Una oportunidad real para las personas sin hogar en SAMU

El Programa de Inserción Social y Laboral para Personas sin Hogar en Andalucía, financiado por la Comisión Europea y la Junta de Andalucía, cumple un año de vida. Fundación SAMU es la organización encargada de gestionar este recurso en las provincias de Córdoba, Sevilla, Huelva y Cádiz, y en su primer año de ejecución ha obtenido unos datos exitosos.

La I Estrategia de Atención a Personas Sin Hogar en Andalucía 2023-2026 ha puesto el foco de atención en las alarmantes cifras de personas que se encuentran en situación de sinhogarismo, algo que afecta a personas de distintos perfiles y que, por diferentes causas, se han visto obligadas a pernoctar en la calle o a hacer uso de recursos o dispositivos específicos.

El Programa de Inserción Social y Laboral para Personas Sin Hogar en Andalucía desarrolla, a través de un equipo técnico multidisciplinar, itinerarios personalizados de inserción con una atención individualizada e integral que cubre todas las necesidades de manutención y alojamiento, así como las necesidades básicas y específicas, al mismo tiempo que trabaja para lograr la inserción social y laboral de las personas sin hogar que se benefician de este proyecto.

Durante el primer año de ejecución del programa por parte de Fundación SAMU, se han atendido a 102 personas, de las cuales 60 han logrado su inserción laboral y 40 han accedido a formaciones que han mejorado su empleabilidad. En total se han contabilizado más de 5.700 actuaciones que han permitido regular la situación administrativa de las personas beneficiarias, acceder a recursos y prestaciones y alcanzar habilidades sociolaborales y de la vida cotidiana.

Estas cifras muestran cómo personas que carecían de un hogar y de los recursos personales, sociales y económicos necesarios para llevar una vida independiente han vuelto al mercado laboral y presentan una notable mejora de las habilidades sociales y personales para el desarrollo de una vida autónoma.

También hay que destacar el uso del trabajo en red y en coordinación que mantiene Fundación SAMU con las diferentes entidades implicadas, lo que permite enriquecer la praxis y optimizar los recursos.

Mohamed y Karim, los héroes de El Chorrillo

Karim Benaboura y Mohamed Kharbach pasaban la tarde del 27 de mayo en la playa de El Chorrillo, en Ceuta, junto a otros compañeros mientras, allí en el mar, junto al segundo espigón, tres chicos disfrutaban de un baño. La plácida escena, habitual de un día de inicio de verano en las playas de la ciudad, se llenó de angustia y nervios cuando uno de los nadadores empezó a mostrar dificultades para mantenerse a flote. Se ahogaba, mientras los gritos de alerta y la confusión se sucedían en la arena. Entonces, Mohamed se lanzó al agua, seguido de Karim, y entre ambos consiguieron alcanzar al joven ceutí en peligro.

En la orilla, Samra Hajjaj, auxiliar técnico educativo del centro Aljarafe, en la zona de Piniers, que acoge a estos dos menores marroquíes, intentaba tranquilizar a su equipo y también a los amigos del joven de 16 años vecino de la ciudad. Mohamed y Karim habían logrado salvarle la vida. Poco después, los servicios de emergencia llegaron al lugar de los hechos.

“No tuvimos miedo. Tranquilos, tranquilos”, explicaban unas horas más tarde a un equipo de periodista de Ceuta TV ambos, sonrientes, algo tímidos ante la cámara, con su español aún en fase de aprendizaje. “Son dos chicos muy generosos, siempre dispuestos a ayudar. Residentes ejemplares”, añadía Samra Hajjaj.

Podemos desvelar esta pequeña historia de dos héroes anónimos a través del retrato de ambos jóvenes, realizado por la responsable del centro Aljarafe Ceuta, María Jesús Contreras.

Karim Benaboura es un chico natural de Oued Lao (Marruecos). Su pasión es el deporte y su máxima aspiración, ser futbolista profesional. Decidido, maduro y responsable, él mismo contactó insistentemente con el periódico local hasta que consiguió que le entrevistarán para contar su historia y así poder buscar ayuda para ser futbolista. “Su comportamiento es excelente. Es educado, cuidadoso con sus cosas y muy preocupado e implicado en su futuro”, describe María Jesús Contreras, responsable del centro Aljarafe Ceuta.

Mohamed Kharbach, por su parte, nació en Tetuán (Marruecos). Según relata María Jesús Contreras, es un chico muy educado y amable. Tiene formación de peluquero y barbero en su país, oficio en el que quiere seguir formándose y que aspira a desempeñar de manera profesional en un futuro.

Mohamed es noble, sensible y familiar. “Suele mostrar dualidad de sentimientos: por un lado quiere prosperar y sabe que en su país no lo va a conseguir; por otro lado, echa muchísimo de menos a su madre, por la que siente devoción. Siempre saca fuerzas de la relación tan cercana con el equipo educativo de Aljarafe para ir superando los días lejos de los suyos hasta poder conseguir sus objetivos vitales”, apunta Contreras.

Fundación SAMU tiene el encargo del Área de Menores de la Ciudad Autónoma de Ceuta de la gestión de la emergencia que supone la entrada de menores migrantes no acompañados por un referente adulto por la frontera con Marruecos.

Para ello, la fundación ha puesto a disposición del Área de Menores tres centros, dos de acogida inmediata y un centro de Inserción Sociolaboral, tal y como explica Siham Khalifa, subdirectora del Área de Infancia y Familia.

El centro de Nueva Esperanza tiene capacidad para la atención de 60 menores de edad. Es el centro de recepción diseñado para atender las necesidades básicas de los menores y asegurar su bienestar. “Nuestro objetivo es proporcionar un entorno seguro y adecuado para la primera acogida de un menor de edad sin acompañamiento de un referente adulto”, señala Siham Khalifa.

Apoyo psicológico

El centro Aljarafe, con una capacidad para la atención de 60 menores y donde residen Karim Benaboura y Mohamed Kharbach , da continuidad al trabajo realizado en el centro de recepción. Aquí se pone el foco en el apoyo psicológico que ayuda a los menores a afrontar el trauma y el estrés derivado de su situación migratoria.

Por último, el centro de Inserción Sociolaboral ISL Triana, con una capacidad para la atención de 36 menores, tiene el objeto de diseñar itinerarios personalizados de inserción de cara a la transición a la vida independiente de los menores acogidos, una vez cumplida la mayoría de edad. “Su meta es la formación y capacitación a través de programas que preparen a los menores para una vida independiente y autosuficiente”, añade la subdirectora del área.

Uno de los pilares de la atención a menores migrantes por parte de Fundación SAMU es el acceso a la educación formal e informal, incluyendo clases de idioma del país de acogida, e implementando programas que promuevan la integración cultural y social de los menores en la comunidad local.
Todos los centros gestionados por Fundación SAMU trabajan en coordinación y colaboración con otras instituciones públicas y organizaciones, tanto gubernamentales como no gubernamentales, para asegurar una atención integral y efectiva de estos menores.

Emplea Sevilla Integra llega a más de 400 personas

El proyecto de inserción laboral Emplea Sevilla Integra cumple seis meses en funcionamiento. Esta iniciativa, desarrollada por Fundación SAMU en el Casco Antiguo de Sevilla con la cofinanciación del Ayuntamiento de la ciudad, tiene como objetivo principal facilitar la inserción sociolaboral de personas en riesgo de exclusión social y a mejorar las posibilidades de incorporación al mercado de trabajo mediante la realización de itinerarios personalizados de inserción. En concreto, Fundación SAMU atiende a personas empadronadas en los distritos de Casco Antiguo, Triana y Los Remedios, y ofrece sus servicios en la calle Juan de Pineda, 112.

Entre las diferentes líneas de actuación de este programa destacan las competencias técnicas como formaciones específicas, intermediación laboral y prácticas profesionales en empresas. Estas acciones permiten ofrecer a las personas participantes un acompañamiento adaptado a sus necesidades sociolaborales que faciliten su inserción en el mercado laboral.

En estos seis meses, Fundación SAMU ha logrado sensibilizar a más de 400 personas, alcanzando así más del 50% de los objetivos establecidos por el Ayuntamiento de Sevilla en el marco de la Convocatoria de subvenciones Sevilla Integra 2023-2024.

Para promover la inserción laboral con plenas garantías, Fundación SAMU ha realizado diversas formaciones técnicas, como por ejemplo de atención al público, logística, mozo de almacén, atención sociosanitaria y/o auxiliar de administración. En total, desde noviembre, 85 personas se han beneficiado ya de estas formaciones.

“Aunque queda aún mucho camino por recorrer, desde Fundación SAMU seguimos apostando por el trabajo en red con diferentes entidades, la plena inclusión de los colectivos que atendemos y la igualdad de oportunidades”, apuntan desde el área de Dependencia e Inclusión Social de Fundación SAMU.

En total, diez entidades, entre ellas Fundación SAMU, firmaron el pasado 9 de noviembre con el Consistorio de Sevilla los convenios pertinentes para el desarrollo del programa Sevilla Integra 2023-24. A través de esta firma, el Ayuntamiento de Sevilla se comprometía a aportar 4,35 millones de euros par promover la integración laboral.

El programa Sevilla Integra 2023-24 es un servicio público y se está llevando a cabo en todos los distritos, aunque centra sus esfuerzos en los barrios de atención preferente, donde la inserción laboral es más difícil. Las entidades participantes y las zonas en las que actuarán son: Aforcade (distrito Norte); Persán (distrito Macarena, Polígono Norte-El Vacie y El Cerezo); Asociación Paz y Bien (Sevilla Este y Parque Alcosa); ADE (Torreblanca); Fundación Randstad (El Cerro del Águila y Palmete-Padre Pío-La Plata); Acción Laboral (resto del distrito Cerro-Amate, incluido Tres Barrios); Fundación Don Bosco (Polígono Sur); Fundomar (resto del distrito Sur y distrito Bellavista-La Palmera); Fundación SAMU (Casco Antiguo, Triana y Los Remedios); y Nortempo (distritos Nervión y San Pablo Santa Justa).

Para participar en este programa de empleo, las personas interesadas deben estar desempleadas o con un contrato parcial de menos del 50% de la jornada laboral establecida en su convenio colectivo y que, por diversas circunstancias económicas, sociales, familiares y personales presenten mayor vulnerabilidad social y, por tanto, tienen más dificultad de inserción.

También deben estar empadronados en la ciudad de Sevilla durante todo el tiempo que dure su participación en el programa. Y tener la edad legalmente establecida para trabajar en España, según la normativa vigente en el Estatuto de los Trabajadores.

T-Acompañamos: empleo e inclusión en Huelva

Fundación SAMU, en su filosofía por ayudar a colectivos vulnerables, puso en marcha a principios de año en Huelva el proyecto T-Acompañamos, un programa de proyectos integrales para la inserción laboral. La iniciativa está cofinanciada por el Fondo Social Europeo y el Servicio Andaluz de Empleo, dependiente de la Consejería de Empleo de la Junta de Andalucía.

El objetivo es lograr una mejora de la empleabilidad y la inserción laboral de personas pertenecientes a los colectivos vulnerables que residen en Andalucía. Para ello, se han articulado una serie de actuaciones como la orientación laboral y la formación para la adquisición de conocimientos técnicos y mejora de las competencias laborales, así como acciones de intermediación e inserción.

Desde el 20 de mayo, la sede de Fundación SAMU en Huelva está desarrollando la acción formativa Auxiliar de Ayuda a Domicilio. Son los profesionales en atención sociosanitaria de SAMU los encargados de impartir esta formación, dirigida a la adquisición de los conocimientos para una correcta intervención y atención sociosanitaria a personas dependientes en su domicilio.

Los alumnos de este programa acudieron el 31 de mayo a la Escuela de Oficios de SAMU, en Gelves (Sevilla), donde conocieron las instalaciones y recibieron una formación en el manejo de una grúa de atención domiciliaria a personas dependientes. Fue una jornada muy productiva.

El equipo técnico de Huelva ha logrado implicar en esta acción a Macrosad, empresa de prestación de servicios de ayuda a domicilio. Esta entidad impartió una charla informativa al alumnado sobre el funcionamiento de las empresas del sector e informó sobre la apertura de una bolsa de empleo específica para las personas participantes en esta formación.

Con este proyecto, Fundación SAMU desembarca en Huelva en el ámbito del empleo con el final objeto de ampliar su campo de acción a la inserción sociolaboral de personas pertenecientes a colectivos vulnerables y continuar creciendo como entidad con vocación de utilidad pública.

Laura G. Rebolo: “La protección a la infancia es mi estilo de vida”

Laura García Rebolo (Minas de Riotinto, Huelva, 1974) comenzó a trabajar en Fundación SAMU hace tres años. Hoy es directora del CPM Conflicto Social Sanlúcar la Mayor, tiene funciones de dirección técnica de calidad en el Área de Infancia y Familia de SAMU y coordina el proyecto Erasmus+ K2 Languages of Welcome.

—¿Cuándo comenzó a trabajar en Fundación SAMU?
—Fui subrogada hace tres años. Provenía de una entidad que yo misma había fundado junto con unos compañeros cuando estaba en la facultad. En ella comencé mi trayectoria profesional en el año 1995 como educadora y terminé siendo vicepresidenta y coordinadora general de todos los proyectos de la entidad.

—¿Cómo ha sido su evolución dentro de la organización?
—Yo la definiría como serpenteante. Cuando llegué a SAMU perdí toda mi categoría profesional y tuve que comenzar desde cero con 47 años como educadora en el turno de noche. Me he tenido que esforzar mucho para demostrar mi experiencia y valía en una macro organización donde no me conocía nadie. Todavía lo hago a día de hoy.

—¿Cuáles son sus funciones actuales dentro de SAMU?
—Actualmente soy la directora del Centro para Menores en Conflicto Social Sanlúcar la Mayor, en la provincia de Sevilla, pero también tengo funciones de dirección técnica de calidad en el Área de Infancia y Familia de Fundación SAMU, coordiné el proyecto de educación para el desarrollo El Cerezo y ahora coordino el proyecto Erasmus+ K2 Languages of Welcome. Eventualmente, cocino y pinto habitaciones. Pero lo que más me gusta es poner a gente en contacto, establecer vínculos y colaboraciones, como por ejemplo con Red Pencil Internacional en Bruselas o con la Fundación Enmmanuelle en Italia.

—¿Cómo se organiza para poder estar al frente de tantos proyectos?
—No sabría contestar bien a esta pregunta. Digamos que mi cerebro es lo suficientemente neurodivergente como para concentrarme aunque caigan morteros sobre el cabecero de mi cama al mismo tiempo que me intereso por las 95 lunas de Júpiter.

—¿Cómo es su día a día con los chicos del centro de menores que dirige?
—Soy pedagoga de vocación y de formación y siempre he sostenido que con la represión se consiguen muchas cosas, pero con el afecto se consiguen muchas más. Firmeza y amor, ese ha sido siempre mi lema y con él moriré en las trincheras. Desde muy pequeña, en mi comunidad religiosa, aprendí que la entrega al prójimo es la base de la transformación. No soy amiga de la caridad, prefiero la justicia y la solidaridad. La protección a la infancia es mi estilo de vida. Los que están cerca de mí lo saben. Y esto solo se consigue estando cerca y disponible. Algunos me regañan porque soy un sí a todo, pero lo cierto es que, cuando esté muerta, ya nada podré hacer. Hacer es mi palabra favorita. Hagámoslo posible, una construcción gramatical perfecta.

—¿Qué es lo que más le gusta del contacto directo con estos chicos?
—Este trabajo es bidireccional. Te enseña, se aprende cada día de ellos. Se aprende mucho de este mundo hostil y bello al mismo tiempo. Creo que lo que más me gusta del trabajo con los niños y niñas que están en situación de desprotección es haberme convertido en una persona con conciencia, no solo con conciencia social, sino también con conciencia de mí misma, de lo afortunada que soy de ser una mujer blanca en Occidente que genera plusvalía y que jamás ha hipotecado su emancipación. Soy una privilegiada y me debo a mi profesión de fe.

—¿Cuáles son las principales dificultades a las que se enfrenta en el centro para menores en conflicto social?
—El dolor ajeno, en primer lugar. Las personas que estamos muy cerca de niños y niñas altamente traumatizados, con historias de vida que ni los libros son capaces de contar, estamos expuestos a unas dosis altísimas de dolor por ósmosis y, ante eso, tienes dos opciones, o sucumbes o te haces fuerte. Fuerte por ellos. A mí, incluso, me ha enseñado a ser mejor madre, mejor compañera. Luego aparecen las dificultades estructurales, la administración y su burocracia, los recursos materiales y humanos. No hay que restarle importancia a lo complicado que es eso de gestionar también.

—Además de directora de un centro de menores, también coordina el proyecto europeo K2 Languages of Welcome. ¿Cómo se embarcó en este proyecto y por qué?
—Primero le contestaré al por qué: porque si yo me quedo quietecita reviento por un ojo. Es así desde que soy pequeñita. Luego le diré que soy amante de los pequeños proyectos, los que dan vida, los que te hacen estar muy cerca de un grupo pequeño de personas y te sientes útil y al mismo tiempo feliz. Esos proyectos te vinculan con personas de diferentes condiciones, religiones, ideologías. Y eso es bien. El proyecto Languages of Welcome se me ocurrió cuando coordinaba el recurso de inserción sociolaboral para jóvenes de SAMU DISL Alcalá. Allí todos son muy jóvenes y entusiastas, unos compañeros maravillosos. Yo tengo muchos contactos. Después de tantos años en la intervención social, siempre he dicho que mis ejércitos son enormes. Solo tuve que escribir un par de emails, conseguir la aprobación de la dirección del área de Infancia y Familia de SAMU y voilá… nos vimos en Italia con personas de Grecia, Portugal, Irán, Colombia, Argentina, México. Y nos trajimos muchos contactos para Fundación SAMU.

—¿Cuál es el objetivo principal de este proyecto?
—Hace años que la Comisión Europea tiene un enfoque centrado en la integración cívica. No podemos seguir formando guetos de personas migrantes en la vieja Europa. La integración total es la única salida para que no estallen rivalidades o problemas interculturales que se puedan llegar a enquistar como ha ocurrido tantas veces. Languages of Welcome constituye un espacio de construcción de herramientas y estrategias para facilitar la integración de personas migrantes desde un enfoque innovador que pone el énfasis en la creación artística, el lenguaje del cuerpo y del alma, el teatro social, la expresión a través del arte para facilitar la incorporación de las personas a nuevos contextos existenciales y donde deben formar parte de la comunidad con garantías de éxito.

—¿Por qué Fundación SAMU decidió participar en este proyecto junto a socios de otros países?
—Las iniciativas K2 están relacionadas con el intercambio de buenas prácticas. Mediterráneo norte y frontera sur tienen muchas cosas en común y distintos lenguajes que se deben interconectar para construir un corpus integrado de intervención. No hay mucha diferencia entre Lampedusa y Algeciras cuando se trata de abordar a la persona que migra, pero si no compartimos esos saberes, seguiremos siendo francotiradores. A mí esto último se me da bien, puedo ser certera, pero en equipo se consigue mucho más. Languages of Welcome culminará con un Manual de Buenas Prácticas Internacional. Esto es todo un reto y un gran éxito que genera corpus de conocimiento colectivo.

—¿Por qué es importante un intercambio de buenas prácticas a gran escala?
—Porque la colaboración es la única esperanza que nos queda. A nuestros hijos pequeños solemos decirles: si solo no puedes, con amigos, sí. Todos conocemos la teoría darwiniana de la selección natural, pero muchos desconocen los estudios de Peter Kropotkin sobre el apoyo mutuo. Realmente, las especies que sobreviven son aquellas que colaboran entre ellas. La colaboración es la base de mi enfoque en la intervención social, y con mucho amor, aunque algunos se rían de esto último.

—¿Cuáles son los principales retos a los que se ha enfrentado dentro de este proyecto internacional?
—Es un proyecto pequeño, tiene poco presupuesto, requiere que todos los agentes de Fundación SAMU le pongan mucho cariño e intención porque no es precisamente la gallina de los huevos de oro. Pero, visto a largo plazo, esta iniciativa engloba un montón de proyectos futuros mucho más rentables y relevantes. Me siento afortunada en ese sentido. Los compañeros de Fundación SAMU de otras áreas me abren los brazos. Somos un equipo pequeño constituido por cinco personas, y entre los cinco tenemos que hacer magia. Pues la hacemos, y nos reímos. La risa que no se pierda nunca, por favor.

El proyecto internacional ‘Languages of Welcome’ llega a Sevilla para humanizar la migración

Fundación SAMU, a través de su área de Infancia y Familia, participa desde el año pasado en el programa Erasmus+ K2 Languages of Welcome, que se desarrolla en el marco de las iniciativas de la Comisión Europea para el intercambio de buenas prácticas entre distintos países miembros y países vecinos. Es un curso formativo sobre migración e inclusión a partir de buenas prácticas y para el cual se cuenta con la colaboración de Fundacione Emmanuel, con sede en Lecce (Italia). Esta iniciativa tiene financiación de la Unión Europea a través de su programa de movilidad Erasmus Plus (+).

Las actividades de Erasmus+ se basan en intercambios formativos de prácticas ejemplares en el marco de la Unión Europea. Este tipo de actividades ponen en contacto a entidades no gubernamentales y los jóvenes vinculados a estas entidades de distintos países, bien porque son usuarios de los servicios que ofrecen o bien porque forman parte de su personal laboral. En el caso concreto de la iniciativa K2 no se trata solo de población joven, sino que, por el contrario, está dirigido a activos con más experiencia de las distintas entidades.

El objetivo principal de este tipo de iniciativas es el de establecer redes de comunicación y colaboración en iniciativas globales que potencien la implantación internacional de la entidad, la mejora de las competencias sociolaborales de sus equipos y, por supuesto, los estándares de calidad de las organizaciones participantes.

Italia es el socio principal del programa (Fundación Enmmanuel) y España el segundo socio a través de Fundación SAMU. En este proyecto internacional también participan otras entidades procedentes de Portugal, Grecia, Albania y Túnez.

Este proyecto se divide en tres partes que se desarrollarán a lo largo de dos años, 2023-2025. La primera de ellas consistió en un entrenamiento para profesionales que tuvo lugar en la ciudad italiana de Lecce. El equipo español enviado por Fundación SAMU estuvo constituido por tres personas: Laura García Rebolo como líder de grupo, Sofía Álvarez y María Arcas. Todas ellas profesionales especializadas en atención y protección a la infancia, sobre todo en intervención con jóvenes extranjeros.

En la segunda fase parte del proyecto, cada uno de los países participantes llevará a cabo una actividad local centrada en el desarrollo de buenas prácticas y metodologías de innovación en intervención educativa y social con población joven migrante.

En el caso de Fundación SAMU, su actividad se celebró el 6 de junio en las instalaciones del DISL Alcalá, en Alcalá de Guadaíra (Sevilla). En el evento participaron más de cincuenta personas entre jóvenes de diferentes centros de menores de Fundación SAMU y profesionales. Además, se puso en práctica una de las técnicas que el equipo de SAMU aprendió en el curso de Lecce, en concreto el collage con perspectiva social. “Nos divertimos mucho. Los chicos hicieron unos collages preciosos”, señala Laura García Rebolo, directora técnica de calidad del área de Infancia y Familia de Fundación SAMU y coordinadora del proyecto Erasmus + K2 Languages of Welcome en España.

“Para esta actividad, hicimos uso de la técnica de collage que aprendimos de las compañeras de la entidad Fractals cuando estuvimos en el training course en Lecce. A través de esta técnica trabajamos con nuestros chicos migrantes el significado de la acogida, de la inmersión en otra cultura, del reto que supone migrar y forjarse una nueva vida, de los miedos que eso conlleva. Porque la barrera idiomática es uno de nuestros grandes talones de Aquiles, y el arte nos facilita esa inmersión en el otro. Fue un día de muchísimo calor, por cierto, donde la logística se hacía complicada”, continúa Laura García Rebolo.

Los principales objetivos que se perseguían con este evento fueron concienciar socialmente de las características que presentan los jóvenes migrantes no acompañados y sus necesidades en los países de la UE, además de sus condiciones como protegidos bajo la legislación internacional; generar foros de debate sobre estrategias y recursos para la adecuada acogida e intervención con estos menores; y crear estrategias sinérgicas con otros profesionales que permitan mejorar la intervención y la atención en materia de protección de menores extranjeros no acompañados.

Los contenidos y metodologías de innovación que aporta Fundación SAMU desde una posición de trayectoria y también de innovación en la intervención social se articulan en torno a las siguientes áreas: guías y proyectos educativos de gestión e intervención en centros de protección de menores y, en particular, dispositivos de inserción sociolaboral para jóvenes migrantes no acompañados; estilos de liderazgo y dirección de áreas y centros de protección para jóvenes migrantes no acompañados; parámetros de calidad técnica y efectiva en la actuación, recepción, intervención y protección de menores; actuaciones en emergencia social; y procesos de formación interna y capacitación profesional.

“La Comisión Europea hace años que tiene un enfoque centrado en la integración cívica. No podemos seguir formando guetos de personas migrantes en la vieja Europa. La integración total es la única salida para que no estallen rivalidades o problemas interculturales que se puedan llegar a enquistar como ha ocurrido tantas veces. Languages of Welcome constituye un espacio de construcción de herramientas y estrategias para facilitar la integración de personas migradas desde un enfoque innovador, que pone el énfasis en la creación artística, el lenguaje del cuerpo y del alma, el teatro social, la expresión a través del arte para facilitar la incorporación de las personas a nuevos contextos existenciales y donde deben formar parte de la comunidad con garantías de éxito”.

K2 es un evento que persigue el intercambio de buenas prácticas y ampliar la red de contacto con otras entidades no gubernamentales en el ámbito europeo y de países fronterizos. Es un paso importante para ir afianzando relaciones con posibles activos que permitan a SAMU crecer en red. Además, Languages of Welcome culminará con la publicación de un Manual de Buenas Prácticas Internacional.

“Buenas prácticas hay de muchos tipos, desde las más institucionalizadas y difundidas hasta las más periféricas. En este proyecto apostamos por las buenas prácticas innovadoras centradas en la creatividad y el arte como metodología de expresión del dolor, de la construcción de una nueva identidad colectiva. Por ejemplo, la arteterapia nos permite expresar con las manos, el cuerpo o el arte, en general, aquello para lo que no tenemos palabras. El cuerpo, la danza, nos permite acercarnos a culturas que desconocemos o sobre las que tenemos prejuicios. Cuando ponemos en práctica Human Library, por ejemplo, que es una de nuestras técnicas, rompemos con nuestras ideas previas y nos acercamos al otro a pecho descubierto. ¿Qué eres? ¿Qué soy yo? ¿Qué somos juntos? Así podemos iniciar un espacio de convivencia desde el uno contra uno”, explica Laura G. Rebolo.

La tercera parte del proyecto K2 es un evento multiplicador que se celebrará en Sevilla en 2025 y en el que SAMU será el anfitrión y se pondrá en común todo lo aprendido durante los dos últimos años.

Una mañana mágica de teatro e inclusión

El I Festival de Arte Inclusivo Aplaudiendo la diversidad, organizado por Fundación SAMU y cofinanciado por la Junta de Andalucía, reunió el 16 de mayo a más de 400 personas en La Rinconada (Sevilla), además de numerosos artistas y asociaciones, en un esfuerzo común por utilizar el arte como herramienta de inclusión y cohesión social.

El festival contó con la participación del director general de Personas con Discapacidad de la Junta de Andalucía, Pedro Calbó, y con la delegada de Igualdad, Diversidad y Mayores del Ayuntamiento de La Rinconada, Noelia Ramírez. En el transcurso del mismo, se brindó un homenaje a Danza Mobile por su trayectoria en la creación de espacios que integran las artes y la diversidad.

La presentación del festival estuvo a cargo de Blanca Cárabe, educadora social de Fundación SAMU, que subrayó que “el arte inclusivo garantiza que todas las voces sean escuchadas y todas las formas de expresión sean valoradas, promoviendo la equidad y la diversidad en nuestra sociedad”. El director general de Personas con Discapacidad de la Junta de Andalucía destacó la importancia de “aprovechar todas las herramientas a nuestro alcance para promover la vida autónoma de las personas con discapacidad”.

La jornada comenzó con la actuación del grupo de Bachillerato de Artes Escénicas del Instituto Carmen Laffón de San José de La Rinonada (Sevilla), que presentó una interpretación de El Garrotín. Esta pieza, rica en tradición y alegría, fue un ejemplo de cómo la educación artística puede ser un vehículo para la inclusión y el desarrollo personal y profesional.

Uno de los momentos más conmovedores fue la presentación del Grupo de Teatro Comunitario Castillo de Alcalá. Surgido de la colaboración entre la Asociación Entretierras y Dos Lunas Teatro, este grupo ha trabajado para recuperar y dignificar la memoria del barrio San Miguel-El Castillo de Alcalá de Guadaíra (Sevilla). Su obra De San Miguel al mundo reflejó el poder del teatro comunitario para transformar barrios y rescatar historias.
Fran Contreras, director de teatro social, presentó el cortometraje Soy barrio de mano de la Asociación Liman, conocida por su trabajo con personas en riesgo de exclusión social y la lucha contra las drogodependencias y otras problemáticas sociales. La obra abordó cómo el arte puede ser una vía de resistencia y superación.

El festival también otorgó un reconocimiento a Danza Mobile por su trayectoria desde 1995 en la creación de espacios que integran las artes y la diversidad. Rafael Rueda, director del área de Dependencia e Inclusión Social de Fundación SAMU, y Carlos Álvarez Leiva, presidente-fundador de la entidad, destacaron la labor fundamental de Danza Mobile en la promoción de la inclusión artística de personas con discapacidad. Su esfuerzo ha sido reconocido con numerosos premios, entre ellos el Premio MAX Social y el Dionisios de la Unesco. Sara Barker, bailarina y docente de la compañía, recibió el galardón en representación de Danza Mobile.

El broche de oro lo puso la compañía de artes escénicas de Fundación SAMU Idilio Escénico, que cerró el festival con la pieza Estoy aquí, ¿me ves?. Es una obra que explora las emociones e identidades a cargo de las personas con discapacidad usuarias de las residencias sevillanas San Sebastián y Santa Ana, y la Unidad de Estancia Diurna San Lucas, de la mano de la docente y coreógrafa Rosa Gata. Su actuación no solo mostró el talento de sus integrantes, sino también el impacto positivo del arte en la promoción del bienestar y la inclusión.

Blanca Carabé destacó que el I Festival de Arte Inclusivo no solo fue una celebración del arte y la diversidad, sino también “una poderosa declaración de compromiso con la inclusión y el reconocimiento de todas las voces”.

El I Festival de Arte Inclusivo ha sido el culmen a un curso en el que, tras varios años en pausa, Fundación SAMU ha logrado recuperar el proyecto de Idilio Escénico.

Este proyecto nació hace casi ocho años en el seno de la Residencia San Sebastián, en Cantillana (Sevilla), entre los propios residentes del centro bajo la dirección de Alba Garrido, por aquel entonces educadora del centro.

A finales de 2017, tras un año de duro trabajo, montaje, muchas repeticiones para que los actores memorizaran sus movimientos y posiciones en el escenario, de nuevas incorporaciones y bajas inesperadas, de tardes buenas pero también de otras malas, Idilio Escénico debutó con la obra Sinergia en la Casa de la Cultura de Cantillana con motivo del Día de la Discapacidad. El debut fue un gran éxito. A partir de entonces no cesaron de representar la obra por diferentes puntos de la provincia de Sevilla.

Sin embargo, la pandemia del coronavirus paró en seco el proyecto. La alerta sanitaria por el Covid-19 y otras circunstancias impidieron que la compañía continuara creciendo.

En febrero de este año, Idilio Escénico logró renacer con fuerza y se ha convertido en una iniciativa que va más allá de la mera expresión artística para erigirse como un faro de inclusión social para las personas usuarias de los centros de atención a personas con discapacidad de Fundación SAMU de la provincia de Sevilla. De hecho, en esta segunda etapa del proyecto, ya no sólo participan usuarios de la Residencia San Sebastián sino que también se han unido los de la Residencia Santa Ana y la Unidad de Estancia Diurna San Lucas, ambos centros situados en Sevilla capital. Además, las nuevas sesiones cuentan con la participación de personas voluntarias sin discapacidad.

 

 

María José Tinoco, directora de Acción Social de SAMU: “Aquí siempre hay alguien que ve y valora tu esfuerzo”

María José Tinoco Rodríguez (Badajoz, 1970) cuenta con una experiencia de más de 30 años en servicios sociales. Llegó a SAMU en 2012. En plena pandemia del coronavirus, fue nombrada directora del área de Dependencia e Inclusión Social y, desde la primavera de 2024, asume la nueva
dirección de Acción Social

—Cuenta con una larga trayectoria en el ámbito de los servicios sociales. ¿Por qué decidió centrar su carrera profesional en este campo?
—Llevo trabajando 31 años, siempre en el ámbito de los servicios sociales, y durante 22 de estos años me he dedicado a la gestión de centros sociosanitarios, sobre todo de residencias de personas mayores y, luego, de recursos especializados en la atención de personas con discapacidad intelectual y graves trastornos de conducta. Realmente, llegué a la dirección de centros casi por accidente, sin saber la ventana que se me abría a grandes retos.

—¿Cuándo comenzó a trabajar en SAMU?
—Llegué a SAMU en 2012. Cambié de trabajo porque deseaba acercarme a mi lugar de residencia después de 11 años conduciendo 90 kilómetros diariamente. Cuando comencé a trabajar en SAMU, asumí la gestión de una residencia de mayores en el centro de Sevilla. Fue una etapa magnífica en la que descubrí el potencial de SAMU. Aquí encontré una gran oportunidad para desarrollar todo lo que había aprendido hasta el momento en la dirección de los centros. Además, en SAMU tomaba un lugar preeminente el respeto a los derechos de las personas usuarias. No me podía imaginar la trayectoria que viviría en SAMU. En esta organización se aplican valores tan importantes como la mejora continua, el compromiso con las personas, la iniciativa o la calidez, así como el concepto de empoderamiento de los profesionales y del liderazgo como pilar de las buenas prácticas. Aquí siempre hay alguien que ve y valora tu esfuerzo y compromiso.

—Antes de asumir la nueva dirección de Acción Social, ha sido directora del área de Dependencia e Inclusión Social de SAMU. ¿Cómo ha vivido esta etapa?
—En marzo de 2020, en plena pandemia del Covid-19, Carlos González de Escalada, presidente-director general de SAMU, me propuso asumir la dirección del área de Discapacidad, que fue como se llamó inicialmente. Realmente, el área en sí no existía, estaba todo por hacer. Es más, estaba sola. Comencé a coordinar los centros que ya existían, a darles unidad metodológica, con criterios de calidad. Y, paralelamente, comencé a entrar en el mundo de las licitaciones y los proyectos, los presupuestos y la relación con las administraciones. Poco a poco, fui contando con profesionales que sumaban competencias. Siento un profundo agradecimiento hacia las personas que colaboraron en un principio conmigo mientras continuaban en sus centros de trabajo. Son personas que, a día de hoy, continúan colaborando conmigo. Por otro lado, fue todo un reto escribir el libro Dirección de centros sociosanitarios en 2021 y crear la matriz de Calidad SAMS, también en 2021, que establece unos estándares necesarios para que nuestros centros sean magníficos. La creación de los Grupos de Reflexión Ética en los centros del área fue un plus. Ésta es una herramienta magnífica para vigilar internamente el respeto a los derechos de las personas usuarias.

—Recientemente, SAMU ha creado la dirección de Acción Social. ¿Qué engloba exactamente esta nueva dirección?
—En la primavera de 2024 me propusieron asumir la dirección de Acción Social, que engloba las áreas de Infancia y Familia, Dependencia e Inclusión Social, y la de Atención Socioeducativa y de la Mujer. SAMU quiere contar con una persona que tenga voz en espacios de decisión en el ámbito de las operaciones de la acción social, que pueda darle unidad técnica a todos nuestros servicios y que sea el apoyo de las direcciones de área en el desarrollo de su actividad.

—¿Qué necesidades se intentan cubrir con esta nueva dirección?
—El propio crecimiento y desarrollo de la organización ha generado la necesidad de completar el organigrama con alguien que conozca la dinámica de los centros y el resto de las competencias que asumen las direcciones de área, y que, al mismo tiempo, ayude a impulsar otras materias trasversales como la implantación digital, el plan de igualdad y otros procedimientos de gestión. La dirección de Acción Social se crea para darle unidad a todas las áreas mencionadas. Asume las funciones de dirección de operaciones en el ámbito de la atención a las personas vulnerables y puede participar en decisiones estratégicas de la organización desde el conocimiento de la realidad de la intervención social. Más de 2.000 profesionales trabajan en las tres áreas que integran la dirección de Acción Social, por lo que es indudable la incidencia de SAMU en muchas personas vulnerables a través de sus programas.

—¿Qué ha significado para usted este ascenso?
—Este nombramiento lo interpreto como una muestra de confianza en mi trabajo y mi lealtad a la organización. Creo que es un reconocimiento, nunca demandado ni esperado por mi parte, y que agradezco. Pero también soy consciente de que no viene exento de esfuerzo, deshoras y responsabilidad, pues cualquier decisión que tome afecta a muchas personas. Cada cargo que he ostentado me ha requerido entrega, esfuerzo, dedicación y aprendizaje. Nunca me he acomodado. Con cada cambio he asumido un mayor nivel de responsabilidad, pero siempre sobre unos cimientos bien asentados que me han impulsado al siguiente nivel.

—¿Cuáles son los principales retos a los que se va a enfrentar como directora de Acción Social de SAMU?
—Los inicios no son fáciles, sobre todo los que afectan a la gestión de personas, de equipos. De momento, tengo que ponerme al día con el contenido del resto de las áreas. Paralelamente, estamos incrementando los esfuerzos en la implantación digital, la innovación, la apertura de nuevos centros y servicios, la revisión de protocolos y procedimientos, la gestión de la calidad… Hay muchos aspectos trasversales que hay que ordenar para poder conseguir resultados unificados.

—¿Qué significa SAMU para usted?
—Por SAMU no se pasa de puntillas. Sí o sí hay que implicarse. Esta organización te exige en la misma medida que te da autonomía para que te desarrolles profesionalmente. Han pasado 43 años desde que Carlos Álvarez Leiva, fundador de la entidad, se comprometiera con sus sueños, y ahora podemos hablar de SAMU Corporación. Estoy convencida de que no ha sido un camino fácil, ni tan siquiera ahora lo es, pero han sabido ver las oportunidades. Ha exigido una adaptación a los nuevos tiempos, nuevos retos, fortaleciendo a sus equipos, abriendo fronteras. En el horizonte de SAMU está su internacionalización, la digitalización, la innovación. Esto no se construye en un año. El camino ha comenzado y llegaremos al objetivo, como siempre. Esta empresa se caracteriza por asumir nuevos retos continuamente.

—¿Cuáles han sido los principales retos a los que usted ha tenido que hacer frente dentro de SAMU?
—Me costó un gran esfuerzo escribir el libro, de la misma manera que me ayudó a ordenar lo que sabía y lo que iba aprendiendo. También aprendí mucho con las primeras implantaciones de nuevos servicios, así como con el manejo de los pliegos de las licitaciones. Es importante adaptarse a los cambios de la organización, y casi nunca es fácil. He tenido que renunciar a cuestiones personales por el tiempo que me absorbía el trabajo, y también he tenido que aprender a gestionarlo. Aún ando en ello.

—¿De qué proyectos en los que ha participado de manera directa se siente más orgullosa?
—Lo tengo claro: la profesionalización del puesto de dirección en la residencia para personas con discapacidad intelectual San Sebastián de Cantillana (Sevilla), la construcción del área de Dependencia e Inclusión Social con la oportunidad de crecimiento profesional ofrecida a mi equipo, y la publicación del libro Dirección de centros sociosanitarios. El resto de los proyectos han salido gracias a la implicación de otras personas y otros departamentos.

Nueva ruta para promover la aeronáutica adaptada

Sevilla será escenario este año de la celebración de la I Jornada sobre Aeronáutica Adaptada de Andalucía, una iniciativa de Fundación SAMU y el Real Aeroclub de Sevilla, con la colaboración de la Asociación Tablada Centenaria, que tiene como objetivo acercar a las personas con discapacidad al mundo aeronáutico en su camino hacia la inclusión y la normalización social.

La celebración de esta jornada en otoño de este mismo año es uno de los puntos principales del convenio de colaboración rubricado en mayo entre el presidente-director general de SAMU, Carlos González de Escalada, y el presidente del Real Aeroclub de Sevilla, José Luis de Augusto Gil. Este acuerdo une las vocaciones de ambas entidades: promover la inclusión social y laboral de todas las personas, especialmente aquellas que tienen discapacidades físicas o psíquicas y otros colectivos que puedan sufrir riesgos de exclusión social.

En las jornadas sobre aeronáutica adaptada se pretende hacer posible que usuarios de centros de Fundación SAMU con discapacidad física y/o intelectual puedan tener una experiencia directa con la aviación, incluso con bautismos de vuelo, de la mano del equipo del Real Aeroclub de Sevilla, sus instalaciones y su flota de aviones, y con la colaboración de la Asociación Tablada Centenaria, a través de su vicepresidente, el coronel Carlos Rivero. SAMU atendió el año pasado a más de 250 personas con este perfil en los centros que gestiona en la provincia de Sevilla.

Experiencias profesionales

Este programa de colaboración pionero también contempla el desarrollo de experiencias profesionales en mantenimiento y mecánica aeronáutica para los jóvenes usuarios de centros de Fundación SAMU, en su mayoría, menores extranjeros no acompañados. SAMU atendió el año pasado a un total de 637 menores en sus centros de Andalucía. La entidad trabaja en su inclusión social y laboral a través de programas específicos.

El Real Aeroclub de Sevilla, con casi 200 socios y que realiza más de 1.000 vuelos al año tiene como uno de sus principales objetivos la promoción de un enfoque inclusivo en el ámbito de la aviación para individuos con diferentes capacidades físicas y cognitivas. Al mismo tiempo, promueve la conciencia y la educación sobre las necesidades y capacidades de las personas con diversidad funcional en este sector.

Su presidente, José Luis de Augusto Gil, es, de hecho, uno de los pioneros de la aviación adaptada en el país. Este piloto e ingeniero aeronáutico era uno de los especialistas de ensayos en vuelo del avión A400M de Airbus que se estrelló en Sevilla el 9 de mayo de 2015. Sobrevivió al desastre y su vida cambió. Tras recuperar su licencia de vuelo, fundó Newwings, que promueve la inclusión de personas con discapacidad en las actividades aeronáuticas del Aeroclub y se centra en el vuelo de aviones a motor adaptados para el uso por personas con movilidad reducida.

El programa impulsado por Fundación SAMU y el Real Aeroclub de Sevilla también contempla la creación de equipos de investigación y la producción y difusión de publicaciones conjuntas en los ámbitos de aviación e inclusión social. Ambas organizaciones ya trabajan en su desarrollo.

Tolerancia a través del viaje de ‘La barca de Hanielle’

Fundación SAMU se sumó a las celebraciones por el Día del Libro (23 de abril) de una manera muy especial. De la mano de Emilia Laura Arias, autora del libro La barca de Hanielle, el equipo de Cooperación Internacional y Acción Humanitaria de Fundación SAMU, a través de su trabajo en Educación para el Desarrollo Sostenible y Ciudadanía Global, acercaron a más de 70 estudiantes de Primaria y 15 docentes del Colegio Rural Agrupado (CRA) Cuenca del Najerilla en La Rioja una realidad desconocida para muchos.

En 2022, en la ruta migratoria hacia o a través de Europa, perdieron la vida 3.167 personas, la mayor parte de ellas en el Mediterráneo. La mitad de las personas migrantes del mundo proviene de países de ingresos bajos y emigran huyendo de la violencia, los conflictos armados, la pobreza o los desastres naturales. El viaje de la emigración ilegal, opción por la que optan la mayor parte de los migrantes porque no encuentran vías regulares para hacerlo, los enfrenta, además, a riesgos de trata, tráfico, violación y esclavismo, entre otros.

La barca de Hanielle relata una historia de migración con ilustraciones que funcionan en dos planos y muestran lo diferente que pueden ser dos vidas. Por ello, constituye un excelente vehículo para adentrar a niños y niñas en ese mundo y que logren comprender las causas de la migración irregular y los peligros a los que se exponen los niños y niñas que migran junto a sus padres (y en ocasiones solos). De esta manera, a la vez que cuestionan las desigualdades en el mundo, comprenden la importancia de la solidaridad y la empatía con las personas inmigrantes que llegan a sus comunidades.

El alumnado del CRA Cuenca del Najerilla, que lo componen siete centros en total, dio una excelente acogida a esta actividad, demostrando una implicación muy significativa. Gracias a las especiales gafas que el libro facilita, los estudiantes descubrieron las increíbles ilustraciones, dibujadas por Cintia Martín, que junto a la autora, Emilia Arias, les permitieron descubrir otro viaje, el del miedo en la travesía y la esperanza en una costa segura a la que arribar.

Este despertar de conciencia del alumnado quedó expresado en frases como: “Yo antes prefería que no vinieran a mi pueblo y ahora entiendo por qué están aquí. Ya entiendo que también vienen a convivir sin generar problemas”; “Hay personas que migran de otros sitios porque lo necesitan”; “Así nos damos cuenta de lo que tienen que pasar las personas inmigrantes, y que debemos tratarlas bien y aceptarlas”.
Los libros se quedaron en los centros educativos para que el alumnado pudiera llevarlo a casa, compartir la experiencia con su familia y continuar creando conciencia para construir, entre todos, un mundo más justo.

A estas jornadas llevadas a cabo el 23 y 24 de abril, se sumaron a otras actividades de Educación para el Desarrollo que, partiendo de un espacio intergeneracional, la delegación de Fundación SAMU en La Rioja, con sede en Alfaro, viene realizando en los últimos años con alumnos de Infantil, Primaria, Secundaria y Bachillerato de los centros educativos del municipio riojabajeño.

Nuestro agradecimiento profundo al equipo docente del CRA Cuenca del Najerilla y su directora por abrirnos las puertas, así como a los colegas de Sinergos, quienes nos acompañaron en estos dos días de charlas educativas.