Festival de Teatro por la Diversidad: Cuando se alza el telón
Fundación SAMU, a través de su rama de inclusión social SAMU Idilio, organizó el 6 de febrero en Sevilla el Festival de Teatro por la Diversidad en el que participaron la compañía de teatro Idilio Escénico y Zyrdanza-Grupo de Danza de la Asociación Paz y Bien, ambos compuestos por personas con discapacidad, y un grupo de menores extranjeros no acompañados del centro de Inserción Socio Laboral Polancos.
Con esta acción, que se celebró en el Teatro del Centro Social Polivalente Hogar Virgen de los Reyes de la Macarena, SAMU Idilio quiso agradecer a la comunidad vecinal la acogida y trato dispensado a los miembros del centro de menores ubicado en este distrito sevillano, el centro ISL Polancos.
Así, la compañía Idilio Escénico representó la obra Sinergia; el grupo de menores del ISL Polancos participó con una obra sobre el bullying titulada El demonio es inocente; y el grupo de Danza de la Asociación Paz y Bien, con una recopilación de pequeñas obras.
A esta representación asistieron María del Carmen Cardosa Zea, viceconsejera de Igualdad, Políticas Sociales y Conciliación de la Junta de Andalucía; Antonia Rubio González, directora general de Infancia de la Junta de Andalucía; y la directora de Acción Social del Ayuntamiento de Sevilla, Emilia Barroso Fuentes.
“La participación de los jóvenes del centro ISL Polancos en este festival nació, por un lado, como la excusa perfecta para que nuestros chicos profundizaran en su aprendizaje del español y mejoraran su expresión en este idioma. Y por otro lado, lo vimos como una oportunidad para agradecer a los vecinos del barrio el apoyo que hemos recibidos desde el primer día que nos instalamos en el barrio de la Macarena”, comenta Jose Manuel Román Cobacho, responsable del centro ISL Polancos.
En el proceso creativo de la obra que representaron los menas, cuya temática principal fue el rechazo al acoso escolar, participaron tanto menores como monitores del ISL Polanco. “Teníamos entre manos unas tres obras y seleccionamos la que mejor se adaptaba a nuestras circunstancias y recursos. Además, adaptamos la obra, eliminando o modificando algunos personajes, y recortamos algunas escenas para que a nuestros chicos les resultara más fácil memorizar el texto, ya que era en español, un idioma que aún muchos están aprendiendo”, continúa el responsable del centro, que reconoce que la participación de los menores fue creciendo conforme se acercaba la fecha del estreno.
“Al principio lo vieron como una obligación, una actividad más obligatoria, pero cuando vieron que los educadores se implicaban en el proceso creativo, ellos también lo hicieron. Una de las primeras cosas que hicimos juntos fue crear los atrezzos, la escenografía. Fue ahí cuando ellos se dieron cuenta de que esto iba en serio, que no era una actividad más”, explica Juan Manuel Román. “Pero el día que les dije que unas 150 personas ya habían confirmado su asistencia al festival se sorprendieron muchísimo. Éste fue el remate final para que se tomaran la obra 100% en serio, sobre todo los protagonistas, que han hecho un magnífico trabajo memorizando sus diálogos”.
El responsable de Polancos reconoce que este proyecto les ha aportado visibilidad principalmente y les ha ayudado a desprenderse de esa etiqueta de jóvenes a los que “sólo les interesa el ocio y mirar el móvil”, apunta Román. “Estos chicos muestran un interés por la cultura, por el teatro, en este caso, y, sobre todo, muestran un gran interés en mejorar y en el trabajo. Ellos mismos, al verse respaldados por el público, se han dado cuenta de que si quieren algo, si trabajan duro, lo logran, pero que las cosas no se consiguen de un día para otro, que hay que trabajarlo”, continua.
El responsable de ISL Polancos confirma la intención de continuar con este proyecto teatral dentro del centro y confiesa que ya tienen cerradas dos actuaciones, una de ellas en el instituto de uno de los chicos que participan en esta compañía; y, la otra, en un festival antiracismo que se va a celebrar en el barrio.
“Éste ha sido el culmen de un proyecto en el que se han implicado tanto los menores del centro como el equipo profesional. El resultado ha sido tan satisfactorio que nos llena de alegría y orgullo”.
Para los miembros de la compañía Idilio Escénico éste también ha sido un nuevo reto que han afrontado con ilusión y valentía. “Este tipo de actividades les motiva para seguir luchando por sus objetivos”, explica Alba Garrido, directora de la compañía Idilio Escénico, en la que participan usuario de la residencia San Sebastián, en Cantillana (Sevilla).
“Además, gracias a festivales y actividades de este tipo, los chicos pueden conocer a otras personas en una situación similar a la de ellos y pueden compartir con otros colectivos un espacio inclusivo con un lenguaje común, el artístico, por lo que se convierte en una experiencia doblemente enriquecedora”.