Fundación SAMU refuerza la atención a menores migrantes en Ceuta

Ante las nuevas llegadas de niños migrantes a Ceuta desde la primera semana de febrero, Fundación SAMU ha puesto en marcha la Operación Ceuta 2024 con el objetivo de reactivar infraestructuras de acogida y reforzar el dispositivo de atención a menores existente en la ciudad autónoma.

El dispositivo tuvo su origen en las jornadas del 9 y 10 de febrero, viernes y sábado, coincidiendo con el paso de la borrasca Karlotta por la ciudad. En un escenario de reducción de la vigilancia costera por parte de las Fuerzas de Seguridad Marroquíes a causa de las condiciones metereológicas adversas, al menos 102 personas migrantes, 40 de ellos menores de edad, entraron irregularmente en la ciudad.

La inmensa mayoría logró acceder a la localidad española norteafricana a nado bordeando el espigón fronterizo del Tarajal, aunque también se registraron intentos de cruce del vallado terrestre.

Cuarenta de los más de cien inmigrantes a los que atendió el Equipo de Respuesta Inmediata ante Emergencias (ERIE) de Inmigración de la Cruz Roja de Ceuta eran menores de edad, que fueron acogidos en el centro La Esperanza, titularidad del Servicio de Protección a la Infancia de la Administración local y gestionado por Fundación SAMU.

Ante la situación de sobreocupación de este centro, Fundación SAMU se puso manos a la obra para reactivar las instalaciones de Triana, un segundo centro de acogida situado en la zona norte de la localidad.

Desde esas primeras horas, más de una veintena de profesionales de la entidad se afanaron en las tareas de logística y reactivación de las infraestructuras del nuevo centro para acoger hasta 40 menores migrantes sin referentes familiares: reforma de los cuartos de baño, zonas comunes y espacios de descanso; revisión de fontanería y electricidad; habilitación de un espacio de recreo; limpieza de los alrededores; instalación de módulos auxiliares y medidas contra incendios, entre otras labores.

En paralelo a estas actuaciones, Fundación SAMU inició un proceso de selección de profesionales para cubrir las necesidades del centro reclutando perfiles de educador social; trabajador social y especialistas en integración sociolaboral, atención psicológica o servicios generales, entre otros.

Tras 15 días de trabajo, ya en la última semana de febrero, el centro Triana ya estaba preparado para recibir la inspección del Área de Menores de la Ciudad Autónoma de Ceuta como paso previo a su puesta en marcha y al traslado de menores alojados en La Esperanza.

Fundación SAMU ha trabajado en la atención y cuidado de menores migrantes sin referentes familiares en Ceuta desde la crisis migratoria de 2021, una de las mayores de la historia reciente de la Ciudad Autónoma. Entre el 17 y el 18 de mayo de ese año, más de 12.000 personas irrumpieron en la ciudad. Al menos 1.500 (aunque pudieron ser muchos más) eran niños y niñas.

SAMU estuvo en primera línea de aquella crisis desde el primer minuto, y llegó a atender a casi un millar de niños en tres recursos: Piniers, El Tarajal y Santa Amelia. Meses después, la fundación pasó a encargarse de La Esperanza, el centro que sigue hoy operativo con más de una veintena de profesionales.

Juana Macías, presidenta del ISIC y directora de la Academia SAMU: “Aquí he conocido a personas con talento y muy valiosas”

Juana Macías Seda (Sevilla, 1959) proviene del mundo universitario y está vinculada a SAMU desde sus orígenes. En febrero de 2021, la dirección general de la entidad le propuso liderar dos nuevos proyectos: el Instituto SAMU de Investigación Científica y la Academia SAMU.

— El Instituto SAMU de Investigación Científica (ISIC) acaba de cumplir tres años. ¿Por qué se decidió poner en marcha?
—SAMU tiene una larga trayectoria en la prestación de servicios sociosanitarios, pero su producción y divulgación científica no está acorde con esta larga trayectoria. Así, el Instituto SAMU de Investigación Científica surgió en 2021 con el fin de potenciar la investigación, promover las tesis doctorales entre los profesionales de SAMU y divulgar, difundir y dar una estructura científica a lo que se viene haciendo en la organización desde hace años. El ISIC intenta da respuesta al interés de tener un corpus científico en SAMU y, con ello, conseguir que SAMU consiga ser Agente del Conocimiento en Andalucía. Esto supondría un aval a la hora de solicitar proyectos científicos. Sin ser Agente del Conocimiento es muy difícil que a SAMU le concedan ningún proyecto de investigación como entidad independiente.

—¿Cuándo empezó SAMU a interesarse por la investigación?
—En realidad, SAMU empezó a investigar sobre temas de emergencias en el año 1981. La primera UVI móvil no era una UVI móvil sanitaria al uso, era una unidad de investigación operativa en emergencias. El jefe, don Carlos Álvarez Leiva, que es una persona visionaria, ya impulsó a principios de los 80 la investigación en temas de emergencias prehospitalaria provocando un cambio de paradigma y de modelos asistenciales que luego han dado lugar a la profesionalización en el sector de las emergencias.

—Además de convertir a SAMU en un Agente del Conocimiento, que es una meta a largo plazo, ¿cuáles son los otros objetivos del ISIC que permitirán lograr esa objetivo final?
—Los objetivos fundacionales del ISIC incluyen impulsar proyectos de investigación en los campos de la salud, bienestar social y educación; aglutinar y coordinar la actividad investigadora y de divulgación científica ya existente en SAMU; y publicar libros científicos y facilitar la publicación de artículos de SAMU en revistas indexadas. Además, contempla como objetivo potenciar la participación de sus miembros en grupos de trabajo relacionados con la investigación y el desarrollo, como por ejemplo el Comité de Innovación, la Cátedra SAMU de Innovación Social.

—¿Cuáles son las acciones que se han proyectado en estos tres años de vida del ISIC?
—Por un lado, está la activación de la Cátedra de Innovación Social de SAMU con la Universidad Pablo de Olavide (UPO), un proyecto de colaboración que tiene tres grandes líneas de trabajo: investigación, divulgación y acción social a través del voluntariado. Por otro lado, contamos con un programa de doctorando llamado Mentoring Doctorando, que tiene como objetivo principal incrementar el número de profesionales de SAMU con tesis doctorales. Consiste en un programa de acompañamiento y asesoramiento a aquellos profesionales de la organización que tienen perfil o interés para hacer su tesis doctoral. En 2022, en la primera edición de este programa de doctorado, unos seis profesionales mostraron interés, pero sólo uno de ellos entró en un programa doctoral en la Universidad Pablo de Olavide. En 2023, fueron 15 los profesionales de SAMU con interés en hacer su tesis. De ellos, nueve profesionales han accedido a un programa doctoral: seis en la UPO, dos en la Universidad de Sevilla (US) y uno en la universidad de Granada (UGR). Como ejemplos tenemos a María Casado, que está realizando su tesis en temas de salud mental y bienestar emocional; Alba Garrido Gata, que profundiza en el sinhogarismo y las soledades no deseadas; Jara Díaz en la temática de migraciones y perspectiva de género; o Roberto Alconada, psicólogo de la clínica de salud mental SAMU Wellness, que realiza sus tesis doctoral sobre el suicidio. Por otro lado, Juan Luque Pelegrin y Laura García Rebolo están trabajando en temas de migración y Almudena Chávez, directora de la Unidad de Estancia Diurna San Lucas, que investiga sobre temas de discapacidad. Cabe señalar que al comienzo del ISIC, SAMU sólo contaba con cuatro doctores y actualmente ya contamos con ocho profesionales con tesis doctorales finalizadas.

—¿Qué otras acciones tiene en marcha el ISIC además de la Cátedra de la UPO y el Mentoring Doctorando?
—Hemos creado una Comisión Ética, pues identificamos que numerosos investigadores solicitaban a SAMU frecuentemente colaboración para acceder a muestras de personas migrantes o personas con discapacidad, principalmente. El carácter expansivo de la organización SAMU con el correspondiente incremento en la plantilla de profesionales, residentes y estudiantes conllevan una intensa actividad asistencial e investigadora. Ello genera un Big Data que resulta ser muy atractivo para un gran número de investigadores e instituciones académicas. Ante esta situación el ISIC activó la Comisión de Ética para dar cumplimiento a la legislación en materia de protección de datos personales. El objetivo es establecer pautas básicas de actuación destinadas a garantizar el derecho al anonimato y confidencialidad de los datos de los diferentes colectivos de profesionales, residentes y estudiantes que integran la organización SAMU. Esta Comisión actúa como un órgano consultivo multidisciplinar y funciona de forma protocolizada con la misión de emitir informes, propuestas y recomendaciones sobre materias relacionadas con las implicaciones éticas de la investigación.

—Tengo entendido que otra de las grandes acciones del ISIC es la Alliance for Migration Research (Alliance 4).
—Sí, su objetivo es facilitar un espacio académico internacional para impulsar las investigaciones relacionadas con las migraciones alrededor del mundo y contrarrestar esa apreciación negativa que existe en torno a la migración. Este proyecto surgió después de que la American University mostrara interés en los datos que manejaba SAMU First Response con el fin de hacer un mapeo sobre la migración en Estados Unidos. Desde el ISIC hemos llamado a otras puertas como la Universidad Loyola o la Universidad de Granada y, tras varios reajustes, el próximo mes de noviembre vamos a celebrar una reunión de expertos en migración. Tenemos profesionales en Fundación SAMU que están llevando a cabo iniciativas muy innovadoras y de gran calado social y a las que no se le está dando luz. A través de este comité o reunión de expertos queremos compartir estas experiencias con otros expertos e investigadores de diferentes instituciones universitarias.

—¿Y dónde entra la Academia SAMU dentro de todo este entramado?
—La Academia SAMU nace en el 2021 vinculada al ISIC aunque con sus propios objetivos. En concreto, se plantea como espacio y agente de educación superior para la plantilla de SAMU. Su objetivo principal es contribuir a la capacitación de los directivos junior y los jóvenes talentos de la organización para que desempeñen un liderazgo que les permita abordar los retos actuales, como la humanización, la sostenibilidad, la innovación, el bienestar emocional, la excelencia en la calidad de los servicios, las finanzas y la digitalización.

—¿Qué diferencia la Academia SAMU del ISIC?
—Mientras que el ISIC se basa en la investigación, la Academia SAMU se centra en la formación. Además del Experto en Desarrollo Directivo que es la formación estrella, la Academia tiene un programa para instruir a los jóvenes talentos directivos dirigido a profesionales cuyos responsables de área o responsables de centro han identificado que tienen capacidad para gestionar pero no han ejercido como tal. Con este fin, organizamos por primera vez en marzo 2023 el curso intensivo de gestión del talento en formato durante tres días en un pueblo remoto de Huelva.

—¿Qué aspectos deben mejorar para que el ISIC y la Academia SAMU continúen avanzando?
—Es necesario mejorar la financiación presupuestaria para llevar a cabo la formación y la investigación y, sobre todo, la difusión y coordinación del talento pedagógico y científico de los profesionales de SAMU.

—¿Por qué decidió ponerse al frente del ISIC y de la Academia SAMU? ¿Qué le motivó a hacerlo?
—Yo procedo del ámbito universitario y, por otro lado, estoy vinculada a SAMU desde los inicios de la organización. Cuando la Dirección General de SAMU me planteó las necesidades existentes, tanto de formación como de investigación, la verdad es que me ilusioné con el proyecto. Me ilusiona poder trasladar mi experiencia como investigadora universitaria y poder contribuir para que en SAMU se vaya consolidando esta capacitación y este corpus científico. Además, tengo el valor añadido de conocer la institución muy bien desde dentro, así como sus necesidades académico-científicas.

—¿Qué le ha aportado el ISIC a nivel personal y profesional?
—Este proyecto me ha enriquecido y ha ampliado mi visión sobre SAMU porque, en los últimos años, he estado bastante desvinculada a la organización. El ISIC me ha permitido conocer la organización más a fondo y su versatilidad, así como colaborar con directores, responsables de áreas y centros que me han aportado vivencias y experiencias motivadoras a nivel personal y profesional. En estos tres años, me he encontrado con personas muy talentosas y tremendamente valiosa que me han mostrado una parte de SAMU poco conocida para mí, y también me han encauzado hacia nuevos proyectos. He conocido a personas muy capacitadas y con una gran experiencia en determinadas materias. En definitiva, he podido conocer a gente con mucho talento dentro de la organización, que incluso ellas mismas no eran conscientes o no tenían la percepción de su conocimiento y valor.

Dependencia: el impacto de las tecnologías

Vivimos inmersos en una revolución digital que está transformando la forma en que interactuamos en casi todos los aspectos de nuestra vida diaria. La incorporación de las nuevas tecnologías en nuestra rutina diaria ha resultado beneficiosa en muchos aspectos. En términos de relaciones sociales, ahora podemos mantener contacto con amigos y familiares en cualquier parte del mundo, compartiendo fotos y videos de manera instantánea. Además, la posibilidad de comprar sin tener que ir físicamente a una tienda beneficia especialmente a quienes tienen limitaciones de tiempo debido a obligaciones laborales o familiares.

Una de las áreas en las que resulta especialmente interesante la implementación de las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC) es en la educación. Durante el proceso de enseñanza, los alumnos requieren de habilidades y capacidades que faciliten su adquisición de conocimientos en tareas diversas. En este sentido, el uso de la tecnología en la educación puede favorecer estas acciones. Asimismo, el acceso a internet y programas multimedia adaptados a personas con discapacidad intelectual permite establecer actividades interactivas de mayor relevancia para ellos.

En la región de Castilla-La Mancha, la Junta de Comunidades, a través del Plan de Autonomía Digital, ha destinado dispositivos digitales a centros de atención a personas mayores dependientes, menores y personas con discapacidad. Esto incluye pizarras y paneles digitales interactivos, ordenadores portátiles, tabletas, gafas de realidad virtual, ratones adaptados y webcams.

En la residencia de personas con discapacidad intelectual Santa Teresa, en Villafranca de los Caballeros (Toledo), contamos con materiales educativos digitales que tienen como objetivo promover y mantener las habilidades y capacidades de nuestros residentes de manera innovadora, lúdica e inclusiva.

Existe evidencias de que el uso de las nuevas tecnologías resulta beneficioso para personas adultas con discapacidad intelectual, sobre todo en mejoras cognitivas específicas como la memoria, percepción y atención. No solo buscamos que aprendan a manejar la tecnología, sino que también aprovechen las oportunidades de aprendizaje que esta brinda.

Los principales motivos que nos animan a utilizar este tipo de tecnología con personas con discapacidad intelectual son la accesibilidad (las aplicaciones educativas diseñadas para adaptarse a diferentes niveles de habilidad ofrecen herramientas y recursos accesibles), la adaptabilidad (la posibilidad de ajustar el tamaño del texto, la dificultad de las actividades y el tiempo de presentación de la información fomenta la participación), los programas específicos (existen programas diseñados para abordar problemas específicos como el lenguaje, memoria, atención, motor, entre otros), y la potenciación de la comunicación (se pueden desarrollar actividades grupales que fomenten las relaciones sociales a través de la cooperación).

Si bien las nuevas tecnologías ofrecen numerosos beneficios para potenciar y/o mantener las capacidades de personas con discapacidad intelectual, es fundamental considerar las habilidades y necesidades de cada usuario para garantizar una experiencia positiva y beneficiosas.

ISMAEL ALGAR LOMBARDO. Residencia Santa Teresa.

Cuidar y empoderar a las personas que cuidan

El 31 de enero tuvo lugar en el Palacio Municipal de Tetuán el acto de lanzamiento del proyecto de fortalecimiento de los actores territoriales para mejorar el ejercicio de los cuidados y la autonomía de las personas con discapacidad más vulnerables de los barrios Jbel Dersa, Jamaa Mezouak y Sidi Talha de Tetuán, con enfoque de derechos humanos y atendiendo las necesidades de sus cuidadoras. Es una iniciativa impulsada por la Fundación SAMU y la Asociación Hanane, con el apoyo del Ayuntamiento de Sevilla.

Según datos de la Organización Mundial de la Salud, el 15% de la población mundial vive con algún tipo de discapacidad, y el 80% de ellas reside en países en desarrollo. En Marruecos, se estima que hay más de dos millones de personas con discapacidad, de las cuales el 53% son mujeres. Estas personas se enfrentan a múltiples barreras y desafíos para acceder a sus derechos fundamentales, como la educación, la salud, el trabajo, la participación y la protección social.

En este contexto, el papel de las cuidadoras es fundamental, ya que son las principales responsables de atender las necesidades básicas y específicas de las personas con discapacidad. Sin embargo, las cuidadoras suelen carecer de formación, recursos y apoyo, lo que afecta negativamente a su salud física y mental, así como a su autonomía personal y profesional.

El proyecto pretende mejorar las capacidades y competencias de las cuidadoras mediante cursos de formación sobre discapacidad, cuidados, derechos humanos, todo ello bajo un enfoque de equidad de género. Además, se creará una red de cuidadoras que les permitirá compartir experiencias, conocimientos y recursos, y fortalecer su autoestima y liderazgo.

El proyecto también busca mejorar las habilidades y conocimientos específicos de los profesionales de la salud que brindan los servicios de atención a las personas con discapacidad mediante una formación que será impartida a través de la Escuela SAMU. Mientras, el área de Dependencia e Inclusión Social de Fundación SAMU estará a cargo de brindar asesoramiento técnico, contribuir a la elaboración de las guías didácticas que formarán parte del programa formativo y aportar en la inclusión del enfoque de género en el abordaje de la problemática.

El acto de lanzamiento contó con la participación de más de 100 personas, entre las que se encontraban Nadia Chani, vicepresidenta del Ayuntamiento de Tetuán; María José Tinoco, directora del área de Dependencia e Inclusión Social de Fundación SAMU; Souleiman Amrani, director de la Asociación Hanane; expertos nacionales e internacionales; miembros de las organizaciones de personas con discapacidad de Tetuán; cuidadoras y familiares.

Para Nadia Chani, “estos proyectos servirán para seguir dando la importancia necesaria a este colectivo en la comunidad de Tetuán, la cual se prepara con fuerza en su programa de trabajo (2023-2028) con el objetivo de mejorar las condiciones y la calidad de su vida, a través de proyectos que contribuyan a lograr la cohesión social, garantizar la dignidad de las personas con discapacidad, y lograr el desarrollo local integral”.

El nuevo proyecto se enmarca dentro del programa de cooperación internacional de Fundación SAMU, que desde hace años desarrolla proyectos de salud, educación, inclusión y desarrollo comunitario en diferentes países de África y América Latina. Fundación SAMU cuenta con el apoyo del Ayuntamiento de Sevilla, y el compromiso y trabajo denodado de la Asociación Hanane, una entidad local que trabaja desde hace 15 años por la mejora de las condiciones de vida de las personas con discapacidad y sus familias en Tetuán.

Con esta intervención se espera beneficiar a unas 300 personas con discapacidad y sus cuidadoras, e indirectamente a unas 1.500 personas de su entorno familiar y comunitario. Con esta iniciativa, Fundación SAMU y la Asociación Hanane pretenden contribuir a la construcción de una sociedad más inclusiva, justa y solidaria, donde las personas con discapacidad y sus cuidadoras puedan ejercer plenamente sus derechos y desarrollar todo su potencial.

Nueva alianza de Fundación SAMU con la Universidad de Córdoba

La Universidad de Córdoba, Fundación SAMU y la Corporación Empresarial de la Universidad de Córdoba han firmado recientemente un convenio marco de colaboración en actividades científicas, técnicas, culturales y académicas.

El objetivo de este convenido es estrechar las relaciones entre las tres instituciones y aunar esfuerzos para la ejecución de proyectos y programas de investigación, culturales y académicos que en un futuro próximo se desarrollen en los diferentes departamentos de la Universidad de Córdoba (UCO) o en las instalaciones de Fundación SAMU y la Corporación Empresarial de la Universidad de Córdoba.

Desde el área de Cooperación Internacional y Acción Humanitaria de SAMU explican que una de las iniciativas que se pretenden realizar está relacionada con las personas con discapacidad. La Corporación Empresarial de la Universidad de Córdoba cuenta con un centro de investigación de atención infantil temprana, que a su vez está especializado en la atención temprana de niños con discapacidad. Gracias a este acuerdo marco a tres bandas, se podrá brindar asistencia técnica muy especializada en los proyectos que Fundación SAMU tiene en marcha y en los que son protagonistas las personas con discapacidad. “En principio, esta colaboración entre la Universidad de Córdoba, la Corporación Empresarial de la Universidad de Córdoba y Fundación SAMU se plasmará en los proyectos que Fundación SAMU está desarrollando actualmente en Marruecos de la mano de la Asociación Hanane”, detallan desde el área de Cooperación Internacional y Acción Humanitaria de SAMU.

El Centro de Atención Infantil Temprana de la UCO (CAIT-UCO) se constituyó como centro con carácter asistencial, investigador y docente en el año 2009. Nació de la inquietud de un grupo de profesores y profesoras de la Universidad de Córdoba por la implantación de un Servicio de Atención Temprana para niños y niñas con trastornos del desarrollo, a raíz de un convenio entre el Ayuntamiento de Córdoba, la Consejería de Salud de la Junta de Andalucía y la Universidad de Córdoba. De este modo, se inició un proyecto que responde tanto a los fines de esta Universidad, como a la demanda social y formativa existente en la sociedad.

Actualmente, en su labor asistencial pública, el centro desarrolla un conjunto amplio de intervenciones dirigidas a la población infantil de 0-6 años, a sus familias y al entorno, que tienen por objetivo dar respuesta lo más pronto posible a las necesidades transitorias o permanentes que presentan los niños con trastornos en su desarrollo o que tienen el riesgo de padecerlos, en régimen de concierto con la Sanidad Pública Andaluza (derivación a través de Pediatría de los Centros de Salud de Atención Primaria). En junio del 2012, comenzó la labor asistencial también en régimen privado, y se amplió la edad de asistencia hasta los 18 años.

Jornada de convivencia intergeneracional con los chicos de ARB SAMU Motril

El equipo de ARB SAMU Motril ha organizado una jornada de convivencia entre los menores que son atendidos en este centro gestionado por Fundación SAMU y las personas mayores del Centro Residencial Costa Nevada. Un encuentro intergeneracional en la que todos los participantes disfrutaron a lo grande.

Dicha actividad tuvo lugar en las dependencias del Residencial Costa Nevada, ubicado en el municipio de Motril. Hasta allí se desplazaron los profesionales y los niños y adolescentes del ARB SAMU Motril. Estos llevaron también una merienda artesanal que previamente había sido elaborada en el centro.

La jornada de convivencia dio comienzo con la puesta en marcha de una actividad lúdica, el juego Pasalabra. Niños y mayores participaron en el juego, aportaron ideas y, sobre todo, favorecieron un entorno agradable en el que no faltaron las risas. Los más pequeños pudieron descubrir la agudeza mental de muchos de los participantes.

A continuación, todos disfrutaron de uno de sus juegos favoritos, el Bingo, continuando con un ambiente festivo y desenfadado.

Por último, se establecieron pequeños grupos que disfrutaron de juegos tradicionales como la Brisca, el Parchís o el Dominó, compartiendo estrategias y algún que otro truco que sorprendió a jóvenes y mayores.

Para finalizar la jornada, todo el grupo pudo disfrutar de la merienda y compartieron vivencias, experiencias personales y anécdotas que favorecieron un clima cercano y de confianza.

Aunque se esperaba que la actividad tuviese buena acogida, los resultados superaron toda expectativa, pues el equipo de profesionales pudo observar una implicación máxima por parte de los menores. Estos consiguieron salir de la rutina y hacer que el grupo de mayores disfrutase de una tarde diferente, aportando alegría, ilusión y cariño que fueron gratamente recibidos. Mayores y jóvenes agradecieron la creación de este espacio intergeneracional y mostraron gran satisfacción. Sin duda, este encuentro será el primero de muchos.

ARB SAMU Motril