SAMU y la Universidad Pablo de Olavide se unen para aumentar el bienestar social a través de la innovación

SAMU y la Universidad Pablo de Olavide han presentado la Cátedra SAMU de Innovación Social durante unas jornadas celebradas este miércoles 28 de septiembre en el campus de la UPO. La vicerrectora de Relaciones Institucionales y Fundaciones de la Universidad, Laura López de la Cruz; el presidente-director general de SAMU, Carlos González de Escalada; y el director de la Cátedra y profesor de la UPO, José Luis Sarasola; han presentado los objetivos de un proyecto de cooperación que aspira a mejorar el bienestar social de las personas más vulnerables a través de la innovación social.

“Innovar es cambiar, hagamos las cosas de otra manera, busquemos nuevas soluciones a los problemas sociales trabajando con otras entidades y empresas”, ha comentado José Luis Sarasola durante la presentación de la Cátedra que dirige. Para ello, “que mejor socio que SAMU, que no solo trabaja en el ámbito de la salud, sino también con residencias, con los problemas de la infancia, con familias, en educación y en atención psicológica, además de investigación y desarrollo” ha añadido.

Carlos González de Escalada, presidente y director general de SAMU, ha destacado la importancia de unir el trabajo desarrollado en la academia con el de las entidades de salud y bienestar social. “Nuestra especialidad es la atención de las personas que más lo necesitan” ha señalado, poniendo en valor el conocimiento académico y la capacidad de una entidad que cuenta con noventa sedes y tres mil profesionales que se ha convertido en una multinacional de la salud y de la acción social, extendiendo su actividad a países como Marruecos y Estados Unidos.

Para finalizar la inauguración de las Jornadas, Laura López de la Cruz, ha resaltado la importancia de las cátedras como instrumento para crear conocimiento, investigar y aplicar los resultados, remarcando la necesidad de investigar también en el ámbito social “para que todos nos sentamos incluidos en una sociedad que avanza a marchas forzadas”. “Agradecemos a SAMU su participación en la cátedra porque sabemos que juntos sumamos”, ha concluido.

A continuación, han comenzado unas Jornadas que han contado con David Pino Merlo, director general de Innovación Social del Ayuntamiento de Sevilla, como ponente invitado. Cómo innovar a través de la democracia: innovación social y desarrollo local sostenible, ha sido el título de una conferencia en la que ha afirmado que la innovación social es la búsqueda de una solución novedosa a un problema social que aporte valor a la comunidad, señalando que la tecnología debe ser una herramienta a su servicio.

Las Jornadas han proseguido con la mesa redonda Presente y futuro de la Cátedra de Innovación Social, moderada por Juana Macías, directora del Instituto Científico y Academia SAMU. Durante la misma ha sido presentado el libro “Migraciones: nuevos retos geopolíticos, económicos y sociales” y el Máster de Emergencias Socio-sanitarias, título propio de la Universidad Pablo de Olavide que se imparte por primera vez este curso. Migraciones es una obra colectiva, coordinada por Carlos González de Escalada y José Domínguez León, en la que profesorado de doce universidades analiza el fenómeno migratorio abordándolo desde múltiples perspectivas. Por otro lado, el Máster en Emergencias Socio-Sanitarias: Prevención e Intervención con Colectivos de Riesgo, dirigido por los profesores de la UPO Evaristo Barrera y José Luis Sarasola, proporciona formación universitaria especializada en el campo de las emergencias sociales.

Mujeres, jóvenes, migrantes y universitarias

Superar los retos que derivan de cada proyecto personal de vida, independientemente de los que sean, requiere de un grado de esfuerzo, compromiso y fortaleza colosales, especialmente si hablamos de los menores migrantes no acompañados. Además, desde una perspectiva interseccional, si sumamos género femenino, etnia, clase social y sexualidad, estas capacidades y atributos requieren de una doble dosis, en el mejor de los casos.

En este contexto, para la mayoría de las jóvenes extranjeras y extuteladas beneficiarias del Programa +18 de Fundación SAMU, cumplir con los objetivos de sus proyectos migratorios, supone, en ocasiones, romper con ciertos valores, tradiciones y patrones socioculturales impuestos en sus países de origen.

Sin embargo, son muchas las jóvenes que, con esfuerzo y sacrifico, gracias a la ejecución de los Programas de Alta Intensidad o Programas de Adquisición de Competencias Sociolaborales, como el PACS SAMU Almería o PACS SAMU Jaén, cofinanciados por el Fondo Social Europeo y conveniados con la Consejería de Igualdad, Políticas Sociales y Conciliación de la Junta de Andalucía, alcanzan una emancipación plena y en condiciones seguras, cumpliendo así con sus expectativas migratorias y el objetivo principal del programa: la inserción sociolaboral.

Este es el caso de las jóvenes Kadiatou Sow y Sabah El Amraoui Karroumi, que, tras superar sus estudios de secundaria y la Selectividad, comienzan en septiembre una formación universitaria: Derecho, en el caso de Kadiatou, y Filología Inglesa, en el caso de Sabah.

Ambas jóvenes son un verdadero ejemplo a seguir para todas aquellas menores extranjeras que deciden emprender su proceso migratorio en busca de un futuro mejor.

A continuación, puedes conocer la historia de estas dos protagonistas de la mano de Ana Rodríguez Fernández, del equipo de educadores del PACS SAMU Jaén, y Amel Boughanem Cortés, trabajadora social y orientadora laboral del PACS SAMU Almería.

Sabah El Amraoui Karroumi, matriculada en Filología Inglesa

Sabah El Amraoui Karroumi llegó al PACS de Jaén el 5 de octubre de 2021. El equipo de profesionales de SAMU obtuvo excelentes referencias de la joven, entonces menor de edad, por parte del equipo responsable de la chica en el Sistema de Protección del Menor. Por esta razón, desde SAMU esperaban con ilusión poder tomar el testigo del trabajo realizado previamente por el equipo del COILS San Martín de Porres, perteneciente a la Fundación Don Bosco Social, hogar del que procedía Sabah.

“Nos hablaban de una chica decidida, muy motivada por el estudio, cuya infancia, como es de suponer, no había sido nada fácil y que, provista de unos resortes y capacidad de resiliencia admirables, había podido centrar su vida antes de cumplir la mayoría de edad en una serie de valores que la mantendrían a salvo en el mar de incertidumbre al que se enfrentaba”, apunta Ana Rodríguez, miembro del equipo de profesionales del PACS Jaén. “A su llegada, nos sorprendió su forma de expresarse, ávida de comunicar sus intenciones, sus planes de futuro, sus preocupaciones, sus acuerdos y desacuerdos. Una vez más, una joven nos presenta el reto de ir un paso más allá. Acompañar y orientar cuando los objetivos son altos es, sin duda, muy motivador”.

Al equipo del PACS Jaén le sobrecoge la cantidad de recuerdos de los que Sabah no ha podido desprenderse aún, y entiende que el apego a objetos de la niñez y a los obsequios de amigos y referentes para ella son importantes. Se manifiesta de este modo cariñosa, demandante de afecto y aferrada a su entorno personal. “En muchos años de experiencia en el trabajo con jóvenes, fue la primera vez en la que el equipaje de macutos y maletas llenas de libros casi igualaba al de ropa. Y más sorprendente era cuando al hablar con ella de cada uno de estos libros, la joven se acordaba de quién se lo había regalado, cuándo se lo había leído o por qué le había gustado”, asegura Rodríguez.

Sabah no tardó en dejar claro que su objetivo principal al pasar por un recurso de alta intensidad era poder terminar sus estudios de Grado Superior para obtener su titulación y, tras conseguir un trabajo para poder emanciparse, poder proseguir con sus estudios universitarios.

Una vez superado con éxito el primer curso del Grado Superior de Radiología, la joven, no convencida vocacionalmente con esta profesión, decidió cambiar de rumbo y, junto al equipo orientador, eligió otro camino formativo, valorando sus posibilidades. Consciente de que su tiempo en el recurso se acababa, y que en un futuro, si quería estudiar por sus propios medios, tendría que conjugar los estudios con un trabajo que le permitiese ir a clase y estudiar, comenzó unas prácticas EPES como camarera en una cafetería.

Sabah El Amraoui Karroumi

Sabah El Amraoui Karroumi

Sabah tiene claro que quiere ir a la universidad, y, a pesar de haber aprobado en el año anterior la Selectividad con una nota más que aceptable, decidió presentarse de nuevo para subir su nota y poder tener más opciones a la hora de elegir carrera. De hecho, lo logra, y baraja entre sus posibilidades estudiar Administración y Dirección de Empresas, Educación Social o Filología Inglesa.

Finalmente, Sabah ha decidido estudiar Filología Inglesa en la Universidad de Málaga. Para ello, con la ayuda del equipo de SAMU, Sabah tramita la matrícula y cuenta con la colaboración de la delegación de Igualdad, Salud y Políticas Sociales de Málaga, que en colaboración con el Servicio de Igualdad, Diversidad y Acción Social de la Universidad de Málaga ponen a disposición de Sabah una plaza en la Residencia Universitaria Alberto Jiménez Fraud. Además, acostumbrada a un ritmo intensivo de trabajo y estudio, Sabah ha logrado sacarse el carnet de conducir este verano mientras realizada sus prácticas prelaborales.

“Ilusionada y dispuesta por compartir todos los momentos especiales de convivencia y celebración en familia, Sabah ha sido sin duda la pieza clave para que todos se sintieran a gusto, compartiendo su opinión, expresándose de una forma fresca que ha ayudado sin duda a muchos de sus compañeros a salir de su zona de confort y plantearse nuevos puntos de vista”, apuntan desde SAMU.

“Ahora que estamos preparando la salida de Sabah del programa, admito que no sólo nos sentimos satisfechos por haber podido acompañar a esta joven en la superación de sus objetivos de adquisición de competencias, sino que somos conscientes que todo lo vivido junto a ella, como con otras jóvenes, nos ha hecho mejores profesionales”, confiesa Ana Rodríguez. “Estamos convencidos de que Sabah sabrá enfrentarse al mundo de cara, como es ella, consiguiendo sin duda una vida plena”.

Kadiatou Sow, futura estudiante de Derecho

La joven Kadiatou Sow, procedente de Guinea Conakry, decidió emprender su proyecto migratorio en 2018 como consecuencia de la ausencia de recursos económicos e igualdad de oportunidades para acceder a la educación e inserción laboral en su lugar de origen.

Según refiere, en su país son muchas las mujeres que logran acceder a los estudios y que, a su vez, obtienen excelentes resultados académicos. Sin embargo, la probabilidad de acceder al mercado laboral desaparece cuando contraen matrimonio, momento en el que, habitualmente, la mujer se centra en el cuidado del hogar y los hijos.

Kadiatou, que hoy tiene 20 años, cuenta que siempre tuvo claro el objetivo de su proyecto migratorio: hacer realidad su sueño de acceder a la universidad y buscar un futuro mejor en un lugar donde pudiera ejercer su profesión de forma independiente a su estado civil y libre de las presiones socioculturales propias de su país de origen.

Además, aclara que su interés por la formación viene motivado por el deseo de defender los derechos de las personas más vulnerables, en concreto, los derechos de la mujer africana y la lucha contra las desigualdades sociales y de género.

Por ello, la joven guineana defiende la formación como una herramienta de cambio social y, en su discurso, suele verbalizar lo siguiente: “Para poder defender los derechos de las mujeres, primero debo formarme y conocerlos”. De ahí su interés por realizar el Grado en Derecho. Sin embargo, Kadiatou afirma que desconocía el nombre de la profesión que quería ejercer: “Yo solo sabía que quería defender los derechos de las mujeres”. La joven reconoce que fue una vez en España cuando descubrió el significado de la abogacía. Desde entonces, tuvo claro el grado universitario que estudiaría.

Para una mayor compresión de la historia de superación y resiliencia de la joven, nos remontamos a su llegada a España, en agosto de 2018, fecha en la que ingresó en el Servicio de Protección de Menores de la Junta de Andalucía. Desde este momento, la joven centró todos sus esfuerzos en el aprendizaje de la lengua española, en aras de incorporarse cuanto antes a la formación reglada y poder obtener el título de Educación Secundaria Obligatoria (ESO).

Su rápida adaptación a la sociedad de acogida y buen dominio del lenguaje español, favorecieron su pronta incorporación al I.E.S Entresierras, ubicado en Purchena (Almería), municipio donde residió durante su estancia en el Centro de Protección de Menores.

El esfuerzo e implicación para la consecución de su sueño, comenzó a dar fruto en tan solo un año y medio después de su llegada a España: la joven obtuvo el Graduado de Educación Secundaria Obligatoria en el curso académico 2019-2020. Luego, se matriculó en 1º de Bachillerato de Humanidades y Ciencias Sociales en el I.E.S. Rosa Navarro, en Olula del Río (Almería).

Sin embargo, no todo fueron éxitos y facilidades, puesto que a mitad del curso 2020/2021, la joven cumplió la mayoría de edad y tuvo que enfrentarse a los cambios que esto conlleva. En este contexto, en diciembre de 2021, se trasladó al Programa de Alta Intensidad PACS SAMU Almería y solicitó un traslado de expediente al I.E.S. Al-Ándalus, en Almería, donde finalizó el curso académico con unos resultados excelentes.

Kadiatou Sow

Kadiatou Sow

Kadiatou alcanzó la mayoría de edad con la ausencia de una autorización de residencia y, además, en un contexto de pandemia mundial y periodo de recesión económica, ocasionada por el Covid-19. Regularizar su situación administrativa supuso uno de los principales obstáculos para la consecución de los objetivos establecidos en su proyecto personal de vida, llegando incluso a valorar la opción de priorizar su inserción laboral frente a la consecución de sus objetivos académicos.

No obstante, gracias al reciente cambio en la normativa vigente en materia de extranjería y a su estancia como beneficiaria en el Programa de Alta Intensidad PACS SAMU Almería dirigido a jóvenes extuteladas de entre 18 y 25 años, procedentes del Sistema de Protección de Menores, la joven ha podido regularizar su situación administrativa sin tener que renunciar al sueño de acceder a la universidad.

Durante el curso 2021-2022, Kadiatou compaginó 2º Bachillerato con una formación online complementaria enfocada al empleo. De forma paralela, la joven, consciente del objetivo principal del Programa +18 y de la proximidad de su emancipación, ha realizado una ardua y concienzuda labor de búsqueda de empleo que tuvo sus frutos al ser contratada como camarera de pisos en el Hotel AC de Almería.

Al mismo tiempo que trabajaba, Kadiatou se preparó la Prueba de Evaluación y Acceso a la Universidad (Pevau), exámenes que superó con éxito y le han permitido ingresar en la Facultad de Derecho de la Universidad de Almería.

Según fuentes del Servicio de Protección de Menores de Almería, Kadiatou es una de las primeras jóvenes extranjeras y extuteladas que accede a la universidad de la ciudad. La joven guineana se muestra muy orgullosa de todo el trabajo realizado y de los logros alcanzados durante los últimos años. “Para lograr un sueño, no es suficiente sólo con desearlo, sino que es muy importante trabajar duro hasta hacerlo realidad. Con esfuerzo y constancia todo se consigue”, manifiesta la joven.

Las orientadoras de referencia del PACS SAMU Almería se sienten muy orgullosas de la gran evolución de la joven, y afortunadas, de haber podido orientar y acompañar a Kadiatou hacia la consecución de su sueño y una emancipación plena y exitosa.

Actualmente, la joven ha superado los objetivos establecidos de su Itinerario Personalizado de Inserción Laboral y se encuentra a la espera de la asignación de una plaza becada en la Residencia Universitaria Civitas (Almería), en la que podrá residir durante los próximos cuatro años para la superación del Grado en Derecho.
Esto ha sido posible gracias al apoyo e implicación de la delegación territorial de Almería, especialmente de la técnica de Programas de Alta Intensidad, Juana García, y el coordinador de centros, José Luis Andreu.

VRIME: Innovación para proteger a los menores migrantes

La llegada de menores extranjeros sin referente familiar a España ha crecido considerablemente en los últimos años, lo que ha condicionado el crecimiento de la red de recursos residenciales y ha generado la necesidad de crear nuevos dispositivos de atención de acogida inmediata. Gran parte de estos niños, niñas y adolescentes han sufrido experiencias traumáticas de abuso y maltrato durante su proceso migratorio, lo que lleva en muchas ocasiones al desarrollo de actitudes y conductas violentas como mecanismos de defensa.

Este fenómeno migratorio, que ha supuesto grandes implicaciones políticas y éticas, se ha visto incrementado en un gran número de menores que llegan solos a través de las distintas rutas migratorias, siendo Andalucía la comunidad autónoma que mayor número de menores extranjeros sin referente familiar protege. Ante esta realidad, la detección previa de los perfiles de riesgo, tanto de comportamiento violento como de victimización y vulnerabilidad, puede ser un instrumento fundamental para facilitar la optimización del uso de recursos en los procesos de acogida e inserción por parte de las instituciones correspondientes, y para garantizar la protección de los derechos fundamentales de estos menores, según explica el equipo investigador de la Universidad Loyola que ha puesto en marcha el proyecto VRIME (Instrumento de Valoración del Riesgo en Menores y Jóvenes Migrantes Residentes en Andalucía).

El proyecto VRIME trata de sistematizar este proceso de detección previa mediante el estudio de determinados indicadores conductuales que permiten definir unos perfiles de riesgo y la elaboración posterior de unas recomendaciones de buenas prácticas para ayudar a gestionar mejor los riesgos por parte de los centros de acogida y organizaciones sociales relacionadas con las fases de acogida e inserción de este colectivo.

En este sentido, esta iniciativa académica trata de diseñar una herramienta de recogida de datos (Toolkit VRIME) que permita conocer los perfiles de riesgo de menores extranjeros no acompañados que se encuentran en entidades de acogida como Fundación SAMU y EMET-Arcoiris, así como identificar factores de protección o resiliencia en estos menores.

“Lo que se quiere averiguar es en qué situación está el menor cuando llega a un recurso de acogida, teniendo en cuenta todas esas variables que le influyen, y su situación seis meses más tarde. Otro de los aspectos que se intenta identificar con esta herramienta es si el menor está en el recurso adecuado”, explica Juan Manuel Aveledo, director del área de Infancia y Familia de SAMU.

Fases de desarrollo

Este proyecto de investigación está liderado por las profesoras Gloria Fernández-Pacheco y Tatiana Avignone y cuenta con financiación de la Junta de Andalucía y del Fondo Social Europeo, además de la colaboración de SAMU, a través de sus áreas de Innovación y de Infancia y Familia, y la Fundación EMET- Arcoiris.

Esta iniciativa, que se inició en abril de 2021, cuenta con cuatro fases de desarrollo: una fase piloto; una fase principal (formación de personal de los centros de acogida y los colaboradores, recogida de datos y análisis de los mismos); una tercera etapa de grupos de discusión y entrevistas con profesionales y menores; y una cuarta fase de creación de manual de uso y buenas prácticas.

El objeto de la colaboración de la Universidad Loyola con Fundación SAMU se desarrolla en tres partes. En la primera fase, de recogida de datos, los profesionales de Fundación SAMU colaboran en la tarea de diseño de la herramienta.

En la segunda fase, de implementación, los profesionales e investigadores de Fundación SAMU participan en los grupos de discusión y supervisión de los campos y protocolos de evaluación de riesgo que serán integrados en la herramienta Toolkit VRIME, en virtud de la experiencia del trato y cuidado de los menores que atesoran y la visión de la gestión integral de la realidad diaria de esta tarea.

Y por último, SAMU participa en la fase de validación y acompañamiento con el fin de recabar la información necesaria para poder validar el funcionamiento de la aplicación informática Toolkit VRIME. Posteriormente, se facilitará el acceso a las instalaciones del equipo investigador para realizar el seguimiento de la implementación del Toolkit VRIME y formación para la gestión del riesgo.

Participación de SAMU

Fundación SAMU cuenta con una red de más de 30 centros de acogida, en los que se atienden a más de 1.200 menores extranjeros no acompañados. Además, SAMU mantiene un estrecho contacto con todos aquellos extutelados que han pasado por sus centros, lo que la convierte en un gran colaborador, especialmente para la recogida de datos.

“Durante el 2022, se ha puesto en marcha la fase piloto. Ya se ha llevado a cabo toda la revisión de los artículos de impacto académico. Una vez analizado todo esto, se han extraído los diferentes riesgos que pueden afectar a la hora de intervenir con estos chicos. Ahora se está llevando a cabo la fase piloto de la herramienta y estamos volcando todos los datos para poder valorar el riesgo”, explica Juan Manuel Aveledo. “Durante este año, se han analizado todas las variables, se han identificado todas las necesidades de intervención, todos los factores de riesgo, y se han medido en una escala de ponderación. Todas esas variables que afectan al riesgo son del ámbito sociodemográfico, educativo y formativo, del ámbito social, psicológico, criminológico y del ámbito jurídico y situacional (la situación administrativa del menor). Estas variables se analizan dos veces, cuando llega el menor y a los seis meses”.

SAMU tiene el compromiso de colaborar con una muestra de 137 menores de todos los dispositivos y de todas las tipologías que la entidad tiene en Andalucía. Desde los centros de recepción a los recursos de reinserción sociolaboral, pasando por los centros de acogimiento residencial básicos y los centros de acogimiento de trastorno de conducta. “De todas las modalidades, introducimos en la aplicación los datos de una serie de perfiles seleccionados al azar. Y como aún estamos en la fase piloto, son los directores de los recursos, que han recibido una formación previa, los responsables de introducir estos datos, ya que aún nos surgen muchas dudas y modificaciones”, apunta Aveledo. “Nuestro compromiso es tener entre el 70 y el 80% de la muestra volcada el 8 de septiembre”.

El director del área de Infancia y Familia de SAMU reconoce que, al volcar los datos, en ocasiones, identifican que “hay menores que residen en una tipología de recurso que no cubre la totalidad de las necesidades del joven o que dicho centro no cuenta con los recursos o herramientas metodológicas de intervención necesarias por circunstancias múltiples que están afectando al menor, como puede ser el consumo de estupefacientes o una situación de trastorno de conducta. Vemos chicos que están, por ejemplo, en un centro de acogimiento básico, pero necesitan un centro especializado en trastorno de conducta”.

El problema está en que las entidades de acogidas no pueden, de base, hacer mucho al respecto. “Nosotros podemos proponer, hacer informes al respecto, denunciar la situación, pero el traslado o destino de un menor lo determina un juez, no es un proceso fácil. Si la valoración que realizara la herramienta desarrollada por la Universidad Loyola fuera vinculante y la Junta de Andalucía la utilizara y obligara a aplicarla en todos los centros de acogida a modo de portal único, la situación no solo cambiaría, sino que la tasa de éxito de los diferentes recursos sería mucho mayor”, asegura Juan Manuel Aveledo.

Una gestión eficaz

Una vez implementada la herramienta Toolkit VRIME de valoración del riesgo en menores y jóvenes migrantes se podrá discriminar con mayor eficacia a aquellos menores a los servicios o dispositivos acordes a su perfil, recibiendo así los recursos y ayudas que requieran de acuerdo con las necesidades que presenten.

El porcentaje de niños y niñas que reciben atención especializada será significativamente superior que aquellos cuya situación de riesgo no ha sido detectada, descongestionando los recursos genéricos de acogida y protección.

“Como entidad, colaborar en una investigación de estas características te posiciona en un lugar privilegiado, ya que se trata de una investigación con financiación externa y liderada por una universidad de referencia, como es la Loyola. Además, es una manera de dejar patente que Fundación SAMU apuesta por la transformación social, y lo hace a través también de los ámbitos académicos y científicos. La aportación de Fundación SAMU a esta herramienta está siendo toda una aventura muy positiva para la organización”, comenta el director del área de Infancia y Familia de SAMU.

El equipo investigador de la Universidad Loyola junto con Juan Manuel Aveledo y Almudena Chávez, directora del área de Innovación de SAMU, están preparando una comunicación especial para un congreso con la intención de dar a conocer el proyecto a fondo dentro de la fase de difusión de esta iniciativa prevista para el próximo año.

ISL Castillejo: Un referente llamado Mustapha

Numerosos menores extranjeros no acompañados que arriban a nuestras costas se sienten desolados, abatidos y sin esperanzas después de un periodo de tiempo en España. Este no es el caso de Mustapha, quien, desde que salió de su país de origen, Gambia, no ha parado de soñar y luchar para llegar hasta la situación en la que hoy se encuentra. Con semblante serio, el joven afirma: “Lo he pasado francamente mal y ha sido un camino muy duro y nada pero que nada fácil”. Así define su proceso migratorio por Gambia, Senegal, Mauritania, Mali, Argelia y Marruecos. Antes, Mustapha tuvo que dejar los estudios porque no podía pagarlos, y empezó a trabajar en oficios de aprendiz a los 14 años pero con un sueldo muy bajo y con una jornada laboral intensa.

Su historia de lucha continua adquiere mayor relevancia si tenemos en cuenta que, tras su llegada a España en mayo de 2021, enfermó y estuvo hospitalizado durante dos meses, y, después, tuvo que permanecer en el centro varios meses en cama. Esto no le hizo perder la fe. Por el contrario, continuó siendo muy colaborador y mantuvo un buen estado de ánimo y un alto sentido de la responsabilidad.

Algunas personas creen que ha tenido mucha suerte. Nosotros no lo creemos. La suerte es para quien la trabaja, para quien no pierde la esperanza. La suerte se gana con entusiasmo y dedicación. Fue a partir de este momento cuando comenzó a cumplir sus objetivos de vida.

Tras su escolarización en un Centro de Educación Permanente (Ceper), su castellano oral y escrito fue cada vez más fluido. Su entusiasmo por aprender cada vez era más exigente y el equipo del centro lo notaba día tras día al percibir una mejora continua de sus habilidades lingüísticas y sociales.

Tanto es así que pronto vinieron los beneficios a nivel residencial, con un notable incremento en el ejercicio de responsabilidad, ocupando el cargo de responsable de cocina y encargado de organizar la compra de alimentos para preparar recetas tradicionales de los respectivos países de los jóvenes, lo cual a su vez ha favorecido la unión del grupo de residentes.

En la localidad de El Bosque (Cádiz), donde se encuentra el recurso ISL Castillejo de Fundación SAMU, Mustapha se encuentra muy integrado y participa en diferentes actividades como el teatro, clases de informática, manifestaciones sobre violencia de género y actividades medioambientales y deportivas. Hablando del deporte, hay que reseñar que el joven es un deportista nato. Juega al fútbol y su mayor sueño es ser fichado por un equipo grande de una liga importante. Lo cierto es que es una tarea ardua y complicada aunque como él bien refiere: “Sí, es complicado, pero no imposible. El cielo es el límite”.

Su proyecto de vida comenzó a aclararse cuando, en enero de 2022, comenzó a realizar prácticas formativo-laborales en la empresa bosqueña Artes Gráficas, dedicada al cartonaje, en concreto, a la construcción de todo tipos de embalajes de cartón para distintos tipos de actividades. Una vez finalizado este periodo de prácticas, y gracias a su buen labor como trabajador en la empresa, se formalizó un contrato de trabajo. En dicha empresa el joven tiene muy buenos compañeros, y juntos fueron a ver un partido del Cádiz C.F. en el estadio Nuevo Mirandilla, dónde disfrutaron muchísimo.

Mustapha está muy contento por los logros conseguidos y da gracias a Dios por ello, sin olvidar a todas las personas que le han ayudado para conseguir tal propósito. Mustapha es un claro ejemplo de un menor luchador que nunca se ha rendido ante ninguna adversidad y que está siendo un excelente referente para los demás menores como ejemplo de vida.

Equipo de profesionales de ISL CASTILLEJO

Salma Idrissi: “He venido a España para encontrar un trabajo y estudiar”

Salma Idrissi, beneficiaria del recurso SAMU Clarín, en Madrid

—¿Por qué decidió venir a España?
—Para buscar un futuro y ayudar a mi madre. Pensé que en España podrían ayudarme.

—¿Cuándo llegó al país?
—Llegué el 17 de mayo de 2021. Desde Castillejos, en Marruecos, nadé dos horas hasta Ceuta.

—¿Cómo valora su estancia en SAMU Clarín, en Madrid?
—He aprendido bastante castellano, y, gracias a eso, he tenido una buena formación con la que he conseguido un trabajo. Cuando estuve en Ceuta, al principio de llegar a España, tenía menos opciones. Aquí puedo vivir en una casa muy cómoda y una cocinera nos hace la comida todos los días. En SAMU también me han comprado ropa.

—¿Qué significa para usted conseguir un empleo?
—Para mi futuro es muy importante conseguir un trabajo. No podía salir de aquí solo con la documentación, eso no me sirve de nada. He venido a España para encontrar trabajo y para estudiar. Un empleo me proporcionará independencia. Si hay dinero hay vida, si no hay dinero, no hay vida.

—¿Cómo cree que le ha ayudado SAMU en su proceso de autonomía?
—Me han encontrado esta formación de camarera de piso y me han buscado formación para aprender castellano. Cuando he necesitado ropa para el curso, me la han comprado. Aitor, uno de los profesionales de SAMU Clarín, me ha ayudado para firmar mi contrato. Me han dado muchos consejos buenos, por ejemplo, ahorrar, hacer las cosas bien en las prácticas para conseguir el contrato, habilidades sociales a la hora de tratar a los clientes, etcétera.

—¿Cuáles son sus planes de futuro cuando salga de SAMU Clarín?
—Vivir bien y ayudar a mi madre. Por ejemplo, si algún día necesito algo, me lo podré comprar, pagar el alquiler. Ahorrar para poder enviar dinero a mi madre y ayudarla.

 

Equipo de SAMU Clarín

DISL Alcalá: Fally, una historia de crecimiento personal

El protagonista de esta historia nació en Mali. Su nombre es Fally; su edad, 17 años; y su residencia, el DISL Alcalá. Este ha sido su centro desde que llegó a España siendo un niño. Digo esto porque hoy ya no es un niño, sino un hombre que ha forjado su propio destino a base de mucho empeño y lucha cada día.

Su vida ha estado plagada de infinidad de obstáculos, desde su infancia en su país hasta todo su proceso migratorio. Incluso las vivencias en España no han sido fáciles aunque nada que ver con lo vivido antes de ello. Su etapa en los bosques de Marruecos, donde estuvo viviendo, ha marcado un antes y un después en su personalidad, ya que su historia está llena de traiciones, tanto de personas desconocidas como de algunos más conocidos. Esto se nota en su desconfianza hacia las personas. Como él mismo refiere, solo confía en tres personas, aunque vivan lejos de Alcalá de Guadaíra, donde él reside. Estas personas son aquellas con las que hizo el trayecto migratorio hacia España. Entre tantas dificultades ha forjado una amistad inquebrantable.

Y es aquí donde mi trabajo como psicólogo comienza. Imaginad la dificultad que supone establecer una relación de confianza con un menor cuya vida está llena de traiciones por parte de las personas de su alrededor. Poder conseguir una buena relación terapéutica es clave para poder llevar a cabo un buen proceso psicológico con cualquier paciente. Esto ha hecho que mi trabajo con Fally fuera muy complicado, pero, a la vez, muy bonito porque, con los meses, hemos conseguido establecer una relación de confianza excelente. Hemos tenido un crecimiento en lo personal muy grande. Y digo “hemos” porque de una persona tan buena y noble como Fally se aprende mucho. Como siempre he creído, la terapia es un proceso bidireccional aunque el paciente siempre es el protagonista.

Hoy, después de más de cinco meses, Fally ha experimentado un gran crecimiento tanto a nivel madurativo como conductual y emocional. Todos en el centro así lo valoran y, lo más importante, así lo percibe el propio Fally. Este cambio se ha traducido en grandes noticias en su vida personal. En primer lugar, y tras recoger las notas, sus profesores en el instituto están muy contentos con su desempeño, su actitud y su integración en clase. En segundo lugar, su estatus en el centro ha subido de forma muy notable. Hoy, Fally es un referente y un líder entre sus compañeros. Y, en último lugar, y más importante, SAMU lo ha elegido para poder realizar prácticas de pinche de cocina dentro de la propia organización. De entre 20 menores, él ha sido el elegido por la madurez y la responsabilidad que demuestra.

Tras unos días de prácticas, el feedback que recibimos es muy positivo y eso es algo que Fally se ha ganado a base de trabajo. Llegó siendo un niño y hoy es un hombre con ideas claras en busca de su destino.

ANTONIO VARGAS. Psicólogo DISL ALCALÁ

Tres chicos de ISL Dúrcal logran sus primeros contratos

El trabajo y el compromiso del equipo del ISL Dúrcal y, en concreto, de nuestra orientadora laboral, da sus frutos. Parte fundamental de este trabajo es conseguir contratos laborales, formaciones y oportunidades para nuestros menores, abriéndoles las puertas al mundo laboral en busca de su desarrollo autónomo y personal.
Un ejemplo de ello es el caso de Sofyane. Hace escasos meses, a través del convenio de colaboración educativa de Fundación SAMU, comenzó sus prácticas formativas no laborales como mozo de almacén en la empresa Toro G., de Padul (Granada), dedicada a la compra y venta de materiales y maquinaria. Poco tiempo después, gracias a su implicación y dedicación en el trabajo, Sofyane firmó con esta empresa un contrato laboral de formación de un año de duración. Este hecho le ha beneficiado en su progreso personal y económico, así como en su estabilidad personal una vez alcanzada su mayoría de edad.

Por otro lado, otro joven del recurso, Walid, comenzó a principios de año sus prácticas formativas no laborales en la empresa Ángel López Martín, dedicada a la albañilería. Con el tiempo, este convenio de colaboración ha pasado a ser un contrato de trabajo a media jornada durante el período estival, a expensas de que pueda ser ampliado a jornada completa cuando alcance su mayoría de edad en agosto de este mismo año.

Por último, hablamos de Abdeladim, uno de los jóvenes más veteranos de nuestro centro. Tras cuatro años en el centro ISL Dúrcal, ha conseguido un contrato laboral indefinido a jornada completa en la empresa Framegasolar, dedicada a la instalación de placas de energía solar. Esta inserción laboral le ha permitido comenzar una vida completamente autónoma, emanciparse tras cumplir su mayoría de edad y vivir en un piso de alquiler.

El fuerte compromiso de estos jóvenes con su proyecto personal, unido al apoyo y trabajo del equipo del ISL Dúrcal, hace que estos chicos puedan comenzar una nueva etapa en su vida, con un bagaje de experiencias y un respaldo laboral y económico que les permitirá continuar creciendo y avanzar hacia sus objetivos.
Estos ejemplos nos demuestran que debemos seguir trabajando junto a los menores en busca de su desarrollo personal como miembros importantes de nuestra sociedad.

Un nuevo comedor transforma el día a día de ISL Arcos

Los menores que residen en el recurso ISL Arcos, en la provincia de Cádiz, disfrutan desde mayo de unas instalaciones que han mejorado sustancialmente sus infraestructuras, optimizando de esta manera la convivencia y la armonía de los menores residentes.

Nuestros menores nos importan y su bienestar nos preocupa como el nuestro propio. Es por ello que, desde ISL Arcos, pensamos constantemente en mejorar, y no solo nuestras instalaciones. Esta vez ha sido el turno de reformar uno de los espacios indispensables en nuestra convivencia como es el comedor. Pensamos que nuestros menores merecen sonreír, y más aún en un momento tan fraternal como es el momento de compartir mesa. Un momento íntimo, personal y potencialmente educativo. Un momento que necesitamos aprovechar al máximo.

Nuestro centro se caracteriza por estar situado en un entorno natural que facilita y armoniza la convivencia de nuestros menores. Anteriormente a estas reformas, el comedor estaba abierto, por lo que, en multitud de ocasiones, las condiciones climatológicas dificultaban la estancia en el mismo. No podíamos consentir este hecho y nos pusimos manos a la obra.

En colaboración con Fundación La Caixa, Fundación SAMU ha llevado a cabo un proyecto innovador que ha consistido en la mejora de las condiciones de habitabilidad de nuestro centro y, más específicamente, del cerramiento del espacio destinado al comedor. Esto ha permitido que nuestros menores sonrían al sentarse a la mesa. Por fin, han podido encontrar un espacio seguro y tranquilo donde puedan compartir en tranquilidad y respeto uno de los momentos más importantes de su día a día.

Creemos que la comida va más allá de la mera nutrición. Y nos importa la sonrisa de nuestros menores. Creamos con mucha ilusión este proyecto de reforma de nuestras instalaciones que aúna nutrición y felicidad. Y ya vemos los resultados derivados: menores que comparten, menores que se nutren, menores que sonríen. Porque ISL Arcos es justamente eso, compartir, importar, nutrir, enseñar y mucho más.

DISL SAMU Huelva: Omar y Musa, monitores en el campamento de verano

Desde el DISL SAMU Huelva queremos dar visibilidad a dos de nuestros chicos y a la gran labor como voluntarios que ambos están haciendo este verano. Musa es un joven de Gambia de 16 años que lleva con nosotros desde octubre de 2021, después de un duro y largo viaje. Por otro lado, está Omar, de origen senegalés. Llegó a España con 17 años y también lleva más de diez meses con nosotros

Ambos se llevan muy bien, a pesar de ser muy diferentes. Omar es un chico alegre, divertido y sin problemas para la interrelación con el equipo y sus iguales. Musa, en cambio, es reservado, educado y muy tímido, aunque en estos últimos meses ha realizado grandes avances en la interacción con el equipo y con el resto de los compañeros. Una de las pasiones que les une es el fútbol. Una afición que les une y separa a partes iguales, ya que uno es seguidor del Real Madrid y el otro del F.C. Barcelona.

Como le ocurre al resto de jóvenes, estos chicos buscan un futuro mejor para ellos y para su familia. Desde SAMU se les dota de las herramientas para obtener los conocimientos y valores transversales que les ayuden a conseguir dicho objetivo. Desde el centro, se ha creído que sería interesante que este verano ambos jóvenes fueran voluntarios y ayudaran a los monitores del centro deportivo de la zona, con niños de 3 hasta 12 años. De este modo, también se visibilizaba el día a día de nuestros chicos y lo que pueden ofrecer en el país que les acoge.

“Nos encanta jugar con los niños y cuidarlos”, responde Musa cuando se le pregunta por su voluntariado en el campamento. “Me encanta ver a los niños disfrutar, bromear con ellos y hacerlos reír”, añade Omar. “Participar en este voluntariado nos ha hecho sentirnos bien y hemos disfrutado de la compañía de los niños y los monitores del polideportivo. Todos son muy buenas personas”.

Desde el equipo educativo del DISL Huelva, así como desde la dirección y organización del Polideportivo Diego Lobato, catalogamos esta experiencia como muy positiva y enriquecedora tanto para nuestros menores como para los suyos. La integración en la comunidad está siendo tan óptima y enriquecedora que se ha marcado este voluntariado con el inicio de una larga colaboración entre ambas entidades, ya que estamos gestionando la continuidad de nuestros menores en actividades deportivas durante todo el año tales como escuelas deportivas o formación de menores en diversos deportes.

Nosotros ponemos el apoyo, ellos la entrega. De este tándem ha nacido un clima intercultural espléndido para fomentar la integración de los menores en su comunidad más cercana. Esto solo es el principio para seguir rompiendo barreras y creando lazos.

Equipo Educativo DISL SAMU HUELVA

Dependencia e Inclusión Social: La capacidad de emocionarse

Son muchas las ocasiones en las que escuchamos expresiones como: ¡qué emoción!, ¡es emocionante!, ¡muestra tus emociones!, ¡vive con emoción! o ¡no juegues con mis emociones! Así, se llega a generar una especie de “negocio emocional”, donde parece que todo lo que nos rodea maneja nuestras emociones y pagamos un precio por ello.

Puede que nos hayamos tomado la libertad de usar una palabra tan importante en nuestro lenguaje diario sin saber lo que conlleva y qué significa. Si verdaderamente la interiorizamos y tomamos conciencia del cambio tan profundo que supone sentir, expresar y canalizar las emociones, percibiríamos en nuestras vidas una transformación que se proyectaría en todos los contextos sociales, y lo que es más importante: seríamos nosotros los dueños de ese “negocio emocional”.

¿Construimos las emociones?

Según Lisa Feldman Barrett, en su libro La vida secreta del cerebro, nos narra que esta teoría pertenece a una tradición científica conocida como “construcción”, la cual sostiene que tanto nuestras experiencias como nuestras conductas se crean en el momento por unos procesos biológicos dentro del cerebro y del cuerpo.
Partiendo de este enfoque, nos parece interesante abordar este artículo de emociones en discapacidad y trastornos de conducta desde el construccionismo, ya que desde esta visión se han abarcado muchos temas relacionados con la intervención que realizamos centrada en este colectivo: la memoria, la percepción, los trastornos mentales, los trastornos de conducta y, por su puesto, las emociones.

Hace unos años que ha tomado relevancia el tema de las emociones en colectivos como el que venimos tratando, ya que, dada la ignorancia social hacia ciertos colectivos, se sacaban conclusiones como que las personas con discapacidad sienten diferente o sienten menos, o no perciben el dolor, la tristeza, la alegría. En definitiva, que no expresan emociones.

Por supuesto, y dado el auge que ha tomado la educación emocional en los últimos años, hemos dado un gran giro. En centros especializados en el trabajo con estos colectivos, pretendemos dar cobertura a todos los aspectos relevantes que contribuyen a la mejora de calidad de vida de todos los usuarios, desde una intervención directa, a través de talleres donde, de manera transversal, se trabaja el autocontrol y la gestión de emociones en su día a día.

Hemos escuchado hablar de construcción social, y la función de ésta no es más que estudiar los valores y los intereses sociales según la percepción que tenemos del mundo. Si lo trasladamos a las emociones, esa percepción que tenemos sobre el mundo que nos rodea influye en nuestros sentimientos.

En el caso del colectivo donde nos encontramos todo se magnifica, de manera que estas personas pueden llegar a un estado de bloqueo por la falta de herramientas para poder autogestionar sus emociones. Así se produce un empeoramiento de su conducta, debido a que encuentran una salida de desfogue en la autoagresidad, la heteroagresividad y el comportamiento disruptivo, entre otros.

¿Cómo actúan los profesionales?

Tras el análisis del contexto, el trato directo e individualizado con los usuarios pretende acompañar y dar las herramientas necesarias a las personas para un desarrollo emocional íntegro, donde sepan identificar sus sentimientos, darles nombre y canalizarlos de manera adecuada, lo que posteriormente será reflejado en la convivencia con sus familiares y en sus entornos más próximos.

Para ello se preparan diversos talleres que ayudan a generar situaciones en las que han de experimentar y desenvolverse, siempre con nuestro apoyo y acompañamiento, pero siendo ellos los protagonistas. Siguiendo a autores como Saarni (1997), trabajamos las competencias emocionales en dichos talleres. Dentro de ellos destacamos el taller de Habilidades Sociales donde trabajamos:

  • Habilidades de la competencia emocional por medio de la toma de conciencia o el posicionamiento empático en situaciones ajenas. Por otro lado, la habilidad para afrontar emociones negativas mediante la utilización de estrategias de autocontrol que regulen la intensidad y la duración de tales estados emocionales.
  • Habilidad para afrontar emociones negativas mediante la utilización de estrategias de autocontrol que regulen la intensidad y la duración de tales estados emocionales.
  • La capacidad de autoeficacia emocional, donde se ven a sí mismos y se sienten como se quieren sentir, aceptando así su propia experiencia emocional.
  • Las competencias socioemocionales: responsabilidad, actitud positiva, aceptación de normas sociales, aceptación de puntos de vista diferentes a los propios, respeto a los demás, resolución de conflictos, comunicación expresiva y receptiva, cooperación, negociación, autoconciencia y autoestima.
  • La capacidad de adaptación a cada contexto social.
  • Emo-cognición por medio del reconocimiento de emociones mediante fichas elaboradas y dirigidas.
  • Juegos de interpretación de emociones a través del cuerpo.

El objetivo final es abrirles nuevas puertas a un cambio posible que les llevará a un estado de calma con ellos mismos y, por consiguiente, con su familia, profesionales y entorno social. Por el contrario, al no saber actuar ante algunas situaciones, estas personas pueden llegar a un estado de estrés, ansiedad, miedo y de frustración que desemboca en conductas desajustadas, dificultando su inclusión íntegra en la sociedad.

Podemos ver que todo es una cadena. El mito de que las personas con discapacidad no sienten igual, o que no les duele o alegra alguna noticia, se rompe al ver cada día situaciones tan complejas y reacciones por parte de los usuarios que muestran todo lo contrario. Esas conductas desafiantes les genera, en muchos de los casos tratados, un gran sufrimiento. Según Riviere (1998), al disminuir las experiencias de miedo, de frustración o ansiedad, y aumentar las experiencias positivas de serenidad, autovaloración, afecto positivo y alegría, conseguiremos un estado de bienestar emocional pleno.

La guía de un profesional

Para finalizar, cabe resaltar que la educación emocional ayuda a las personas con discapacidad y trastornos de conductas a partir de una base diferente pero no nula. Necesitan de profesionales formados en esta materia para guiarles hacia un camino en el que, poco a poco, irán rompiendo esquemas y consiguiendo sus propias metas.

Al tener miedo de ser mirados como seres diferentes, estas personas actúan condicionadas por esos ojos que juzgan, cohíben y que no les permiten expresar sus emociones, o más bien ni las consideran, encontrando así dificultades que influyen en sus propias emociones y comportamiento.

Para un desarrollo íntegro de cualquier ser humano es necesario tener en cuenta tres vertientes: afectiva, cognitiva y social. Y podríamos hacer una discriminación positiva, ya que consideramos que es aún más destacable en personas que presentan ciertas limitaciones, ya sean físicas o psíquicas.

Yendo más allá de una clasificación de emociones positivas o negativas considerada por muchos autores conocidos como Goleman y Bisquerra, consideramos que todas forman parte de la vida y generan cambios importantes en las personas, y tanto unas como otras tienen necesidad de dejarse sentir, gestionar y autorregular, partiendo de igual forma de un estímulo sensorial que llega al hipotálamo y después se convierte en estímulo cerebral.

Si de verdad queremos enriquecer la calidad de vida de las personas con discapacidad y trastornos de conducta, es preciso inculcarles la formación en el conocimiento y el dominio de las emociones, con el claro objetivo de ayudarles a mejorar en este terreno. Una mayor autosatisfacción personal, una ampliación de sus interacciones sociales o un alto grado de autocontrol, son algunos de los aspectos en que sus vidas se pueden ver beneficiadas.

ROCÍO GARCÍA. Educadora en la Unidad de Día San Lucas.