Fisioterapia respiratoria para personas con daño cerebral
Desde el inicio de la pandemia se ha hecho más evidente la importancia de la fisioterapia respiratoria en nuestros residentes, algo que se practica en nuestra Residencia Santa Ana desde que comenzó a funcionar el centro. En estos tiempos, queremos compartir nuestra forma de trabajo y experiencias obtenidas con la gran variedad de patologías que padecen los usuarios de nuestro centro.
Las patologías que nos encontramos con frecuencia en la Residencia Santa Ana son infecciones respiratorias, aumento de secreciones de difícil expulsión, enfermedades respiratorias crónicas como disneas, epoc y enfermedades neurodegenerativas con afectación de la musculatura respiratoria, entre otras. De ahí que nuestros objetivos principales sean prevenir estas disfunciones respiratorias y, en el caso de que existan, restablecer la función pulmonar a niveles aceptables.
Se ha hablado mucho en los últimos meses de la afectación del Covid-19 al aparato respiratorio. Nos gustaría destacar el papel de la fisioterapia al respecto ya sea antes, durante y después de este padecimiento. El trabajo que se realiza con nuestros residentes va desde un punto de vista preventivo hasta una actuación sobre una patología aguda.
La fisioterapia respiratoria se define como “el arte de aplicar unas técnicas basadas en el conocimiento de la fisiopatología respiratoria, junto al conocimiento psicoemocional del paciente, para prevenir, curar o, algunas veces, tan solo estabilizar las alteraciones que afectan al sistema toracopulmonar”.
La literatura científica cita que la inactividad y la inmovilización prolongada pueden generar desajustes de los sistemas, afectando en la calidad de vida del usuario. Algunas de las consecuencias son síndrome confusional, debilidad muscular generalizada diaria (1,5-5%), aparición de ulceras por presión, rigidez articular, así como alteración del mecanismo pulmonar con consecuencias como la retención de secreciones y riesgo de infecciones respiratorias.
Basándonos en la literatura, las fisioterapeutas de la Residencia Santa Ana damos mucha importancia a la respiración, porque sin ella no hay vida. Nos adaptamos a las cualidades de cada paciente para no generar estrés en el sistema cardiorrespiratorio.
Una de las técnicas para conseguir una mejora en los pacientes son los cambios posturales, que ayudan a la movilización y eliminación de secreciones. Se sabe que la posición vertical es recomendable, pero no siempre es posible. Jugar con las inclinaciones de la cama o con la ayuda de las almohadas y realizar las transferencias oportunas resulta de gran utilidad para el funcionamiento fisiológico.
La movilización articular es otra herramienta que logra una disminución del trabajo cardíaco, como consecuencia de una mayor oxigenación pulmonar, así como el mantenimiento muscular y articular. Actualmente, se están utilizando los cicloergómetros y la estimulación eléctrica neuromuscular para prevenir la atrofia muscular por el desuso.
Más específicamente, los ejercicios respiratorios que utilizamos van encaminados a mejorar la mecánica ventilatoria, facilitar la eliminación de secreciones y prevenir posibles complicaciones.
Adaptándonos al ritmo respiratorio, trabajamos las inspiraciones y espiraciones lentas prolongadas y rápidas con ayuda manual o instrumental, tos provocada y dirigida. También combinamos las movilizaciones del miembro superior para una mayor amplitud de la parrilla costal que influirá positivamente.
Es fundamental ir revisando todo este trabajo, de este modo podemos valorar la eficacia de las diferentes técnicas utilizadas en cada uno de los pacientes con el fin de cumplir los objetivos marcados de forma individual. No todas las técnicas resultan beneficiosas a todos.
Por LETICIA AGUADO Y GLORIA PINIELLA. Fisioterapeutas de la Residencia Santa Ana.