“Mi mayor satisfacción es recibir la confianza de estas personas”
Alba Garrido Gata (Sevilla, 1993), dirige desde hace un año la compañía de teatro Idilio Escénico, un proyecto que desarrolla junto a usuarios de la Residencia San Sebastián, en Cantillana (Sevilla).
—¿Cómo surgió la idea de crear una compañía de teatro?
—Antes de trabajar para la Fundación SAMU llevé a cabo varios proyectos en los que utilizaba la danza como herramienta de transformación social con diferentes colectivos. La danza, disciplina en la que comencé a formarme cuando tenía tres años, siempre ha estado presente en mis intervenciones educativas, por lo que al llegar a la Residencia San Sebastián expuse la posibilidad de llevar a cabo un taller de expresión corporal como una parte más del trabajo diario. La acogida, tanto por parte de la dirección como por la de los usuarios, fue excelente, lo que ha permitido desarrollar la actividad de manera ininterrumpida desde mis primeros días en el centro hasta hoy.
—¿Cuándo fue el debut del grupo?
—Los residentes mostraron por primera vez el contenido del taller de expresión corporal en diciembre de 2017 durante una gala con motivo del Día de la Discapacidad. A partir de ese día, comenzamos a fantasear con formar una compañía con los chicos de la residencia. El primer espectáculo se denominó Sinergia y se representó por primera vez bajo el nombre de compañía Idilio Escénico en el CEIP Aníbal González en la primavera de 2018.
—¿Cuántos residentes participan en la compañía de teatro?
—Nuestro trabajo se basa en la metodología de la danza comunitaria. Una de sus características fundamentales es que los grupos son flexibles y nadie está obligado a pertenecer a él. Por ello, el número de personas que componen la compañía desde sus inicios hasta hoy siempre ha sido variable. Los participantes entran y salen según las circunstancias personales del momento.
—¿Cómo beneficia esta actividad a los residentes que participan en ella?
—Los beneficios que aporta esta actividad a los residentes son diversos: Aumento de la autoestima (valoración y sentimiento de competencia con el trabajo realizado), reconocimiento (recompensa al esfuerzo realizado, sentirse realizado, útil y competente), admiración (reconocimiento de las habilidades de las personas de su entorno, así como la del propio individuo por su crecimiento y superación), emoción (reviven recuerdos, sentimiento de pertenencia al grupo), empatía y valores como la constancia y la responsabilidad individual y grupal.
—¿Y a usted, qué le aporta?
—Mi mayor satisfacción en las sesiones es recibir su confianza. Se muestran trasparentes ante mí, con sus virtudes y defectos, y exponen sus sentimientos al grupo sin prejuicios y gran generosidad. Para mí, ese es el mayor tesoro que poseo, y lo intento cuidar con gran responsabilidad.
—¿Cómo trabaja con los actores? ¿Cómo memorizan su papel?
—Todo montaje se inicia con un periodo de exploración en el cual se exponen temas de interés, se experimenta e indaga en las experiencias personales y en los sentimientos asociados. Cuando pasamos a la segunda parte, la creación coreográfica, ya tienen adquiridos un gran número de movimientos que parten del propio individuo, lo que facilita su memorización ya que no es un movimiento impuesto ni aprendido.
—Además de Sinergia, ¿tenéis en marcha otros proyectos teatrales?
—El pasado verano iniciamos una nueva exploración sobre la infancia de nuestros participantes. La experiencia de un año realizando actividades de expresión corporal se palpó desde los primeros movimientos produciéndose un salto importante en la complejidad de las propuestas, incluyendo un importante sentido rítmico, así como también un salto en la coordinación de los movimientos. A principios de año continuábamos inmersos en esta nueva vía de exploración, y nos llegaron propuestas para participar en diferentes actividades culturales, por lo que decidimos incluir el nuevo montaje como parte del ya existente, Sinergia, ya que iba perfectamente en la temática y aportaba mayor profundización a la historia.
—¿Cuál es el próximo reto de la compañía?
—El reto que nos planteamos es convertir la actividad en inclusiva. De momento, el 19 de marzo estuvimos en la Universidad de Sevilla compartiendo un taller con los alumnos del Grado de Educación Primaria; y el día 27 celebramos el Día Mundial del Teatro compartiendo escenario con los alumnos anteriormente mencionados y usuarios de la asociación Paz y Bien. Esperamos continuar en esta línea y poder seguir abriendo esta actividad a la inclusión.
—Hace unos días participó en una ponencia en la Fundación San Pablo Andalucía CEU. ¿Cómo fue la experiencia?
—Sí, el pasado día 20 participé en el programa Miércoles culturales de esta Universidad con la ponencia La conciencia del cuerpo, en la que describo cómo se lleva a cabo esta actividad, en qué se fundamenta y cuál es la metodología empleada, además de hablar sobre cómo se creó Idilio Escénico y cuáles son los beneficios que otorga este modelo de intervención educativa.