que es una dimensión únicamente fisiológica, la más visible, pero no la más importante.
La dimensión espiritual del ayuno consiste para nuestros menores en no mentir, no calumniar, no enfadarse, no ser irrespetuoso con los compañeros y con los profesionales, o, en definitiva, con su familia, valores que también cultivamos desde la Fundación SAMU.

La dimensión religiosa consiste en celebrar la fecha en la que el profeta Mahoma recibió la primera revelación del Corán, el libro sagrado de los musulmanes.

La dimensión social del ayuno supone para ellos una situación de igualdad y un ejercicio de empatía. El ayuno les permite comprender el sufrimiento de los más desfavorecidos, sentir una conmiseración hacia los que han pasado o pasan hambre. Despierta, en ellos, un sentimiento de caridad y solidaridad.

Los menores del centro de AI Dúrcal han afrontado la llegada del mes de Ramadán con ilusión, pero también con nostalgia e incertidumbre. Es la primera vez que lo hacen lejos de sus seres queridos.

Una de las mayores preocupaciones de nuestros chicos era la rutina. En sus países de origen, Marruecos, Guinea y Mali, países de mayoría islámica, durante el mes de Ramadán la actividad social y cultural se traslada a la noche y los horarios sufren modificaciones, adaptándose a tal fin.

En nuestro centro ha habido cambios en ciertas rutinas, fundamentalmente, las que guardan relación directa con los horarios del sueño, la gastronomía y la programación de actividades deportivas.

Los cambios introducidos pretenden flexibilizar los horarios del funcionamiento interno de centro con el objetivo de garantizar un “Feliz y saludable Ramadán”.

Gastronomía

El Iftar o ruptura del ayuno se hace con el plato estrella de este mes, la harira. Se trata de una sopa con los elementos fundamentales de la pirámide nutricional: verduras, legumbres, cereales, carne, y por supuesto, el sabor a especias. Sería impensable un Ramadán sin harira. Ésta va acompañada de dátiles y Shebbakiyya, un dulce típico de Marruecos pero que hace las delicias de todos nuestros menores.
Aquí está cobrando protagonismo Mohamed Azzouzi, un joven nacido en Tánger que prepara este dulce todas las semanas junto a su compañero Ali Ahdour. Lo hacen porque, además de ser unos profesionales de la repostería, les hace una especial ilusión traer a nuestro centro sabores y olores que todos añoran.

Sueño

Durante el Ramadán se hace el sohur una comida al alba, previa al comienzo de un nuevo día de ayuno, lo que significa que deben interrumpir el sueño. Para evitar que el patrón de sueño de nuestros chicos se vea alterado, tras la cena y el rezo, se acuestan. Se levantan poco antes de la oración del alba y vuelven a dormir otra vez. A la vuelta de los centros escolares, hacen una siesta que les permite descansar. De esta manera distribuyen sus horas de sueño y no se sienten fatigados.

La programación deportiva se ha retrasado a media tarde, haciéndola coincidir con las horas previas a la ruptura del ayuno.

Desde Fundación SAMU se ha garantizado que los chicos puedan disfrutar de un Ramadán que se asemeje todo lo posible al que han vivido hasta la fecha. Desde el equipo del centro de AI Dúrcal se ha realizado el esfuerzo necesario para que nuestros menores puedan poner en práctica uno de los pilares fundamentales de su religión, desde el respeto más profundo, garantizando así su libertad religiosa. Pero no podemos olvidar que el contexto en el que celebran el Ramadán es un contexto occidental, circunstancia que ofrece un Ramadán distinto al que practicaban en sus países de origen. Como tampoco olvidamos nuestro objetivo y responsabilidad con ellos: prepararles para su inclusión en su país de acogida. De cara a su emancipación, los menores deberán aprender a conciliar ambas culturas, la de origen y la de acogida.

Para los que formamos esta familia, la familia de Dúrcal, está siendo un mes muy emotivo. Es emocionante ver la convivencia y la hermandad entre los menores. Es emotivo ver la ilusión con la que preparan la ruptura del ayuno.

El Ramadán terminará los primeros días de junio y, desde el equipo, estamos seguros de que más emocionante será la llegada de eid al fitr, la fiesta que simboliza el final de Ramadán. Esta festividad es muy especial para los más jóvenes. Es el momento del año en el que reciben dulces y regalos. Una fiesta familiar donde los jóvenes se convierten en los principales protagonistas.

Cuando llegue ese día, el centro de Dúrcal estará preparado para que nuestros chicos lo reciban como merecen.

Autor: Siham Khalifa El Abdi. 

Auxiliar Técnico Educativo de la Unidad de Atención Inmediata SAMU Dúrcal.