SAMU en Valencia: historias de barro, resiliencia y esperanza

El 29 de octubre, la Comunidad Valenciana fue azotada por una Depresión Aislada en Niveles Altos (DANA) que dejó una estela de destrucción y dolor sin precedentes en la historia reciente de nuestro país, y cuyos efectos seguirán vigentes durante un tiempo por determinar. Las lluvias torrenciales y los desbordamientos de ríos afectaron gravemente a municipios como Catarroja, Picanya, Paiporta y Utiel. Las infraestructuras colapsaron y las viviendas quedaron sumergidas bajo el agua. Hasta el 26 de noviembre, las autoridades habían confirmado 221 víctimas mortales en la provincia de Valencia.

“Aquello era una película de miedo. En la zona cero, la gente gritaba y todo estaba lleno de barro. Había destrucción mirases por donde mirases. Me impactó mucho aquel paisaje tan desolador”, explica Manuel Orozco, uno de los voluntarios del primer equipo que Fundación SAMU desplazó hasta la Comunidad Valenciana para ayudar a los afectados por la peor DANA del siglo. “Antes de llegar había visto muchas noticias e imágenes en las redes sociales, pero aquello había que verlo para creerlo”.

La psicóloga María Casado, otra de las voluntarias de Fundación SAMU, coincide con su compañero en que “la realidad superaba con creces todas las noticias” que les llegaba a través de las redes sociales o los medios de comunicación. “El paisaje era desolador. Parecía que estábamos en guerra y que se había detenido el tiempo”, reconoce Casado, que participó en el segundo contingente que activó la organización. “A pesar de que yo llegué en el segundo equipo, diez días después de la DANA, parecía que la gran riada había ocurrido el día anterior”.

La magnitud de la tragedia ha movilizado a miles de voluntarios que, desde el primer momento, se han volcado en las labores de rescate, limpieza y apoyo a los damnificados. La respuesta solidaria ha sido masiva, con ciudadanos de toda España desplazándose a las zonas afectadas para brindar su ayuda, entre ellos profesionales de Fundación SAMU.

La misión

Un equipo de once voluntarios especializados en emergencias sanitarias y protección civil de SAMU partió el 31 de octubre de Gelves (Sevilla) con dirección al municipio de Utiel para ayudar a las comunidades afectadas.

SAMU activó un gabinete de crisis el martes 29 de octubre por la noche, cuando empezaron a llegar las alertas del desastre desatado esa misma tarde por las fuertes lluvias. En la mañana del miércoles día 30, la organización empezó a coordinar los preparativos para una posible misión de emergencia y a movilizar a sus profesionales y a los alumnos de Escuela SAMU. Y por la noche, la dirección de SAMU tomó la decisión de enviar un dispositivo a Utiel para atender el llamamiento de auxilio realizado por su Ayuntamiento. Utiel, con 11.000 habitantes, fue uno de los municipios más afectados por las riadas e inundaciones. Las lluvias asociadas a la DANA provocaron el desbordamiento del río Magro. Las imágenes de puentes destruidos, carreteras levantadas, barrios devastados y rescates al límite han dado la vuelta al mundo.

Este primer equipo que se desplazó al levante español estaba formado por once personas, bajo el mando de Sergio Vitrián, experto en protección civil. Viajaban profesionales con diversos perfiles: enfermería, técnico en emergencias sanitarias, bomberos y especialistas en emergencias sanitarias y protección civil. El convoy contaba con dos vehículos todoterreno, un puesto de mando 4×4 y una UVI Móvil, además de material de intervención logística.

El gabinete de crisis de SAMU estaba en contacto con las autoridades tanto de Andalucía como de Valencia, así como con otras organizaciones de emergencias, en una situación en el que todos los recursos se vieron desbordados para determinar las zonas prioritarias de actuación y para identificar los espacios y las tareas en los que se requería asistencia.

Cuando el equipo de SAMU llegó a la zona se encontró con numerosos recursos y efectivos, pero faltaba coordinación. Por esta razón, en un primer momento, SAMU llevó a cabo funciones de coordinación de emergencias y, posteriormente, se desarrollaron labores de asistencia sanitaria casa por casa y de logística y rescate. “Era necesario coordinar todos los recursos. Había muchas manos, pero faltaba coordinación. Yo fui el responsable de organizar los diferentes profesionales que acudían de manera voluntaria, como enfermeros, bomberos, electricistas, fontaneros o cerrajeros. Estos últimos eran muy importantes, pues había numerosas casas cerradas y sus propietarios no tenían forma de entrar en ellas”, comenta Manuel Orozco, responsable de logística del primer contingente de SAMU y alumno de ciclo de FP de Técnico de Emergencias Sanitarias de Escuela SAMU.

“En la vida trabajamos y nos esforzamos para tener una casa y un coche, y aquellas personas lo habían perdido todo en cuestión de minutos. Vieron desaparecer su casa y su coche delante de sus ojos sin poder hacer nada, porque, si intentaban evitarlo, podían perder su vida”, continúa Orozco.

Este profesional recuerda ya en Sevilla cómo los vecinos de Utiel trataba a los voluntarios de SAMU como héroes sólo por el hecho de ayudarles. “Es algo que no se puede explicar. Nosotros hacíamos nuestro trabajo, pero para los vecinos de Utiel era mucho más. Les llamaba la atención que un grupo de personas vinieran desde Sevilla, siete horas en coche, a ayudarles”, apunta Orozco, que también participó este verano en el dispositivo de emergencias de Ceuta que SAMU activó ante la llegada masiva de personas migrantes.

Tras una semana en Utiel, Fundación SAMU envió un segundo equipo de 14 voluntarios formado por cuatro psicólogos, dos enfermeros, ocho técnicos de emergencias sanitarias y expertos en protección civil al municipio de Catarroja como respuesta a la demanda de apoyo formulada por las autoridades locales y regionales que estaban al frente de la gestión de la emergencia.

Este equipo multidisciplinar dio el relevo al primer contingente enviado por SAMU al municipio de Utiel, que regresó a la base el 2 de noviembre.

El nuevo dispositivo tenía como objetivos proporcionar primeros auxilios a la población; proporcionar equipo de protección individual (EPIs) y atender a aquellas personas afectadas por la propagación de enfermedades transmisibles; colaborar en la gestión, almacenamiento y transporte de los centros de recepción de alimentos en el municipio de Catarroja; y proporcionar apoyo psicológico fijo y móvil ante la posible alta demanda por parte de la población afectada por la DANA. La misión se prolongó durante 10 días.

“En cuanto llegamos nos pusimos al servicio de las autoridades locales para dar apoyo psicológico. Por un lado, realizábamos el seguimiento de casos que ya estaban identificados por los servicios sociales, y, por otro, detectábamos casos nuevos”, explica la psicóloga María Casado.

“Los afectados por la DANA necesitaban hablar, alguien que les escuchara. Cuando hay una catástrofe de estas características, si no hay pérdidas humanas en nuestro entorno más cercano, sólo pérdidas materiales, decimos que estamos bien, pero no es verdad”, continúa Casado. “Nos hemos encontrado con personas muy resilientes, especialmente las personas mayores, muchas de las cuales vivían en plantas bajas y se habían refugiado en las casas de sus vecinos o llevaban hasta diez días sin poder salir de sus viviendas. Muchas personas mayores, que ya habían vivido una riada anterior en los años 50, nos dijeron que la de 2024 había sido mucho peor”.

Manuel Orozco, por su parte, reconoce que no han sido consciente de lo que han visto y vivido en Valencia hasta que no han regresado a Sevilla. “Allí estás en una burbuja. Allí estás, literalmente, metido en el fango y sin parar de trabajar de ocho a ocho y, sin embargo, cuando terminas parece que sólo ha pasado una hora. Ya en Sevilla, nos dimos cuenta de que somos unos privilegiados. Hemos tenido mucha suerte porque ésta ha sido la mayor catástrofe que ha sufrido España”.

Orozco también destaca la importancia del trabajo en equipo y del compañerismo. Reconoce que no conocía a ninguno de sus compañeros hasta que salieron hacia Utiel, pero que rápidamente conectaron. “En una misión humanitaria, los compañeros son tu familia, lo más importante”. Los compañeros son la piedra en la que apoyarse y recargar fuerzas para seguir ayudando a los demás.

Una guía de herramientas para ayudar a personas migrantes

Sevilla acogió entre los días 7 y 11 de noviembre la tercera etapa del proyecto Languages of Welcome, dentro del programa europeo Erasmus+, una iniciativa de intercambio de buenas prácticas entre países de la frontera sur y el Mediterráneo norte. Este evento trasnacional contó con diversas actividades, entre las cuales destacó la presentación de la Guía Internacional de Buenas Prácticas LOW, que incluye varias metodologías innovadoras para la intervención con personas migrantes en frontera norte y sur. La presentación se realizó en Escuela SAMU el 8 de noviembre.

Fundación SAMU, a través de su área de Infancia y Familia, participa desde el año pasado en el programa Erasmus+ K2 Languages of Welcome, que se desarrolla en el marco de las iniciativas de la Comisión Europea para el intercambio de buenas prácticas entre distintos países miembros y países vecinos. Es un curso formativo sobre migración e inclusión a partir de buenas prácticas y para el cual se cuenta con la colaboración de Fundacione Emmanuel, con sede en Lecce (Italia). Esta iniciativa tiene financiación de la Unión Europea a través de su programa de movilidad Erasmus Plus (+).

Las actividades de Erasmus+ se basan en intercambios formativos de prácticas ejemplares en el marco de la Unión Europea. Este tipo de actividades ponen en contacto a entidades no gubernamentales y los jóvenes vinculados a estas entidades de distintos países, bien porque son usuarios de los servicios que ofrecen o bien porque forman parte de su personal laboral. En el caso concreto de la iniciativa K2 no se trata solo de población joven, sino que, por el contrario, está dirigido a activos con más experiencia de las distintas entidades.

El objetivo principal de este tipo de iniciativas es establecer redes de comunicación y colaboración en iniciativas globales que potencien la implantación internacional de la entidad, la mejora de las competencias sociolaborales de sus equipos y, por supuesto, los estándares de calidad de las organizaciones participantes.

Italia es el socio principal del programa a través de la Fundación Enmmanuel y España el segundo socio a través de Fundación SAMU. En este proyecto internacional también participan otras entidades de Portugal, Grecia, Albania y Túnez, como Glocal Music (Portugal), ROES Coperativa (Grecia), BVV (Portugal), Network for Children Right (Grecia) o Fractals Educación Artística (España).

Este proyecto se divide en tres partes que se desarrollarán a lo largo de dos años, 2023-2025 con actividades de diferente índole, como la que tuvo lugar este mes de noviembre en Sevilla.

En este caso concreto, los participantes visitaron diferentes dispositivos de Fundación SAMU, así como las instalaciones de Escuela SAMU, en Gelves, de la mano de su director, Thomas Coyoutopoulo, y los centros de menores DISL Nervión y el RB El Olivar, especializado en la atención de niños con discapacidad. También se llevó a cabo una evaluación del programa por parte de todos los operadores en el Hogar Virgen de los Reyes y una visita a los principales enclaves de la ciudad de Sevilla. “Para Fundación SAMU era muy importante ser un buen anfitrión y que los asistentes del resto de países se sintieran como en casa”, explica Laura G. Rebolo, coordina el proyecto Erasmus+ K2 Languages of Welcome.

En este evento trasnacional participó un equipo de 14 personas procedentes de los diferentes operadores de los socios europeos y españoles: Italia, Portugal y Grecia, además de Fundación SAMU como principal socio español y la entidad valenciana Fractals Educación Artística. No obstante, a la presentación de la Guía Internacional de Buenas Prácticas LOW, que se realizó en Escuela SAMU, acudieron cerca de 40 personas, entre las que se encontraba tanto miembros de Fundación SAMU como de otras entidades que trabajan con población migrante en Andalucía, como Hijas de la Caridad, Fundación Don Bosco, Acercando Realidades o DOC2001.

La jornada de presentación estuvo dividida en tres partes. La primera parte estuvo centrada en la presentación de las diferentes entidades trasnacionales que participan en el proyecto.

Un paquete de buenas prácticas

Luego, fue el turno de la presentación de la Guía Internacional de Buenas Prácticas y el paquete de herramientas que se ha elaborado a lo largo de todo el proceso. Esta presentación corrió a cargo de Luana Duma, la coordinadora del programa desde Italia, con el apoyo de Raquele Bianchi, de Fundacione Enmanuele.

“Este proyecto se enmarca dentro de la prioridad horizontal del programa Inclusión y Diversidad y con él se pretende contribuir a la promoción de una Europa inclusiva. El proyecto quiere contribuir a la formación de valores comunes, compromiso cívico y participación, ya que incluye metodologías creativas y participativas que permiten la implicación de las comunidades locales de los países socios en los procesos de inclusión de las personas migrantes, la construcción de valores compartidos y prácticas de acogida innovadoras que permitan la promoción de la ciudadanía activa y los procesos de convivencia pacífica”, explica Laura García Rebolo.

“Aunque fue una iniciativa un poco complicada para muchos asistentes ya que la presentación de la guía se realizaba en inglés, el sentir general fue de admiración hacia el proceso y ganas de poder acceder al material definitivo. Recibimos muchas felicitaciones de otras entidades. Estas nos dijeron que les parecía un proyecto muy interesante. Desde las áreas de Acción Social e Infancia y Familia de Fundación SAMU, dentro de las cuales se enmarca este proyecto, hemos recibido una valoración muy positiva y el impulso para continuar con iniciativas de esta índole”, continua Rebolo.

Uno de los objetivos de estos eventos trasnacionales es la creación y el fortalecimiento de redes entre diferentes organizaciones y países que puedan colaborar en la construcción de una Europa más fuerte y mejor.

ISL SAMU Dúrcal: un espacio creativo para sanar y conectar

Durante los últimos meses, en el centro ISL SAMU Dúrcal (Granada) se ha llevado a cabo un taller de arteterapia en colaboración con la asociación The Red Pencil Europe. El programa se divide en dos fases: la primera se centra en la formación del equipo profesional en la metodología y razón de ser de la arteterapia; y la segunda fase está dirigida a los menores residentes del recurso, con un total de 12 sesiones impartidas en el propio centro.

Este proyecto ha ofrecido una plataforma única para explorar y expresar vivencias, emociones, necesidades y preocupaciones. A través de diversas técnicas artísticas, cada sesión ha proporcionado un entorno seguro y creativo donde poder compartir historias personales y conectar con las emociones.

Esta experiencia ha permitido a los jóvenes explorar una variedad de medios artísticos, incluyendo la pintura, el dibujo y la escultura. Cada sesión ha sido diseñada para abordar diferentes temas relevantes para los adolescentes, como la identidad, la resiliencia y el duelo. Bajo la guía de Irene Rodríguez, terapeuta especializada, los participantes encontraron en el arte una forma de comunicar lo que a menudo es difícil de expresar con palabras.

Uno de los logros más destacados del taller ha sido la creación de un mural colectivo que simboliza la diversidad y la unidad del grupo. Este mural, que ahora se exhibe en el centro, no solo refleja las experiencias individuales de los adolescentes, sino también su capacidad para trabajar juntos y apoyarse mutuamente en su nueva vida.

Los participantes del taller han expresado una gran satisfacción e implicación al poder compartir sus historias y conectar con otros jóvenes que atraviesan situaciones similares. “Me siento más comprendido y menos solo”, comentó uno de los participantes. Asimismo, al finalizar cada sesión se realizaron reuniones de seguimiento entre la terapeuta especializada y el área de Psicología del ISL SAMU Dúrcal, lo que ha permitido detectar nuevas necesidades y preocupaciones que deben ser abordadas.

El taller de arteterapia ha demostrado ser una herramienta valiosa no solo para la expresión personal, sino también para el fortalecimiento de la comunidad dentro del centro de acogimiento. En un contexto donde la migración forzada y la separación familiar pueden generar profundos sentimientos de pérdida y desarraigo y donde existe una clara barrera idiomática, iniciativas como este taller de arteterapia son esenciales para el bienestar emocional de los adolescentes. Este tipo de vivencias proporcionan un espacio donde los jóvenes pueden crecer y encontrar un sentido de pertenencia en su nueva realidad.

Sevilla Integra beneficia a más de 500 personas

El programa de empleo Sevilla Integra, subvencionado por el Ayuntamiento de Sevilla, cumple en noviembre su primer aniversario. Este programa, dedicado a la inclusión social y laboral de personas en situación de vulnerabilidad, ha demostrado ser una herramienta para mejorar la calidad de vida de sus beneficiarios y promover una sociedad más justa.

En este primer año, más de 500 personas han sido atendidas por Fundación SAMU en los distritos de Casco Antiguo, Triana y Los Remedios, donde la entidad desarrolla el programa. El objetivo principal es facilitar o mejorar la inserción sociolaboral a través de la realización de itinerarios personalizados de inserción utilizando para ello diversos métodos, instrumentos y recursos que faciliten el empleo y la mejora de la empleabilidad de las personas en situación de dificultad de inserción, logrando una mejor posición ante el mercado laboral.

En total, 535 personas han participado en una de las 35 acciones de información y sensibilización llevadas a cabo durante este año; 327 han participado en acciones de orientación sociolaboral; y 132 han realizado prácticas profesionales. En la actualidad, 350 personas tiene abierto un itinerario personalizado de inserción con Fundación SAMU a través del programa Sevilla Integra.

Sevilla Integra ha desarrollado iniciativas que abarcan desde la formación y capacitación laboral hasta el apoyo psicosocial y la mediación intercultural. Uno de los logros más notables del proyecto ha sido la implementación de competencias técnicas en diversos sectores como administración, comercio, logística y ayuda a domicilio. Estas formaciones no solo han proporcionado habilidades técnicas a los participantes, sino que también han reforzado su autoestima y confianza, elementos clave para la integración de estas personas en el mercado laboral.

Recientemente, 75 personas realizaron en Escuela SAMU un curso de 100 horas de Atención Sociosanitaria en Domicilio y el 80% de las personas que realizaron esta formación y, posteriormente, prácticas laborales lograron un empleo en la misma empresa en la que realizaron las prácticas, según explica Jesús Sarasola, coordinador de Sevilla Integra.

En total, el Ayuntamiento de Sevilla, a través del área de Cartuja, Parques Innovadores, Empleo, Economía y Comercio, aporta 4.353.082 euros de la cantidad total del programa, que asciende a 4.867.103 euros con la aportación de las diez entidades que desarrollan el programa, entre ellas Fundación SAMU, en los diferentes distritos de Sevilla.

“Desde SAMU valoramos de manera muy positiva este primer año y el feedback que recibimos por parte de los usuarios atendidos también es muy positivo. Se muestran muy contentos con los resultados, sobre todo porque nos adaptamos a sus necesidades y no les mareamos. Buscamos su inserción laboral en el menor tiempo posible”, explica el coordinador de Sevilla Integra.

Sarasola reconoce que los usuarios que SAMU atiende en este programa cuentan, en su mayoría, con formación previa, competencias y valores. “Hay dos perfiles diferentes de usuarios. Por un lado, hay un grupo de personas que necesitan actualizarse y renovarse para reincorporarse al mercado laboral. Por ejemplo, en los cursos de auxiliar administrativo hay muchas mujeres que trabajaban en este sector y que necesitar adquirir nuevas competencias. Pero también trabajamos con muchas personas inmigrantes que nos derivan desde la Comisión Española de Ayuda al Refugiado y que viven en el centro de la ciudad”, apunta el coordinador del proyecto. Este proyecto de empleo comenzó el 20 de noviembre y tendrá una duración de 18 meses.