Una herramienta digital para atender mejor a los menores

Un grupo de científicos han identificado los perfiles de riesgos más habituales en menores y jóvenes migrantes residentes en Andalucía y han creado una herramienta digital capaz de facilitar a los profesionales una atención individualizada y especializada a los niños y niñas migrantes: VRIME (Instrumento de Valoración del Riesgo en Menores y Jóvenes Migrantes Residentes en Andalucía).

El 14 de abril se celebró en el Campus de Sevilla de la Universidad Loyola un evento de difusión de los resultados del proyecto VRIME. Con la financiación de la Consejería de Universidad, Investigación e Innovación de la Junta de Andalucía, los científicos organizaron este evento para informar a las entidades interesadas de Andalucía sobre los últimos resultados de los trabajos realizados. Participaron más de 50 personas de centros de acogida y de atención al menor incluidos los socios colaboradores del proyecto, Fundación SAMU y la Fundación EMET-Arcoiris.

VRIME es una experiencia pionera en la sistematización del proceso de detección de riesgos en menores migrantes no acompañados a través de una aplicación digital. El uso de esta herramienta por parte de los actores implicados es capaz de detectar tanto las necesidades de intervención como los riesgos de los menores acogidos en los centros residenciales en función de una serie de parámetros conductuales y de situación que presentan estos menores habitualmente. Además, se pueden detectar y atender necesidades específicas en los menores, facilitando a los profesionales la formulación de objetivos y propuestas de intervención social en los recursos que proporcionen una atención individualizada y especializada a los niños y niñas migrantes.

Definir perfiles estadísticos de riesgo

Para ello, se ha realizado un estudio con metodología mixta, en una primera etapa el grupo de investigación ha identificado indicadores de los diferentes riesgos, a través de una revisión de la literatura y de la experiencia práctica de las entidades colaboradoras del proyecto SAMU y Emet Arcoíris. Seguidamente, se utilizaron esos factores de riesgo y de protección para crear un cuestionario para definir perfiles estadísticos dentro de la herramienta digital VRIME.

En una segunda etapa, el grupo de investigación ha utilizado una metodología cualitativa para detectar indicadores de protección o resiliencia, recopilando las historias de éxito y de hospitalidad que influyen positivamente en la inclusión social de los menores. Actualmente, se está elaborando una publicación en la que se han recopilado experiencias de las buenas prácticas combinándolas con una base teórica científica, para apoyar la intervención de los centros de acogida y organizaciones sociales implicadas en la inserción social de este colectivo.

La creciente afluencia de menores extranjeros no acompañados en España está adquiriendo un ritmo cada vez mayor. En la práctica totalidad de los casos, estos menores han sufrido experiencias traumáticas, abusos y malos tratos que, con frecuencia, aumentan su vulnerabilidad y pueden dificultar su integración social. Andalucía, en este escenario, tiene un rol peculiar siendo una de las principales puertas de la frontera sur de Europa, muy próxima a los lugares de origen (Noroeste de África), y zona de “tránsito” de estos menores en su viaje migratorio. Ante esta realidad, la detección previa de perfiles de riesgo de mala adaptación en el ámbito escolar o social, de problemas de salud mental, de victimización o de problemas legales, puede garantizar la optimización del uso de recursos en los procesos de acogida e inserción por parte de las instituciones correspondientes y facilitar la protección de los derechos humanos de estos menores.

Un nuevo recurso para las personas mayores de Isla Mayor

Fundación SAMU y el Ayuntamiento de Isla Mayor (Sevilla) han unido fuerzas para la puesta en marcha de una Unidad de Estancia Diurna (UED) dirigida a personas mayores en el municipio isleño. Esto va a ser posible gracias a una concesión administrativa por parte del Consistorio de un bien de dominio público. Esta residencia de mayores, que abrirá próximamente sus puertas, está ubicada en una parcela de titularidad municipal situada en la calle Paseo del Lucio Real. Es una edificación de nueva planta que ocupa una superficie construida total de 333 metros cuadrados. Esta UED tiene una capacidad de 30 plazas.

Con el propósito de dar a conocer este nuevo centro, Fundación SAMU organizó el 31 de marzo una jornada de puertas abiertas dirigida tanto a los vecinos de Isla Mayor como a las distintas organizaciones asociativas de la localidad.

“Ese edificio ha tardado años en construirse y la ciudadanía necesitaba conocer que ya este proyecto es una realidad que no tardará en comenzar a funcionar. El Ayuntamiento de Isla Mayor quería dar respuesta a esa necesidad y que los ciudadanos supieran, a través de las buenas calidades y aspecto del centro, el respeto que los mayores de Isla Mayor merecen en la atención de sus necesidades”, comenta María José Tinoco, directora del área de Dependencia e Inclusión Social de SAMU.

Además de vecinos de la localidad, a esta jornada de puertas abiertas acudió también Asunción Llamas Rengel , del área de Cohesión Territorial de la Diputación de Sevilla; Juan Molero Gracias, alcalde de Isla Mayor; y la delegada de Igualdad, Bienestar Social, Sanidad y Mujer de Isla Mayor, Verónica Vega Gómez, entre otros miembros de la corporación municipal.

Por otro lado, por parte de SAMU, acudieron al evento el director general adjunto, José Antonio Trujillo Martínez; y el subdirector del área de Dependencia e Inclusión Social, Rafael Rueda Amador.

El edificio se desarrolla en una sola planta y se accede a él por la fachada que discurre frente al Paseo Lucio Real, a través de una cancela metálica por la que se entra al patio exterior del edificio que sirve de zona de descanso y ocio de uso exclusivo para los usuarios. Desde el patio se accede al interior del edificio a través del vestíbulo donde se ubican la recepción y administración del centro. A través de un distribuidor principal se conectan las estancias de sala de estar, comedor, aseos y zonas de atención especializada (terapia ocupacional y rehabilitación). En la zona noroeste, para facilitar el acceso de mercancías y personal, se ubica una entrada de servicio, la cual comunica la cocina, el almacén, cuarto de limpieza y aseos, de uso exclusivo del personal del centro. Todas las instalaciones se encuentran totalmente terminadas y en uso.

El Ayuntamiento de Isla Mayor ha aportado el mobiliario y el equipamiento valorado en 35.180,37 euros. Éste está adaptado a los requisitos materiales y funcionales que la normativa exige para la dotación de Unidades de Estancia Diurna. La concesión del edificio por parte del Ayuntamiento para el uso y gestión de SAMU como UED para personas mayores tiene una vigencia de 10 años, prolongable a 75 años más pasado el primer periodo.

Fundación SAMU tiene todo a punto para la puesta en marcha de este nuevo proyecto. La dirección de la organización quiere que el centro abra sus puertas en pocos meses, en cuanto la dirección territorial de Inclusión Social, Juventud, Familias e Igualdad de Sevilla de la Junta de Andalucía autorice su funcionamiento.

La experiencia de San Isidoro

Este es el único centro dirigido a personas mayores con el que cuenta actualmente Fundación SAMU, pero no es el primero. La organización ya puso en marcha en 2005 la residencia de mayores San Isidoro en Sevilla capital. Hasta el momento, la labor de la organización se centraba en los servicios y la formación en el ámbito de las emergencias. Con esta residencia de mayores, ya extinta, SAMU daba su primer paso en el campo de la acción social. Tres años después de esta experiencia, en 2008, SAMU tendió su mano a las personas con discapacidad y abrió dos nuevos recursos: la Unidad de Estancia Diurna San Lucas y la Residencia Santa Ana, ambas en Sevilla capital.

SAMU, a través de su Fundación, continuó creciendo y en 2010 abrió sus puertas la Residencia San Sebastián, en Cantillana (Sevilla), con capacidad para 60 personas con discapacidad intelectual y graves trastornos de conducta. “Este recurso se distingue de los demás porque es temporal. El objetivo es estabilizar a la persona, proveerla de las herramientas personales necesarias para que pueda convivir en un contexto normalizado (domicilio, otra residencia, unidad de día…). Hasta que esta situación no se da, no disponen del alta terapéutica. Cuando llega ese momento es cuando se ve el sentido del trabajo de los profesionales. Esto supone una gran satisfacción para el equipo”, apunta Tinoco.

“SAMU es una entidad valiente, que le gusta afrontar retos y atender aquellas situaciones que requieren de una madera especial en los profesionales que se dedican a ello. Es una organización que ve la necesidad de las personas y la ocasión de atenderlas. Es una entidad que sirve a las personas”, explica María José Tinoco.

“Desde el inicio de la atención sociosanitaria en SAMU, los equipos profesionales han sabido crecer, unas veces equivocándose, y muchas otras aumentando sus conocimientos a través de la formación. Los equipos del área de Dependencia e Inclusión Social son maduros, asentados, con buenos procedimientos, motivados y conocedores de la importancia de su quehacer diario. Han desarrollado competencias adaptadas a las necesidades de los colectivos que atienden y han perfeccionado sus métodos y protocolos. Han sabido mejorar la profesionalización de su atención”, continúa la directora del área de Dependencia e Inclusión Social de SAMU.

Once proyectos activos en 2023

El año 2022 ha supuesto un antes y un después para el área de Dependencia e Inclusión Social de SAMU al ampliar sus horizontes con hasta seis nuevos recursos y servicios ubicados en diferentes puntos de España. Hasta hace un año, esta área perteneciente a Fundación SAMU, y liderada por María José Tinoco, se enfocaba principalmente a la atención de personas dependientes con discapacidad intelectual. En los últimos meses, este departamento ha asumido nuevos retos y su influencia se extiende a otros colectivos vulnerables y en riesgo de exclusión social, como por ejemplo, las personas mayores, inmigrantes adultos y personas en situación de exclusión social, entre otros colectivos.

El pasado año ha sido relevante para esta área no solo por su redefinición y ampliación de alcance, sino también por su trabajo para homogeneizar los procedimientos internos de los centros. Asimismo, se ha llevado a cabo un plan de formación para todo el personal vinculado al área.

Ésta área cerró el año 2022 con 10 recursos de dependencia, cuatro de ellos abiertos el pasado año; y 4 centros y servicios de inclusión social, de los cuales dos son de nueva creación. Gracias a todos estos dispositivos, el área de Dependencia e Inclusión Social de SAMU atendió en 2022 a más de 3.700 personas individuales y familias.

SAMU ha continuado creciendo en 2023. En febrero, la organización puso en marcha un servicio de inserción socio laboral en pisos de baja supervisión dirigido a personas sin hogar. Este nuevo proyecto se desarrolla en las provincias de Sevilla, Cádiz y Córdoba.

Estrategia, concentración y mucha puntería en El Sauzal

Todos los sábados desde hace cinco años, una decena de residentes del Centro de Atención de Personas en Situación de Dependencia derivada de Discapacidad Física (CAMF) El Sauzal, situado en Santa Cruz de Tenerife, acuden a un espacio municipal llamado La Pirámide donde entrenan durante dos horas al boccia, un deporte adaptado por categorías para personas con discapacidad que consiste en lanzar unas bolas lo más cerca posible de la pelota blanca que sirve de objetivo, a la vez que intentan alejar las de sus rivales, en un ejercicio continuo de tensión y precisión. Es similar a la petanca.  La afición a este deporte en este centro de Fundación SAMU es tan grande que han creado el Club Deportivo Aidifte Boccia, referente de este deporte paralímpico en Santa Cruz de Tenerife.

“Hace 17 años, nuestro compañero Juan Jesús Escobar, junto con dos personas más, fundó Aidifte (Asociación para la Integración de Discapacitados de Tenerife). Esta asociación se creó para mejorar nuestros recursos dentro del centro, como por ejemplo con la adquisición de un proyector o un ordenador”, explica Ana Violeta Silva Pestana, vicepresidenta de la Aidifte y del Club Deportivo Aidifte Boccia.

Más recientemente, hace cinco años, los miembros de la propia asociación fueron conscientes de la importancia del deporte como elemento integrados de las personas con discapacidad en la sociedad, y se decidió crear un club deportivo especializado en la boccia, que se convirtió en el primer club dedicado a este deporte adaptado de Canarias. Desde finales de 2022, es un club federado.

En la isla de Gran Canaria se ha creado recientemente otro club de Boccia, lo que ha generado una gran ilusión en El Sauzal. Ya han iniciado algunas conversaciones con el equipo vecino para poder realizar competiciones amistosas. “En cuanto los compañeros de Gran Canarias tengan un poco más de rodaje, se acabaron las competiciones amistosas”, comenta entre risas Ana Violeta Silva desde Santa Cruz de Tenerife a través de una videollamada en la que le acompañan Felisa Aránzazu López de León, presidenta del Club Deportivo Aidifte Boccia; Juan Jesús Escobar, socio fundador y tesorero de Aidifte y secretario del club; y María Delfina Llano Pérez, jugadora del club deportivo.

Los jugadores de El Sauzal se reúnen todos los sábados para entrenar y para profundizar más en este deporte a través de charlas y talleres. Además, los miembros del club deportivo también realizan visitas a colegios e institutos donde ofrecen charlas a los escolares sobre el boccia y les invita a colaborar con ellos como voluntarios.

“Gracias al boccia puedo practicar un deporte. Tengo una movilidad muy reducida y, a pesar de eso puedo decir que practico un deporte. No puedo moverme ni lanzar una bola con el brazo, pero el boccia es un deporte adaptado y gracias a una canaleta puedo practicarlo. Es un juego de mucha concentración, estrategia y puntería”, destaca Ana Violeta Silva, que se desplaza en silla de ruedas. “Es un deporte muy metódico”, añade Juan Jesús Escobar, (“Suso para los amigos”), uno de los jugadores con mayor puntería, según aseguran sus propios compañeros.

En la conversación también participa Felisa Aránzazu López de León, presidenta del Club Deportivo Aidifte Boccia. En su caso, ella no es jugadora, sino que actúa como árbitro durante las competiciones y como apoyo para sus compañeros. “Yo no puedo agacharme para coger las pelotas, pero si puedo colocarle la canaleta a un compañero para que lance su bola. Gracias a este deporte y a mi implicación en el club, me siento útil y satisfecha”.

Una importante labor social

Una decena de residentes del CANF El Sauzal practican este deporte de manera fija. A ellos se suma otro grupo de usuarios temporales del centro. El propósito de este equipo es poder competir en breve “con los vecinos” de la isla de Gran Canarias. “Nos hace mucha ilusión que exista un referente del boccia en las islas Canarias”, apunta Ana Violeta Silva. Patricia Martínez Haro, directora del CADF El Sauzal, destaca también la “importante labor social” que se lleva a cabo a través de la asociación Aidifte.

“Nosotros no sólo necesitamos ayuda, sino que también podemos prestarla. Por ejemplo, en Navidad, colaboramos con una campaña solidaria de La Caixa y apadrinamos a un niño de 13 años y a una abuelita, que tuvieron su regalo el día de Reyes”, explica Felisa Aránzazu López de León.
“Es muy importante la labor que hacen para dar visibilidad al deporte adaptado. Las charlas en los colegios son muy constructivas y durante la Semana de la Discapacidad mostraron cómo se practica el boccia en la plaza del pueblo”, añade Patricia Martínez.

Estos jugadores cuentan con un grupo numeroso de voluntarios que los apoya durante los entrenamientos y las competiciones formado por vecinos del municipio, miembros de la asociación Tenerife Solidario y usuarios y trabajadores del centro gestionado por Fundación SAMU, además de una extrabajadora. Ana Violeta Silvia reconoce. “Todo el que llega y nos conoce no se quiere ir”.

El reto del equipo para 2023 es poder competir fuera de Santa Cruz de Tenerife. Y pronto, los jugadores de Aidifte tendrán sus propias camisetas de color azul, rojo y blanco.

Monkam Josué Mozar, premio al esfuerzo y superación

La Consejería de Desarrollo Educativo y Formación Profesional de la Junta de Andalucía concedió el 15 de marzo a 20 estudiantes los premios al esfuerzo y a la superación personal en Educación Secundaria Obligatoria para personas adultas. Estos galardones tienen como objetivo reconocer y valorar públicamente los méritos de este alumnado, tanto por la superación de la etapa con excelente rendimiento académico, como por la actitud sobresaliente en el interés y dedicación por el aprendizaje y la superación personal.

El joven Monkam Josué Mozard, que estuvo viviendo en el ISL El Castillejo hasta su mayoría de edad, fue uno de los premiados. Alumno del IES Nuestra Señora Del Rosario de Ubrique (Cádiz), Monkam ha sido galardonado como el mejor estudiante de la provincia de Cádiz. El joven cuenta con la segunda mejor nota de los 20 galardonados.

Desde su ingreso en el ISL El Castillejo en mayo de 2021, Monkam ha sido un joven constante y perseverante en el cumplimiento de sus objetivos. Ha participado en todas las actividades del centro, con una actitud muy positiva ante cualquier actividad y tratando siempre de conciliar las actividades laborales y su implicación en las mejoras de las condiciones del entorno.

Si por algo siempre se ha caracterizado Monkam ha sido por su constancia y perseverancia en todo lo que se proponía. Ha cumplido con encomiable interés con sus prácticas formativas, realizadas en un Bar-Restaurante de El Bosque y que, a su vez, compaginaba con sus estudios de español en el CEPER, así como el perfeccionamiento de la lengua inglesa, sin olvidarnos de la superación de los estudios de la Educación Secundaria para adultos (E.S.A) con excelente calificación”, explica Mariano Garrido, del equipo de ISL El Castillejo.

“Después de haber sufrido una travesía durísima y complicada, nunca me vine para atrás porque salí de mi país con muchas ganas de desarrollar el potencial que tengo”, comentaba recientemente el joven en una entrevista en la radio. “El esfuerzo y la superación personal no nace de la nada, tiene que haber un sentimiento de motivación y autoestima que siempre encontré en mis educadores y educadoras. Por ello, quiero agradecer a Fundación SAMU, a ISL El Castillejo, a su dirección y al equipo educativo por darme la oportunidad y el acompañamiento durante mi proceso de aprendizaje, inserción sociolaboral y la adquisición en valores, que han sido claves en mi desarrollo personal”.

“Quiero agradecer a todas aquellas personas que me han apoyado en los momentos difíciles y que han sido fuente de inspiración. No me puedo olvidar de Sonia, Silvia y María, profesoras del Ceper Siete Villas del Bosque, mis primeras instructoras; de Isabel Aguilar, antigua directora del mismo Ceper, quien me ayudó a creer en mí mismo y en mis posibilidades; así como del profesorado del IES Remedios de Ubrique, encargados de la plataforma virtual para la ESA”, mencionaba el joven. “Finalmente quiero ante todo agradecer a todos aquellos organismos oficiales que me han dado la posibilidad de crecer como persona, estudiante y trabajador, especialmente a la Consejería de Desarrollo Educativo y Formación Profesional de la Junta de Andalucía, por haber reconocido la excelencia en mi rendimiento académico y mi interés por el aprendizaje, otorgándome el premio al esfuerzo y la superación personal.

El equipo de profesionales de ISL El Castillejo se siente muy orgulloso de las palabras de Monkam, de su buen trabajo y esfuerzo realizado y le anima a seguir imponiéndose nuevas metas y retos que le lleven a la consecución de nuevos logros que le impulsen y le ayuden en su total crecimiento laboral y en su desarrollo personal.

Equipo de ISL El Castillejo

Una emancipación óptima desde los centros de menores de Fundación SAMU

La emancipación por mayoría de edad dentro de los centros de menores es un proceso complejo por el que deben pasar todos los menores que son acogidos en los diferentes recursos que habilitan las administraciones una vez que llegan a España desde sus países de origen. Este proceso se convierte, en la mayoría de los casos, en una situación de estrés y de incertidumbre para los jóvenes, por lo que desde los centros de menores se trabaja desde prácticamente su llegada al recurso para ir preparándolos y dotándoles de las herramientas que faciliten este gran paso.

Desde que los menores ingresan en el recurso, todo lo que se trabaja en los centros está enfocado al proceso de emancipación, toda la formación que reciben y los aprendizajes que adquieren en el recurso se realizan con la intención de favorecer su integración en la sociedad y de finalizar con éxito el proceso de emancipación.

El proceso de emancipación se considera un éxito cuando el menor es capaz de valerse por sí mismo sin necesidad de ayuda externa ni económica, ni administrativa ni de agentes sociales. En la mayoría de los casos, esta emancipación no se realiza de manera completa una vez que abandonan el centro de menores por mayoría de edad, ya que, en muchos casos los menores son derivados a pisos de mayoría de edad donde continúan recibiendo la ayuda de la administración y de las distintas entidades. Pero se dan situaciones en las que el menor lleva tiempo trabajando, por lo que tiene un contrato de trabajo y ahorros suficientes para pagar un alquiler o se pueden trasladar con algún familiar.

Aunque no sepamos con exactitud si el proceso de emancipación se va a completar o no, el trabajo que se realiza en los centros de menores está enfocado a que los jóvenes cuenten con todas las herramientas que necesitan para dar el paso a la autosuficiencia.

El trabajo que se realiza, aunque siguiendo unas directrices más o menos establecidas, se va llevando a cabo teniendo en cuenta que existen diferencias significativas entre los menores, lo que nos obliga a ir buscando alternativas y elaborando diferentes caminos que puedan favorecer cada uno de los procesos de emancipación. Uno de los puntos principales en los que focalizamos el aprendizaje es la adquisición del idioma, el cual es lo que abre todas las puertas de cara a la mayoría de edad.

Desde su llegada, los menores son escolarizados y se comienza a visualizar cuáles son las expectativas del joven y sus capacidades, y se les insta a conseguir el graduado escolar, lo cual es muy beneficiosos a la hora de su inserción laboral. Una vez que el chico o la chica pasa el proceso de observación, en el cual evaluamos cuáles son sus preferencias formativas y laborales, se va trabajando sobre su desarrollo dentro del centro.

Trabajamos con ellos en su día a día buscando que sean autosuficientes en todos los aspectos, desde el cuidado de su espacio personal y su salud hasta el cuidado del entorno en el que viven. Los menores deben aprender todo tipo de cosas hasta ser capaces de valerse por sí mismos. Deben saber usar una lavadora, útiles de cocina para preparar su comida, buscar horarios de autobuses y realizar distintas combinaciones, asistir a citas médicas y solicitarlas, hacer la compra, conocer y usar de forma eficiente las distintas administraciones como SAS, SAE, SEPE, entidades de búsqueda de empleo, Extranjería, Consulados…. en definitiva, deben estar preparados para realizar cualquier trámite o tarea por sí solos, sin la ayuda de nadie.

Esto se consigue con diferentes niveles de éxito. Hay menores que son completamente independientes cuando salen del recurso y otros, sin embargo, requieren, aun siendo mayores, la ayuda de agentes sociales que les facilitan la superación de algunas dificultades.

Cumplir objetivos

Desde el ISL SAMU Dúrcal hemos ido trabajando en esta línea con todos los menores que han sido acogidos en nuestro recurso con unos resultados muy positivos. Un gran número de nuestros chicos han cumplido su mayoría de edad con un contrato de trabajo, lo cual proyecta de manera muy beneficiosa para el joven su nueva etapa de mayoría de edad. Uno de los casos más exitosos en los últimos meses es el de A.K. Este joven se emancipó de nuestro recurso por mayoría de edad, con un contrato laboral de formación vigente hasta septiembre de 2023 en el restaurante El Koso, en Granada, como ayudante de cocinero, con un título de FPB y su graduado en ESO, y una cantidad de ahorros suficientes para iniciar su vida autónoma. A.K. ha sido el ejemplo de la constancia y de la fortaleza que requiere haber llegado a España con menos de 15 años.

Tras más de tres años acogido en el ISL SAMU Dúrcal, el joven ha conseguido muchos de sus objetivos planteados en su proyecto migratorio. A.K. es un joven dinámico, abierto, con un excelente nivel idiomático, el cual dispone de una red social estable en la que es su provincia de residencia, independencia económica para comenzar su nuevo camino, y una familia que lo apoya, no sólo en su país natal, sino la que se ha creado en nuestro recurso.

Conseguir estos objetivos en un proyecto migratorio no suele darse con mucha frecuencia ya que deben darse muchos factores para alcanzarlos, pero aun así contamos actualmente con perfiles que pueden alcanzar un éxito similar. Desde el ISL SAMU Dúrcal estamos trabajando para conseguir estos objetivos que tanto ayudan a los menores a tener un proceso de emancipación más encaminado y con más proyección de futuro.

Esto es, en definitiva, un trabajo diario y muy personal con cada uno de los jóvenes que son acogidos en nuestros centros, a los que, a través del trabajo, el cariño y la empatía se les van ofreciendo las herramientas y los conocimientos necesarios para ser parte de la sociedad y puedan ir construyéndose su propio futuro.

Por JAVIER BOSQUET / ISL SAMU Dúrcal

8M: La transformación del futuro

Mujer no se nace, se hace. Ya lo decía la legendaria filósofa francesa, escritora y activista feminista Simone de Beavoir en su libro El segundo sexo, publicado en 1949. “No se nace mujer, se llega a serlo”, escribió De Beavoir, unas palabras claves que iniciaron el movimiento feminista del siglo XX. Su reflexión, que se convirtió en el lema del feminismo, apunta que tanto mujeres como hombres son moldeados por la sociedad para cumplir determinados roles, mandatos y exclusiones. Como ella, numerosas mujeres a lo largo de la historia han alzado sus voces reivindicando la igualdad de género. Algo que muchas mujeres y hombres seguimos haciendo hoy reivindicando año tras año la importancia del 8M.

Hace dos años, cuando me nombraron directora del área de Intervención Socioeducativa y de la Mujer, no sólo cumplí una de mis metas profesionales sino que también se abrió ante mí la oportunidad de liderar un proyecto personal en el que creía y con el que me identificaba. Tenía la necesidad de poder contribuir a hacer posible ese cambio social que durante toda mi vida había soñado; primero, como niña, y, luego, como mujer y madre. No siempre una persona tiene la oportunidad de crear y trabajar con libertad, y de contar con la confianza y el respaldo de tu empresa y tu equipo. Yo lo he logrado.

SAMU apostó por mí desde un primer momento y eso me hace sentir, profesionalmente, que soy una mujer afortunada, aunque esto no hace que me olvide de todos los obstáculos que me he encontrado por el camino.

Desde hace varios años, SAMU y su fundación realizan proyectos relacionados con la igualdad y el empoderamiento de la mujer, y, desde 2021, cuenta con un área que engloba e impulsa todas estas acciones.

Este compromiso por parte de SAMU nace en la propia organización y en el propósito de que sus trabajadoras y directivas estén reconocidas profesionalmente y no se topen con el denominado techo de cristal. Actualmente, el 74% de la plantilla de SAMU y su fundación son mujeres ,y el 48,6% de los cargos directivos están ocupados por féminas. Además, el 50% de los miembros de la comisión ejecutiva (máximo órgano de la dirección) son mujeres.

Desde el área de la Mujer de SAMU atendemos a mujeres víctimas de violencia de género ofreciéndoles alojamientos de urgencia para protegerlas de sus agresores. También, servicios de apoyo psicológico para ayudarles a gestionar y superar esa terrible experiencia. Además realizamos talleres formativos de alfabetización, empoderamiento femenino y formaciones en nuevas masculinidades, entre otros proyectos.

Pero si hay una iniciativa de la que me siento especialmente orgullosa es de la creación de las Guías Coeducativas para los alumnos de Infantil, Primaria y Secundaria, dentro del proyecto El desafío de convivir en igualdad, que cuenta con el respaldo del Ministerio de Igualdad.

Creo firmemente que es clave promover la igualdad en base al respeto a la diversidad, la valoración y la visibilización de lo femenino, y el impulso a la libertad de elección. Conocernos, desaprender y aprender para identificar nuestros propios sesgos, reflexionar sobre los modelos sociales que tenemos y cuestionar los valores que transmitimos son acciones decisivas para alcanzar la igualdad. Todos y todas tenemos la responsabilidad y el compromiso de educar a los niños y niñas de nuestra sociedad en igualdad para lograr que, en un futuro, vivan en una ciudadanía plena en derechos y libertades.
Trabajemos en el presente para lograr la transformación del futuro.

Por Concepción Pérez. Directora del área de Intervención Socioeducativa y de la Mujer de SAMU

Turquía 2023: La vida y la muerte bajo los escombros

Alas cuatro horas y diecisiete minutos del 6 de febrero, cuando casi toda la población estaba sumida en el sueño profundo de la madrugada, dos terremotos consecutivos sacudieron las provincias del sureste de Turquía y el norte de Siria, una de las zonas sísmicas más activas del mundo. Los seísmos, de magnitud 7,8 y 7,5 en la escala de Richter, tumbaron ciudades enteras en lo que el presidente turco, Recep Tayyip Erdoğan, definió como la mayor tragedia sufrida en el país desde el terremoto de Erzincan, sucedido en 1939. La devastación fue similar en Siria, país que además cuenta con el agravante de estar sumido en una guerra civil desde hace más de diez años. Poco después del amanecer del mismo 6 de febrero, cuando ya se contabilizaban por miles los muertos y desaparecidos en ambos países, SAMU, en España, activó un gabinete de crisis para valorar su intervención inmediata en la catástrofe.

En la misma mañana se establecieron contactos con los financiadores habituales de la Fundación y con diversas instituciones para recabar apoyos para la puesta en marcha de la misión. SAMU también ofreció su estatus de “disponibilidad” a los equipos Emergency Medical Teams (EMT) de la Organización Mundial de la Salud. La iniciativa EMT tiene como objetivo priorizar y mejorar la capacidad de los equipos locales para responder a las emergencias y fortalecer la red para brindar apoyo en emergencias cuando sea preciso en contextos como el desatado por los terremotos.

Las primeras gestiones dieron como resultado el envío de un equipo cinológico a Turquía formado por tres personas: Juan Gutiérrez Zazo, como responsable del dispositivo, Juan Hidalgo Martínez, como jefe de rescate, y el guía canino Antonio Miranda Escudero. Junto a ellos, un elemento clave en la expedición: Homero, un pastor belga de seis años entrenado para labores de rescate desde que era un cachorro de dos meses. Partieron en dirección a Turquía desde Escuela SAMU (Gelves, Sevilla) en la mañana del 8 de febrero.

Unas horas antes, de forma paralela, Borja González de Escalada, vicepresidente de Fundación SAMU, acompañado de efectivos de la ONG estadounidense Project Hope, colaboradora habitual de SAMU, había partido desde España con dirección a Turquía para valorar sobre el terreno la oportunidad de despliegue de una misión sanitaria de la entidad. El objetivo de ambas organizaciones era enviar con la mayor celeridad posible un equipo médico de primera intervención, en coordinación con las autoridades de emergencias locales e internacionales.

El escenario tras el desastre

Con la colaboración de Project Hope y Médicos del Mundo, el equipo cinológico se desplegó en Adiyaman, ciudad al sureste de Turquía con una población de alrededor de 330.00 personas que estaba completamente devastada tras los temblores de la tierra. El escenario, según relató desde allí Juan Gutiérrez Zazo, estaba formado por edificios convertidos en escombros; personas durmiendo en la calle o deambulando sin tener dónde ir después de haberlo perdido todo; hogueras en las calles para aliviar el frío extremo; desabastecimiento de agua corriente y electricidad; puestos callejeros improvisados repartiendo comida o botellas de agua potable, y equipos de rescate intentando mantener la esperanza de encontrar supervivientes en el desastre. “He visto unos niveles de solidaridad muy importantes”, subrayaría Gutiérrez Zazo.

Desde su llegada, la misión del equipo era “encontrar vidas”. “Íbamos allí a rescatar a personas. Nos iban dando avisos de dónde se escuchaban voces, lugares en los que podía haber supervivientes bajo los escombros. Dábamos orden al perro para que buscara dentro del edificio derruido, si es que era posible”, recuerda Zazo.

En medio de la devastación total, el equipo de SAMU solo pudo encontrar cadáveres. “Que no pudiéramos rescatar a personas con vida era una probabilidad que teníamos en mente. El tiempo allí juega en contra del rescate por la magnitud del seísmo y por las condiciones meteorológicas que nos hemos encontrado, que no eran nada favorables”, señala. “Son muchas las imágenes que se quedarán con nosotros, como el cuerpo sin vida de una mujer embarazada que encontramos en su cama junto a otra hija encima, el de una señora muy mayor… Son momentos que serán difíciles de olvidar”.

Tras el rescate, excavadoras

El equipo cinológico dividió sus cinco días de trabajo entre las ciudades de Adiyaman y Antioquía, gracias al soporte de Médicos del Mundo y Project Hope, y también “gracias al pueblo turco, que a pesar de que lo está pasando muy mal, se desvivía por agradecer todo lo que se está haciendo por ellos”, observa Gutiérrez Zazo. La misión finalizó el 13 de febrero, ya sin ninguna esperanza de encontrar supervivientes entre los escombros, y cuando los equipos de rescate eran sustituidos sobre el terreno por las excavadoras y los camiones.

En paralelo al trabajo de este dispositivo, Borja González de Escalada, vicepresidente de SAMU, realizaba tareas de inteligencia a fin de detectar oportunidades para el despliegue de un equipo de sanitarios, en mitad de una ola de ayuda humanitaria. Recorrió zonas afectadas, ciudades “semifantasmas”, como Adiyaman y Antioquía, hasta reunirse con el dispositivo cinológico y unirse a las labores de búsqueda.

Pendientes de autorización

Borja González de Escalada, en contacto permanente con las autoridades locales y con el gabinete de crisis operativo en España, alargó su estancia unos días más en Gaziantep a fin de obtener la autorización para llevar un hospital de campaña con sanitarios españoles a las zonas más afectadas por el terremoto. Esa autorización, sin embargo, sigue pendiente, y todo apunta a que se postergará hasta marzo, aunque las necesidades de ayuda en el ámbito sanitario en el país se prolongarán durante meses.

Al cierre de esta edición de Revista SAMU, el número de víctimas del terremoto en Turquía superaba las 43.500 personas. El ministro del Interior, Süleyman Soylu, precisó que, en la provincia de Hatay, la más afectada por el seísmo, todavía había algunos edificios con personas bajo los escombros. En Siria el número de fallecidos supera los 6.000, pero la cifra está abierta.

Fundación SAMU, entidad especializada en emergencias sanitarias y acción social, ha desarrollado en las dos últimas décadas misiones humanitarias en países como Irán, Marruecos, Indonesia, Sri Lanka, Haití, Perú, Sudán, Costa de Marfil, Sierra Leona, Nepal, Filipinas, Francia, El Salvador, Costa Rica, Honduras y República Dominicana.

Graciela Martín, directora del Centro de Menores de Día de Maneje: “Mi objetivo es hacerle la vida más bonita a los niños”

Graciela Martín (1980, Arrecife, Lanzarote) lleva 23 años trabajando en centros de menores residenciales como auxiliar técnico educativa, educadora y en puestos de dirección. Actualmente, dirige el recurso de día Maneje, gestionado por Fundación SAMU desde 2022.

—Desde 2022, Fundación SAMU gestiona el Centro de Día Maneje, dirigido a menores, pero anteriormente ya estuvo en funcionamiento.
—Sí, el recurso abrió sus puertas por primera vez el 20 de noviembre de 2012, el Día Internacional del Niño. En aquella época, el centro era gestionado por el Ayuntamiento de Arrecife, pero, durante los dos años de pandemia, cerró forzosamente sus puertas. Tras la crisis sanitaria, el gobierno local sacó a concurso este recurso, y Fundación SAMU apostó por su gestión.

—¿Qué supuso para usted este cambio de gestión?
—Estoy agradecida a la Fundación SAMU, ya que apuesta por la promoción interna. Yo trabajaba en el Centro de Menores de Tinajo, en Lanzarote, y con este cambio de gestión, SAMU me propuso cambiar de recurso y empezar a gestionar el Centro de Día de Maneje. Para mí ha sido todo un reto, ya que empezábamos prácticamente desde cero, sin protocolos de ningún tipo ni gestión interna. De hecho, tuvimos que darle una vuelta a la decoración de las instalaciones porque eran muy infantiles y no tenían vida.

—¿De cuántas plazas dispone este recurso?
—El centro cuenta con 20 plazas para niños y niñas que están en situación de prevención y riesgo familiar.

—¿Cómo son seleccionados estos menores?
—Los trabajadores y educadores sociales del Ayuntamiento de Arrecife son quienes proponen y deciden, junto con el equipo educativo del Centro de Día de Maneje, qué niño, niña o grupo de hermanos entran en el recurso. A partir de este momento, ambos equipos trabajan en coordinación: el equipo educativo de Maneje trabaja con los niños, y el Equipo Municipal Especializado en la Atención a la Infancia y la Familia del Ayuntamiento de Arrecife (EMEAIF), con las familias.

—¿Cuál es el objetivo de este dispositivo?
—Nuestro objetivo principal es que la situación familiar de estos niños y niñas mejore y no acaben en un Centro Residencial Estable en un futuro.

—¿Cuántas personas trabajan en este recurso?
—El equipo de profesionales del Centro de Día de Maneje está formado por Desirée Renda Perera y Nereida Elvira Álvarez, ambas auxiliares técnicos educativo, y por mí, que soy la directora del recurso.

—¿Qué tipo de actividades lleváis a cabo?
—Las actividades que realizamos con los menores van desde el apoyo educativo a talleres de higiene y autonomía personal, talleres lúdicos y de ocio, y actividades especiales con motivo, por ejemplo, del Día Universal del niño, el Día de la No Violencia y la Paz o el Día de Canarias. También realizamos excursiones por la isla e, incluso, dormimos fuera de casa, entre otras actividades. El equipo educativo siempre vela por una buena relación con las familias de los niños que acuden al centro. Les hacemos partícipes de la dinámica de sus hijos en el recurso. El objetivo es fomentar en ellos una mayor implicación. y que trasladen al contexto familiar lo que aprenden aquí. Damos la posibilidad a los padres, madres y otros familiares de que conozcan las instalaciones, al equipo y el funcionamiento diario del centro, pudiendo visitar el recurso cuando deseen.

—¿Cómo es el trato de los menores con los profesionales del centro?
—La relación del equipo educativo con los niños es muy cercana. Con el tiempo, los profesionales van creando vínculos afectivos con los menores que permiten que éstos se abran, que cuenten las experiencias positivas y negativas que viven en casa y que expresen sus sentimientos más profundos. Esto nos hace percibir que ellos sienten que somos una parte importante en sus vidas.

—¿Recuerda alguna anécdota divertida vivida en el centro?
—Una anécdota divertida y que aún hoy recordamos entre risas es aquella en la que un día un menor confundió un trozo de barro con chocolate. Aquella tarde, el chico estaba muy cansado porque no había dormido lo suficiente la noche anterior y se acostó durante un rato en el sofá. Al terminar la hora de apoyo educativo, empezamos un taller de barro. Una de las educadoras, despertó al menor para que participara en la actividad. El niño se sentó en la mesa junto a sus compañeros pero aún estaba un poco adormilado. La educadora le dio, entonces, un trozo de barro para la actividad, y el chico lo confundió con chocolate y fue a metérselo en la boca. La educadora se dio cuenta enseguida y evitó que se lo comiera. Aún hoy, tanto los menores del recurso como las educadoras recordamos aquella ocurrencia y nos reímos a carcajadas.

—¿Qué le aporta profesional y personalmente este trabajo?
—Me siento muy afortunada de haber tenido la oportunidad de pilotar un proyecto tan bonito y especial como éste. Profesionalmente, a lo largo de este año y medio, he aprendido a gestionar otro tipo de recurso que desconocía totalmente, ya que durante toda mi carrera había trabajado en centros residenciales estables. Tanto mi equipo como yo misma entendemos que es un recurso muy necesario en todos los municipios de la isla para poder trabajar desde la prevención y mejorar la situación de esos niños y niñas que se encuentran en contextos familiares desfavorecidos y con escasos recursos económicos.

—Y, por su experiencia y personalidad, ¿qué cree que le aporta usted a un recurso de estas características?
—Me considero, sobre todo, una persona alegre, dinámica, divertida, cariñosa y con mucha empatía. Esto ha hecho que mi trabajo sea mucho más reconfortante, agradecido y fácil. Mi objetivo principal, ya no solo profesionalmente sino como persona, es hacer la vida más bonita y llevadera a los niños y niñas que llegan al centro. Enseñarles que la vida consta de vivencias buenas y otras no tan buenas, darles herramientas para salir fortalecidos de las adversidades que puedan encontrarse a lo largo de sus vidas, de sus propias experiencias, y fomentar la resiliencia. Trabajamos con ellos para que adquieran unas adecuadas habilidades sociales, para que sepan gestionar sus relaciones familiares y sociales y, sobre todo, para que sean conscientes de que, como niños que son, tienen deberes, pero también tienen derechos. Derecho a una vivienda digna, a tener una familia, a la educación, a ir al médico si están enfermos o a ser respetados independientemente de su raza, sexo y religión.

La UPO y SAMU ponen en marcha una formación sobre voluntariado de emergencias

El rector de la Universidad Pablo de Olavide, Francisco Oliva Blázquez, y el vicepresidente de Fundación SAMU, Borja González de Escalada, inauguraron el 31 de enero el programa de formación para el Servicio de Voluntariado de Urgencia y Emergencia, una iniciativa del vicerrectorado de Cultura y Políticas Sociales a través de la Oficina de Voluntariado y Compromiso Social de la UPO que cuenta con la asesoría de la Cátedra de Innovación Social SAMU. En la mesa inaugural también estuvo presente el director de la Cátedra, José Luis Sarasola Sánchez-Serrano.

El objetivo de esta iniciativa es atender situaciones de emergencia social, ecológica o económica que requieran de ayuda y colaboración voluntaria desde la comunidad universitaria. De esta forma, las acciones de este grupo están dirigidas a la atención de necesidades sociales y/o urgentes que puedan demandar las asociaciones que colaboran con la Oficina de Voluntariado y Compromiso Social de la UPO.

Francisco Oliva destacó el compromiso social de la Universidad Pablo de Olavide, una de cuyas señas de identidad es su Oficina de Voluntariado, que ya implica a más de 400 estudiantes y que comenzó su actividad al poco de crearse la universidad. El rector hizo hincapié en la importancia de incorporar el ámbito de la emergencia al voluntariado universitario pues “los cambios en el mundo actual son tan impredecibles que provocan que las crisis sean más habituales, generando situaciones con personas vulnerables”. Además, incidió en que, una vez que se tiene el imprescindible espíritu solidario, la formación es fundamental para afrontar situaciones de emergencia social.

Durante el curso, que se desarrolló del 31 de enero al 14 de febrero, los asistentes adquirieron competencias para colaborar, con perspectiva socioeducativa, en situaciones de crisis social y humanitaria.

Contenidos de la formación

El programa consistió en cinco sesiones de tres horas cada una. La primera de ellas corrió a cargo del personal de la Oficina de Voluntariado y Compromiso Social de la UPO con el objetivo de afianzar conceptos como la solidaridad, el altruismo y el voluntariado. El resto de sesiones fueron impartidas por formadores especializados en la materia y abordaron temáticas como normativa, marco conceptual, enfoque psicosocial, recursos personales ante la acción voluntaria, gestión de emergencias sociales en situaciones de discapacidad y organización de dispositivos de emergencias. Entre los ponentes estaban María del Carmen Moreno, José María Morán, Gema Rico y Rocío Álvarez, todos ellos pertenecientes al Grupo de Intervención en Emergencias del Colegio Oficial de Trabajo Social de Sevilla, además de Andrés Rodríguez y María Casado, de SAMU.

Una vez finalizadas las sesiones, se creó un canal de información y formación continua. El último día del curso, durante el acto de clausura, también intervino el doctor Carlos Álvarez Leiva, fundador y presidente de honor de SAMU.

Desde su creación, la UPO ha participado en diversas situaciones extraordinarias de estas características, como la ocupación de sus pabellones deportivos por personas migrantes en el 2001, el apoyo en la recogida de petróleo en las costas gallegas por el hundimiento del Prestige en 2002 o, más recientemente, las acciones emprendidas por la crisis sociosanitaria como consecuencia de la pandemia por Covid-19 y por la ocupación rusa de Ucrania.

La cocina de Fundación SAMU

En marzo de 2022 encendían sus fogones las cocinas de Kata Universo Catering, un nuevo proyecto empresarial bajo el paraguas protector de SAMU que nació ante la necesidad de la organización de dar servicio a los recursos de dependencia e infancia gestionados por Fundación SAMU. En sólo doce meses, este proyecto, aún en fase inicial, ha crecido y explorado nuevas líneas hasta abordar servicios como son la formación, cobertura de eventos empresariales, banquetes, alimentos de colectivos, suministro para campañas y emergencias y la puesta en marcha de una cafetería con el objetivo de batir sus alas y volar solo, bajo la batuta de Virginia Blanco como jefa de cocina.

Kata Universo Catering tiene su origen en Canarias, concretamente en la crisis migratoria del verano de 2021. La llegada masiva de menores migrantes sin la compaña de un adulto provocó la inmediata respuesta de Fundación SAMU que, a través de su área de Infancia y Familia, puso en marcha varios dispositivos de acogimiento temporal. La propia organización puso entonces en funcionamiento una cocina para dar cobertura a todos estos recursos.

“Estábamos en plena pandemia del Covid-19, las islas estaban cerradas y los precios eran muy elevados. SAMU tenía una necesidad que debía cubrir: alimentar a las decenas de niños que llegaban de manera masiva a Canarias. Así que pensamos: ‘si SAMU es capaz de abrir un dispositivo en 24 horas, ¿por qué no vamos a poder montar una cocina para dar de comer a colectivos con la misma celeridad?”, explica Concepción Pérez, directora de Servicios de Nuevos Medios Logísticos (Numed).

Esta cocina, posteriormente, se convertiría en Numed, una empresa auxiliar de SAMU que cubre necesidades de servicio de la propia organización, como limpieza, gobernanza y otros servicios auxiliares entre los que se encuentran la alimentación de colectivos y la provisión de suministros para campañas y emergencias.

Numed cuenta actualmente con tres cocinas centrales en todo el país: Canarias, Ceuta y Sevilla. Tiene una plantilla de 23 trabajadores y, de momento, da cobertura a 13 dispositivos diferentes dirigidos a personas con discapacidad y a menores migrantes con un total de 465 usuarios diarios de media.
La cocina de Canarias, en concreto, da servicio completo a cuatro centros de menores con 142 jóvenes. Las instalaciones de Ceuta sirven para complementar un servicio externo de catering ofreciendo los desayunos y las meriendas a 161 menores de tres centros distintos. Y la cocina de Kata en Sevilla elabora los menús completos de tres centros especializados en la atención de personas con discapacidad, con 126 residentes, y tres centros de menores, con 36 niños. En 2022, en estas cocinas se elaboraron más de 350.000 menús.

“La cocina central de Sevilla es el primer centro de Numed que trabaja con la línea fría. Eso nos permite preparar menús de hasta tres días seguidos”, explica Concepción Pérez, directora, además, del área de Intervención Socioeducativa y de la Mujer de SAMU.

Virginia Blanco es la jefa de cocina de Sevilla. Con una larga trayectoria entre fogones, Blanco ya capitaneaba la cocina de la Residencia San Sebastián, en Cantillana, donde ha trabajado diez años. Desde estas instalaciones, se elaboraban menús para el propio centro de Cantillana y para la Residencia Santa Ana, en Sevilla capital, por lo que la experiencia de Blanco en la alimentación de colectivos está más que demostrada.

“Cuando me dijeron ‘Virginia, te necesitamos al 100%. Queremos tu comida para otros centros’, para mí fue una motivación muy grande. Reconozco que, después de tantos años, sentía que necesitaba crecer y que el trabajo que hacía hasta ese momento, aunque me encantaba, me quedaba ya un poco pequeño. Necesitaba un proyecto como éste”, reconocía recientemente Virginia Blanco en una entrevista de Revisa SAMU.

Siempre bajo la supervisión de una nutricionista, en la cocina central de Sevilla se elaboran diferentes variedades de menú en función de los comensales. Hay que tener en cuenta que se trata de perfiles diferentes y algunos residentes, especialmente los de los centros del área de Dependencia, tienen patologías muy diversas. Así se elaboran menús triturados, enteros, semitriturados, bajos en sal, se tienen en cuenta las alergias, intolerancias alimenticias o si el comensal es diabético, entre otros condicionantes.

Kata Universo Catering también se adapta a la cultura de los diferentes usuarios en la medida de lo posible. Por ejemplo, la mayoría de los menores bajo la protección de Fundación SAMU profesan la religión musulmana, por lo que sus menús elaborados para ellos no llevan cerdo ni derivados y tampoco ningún ingrediente derivado del vino, como por ejemplo el vinagre.

Durante el Ramadán, también se realizan menús especiales para ellos. “Estos jóvenes suelen romper el ayuno con una cena con dátiles o unos dulces típicos que les aportan mucha energía. Les preparamos una sopa muy densa llamada harira que lleva muchas proteínas con legumbres, verduras, ternera o pollo, apio, cúrcuma y muchas especias. Es una mezcla explosiva. Luego, hacemos un plato principal que puede ser de albóndigas o alguna carne en salsa, excepto cerdo, claro. Y para las cinco de la mañana, les preparamos filetes empanados, hamburguesas de pollo, tortilla…”, detalla Virginia Blanco.

Según indica Concepción Pérez, el principal objetivo para el año que acaba de comenzar es seguir creciendo. “Nos encontramos en una fase inicial. Kata solo tiene un año. De momento, sólo damos cobertura a recursos de SAMU en la provincia de Sevilla. En los próximos meses queremos incluir los centros de Lucena y Moriles, en Córdoba, además de otros recursos de la provincia de Cádiz, incluido el Campo de Gibraltar. Nuestro plan de futuro es crear una estructura y una logística fuerte que nos permita dar cobertura a todos los centros de Fundación SAMU”.

De manera paralela, Numed cuenta con una cafetería abierta al público en general que comparte instalaciones con las cocinas de Kata Universo Catering en el Polígono Pisa de Mairena del Aljarafe. “De momento, la mayoría de nuestros clientes son trabajadores de este polígono empresarial, pero la idea es poder celebrar almuerzos, desayunos y otros eventos ejecutivos y empresariales, por ejemplo. De hecho, contamos con un salón con capacidad para 70 personas”, comenta Concepción Pérez.

Kata Universo Catering también tiene en marcha un proyecto educativo: un centro de Formación Superior con la colaboración de la Escuela de Oficios de SAMU cuyo objetivo principal es formar en valores y fomentar la excelencia entre sus alumnos, proyectando sus habilidades y competencias hacia un mercado laboral exigente, en continuo cambio y de ámbito global. “La amplia cobertura que ofrece Kata al sector de la restauración, con restaurante y cafetería propios, servicios de catering variados y atención a colectividades, ofrece a los alumnos la posibilidad de hacer sus primeras prácticas inhouse, algo que, sin duda, facilitará su futura inserción en el mercado laboral”, señalan desde Kata Universo Catering. De este modo, se asume como propio uno de los grandes lemas de SAMU y, especialmente, de su escuela de emergencias: Aprender haciéndolo.