Oikos Onlus, un socio para la cooperación internacional

Representantes de la asociación italiana Oikos Onlus, que apoya proyectos de cooperación internacional, han visitado las instalaciones de SAMU y Escuela SAMU en Sevilla, y se ha reunido con la dirección de la organización con motivo de la firma de un convenio de colaboración para futuros proyectos conjuntos.

En los últimos años, Oikos Onlus ha participado activamente en proyectos de crecimiento y desarrollo en África y América Latina. Con el tiempo, la asociación ha crecido y hoy Oikos Onlus no solo se ocupa de la cooperación internacional, sino también de la educación global, la integración, la formación y el voluntariado.

Por otro lado, la expansión de los servicios que presta Fundación SAMU ha llegado a varios países de Latinoamérica también en los últimos años para brindar atención humanitaria en urgencias y emergencias, acciones sociosanitarias, atención de servicios especializados de salud y formación académica de postgrados conforme a las necesidades identificadas en los propios modelos de intervención.

Las líneas de actuación y zona de actuación de ambas entidades, la italiana y la española, complementarias todas ellas, hacen que Oikos Onlus y SAMU puedan convertirse en perfectos aliados.

SAMU cuenta, además con Escuela SAMU, y con dispositivos de inclusión sociolaboral (DISL) para jóvenes menores migrantes, y, en su hoja de ruta hacia la internacionalización, está presente el objetivo de trabajar proyectos europeos desde su departamento de Desarrollo Internacional.

Así, desde junio, SAMU y Oikos Onlus colaboran en diferentes proyectos europeos, en concretamente en el proyecto Eco Tur Inka, en el departamento de Nariño, en Colombia, aportando protocolos de bioseguridad.

Reforzar relaciones

Dada la buena relación entre ambas entidades y ante el propósito de firmar nuevos convenios de colaboración, SAMU invitó a la dirección de Oikos Onlus a visitar España, con el objetivo de que los máximos representantes de la asociación italiana conocieran las instalaciones de Escuela SAMU, el funcionamiento y la labor que se realiza desde el área de Infancia y Familia de SAMU, sus fortalezas y lo que la organización española puede aportar a futuros proyectos conjuntos de cooperación internacional. Además, se abordó la intervención de SAMU en el proyecto europeo Eco Tur Inka y la voluntad de reforzar las relaciones para futuras colaboraciones.

La comitiva estuvo formada por Giovanni Tonutti, presidente de Oikos Onlus; Rosella Marvulli, responsable de Comunicación de Oikos Onlus; y José Antonio Trujillo, adjunto a Dirección General; además de Isabel Dato, Elena Becerra, Lucero Hernández y María Teresa Muñoz, del departamento de Desarrollo Internacional de SAMU.

Primero se celebró una reunión en las instalaciones de SAMU en la Isla de la Cartuja de Sevilla para compartir objetivos, expectativas y metodologías de trabajo. A continuación, se procedió a la visita de las instalaciones de Escuela SAMU y del centro de menores en acogida de Alcalá de Guadaíra (DISL Alcalá).

‘Sevilla íntima’: Jóvenes en el paisaje social de la ciudad

Que Sevilla es una ciudad compleja, rica en diversidad y llena de matices culturales es una realidad conocida. Pero la propuesta que nos hizo la artista Sylbie Nys en octubre de 2021 trataba de poner cara y voz, mediante un libro de fotografías, a quienes conforman parte de todas esas realidades de una misma sociedad compartida. Las reglas eran sencillas: una vivienda en Sevilla capital, un salón y una foto de todos los convivientes. A pie de foto, una breve leyenda explicativa sobre quienes aparecían en ella: nombres, procedencia, ocupación y circunstancias actuales. La idea de Sylbie y Herman Bertiau, su fotógrafo, era la de crear un mapa de la ciudad a través de sus gentes, un inventario sociológico donde sus habitantes se expresaran y posaran en la intimidad de sus hogares. El proyecto Sevilla íntima ya se había llevado a cabo treinta años atrás con Bruselas íntima, ciudad de donde son nativos ambos artistas.

La propuesta nos llegó a través de una persona conocedora de la realidad de estos jóvenes que llegaron a España como menores extranjeros no acompañados y que, tras cumplir la mayoría de edad, entraron a formar parte del Programa de Autonomía JEM (Jóvenes Extutelados Migrantes), cofinanciado por Fondo Social Europeo y dependiente de la Consejería de Inclusión Social.

Trasladamos la propuesta y la información de este proyecto a los chicos de uno de los recursos del Programa JEM Lamarque, situado en el barrio de la Macarena, quienes se mostraron entusiasmados ante la idea de posar, contar sus historias y aparecer juntos en un libro. Los jóvenes Walid Er Raiy, Othman Zraiaa, Bamba Massabory, Amine Ezzarghinni y Mohamed Hatim se prepararon para dar una agradable bienvenida a Sylbie y Herman en una jornada para realizar la entrevista y la sesión fotográfica.

Elaboraron un desayuno especial y escogieron a conciencia su atuendo. Cuando llegaron a la vivienda, los chicos quedaron sorprendidos por el equipo fotográfico que portaba Herman y por el acento francés de ambos. Pero pronto comenzaron las conversaciones y se generó un ambiente agradable y cercano entre todos los presentes. Fue curioso cómo, en un pequeño salón como el nuestro, se encontraron cuatro nacionalidades distintas.

Después de tomar algunos datos sobre la historia de vida de nuestros chicos, Sylbie les lanzó la siguiente pregunta: “¿Que cambiaríais de esta ciudad?”. Hubo un silencio previo a la respuesta de Bamba: “El racismo”. Othmane añadió: “Más oportunidades para estudiar y trabajar”. Walid y Hatim coincidieron en la parte documental (“Una oficina de extranjería que vaya más rápida”). Y Amine barrió para casa: “Quiero que en esta ciudad esté mi futura peluquería, eso sí sería un cambio”, y se rieron todos.

Tras la conversación llegó la parte que hacía más ilusión a los chicos, las fotos. Cierto es que no imaginaban que fuera tan intensa. Cambios de postura, de muebles, de luz. Si no se movía uno, se movía el otro o les daba de nuevo la risa. Intenso pero divertido. Al final de la mañana, tantos los dos artistas como nuestros chicos terminaron satisfechos con el trabajo realizado, nos despedimos con la idea de volver a vernos en la presentación y exposición del libro programada para final de febrero de 2022 en la Casa de la Provincia de la Diputación de Sevilla.

Para la fecha todos los participantes del proyecto se encontraban trabajando. Una buena noticia, pero que les impidió acudir todos juntos como les hubiera gustado. No obstante, todos fueron a ver su foto y el resto, un total de doscientos cincuenta. Doscientos cincuenta realidades de una misma ciudad reflejadas en un libro que también adquirimos y que fue dedicado por la autora.

Sevilla íntima ha puesto imagen a nuestros chicos, a sus vivencias y sus luchas por labrarse un futuro próspero en Sevilla, donde se acoge con cariño, pero donde aún queda mucho por conseguir.

Por ANA LINARES.
/ Orientadora laboral JEM Sevilla

Abdoulie, primer beneficiario del convenio con Cosentino

La multinacional con sede en Almería Cosentino Industrial y Fundación SAMU han firmado un convenio de colaboración que permitirá a los menores de los centros de la fundación realizar prácticas formativas en esta empresa. Cosentino es una multinacional que produce superficies para la arquitectura y diseño (las más conocidas son Silestone y Dekton) y que está presente en los cinco continentes (distribuyen sus productos en más de 120 países).

Por primera vez en la amplia historia de Cosentino, la multinacional abre sus puertas a la formación de menores inmigrantes no acompañados, con posibilidad de contratación para estos jóvenes. Este paso supone una inmensa alegría para nuestro centro, por la enorme oportunidad que ofrece a nuestros chicos.

Uno de los menores seleccionados para estas prácticas fue Abdoulie Drammeh, que firmó su primer contrato de trabajo el 5 de septiembre en la sección de elaborados de Cosentino. Abdoulie procede de Gambia. Su vida no fue fácil, debido a la precaria situación económica de su extensa familia. El menor recuerda: “Fue mi madre la que me ayudó a venir a España. Ella tenía animales y los vendió para que pudiese pagar mi viaje aquí. Mi padre no quería que viniera porque mi hermano murió intentando llegar a Europa, ahogado entre Argelia e Italia”.

Abdoulie llegó a nuestro centro, una casa ubicada en Serón, un pueblo de Almería, hace poco más de año y medio. “Cuando llegué al centro, sólo hablaba mandinga y un poco de árabe. Mi amigo me tenía que traducir todo lo que me decían. No sabía nada de español. Tampoco sabía leer ni escribir. Casi no sabía coger un lápiz. Una de las educadoras me dio un libro que se llamaba Michu para empezar a aprender el alfabeto. Yo siempre estaba con mi libro. Los educadores venían a mi cuarto por la noche y me pedían que parase de estudiar, que mañana sería un nuevo día. Algunos chicos se reían de mí porque creían que yo era tonto, porque siempre iba con mi libro”, relata el joven.

“Aprendí español con ese libro y con las clases y la ayuda de las personas del centro. A veces me daba vergüenza porque yo siempre los buscaba en el despacho para estudiar y, cuando hacían fotos para SAMU, yo siempre salía allí, en el despacho. Tuve mucha suerte de llegar a este centro. Tomé mucha confianza en mí mismo porque aquí te tratan así para tener confianza. Yo pensaba que no podía ni aprender español, y ahora, ¡Madre mía!, ¡Mírame! Todo lo que he conseguido gracias a la ayuda en este centro, gracias a SAMU”, recuerda.

Meses después de llegar al centro, Abdoulie comenzó a realizar sus primeras prácticas formativas en una empresa de limpieza y mantenimiento de maquinaria industrial de la localidad de Baza (Granada). “A los tres meses de llegar, ya me encontraron unas prácticas formativas. Yo hablaba muy poco español. El jefe me decía que hiciese algo y, como no lo entendía, hacía otra cosa”, recuerda Abdu entre risas. “Me llevaba muy bien con mi jefe, trabajé con él en muchos pueblos. Cuando acabé las prácticas formativas, me pidió seguir, pero yo quería estudiar”.

Y ese fue el siguiente paso del menor. En septiembre de 2021 el menor fue matriculado en el IES Rosa Navarro de la localidad de Olula del Río. “En la ESO no entendía nada. Cuando los educadores me preguntaban qué prefería, si la actividad de deporte o estudiar, yo decía siempre que estudiar para la ESO”.
Un mes después, en octubre de 2021, Abdoulie fue matriculado en la Escuela de Mármol de Fines (Almería). “La educadora me dijo que ese curso era muy bueno para mí, para trabajar. Me enseñó fotos de la retroexcavadora y la dumper y como me hacía mucha ilusión conducirlas, dije que sí”.

“Me levantaba a las siete de la mañana y empezaba el curso a las nueve. Salía a las dos y, cuando llegaba al centro, comía y me duchaba. Después estudiaba y, por la tarde, iba a la escuela de adultos, los lunes y viernes, y al instituto los martes y miércoles. Yo llegaba al centro al final del día muy cansado. Mi profesora de la escuela de adultos me aconsejó que dejase una cosa porque era mucho para mí porque yo no sabía ni leer ni escribir. Quería dejar la Escuela de Mármol, pero me daba mucha vergüenza hacerlo, eso no está bien. Un día bajé al despacho y se lo dije a Tamara (trabajadora social del ISL SAMU Serón). Me dijo que no dejase nada, porque aunque no aprobase ni la Escuela de Mármol ni la ESA, eso sería mío, me serviría para aprender mucho”.

“Al final, con la ayuda de los educadores y de Miriam (mi profesora de la Escuela de Adultos de Serón) pude aprobar las asignaturas del instituto y también las de la Escuela de Mármol. En mayo de 2022 acabé en este centro formativo y Encarna (directora del ISL SAMU Serón) ya me tenía otras prácticas en Cosentino, en las que empecé en junio como jardinero”, relata Abdoulie.

Una empresa líder

Tras acabar las prácticas formativas en Cosentino, la empresa manifestó su interés por contratar al menor. A finales de agosto, Abdoulie alcanzó la mayoría de edad, por lo que abandonó el centro y se trasladó a vivir a Olula del Río. Ahora ha sido contratado en una de las mejores empresas del país y acude a la misma en el autobús que la empresa facilita a sus trabajadores.

“Mucha gente me pregunta cómo he entrado en Cosentino porque es difícil entrar en elaborados (sección de Cosentino en la que montan lavabos, cocinas y similares de Silestone). Llegan las tablas de Silestone y, fijándome en un plano, hago las medidas y mis compañeros cortan. Me gusta mucho mi trabajo y, además, todo el mundo me trata muy bien y me enseña cosas nuevas. Me han enseñado a manejar grúas para trasladar las tablas de Silestone”, señala el joven. “Empiezo a las seis de la mañana, pero yo llego antes porque el autobús llega antes de la hora de entrada. Yo entro con la tarjeta, porque es muy importante ser puntual y responsable. Allí espero tomando algo caliente antes de empezar a trabajar”.

“Mi familia está muy orgullosa de mí. Tengo mucha suerte porque hablo español, tengo muy buen trabajo, estoy estudiando y me voy a sacar el carné de conducir”, concluye el joven.

ISL SAMU SERÓN

COISL SAMU Motril: diez años y 278 vidas que contar

El programa COISL SAMU Motril para menores del sistema de protección y su orientación sociolaboral comenzó su andadura el 1 de octubre de 2012. Fue uno de los primeros proyectos de protección de menores de Fundación SAMU en abrir sus puertas. Ha transcurrido una década de trabajo incesante que hemos compartido con 278 menores derivados del Sistema de Protección de Menores de la Junta de Andalucía. Estos menores procedían de diversos países: España, Siria, Marruecos, Mali, Senegal, Kenia, Nigeria, Guinea…

Uno de los puntos de inflexión del programa fue el 23 de septiembre del 2016 con la recepción en Madrid de los primeros menores no acompañados procedentes del conflicto sirio. En una de las mayores crisis humanitarias europea, la Junta de Andalucía confió en Fundación SAMU y en el COISL SAMU Motril para que éste último se convirtiera en el primer centro de protección de menores en España en acoger a siete menores procedentes del conflicto. Fue un proyecto aplaudido por el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para la Ayuda a Refugiados (ACNUR).

Todo este bagaje ha propiciado que el COISL Motril se haya ido adaptando a lo largo de los años a las necesidades y los retos que han ido marcando la Administración.

El programa partió de cero en una localidad, Motril, que desconocía el sistema de protección y su funcionamiento. Esto obligaba al equipo del SAMU a darse a conocer, abriendo puertas y mentes al contexto social, laboral y formativo de la zona.

Es importante mencionar que, aunque el COILS SAMU Motril es un centro especializado en la inserción laboral, el eje angular del proyecto ha estado centrado en el acogimiento residencial y en lograr que cada uno de los menores acogidos disfrutara de una vida acorde a su edad.

En este sentido, el equipo educativo del COISL realiza una programación anual de ocio y cultura que aborda esta parte del proyecto de intervención. Durante estos diez años, han sido infinidad de actividades las que los jóvenes del recurso han podido disfrutar. Desde ir al cine o ver un partido de fútbol o baloncesto, hasta ir de acampada o de visita cultural a distintas ciudades.

Centrándonos en el aspecto formativo y laboral, uno de los pasos más importantes del proyecto son las relaciones que se generan con las empresas de la zona. El COISL SAMU Motril cuenta con la colaboración de más de 150 empresas. Además, disfruta de una relación estrecha con programas de formación y empleo de la provincia que dan seguimiento y apoyo a los menores acogidos.

Durante la última renovación del programa que dio comienzo en diciembre del 2019, y que convivió con una emergencia mundial de salud pública por la pandemia del Covid-19, el COISL ha registrado una tasa de éxito de inserción laboral de 87%. Es decir, de las 45 emancipaciones que se han realizado desde diciembre de 2019 hasta la fecha, 36 menores han continuado su plan de vida fuera del programa de forma independiente, autónoma y satisfactoria. Estos datos son fuente de orgullo del programa, pues gracias al trabajo de un equipo coordinado, el proyecto ha podido ser el apoyo y la guía que estos menores necesitan.

Para el equipo del COILS SAMU Motril, estos 10 años de éxito requieren de una celebración a la altura. Por este motivo, y gracias a la ayuda de la coordinación de Andalucía Oriental y la dirección del área de Infancia y Familia de Fundación SAMU, se han puesto en marcha las II Jornadas Los adolescentes en los centros de protección de menores, que se celebrarán el 22 de noviembre en las instalaciones del Centro de Desarrollo Turístico de Motril.

El evento contará con ponencias de referentes del sector de las instituciones públicas como Esther Aguilera, jefa del servicio del Sistema de Protección de Menores de Granada, o Ramón Rodríguez Gómez, coordinador de mediación intercultural para la atención integral a menores inmigrantes en Andalucía. Además, formarán parte de una mesa redonda técnicas de los servicios de formación y empleo y los programas de colaboración del COILS SAMU Motril. Estas jornadas serán el colofón final a estos 10 años de historias de vida.

Las personas que estén interesadas en asistir al evento, pueden inscribirse a través del siguiente enlace:  Pincha aquí

 

Por ISOLINA ANTEQUERA. / Directora del COISL SAMU Motril

Las personas son lo importante

El 13 de diciembre de 2006, se aprobó en la ciudad de Nueva York, en la sede de Naciones Unidas, la convención sobre los derechos de las personas con discapacidad, el tratado internacional que protege los derechos de las personas con discapacidad y a sus familias. En España, fue aprobado el 3 de diciembre de 2007 y, a partir de esa fecha, empezó a celebrarse el Día Internacional de las Personas con Discapacidad coincidiendo con la efeméride. Su principal propósito es, como queda detallado en su artículo 1, “promover, proteger y asegurar el goce pleno y en condiciones de igualdad de todos los derechos humanos y libertades fundamentales por todas las personas con discapacidad y promover el respeto de su dignidad inherente”.

Esta ley universal ha supuesto que en los últimos años se haya producido una modificación sustancial en cuanto a la atención a las personas con discapacidad. La sociedad ha ido evolucionando y trasformando su visión sobre este colectivo, gracias al esfuerzo reivindicativo de las mismas personas con discapacidad, las instituciones, organismos y movimientos asociativos que las respaldan. Este cambio en la percepción y reconocimiento de sus derechos como miembros de pleno derecho ha propiciado el nacimiento de nuevos modelos de intervención enmarcados en el seno de la inclusión social, el respeto, la igualdad de derechos, la autodeterminación, la provisión de apoyos, el acceso al mercado laboral, la dignidad y la igualdad.

Para lograr todos estos objetivos y mejorar la atención y la calidad de vida, desde los centros de atención a la discapacidad de Fundación SAMU, dependientes del área de Dependencia e Inclusión Social de SAMU, se ha ido trasformando el modelo de intervención, basado en la salud y la rehabilitación, en un modelo más social y acorde con las exigencias sociales actuales, y que aúna la inclusión social, la provisión de apoyos, el logro de resultados personales y la calidad de vida, con una planificación centrada en la persona.

Para responder a los retos y obligaciones de una atención de calidad, se parte de los actuales modelos conceptuales de la discapacidad, la calidad de vida y los apoyos individualizados, desde los que se entiende a las personas como el centro de toda planificación, tanto en la toma de decisiones y sus preferencias, como en los procesos para llevarlos a cabo. Desde esta perspectiva, nuestros centros se van transformando en lugares de convivencia, viveros de oportunidades y lugares de vida, y los profesionales de éstos, en apoyos para que puedan desarrollar su propio proyecto de vida.

La planificación centrada en la persona se ha convertido en la piedra angular de las buenas prácticas en la organización de nuestros servicios. Y el principal objetivo es asegurar que el énfasis se ponga en la persona con discapacidad, en sus habilidades y potencialidades, y en el éxito en la consecución de aquellos resultados valiosos que son significativos para ella, a través de la organización de un sistema de apoyos personalizados que facilite la consecución de los resultados seleccionados. Es una transformación en todos los niveles de funcionamiento de los servicios, ya que se dirige a, ya no la resolución de problemas, sino hacia espacios de oportunidades de desarrollo, la libertad personal, la interdependencia significativa, la dignidad, la autorrealización y la participación activa en la comunidad como miembros de pleno derecho.

Los aspectos relacionados con la salud, la seguridad y la adquisición de habilidades habían sido considerados durante décadas como objetivos prioritarios de los programas y servicios, obviando que es la persona, con su historia de vida, sus relaciones personales, su entorno, sus potencialidades y sus sueños, la que deben estar en el centro de estos programas y en la base de la organización.

Llevar adelante estas nuevas perspectivas supone y nos exige nuevas maneras de pensar, actuar e intervenir, de la mano de unos profesionales que sepan afrontar con valentía, seguridad e innovación los nuevos retos que se nos plantean. Esta visión renovada nos hace progresar hacia una sociedad inclusiva e igualitaria, donde todos los seres humanos pueden alcanzar los mismos estándares de calidad y bienestar. Y, por ende, la calidad de nuestros servicios avanza hacia la excelencia, algo que ya empieza a obtener sus frutos en la mejora de la calidad de vida de nuestras personas usuarias, con resultados visibles y que van más allá de nuestros centros, ya que repercute positivamente en toda la comunidad donde se ubican.

Nuestra sociedad necesita organizaciones responsables y comprometidas que trabajen en proporcionar las relaciones y los apoyos necesarios para que todas las personas puedan desarrollar su propio proyecto de vida y felicidad, independientemente de su procedencia, de su edad, condición social, de si tienen o no discapacidades, de si son mujeres u hombres, de si proceden de un país u otro o de la edad que tengan. Éste es el compromiso de todos los centros de atención a personas con discapacidad del área de Dependencia e Inclusión Social de Fundación SAMU, y trabajamos día a día para cumplir estos principios.

 

Por SONIA OLIVER POZO / Área de Dependencia e Inclusión Social