SAMU y la Universidad Pablo de Olavide se unen para aumentar el bienestar social a través de la innovación

SAMU y la Universidad Pablo de Olavide han presentado la Cátedra SAMU de Innovación Social durante unas jornadas celebradas este miércoles 28 de septiembre en el campus de la UPO. La vicerrectora de Relaciones Institucionales y Fundaciones de la Universidad, Laura López de la Cruz; el presidente-director general de SAMU, Carlos González de Escalada; y el director de la Cátedra y profesor de la UPO, José Luis Sarasola; han presentado los objetivos de un proyecto de cooperación que aspira a mejorar el bienestar social de las personas más vulnerables a través de la innovación social.

“Innovar es cambiar, hagamos las cosas de otra manera, busquemos nuevas soluciones a los problemas sociales trabajando con otras entidades y empresas”, ha comentado José Luis Sarasola durante la presentación de la Cátedra que dirige. Para ello, “que mejor socio que SAMU, que no solo trabaja en el ámbito de la salud, sino también con residencias, con los problemas de la infancia, con familias, en educación y en atención psicológica, además de investigación y desarrollo” ha añadido.

Carlos González de Escalada, presidente y director general de SAMU, ha destacado la importancia de unir el trabajo desarrollado en la academia con el de las entidades de salud y bienestar social. “Nuestra especialidad es la atención de las personas que más lo necesitan” ha señalado, poniendo en valor el conocimiento académico y la capacidad de una entidad que cuenta con noventa sedes y tres mil profesionales que se ha convertido en una multinacional de la salud y de la acción social, extendiendo su actividad a países como Marruecos y Estados Unidos.

Para finalizar la inauguración de las Jornadas, Laura López de la Cruz, ha resaltado la importancia de las cátedras como instrumento para crear conocimiento, investigar y aplicar los resultados, remarcando la necesidad de investigar también en el ámbito social “para que todos nos sentamos incluidos en una sociedad que avanza a marchas forzadas”. “Agradecemos a SAMU su participación en la cátedra porque sabemos que juntos sumamos”, ha concluido.

A continuación, han comenzado unas Jornadas que han contado con David Pino Merlo, director general de Innovación Social del Ayuntamiento de Sevilla, como ponente invitado. Cómo innovar a través de la democracia: innovación social y desarrollo local sostenible, ha sido el título de una conferencia en la que ha afirmado que la innovación social es la búsqueda de una solución novedosa a un problema social que aporte valor a la comunidad, señalando que la tecnología debe ser una herramienta a su servicio.

Las Jornadas han proseguido con la mesa redonda Presente y futuro de la Cátedra de Innovación Social, moderada por Juana Macías, directora del Instituto Científico y Academia SAMU. Durante la misma ha sido presentado el libro “Migraciones: nuevos retos geopolíticos, económicos y sociales” y el Máster de Emergencias Socio-sanitarias, título propio de la Universidad Pablo de Olavide que se imparte por primera vez este curso. Migraciones es una obra colectiva, coordinada por Carlos González de Escalada y José Domínguez León, en la que profesorado de doce universidades analiza el fenómeno migratorio abordándolo desde múltiples perspectivas. Por otro lado, el Máster en Emergencias Socio-Sanitarias: Prevención e Intervención con Colectivos de Riesgo, dirigido por los profesores de la UPO Evaristo Barrera y José Luis Sarasola, proporciona formación universitaria especializada en el campo de las emergencias sociales.

Mujeres, jóvenes, migrantes y universitarias

Superar los retos que derivan de cada proyecto personal de vida, independientemente de los que sean, requiere de un grado de esfuerzo, compromiso y fortaleza colosales, especialmente si hablamos de los menores migrantes no acompañados. Además, desde una perspectiva interseccional, si sumamos género femenino, etnia, clase social y sexualidad, estas capacidades y atributos requieren de una doble dosis, en el mejor de los casos.

En este contexto, para la mayoría de las jóvenes extranjeras y extuteladas beneficiarias del Programa +18 de Fundación SAMU, cumplir con los objetivos de sus proyectos migratorios, supone, en ocasiones, romper con ciertos valores, tradiciones y patrones socioculturales impuestos en sus países de origen.

Sin embargo, son muchas las jóvenes que, con esfuerzo y sacrifico, gracias a la ejecución de los Programas de Alta Intensidad o Programas de Adquisición de Competencias Sociolaborales, como el PACS SAMU Almería o PACS SAMU Jaén, cofinanciados por el Fondo Social Europeo y conveniados con la Consejería de Igualdad, Políticas Sociales y Conciliación de la Junta de Andalucía, alcanzan una emancipación plena y en condiciones seguras, cumpliendo así con sus expectativas migratorias y el objetivo principal del programa: la inserción sociolaboral.

Este es el caso de las jóvenes Kadiatou Sow y Sabah El Amraoui Karroumi, que, tras superar sus estudios de secundaria y la Selectividad, comienzan en septiembre una formación universitaria: Derecho, en el caso de Kadiatou, y Filología Inglesa, en el caso de Sabah.

Ambas jóvenes son un verdadero ejemplo a seguir para todas aquellas menores extranjeras que deciden emprender su proceso migratorio en busca de un futuro mejor.

A continuación, puedes conocer la historia de estas dos protagonistas de la mano de Ana Rodríguez Fernández, del equipo de educadores del PACS SAMU Jaén, y Amel Boughanem Cortés, trabajadora social y orientadora laboral del PACS SAMU Almería.

Sabah El Amraoui Karroumi, matriculada en Filología Inglesa

Sabah El Amraoui Karroumi llegó al PACS de Jaén el 5 de octubre de 2021. El equipo de profesionales de SAMU obtuvo excelentes referencias de la joven, entonces menor de edad, por parte del equipo responsable de la chica en el Sistema de Protección del Menor. Por esta razón, desde SAMU esperaban con ilusión poder tomar el testigo del trabajo realizado previamente por el equipo del COILS San Martín de Porres, perteneciente a la Fundación Don Bosco Social, hogar del que procedía Sabah.

“Nos hablaban de una chica decidida, muy motivada por el estudio, cuya infancia, como es de suponer, no había sido nada fácil y que, provista de unos resortes y capacidad de resiliencia admirables, había podido centrar su vida antes de cumplir la mayoría de edad en una serie de valores que la mantendrían a salvo en el mar de incertidumbre al que se enfrentaba”, apunta Ana Rodríguez, miembro del equipo de profesionales del PACS Jaén. “A su llegada, nos sorprendió su forma de expresarse, ávida de comunicar sus intenciones, sus planes de futuro, sus preocupaciones, sus acuerdos y desacuerdos. Una vez más, una joven nos presenta el reto de ir un paso más allá. Acompañar y orientar cuando los objetivos son altos es, sin duda, muy motivador”.

Al equipo del PACS Jaén le sobrecoge la cantidad de recuerdos de los que Sabah no ha podido desprenderse aún, y entiende que el apego a objetos de la niñez y a los obsequios de amigos y referentes para ella son importantes. Se manifiesta de este modo cariñosa, demandante de afecto y aferrada a su entorno personal. “En muchos años de experiencia en el trabajo con jóvenes, fue la primera vez en la que el equipaje de macutos y maletas llenas de libros casi igualaba al de ropa. Y más sorprendente era cuando al hablar con ella de cada uno de estos libros, la joven se acordaba de quién se lo había regalado, cuándo se lo había leído o por qué le había gustado”, asegura Rodríguez.

Sabah no tardó en dejar claro que su objetivo principal al pasar por un recurso de alta intensidad era poder terminar sus estudios de Grado Superior para obtener su titulación y, tras conseguir un trabajo para poder emanciparse, poder proseguir con sus estudios universitarios.

Una vez superado con éxito el primer curso del Grado Superior de Radiología, la joven, no convencida vocacionalmente con esta profesión, decidió cambiar de rumbo y, junto al equipo orientador, eligió otro camino formativo, valorando sus posibilidades. Consciente de que su tiempo en el recurso se acababa, y que en un futuro, si quería estudiar por sus propios medios, tendría que conjugar los estudios con un trabajo que le permitiese ir a clase y estudiar, comenzó unas prácticas EPES como camarera en una cafetería.

Sabah El Amraoui Karroumi

Sabah El Amraoui Karroumi

Sabah tiene claro que quiere ir a la universidad, y, a pesar de haber aprobado en el año anterior la Selectividad con una nota más que aceptable, decidió presentarse de nuevo para subir su nota y poder tener más opciones a la hora de elegir carrera. De hecho, lo logra, y baraja entre sus posibilidades estudiar Administración y Dirección de Empresas, Educación Social o Filología Inglesa.

Finalmente, Sabah ha decidido estudiar Filología Inglesa en la Universidad de Málaga. Para ello, con la ayuda del equipo de SAMU, Sabah tramita la matrícula y cuenta con la colaboración de la delegación de Igualdad, Salud y Políticas Sociales de Málaga, que en colaboración con el Servicio de Igualdad, Diversidad y Acción Social de la Universidad de Málaga ponen a disposición de Sabah una plaza en la Residencia Universitaria Alberto Jiménez Fraud. Además, acostumbrada a un ritmo intensivo de trabajo y estudio, Sabah ha logrado sacarse el carnet de conducir este verano mientras realizada sus prácticas prelaborales.

“Ilusionada y dispuesta por compartir todos los momentos especiales de convivencia y celebración en familia, Sabah ha sido sin duda la pieza clave para que todos se sintieran a gusto, compartiendo su opinión, expresándose de una forma fresca que ha ayudado sin duda a muchos de sus compañeros a salir de su zona de confort y plantearse nuevos puntos de vista”, apuntan desde SAMU.

“Ahora que estamos preparando la salida de Sabah del programa, admito que no sólo nos sentimos satisfechos por haber podido acompañar a esta joven en la superación de sus objetivos de adquisición de competencias, sino que somos conscientes que todo lo vivido junto a ella, como con otras jóvenes, nos ha hecho mejores profesionales”, confiesa Ana Rodríguez. “Estamos convencidos de que Sabah sabrá enfrentarse al mundo de cara, como es ella, consiguiendo sin duda una vida plena”.

Kadiatou Sow, futura estudiante de Derecho

La joven Kadiatou Sow, procedente de Guinea Conakry, decidió emprender su proyecto migratorio en 2018 como consecuencia de la ausencia de recursos económicos e igualdad de oportunidades para acceder a la educación e inserción laboral en su lugar de origen.

Según refiere, en su país son muchas las mujeres que logran acceder a los estudios y que, a su vez, obtienen excelentes resultados académicos. Sin embargo, la probabilidad de acceder al mercado laboral desaparece cuando contraen matrimonio, momento en el que, habitualmente, la mujer se centra en el cuidado del hogar y los hijos.

Kadiatou, que hoy tiene 20 años, cuenta que siempre tuvo claro el objetivo de su proyecto migratorio: hacer realidad su sueño de acceder a la universidad y buscar un futuro mejor en un lugar donde pudiera ejercer su profesión de forma independiente a su estado civil y libre de las presiones socioculturales propias de su país de origen.

Además, aclara que su interés por la formación viene motivado por el deseo de defender los derechos de las personas más vulnerables, en concreto, los derechos de la mujer africana y la lucha contra las desigualdades sociales y de género.

Por ello, la joven guineana defiende la formación como una herramienta de cambio social y, en su discurso, suele verbalizar lo siguiente: “Para poder defender los derechos de las mujeres, primero debo formarme y conocerlos”. De ahí su interés por realizar el Grado en Derecho. Sin embargo, Kadiatou afirma que desconocía el nombre de la profesión que quería ejercer: “Yo solo sabía que quería defender los derechos de las mujeres”. La joven reconoce que fue una vez en España cuando descubrió el significado de la abogacía. Desde entonces, tuvo claro el grado universitario que estudiaría.

Para una mayor compresión de la historia de superación y resiliencia de la joven, nos remontamos a su llegada a España, en agosto de 2018, fecha en la que ingresó en el Servicio de Protección de Menores de la Junta de Andalucía. Desde este momento, la joven centró todos sus esfuerzos en el aprendizaje de la lengua española, en aras de incorporarse cuanto antes a la formación reglada y poder obtener el título de Educación Secundaria Obligatoria (ESO).

Su rápida adaptación a la sociedad de acogida y buen dominio del lenguaje español, favorecieron su pronta incorporación al I.E.S Entresierras, ubicado en Purchena (Almería), municipio donde residió durante su estancia en el Centro de Protección de Menores.

El esfuerzo e implicación para la consecución de su sueño, comenzó a dar fruto en tan solo un año y medio después de su llegada a España: la joven obtuvo el Graduado de Educación Secundaria Obligatoria en el curso académico 2019-2020. Luego, se matriculó en 1º de Bachillerato de Humanidades y Ciencias Sociales en el I.E.S. Rosa Navarro, en Olula del Río (Almería).

Sin embargo, no todo fueron éxitos y facilidades, puesto que a mitad del curso 2020/2021, la joven cumplió la mayoría de edad y tuvo que enfrentarse a los cambios que esto conlleva. En este contexto, en diciembre de 2021, se trasladó al Programa de Alta Intensidad PACS SAMU Almería y solicitó un traslado de expediente al I.E.S. Al-Ándalus, en Almería, donde finalizó el curso académico con unos resultados excelentes.

Kadiatou Sow

Kadiatou Sow

Kadiatou alcanzó la mayoría de edad con la ausencia de una autorización de residencia y, además, en un contexto de pandemia mundial y periodo de recesión económica, ocasionada por el Covid-19. Regularizar su situación administrativa supuso uno de los principales obstáculos para la consecución de los objetivos establecidos en su proyecto personal de vida, llegando incluso a valorar la opción de priorizar su inserción laboral frente a la consecución de sus objetivos académicos.

No obstante, gracias al reciente cambio en la normativa vigente en materia de extranjería y a su estancia como beneficiaria en el Programa de Alta Intensidad PACS SAMU Almería dirigido a jóvenes extuteladas de entre 18 y 25 años, procedentes del Sistema de Protección de Menores, la joven ha podido regularizar su situación administrativa sin tener que renunciar al sueño de acceder a la universidad.

Durante el curso 2021-2022, Kadiatou compaginó 2º Bachillerato con una formación online complementaria enfocada al empleo. De forma paralela, la joven, consciente del objetivo principal del Programa +18 y de la proximidad de su emancipación, ha realizado una ardua y concienzuda labor de búsqueda de empleo que tuvo sus frutos al ser contratada como camarera de pisos en el Hotel AC de Almería.

Al mismo tiempo que trabajaba, Kadiatou se preparó la Prueba de Evaluación y Acceso a la Universidad (Pevau), exámenes que superó con éxito y le han permitido ingresar en la Facultad de Derecho de la Universidad de Almería.

Según fuentes del Servicio de Protección de Menores de Almería, Kadiatou es una de las primeras jóvenes extranjeras y extuteladas que accede a la universidad de la ciudad. La joven guineana se muestra muy orgullosa de todo el trabajo realizado y de los logros alcanzados durante los últimos años. “Para lograr un sueño, no es suficiente sólo con desearlo, sino que es muy importante trabajar duro hasta hacerlo realidad. Con esfuerzo y constancia todo se consigue”, manifiesta la joven.

Las orientadoras de referencia del PACS SAMU Almería se sienten muy orgullosas de la gran evolución de la joven, y afortunadas, de haber podido orientar y acompañar a Kadiatou hacia la consecución de su sueño y una emancipación plena y exitosa.

Actualmente, la joven ha superado los objetivos establecidos de su Itinerario Personalizado de Inserción Laboral y se encuentra a la espera de la asignación de una plaza becada en la Residencia Universitaria Civitas (Almería), en la que podrá residir durante los próximos cuatro años para la superación del Grado en Derecho.
Esto ha sido posible gracias al apoyo e implicación de la delegación territorial de Almería, especialmente de la técnica de Programas de Alta Intensidad, Juana García, y el coordinador de centros, José Luis Andreu.

VRIME: Innovación para proteger a los menores migrantes

La llegada de menores extranjeros sin referente familiar a España ha crecido considerablemente en los últimos años, lo que ha condicionado el crecimiento de la red de recursos residenciales y ha generado la necesidad de crear nuevos dispositivos de atención de acogida inmediata. Gran parte de estos niños, niñas y adolescentes han sufrido experiencias traumáticas de abuso y maltrato durante su proceso migratorio, lo que lleva en muchas ocasiones al desarrollo de actitudes y conductas violentas como mecanismos de defensa.

Este fenómeno migratorio, que ha supuesto grandes implicaciones políticas y éticas, se ha visto incrementado en un gran número de menores que llegan solos a través de las distintas rutas migratorias, siendo Andalucía la comunidad autónoma que mayor número de menores extranjeros sin referente familiar protege. Ante esta realidad, la detección previa de los perfiles de riesgo, tanto de comportamiento violento como de victimización y vulnerabilidad, puede ser un instrumento fundamental para facilitar la optimización del uso de recursos en los procesos de acogida e inserción por parte de las instituciones correspondientes, y para garantizar la protección de los derechos fundamentales de estos menores, según explica el equipo investigador de la Universidad Loyola que ha puesto en marcha el proyecto VRIME (Instrumento de Valoración del Riesgo en Menores y Jóvenes Migrantes Residentes en Andalucía).

El proyecto VRIME trata de sistematizar este proceso de detección previa mediante el estudio de determinados indicadores conductuales que permiten definir unos perfiles de riesgo y la elaboración posterior de unas recomendaciones de buenas prácticas para ayudar a gestionar mejor los riesgos por parte de los centros de acogida y organizaciones sociales relacionadas con las fases de acogida e inserción de este colectivo.

En este sentido, esta iniciativa académica trata de diseñar una herramienta de recogida de datos (Toolkit VRIME) que permita conocer los perfiles de riesgo de menores extranjeros no acompañados que se encuentran en entidades de acogida como Fundación SAMU y EMET-Arcoiris, así como identificar factores de protección o resiliencia en estos menores.

“Lo que se quiere averiguar es en qué situación está el menor cuando llega a un recurso de acogida, teniendo en cuenta todas esas variables que le influyen, y su situación seis meses más tarde. Otro de los aspectos que se intenta identificar con esta herramienta es si el menor está en el recurso adecuado”, explica Juan Manuel Aveledo, director del área de Infancia y Familia de SAMU.

Fases de desarrollo

Este proyecto de investigación está liderado por las profesoras Gloria Fernández-Pacheco y Tatiana Avignone y cuenta con financiación de la Junta de Andalucía y del Fondo Social Europeo, además de la colaboración de SAMU, a través de sus áreas de Innovación y de Infancia y Familia, y la Fundación EMET- Arcoiris.

Esta iniciativa, que se inició en abril de 2021, cuenta con cuatro fases de desarrollo: una fase piloto; una fase principal (formación de personal de los centros de acogida y los colaboradores, recogida de datos y análisis de los mismos); una tercera etapa de grupos de discusión y entrevistas con profesionales y menores; y una cuarta fase de creación de manual de uso y buenas prácticas.

El objeto de la colaboración de la Universidad Loyola con Fundación SAMU se desarrolla en tres partes. En la primera fase, de recogida de datos, los profesionales de Fundación SAMU colaboran en la tarea de diseño de la herramienta.

En la segunda fase, de implementación, los profesionales e investigadores de Fundación SAMU participan en los grupos de discusión y supervisión de los campos y protocolos de evaluación de riesgo que serán integrados en la herramienta Toolkit VRIME, en virtud de la experiencia del trato y cuidado de los menores que atesoran y la visión de la gestión integral de la realidad diaria de esta tarea.

Y por último, SAMU participa en la fase de validación y acompañamiento con el fin de recabar la información necesaria para poder validar el funcionamiento de la aplicación informática Toolkit VRIME. Posteriormente, se facilitará el acceso a las instalaciones del equipo investigador para realizar el seguimiento de la implementación del Toolkit VRIME y formación para la gestión del riesgo.

Participación de SAMU

Fundación SAMU cuenta con una red de más de 30 centros de acogida, en los que se atienden a más de 1.200 menores extranjeros no acompañados. Además, SAMU mantiene un estrecho contacto con todos aquellos extutelados que han pasado por sus centros, lo que la convierte en un gran colaborador, especialmente para la recogida de datos.

“Durante el 2022, se ha puesto en marcha la fase piloto. Ya se ha llevado a cabo toda la revisión de los artículos de impacto académico. Una vez analizado todo esto, se han extraído los diferentes riesgos que pueden afectar a la hora de intervenir con estos chicos. Ahora se está llevando a cabo la fase piloto de la herramienta y estamos volcando todos los datos para poder valorar el riesgo”, explica Juan Manuel Aveledo. “Durante este año, se han analizado todas las variables, se han identificado todas las necesidades de intervención, todos los factores de riesgo, y se han medido en una escala de ponderación. Todas esas variables que afectan al riesgo son del ámbito sociodemográfico, educativo y formativo, del ámbito social, psicológico, criminológico y del ámbito jurídico y situacional (la situación administrativa del menor). Estas variables se analizan dos veces, cuando llega el menor y a los seis meses”.

SAMU tiene el compromiso de colaborar con una muestra de 137 menores de todos los dispositivos y de todas las tipologías que la entidad tiene en Andalucía. Desde los centros de recepción a los recursos de reinserción sociolaboral, pasando por los centros de acogimiento residencial básicos y los centros de acogimiento de trastorno de conducta. “De todas las modalidades, introducimos en la aplicación los datos de una serie de perfiles seleccionados al azar. Y como aún estamos en la fase piloto, son los directores de los recursos, que han recibido una formación previa, los responsables de introducir estos datos, ya que aún nos surgen muchas dudas y modificaciones”, apunta Aveledo. “Nuestro compromiso es tener entre el 70 y el 80% de la muestra volcada el 8 de septiembre”.

El director del área de Infancia y Familia de SAMU reconoce que, al volcar los datos, en ocasiones, identifican que “hay menores que residen en una tipología de recurso que no cubre la totalidad de las necesidades del joven o que dicho centro no cuenta con los recursos o herramientas metodológicas de intervención necesarias por circunstancias múltiples que están afectando al menor, como puede ser el consumo de estupefacientes o una situación de trastorno de conducta. Vemos chicos que están, por ejemplo, en un centro de acogimiento básico, pero necesitan un centro especializado en trastorno de conducta”.

El problema está en que las entidades de acogidas no pueden, de base, hacer mucho al respecto. “Nosotros podemos proponer, hacer informes al respecto, denunciar la situación, pero el traslado o destino de un menor lo determina un juez, no es un proceso fácil. Si la valoración que realizara la herramienta desarrollada por la Universidad Loyola fuera vinculante y la Junta de Andalucía la utilizara y obligara a aplicarla en todos los centros de acogida a modo de portal único, la situación no solo cambiaría, sino que la tasa de éxito de los diferentes recursos sería mucho mayor”, asegura Juan Manuel Aveledo.

Una gestión eficaz

Una vez implementada la herramienta Toolkit VRIME de valoración del riesgo en menores y jóvenes migrantes se podrá discriminar con mayor eficacia a aquellos menores a los servicios o dispositivos acordes a su perfil, recibiendo así los recursos y ayudas que requieran de acuerdo con las necesidades que presenten.

El porcentaje de niños y niñas que reciben atención especializada será significativamente superior que aquellos cuya situación de riesgo no ha sido detectada, descongestionando los recursos genéricos de acogida y protección.

“Como entidad, colaborar en una investigación de estas características te posiciona en un lugar privilegiado, ya que se trata de una investigación con financiación externa y liderada por una universidad de referencia, como es la Loyola. Además, es una manera de dejar patente que Fundación SAMU apuesta por la transformación social, y lo hace a través también de los ámbitos académicos y científicos. La aportación de Fundación SAMU a esta herramienta está siendo toda una aventura muy positiva para la organización”, comenta el director del área de Infancia y Familia de SAMU.

El equipo investigador de la Universidad Loyola junto con Juan Manuel Aveledo y Almudena Chávez, directora del área de Innovación de SAMU, están preparando una comunicación especial para un congreso con la intención de dar a conocer el proyecto a fondo dentro de la fase de difusión de esta iniciativa prevista para el próximo año.

Fisioterapia respiratoria para personas con daño cerebral

Desde el inicio de la pandemia se ha hecho más evidente la importancia de la fisioterapia respiratoria en nuestros residentes, algo que se practica en nuestra Residencia Santa Ana desde que comenzó a funcionar el centro. En estos tiempos, queremos compartir nuestra forma de trabajo y experiencias obtenidas con la gran variedad de patologías que padecen los usuarios de nuestro centro.

Las patologías que nos encontramos con frecuencia en la Residencia Santa Ana son infecciones respiratorias, aumento de secreciones de difícil expulsión, enfermedades respiratorias crónicas como disneas, epoc y enfermedades neurodegenerativas con afectación de la musculatura respiratoria, entre otras. De ahí que nuestros objetivos principales sean prevenir estas disfunciones respiratorias y, en el caso de que existan, restablecer la función pulmonar a niveles aceptables.

Se ha hablado mucho en los últimos meses de la afectación del Covid-19 al aparato respiratorio. Nos gustaría destacar el papel de la fisioterapia al respecto ya sea antes, durante y después de este padecimiento. El trabajo que se realiza con nuestros residentes va desde un punto de vista preventivo hasta una actuación sobre una patología aguda.

La fisioterapia respiratoria se define como “el arte de aplicar unas técnicas basadas en el conocimiento de la fisiopatología respiratoria, junto al conocimiento psicoemocional del paciente, para prevenir, curar o, algunas veces, tan solo estabilizar las alteraciones que afectan al sistema toracopulmonar”.

La literatura científica cita que la inactividad y la inmovilización prolongada pueden generar desajustes de los sistemas, afectando en la calidad de vida del usuario. Algunas de las consecuencias son síndrome confusional, debilidad muscular generalizada diaria (1,5-5%), aparición de ulceras por presión, rigidez articular, así como alteración del mecanismo pulmonar con consecuencias como la retención de secreciones y riesgo de infecciones respiratorias.

Basándonos en la literatura, las fisioterapeutas de la Residencia Santa Ana damos mucha importancia a la respiración, porque sin ella no hay vida. Nos adaptamos a las cualidades de cada paciente para no generar estrés en el sistema cardiorrespiratorio.

Una de las técnicas para conseguir una mejora en los pacientes son los cambios posturales, que ayudan a la movilización y eliminación de secreciones. Se sabe que la posición vertical es recomendable, pero no siempre es posible. Jugar con las inclinaciones de la cama o con la ayuda de las almohadas y realizar las transferencias oportunas resulta de gran utilidad para el funcionamiento fisiológico.

La movilización articular es otra herramienta que logra una disminución del trabajo cardíaco, como consecuencia de una mayor oxigenación pulmonar, así como el mantenimiento muscular y articular. Actualmente, se están utilizando los cicloergómetros y la estimulación eléctrica neuromuscular para prevenir la atrofia muscular por el desuso.

Más específicamente, los ejercicios respiratorios que utilizamos van encaminados a mejorar la mecánica ventilatoria, facilitar la eliminación de secreciones y prevenir posibles complicaciones.

Adaptándonos al ritmo respiratorio, trabajamos las inspiraciones y espiraciones lentas prolongadas y rápidas con ayuda manual o instrumental, tos provocada y dirigida. También combinamos las movilizaciones del miembro superior para una mayor amplitud de la parrilla costal que influirá positivamente.
Es fundamental ir revisando todo este trabajo, de este modo podemos valorar la eficacia de las diferentes técnicas utilizadas en cada uno de los pacientes con el fin de cumplir los objetivos marcados de forma individual. No todas las técnicas resultan beneficiosas a todos.

Por LETICIA AGUADO Y GLORIA PINIELLA. Fisioterapeutas de la Residencia Santa Ana.

Disfrutamar navega de nuevo

Tras dos años en barbecho como consecuencia de la pandemia del coronavirus, que ha obligado a suspender durante un tiempo las actividades sociales y colectivas, Fundación SAMU ha reanudado el programa Disfrutamar, una propuesta innovadora enfocada a la mejora de la calidad de vida de las personas a través de la náutica y el deporte.

El programa Disfrutamar fue inaugurado por Fundación SAMU el 23 de septiembre de 2017, gracias al apoyo de la Obra Social La Caixa como entidad colaboradora. Es una iniciativa social que tiene como objetivo principal acercar el mar y las actividades náuticas a los residentes y usuarios de los diferentes servicios de la Fundación. Principalmente, personas con discapacidad intelectual y graves trastornos de conducta, y/o daño cerebral sobrevenido, y también menores migrantes.

Lo que comenzó como una prueba piloto dirigida a personas con discapacidad intelectual, es hoy un proyecto consolidado. Gracias a este programa, los usuarios y residentes de prácticamente todos los recursos de Fundación SAMU han participado en alguna de las salidas marítimas efectuadas a través de Disfrutamar. Este programa permite que residentes, usuarios y menores de los recursos de Fundación SAMU vivan la experiencia de navegar en una embarcación de recreo.

Tras los dos años de parón debido al Covid-19, a finales de junio se llevó a cabo la primera expedición náutica tras la pandemia. Cinco usuarios de la Residencia San Sebastián, de Cantillana (Sevilla), fueron los primeros afortunados en disfrutar de esta actividad a mar abierto por la costa de Rota, a bordo del Bénéteau. Estuvieron acompañados por Estela Garrido Hornero y María Carmen Lermo, trabajadoras de Fundación SAMU. Borja González de Escalada, patrón de embarcaciones de recreo, repitió como capitán, al igual que en la travesía inaugural de este proyecto, hace ya cinco años.

Tras esta primera salida, la actividad volvió a repetirse con otro grupo de residentes de San Sebastián, que estuvo acompañado por Cristina Rodríguez, patrona de embarcaciones de recreo y psicóloga del centro. Otros grupos que también han disfrutado del programa durante la primera quincena de julio son los menores del DISL Alcalá, DISL Nervión, ARB Miguel de Mañara y DISL Valencina.

En estas ocasiones, estos grupos estuvieron acompañados por Juan González de Escalada, director del área de Emergencias de SAMU y patrón de embarcaciones, que actuó como capitán en una de ellas. También acudieron como patrones José Manuel Román Corbacho, director de ISL Polanco; José Luis Benavente Ulgar, delegado territorial de SAMU; Antonio Luis Ojeda Pizarro, educador social de Miguel de Mañara, y Sofía Álvarez García, trabajadora social de Miguel de Mañara, como patrones de la embarcación.

Disfrutamar SAMU

Disfrutamar SAMU

El programa Disfrutamar quiere aprovechar las ventajas de la náutica para propiciar el desarrollo de los vínculos personales e interpersonales y de las habilidades de comunicación entre instructor, monitor de referencia y entre los mismos usuarios, siempre en un ambiente de dispersión y relajación.
Tal como explicó en la inauguración de esta iniciativa Carlos González de Escalada, presidente de SAMU, “el programa Disfrutamar permite ampliar las actividades deportivas al campo de la náutica, haciendo que estas personas vivan experiencias inolvidables. Para SAMU la calidad de vida de sus residentes tiene prioridad absoluta”.

“Gracias al apoyo de La Caixa, al que se han sumado varios propietarios de barcos, el programa Disfrutamar nos permite ampliar las actividades deportivas al campo de la náutica”, continuaba Carlos González de Escalada, impulsor de la iniciativa. “La mayoría de nuestros residentes nunca antes se había montado en una embarcación de recreo, y sería insensato ignorar que Andalucía ofrece unas condiciones excepcionales para esta actividad, que además está especialmente indicada para personas con mayor deterioro cognitivo. Este programa me hace muy feliz y demuestra nuestra vocación de darlo todo por ellos”.

En aquella primera travesía realizada en septiembre de 2017 participaron seis residentes del centro San Sebastián de Cantillana, en Sevilla, Estos navegaron a bordo de un barco de 10 metros de eslora, llamado Scheila, que partió del puerto deportivo de Mazagón (Huelva). Borja González de Escalada, vicepresidente de Fundación SAMU y patrón de embarcaciones de recreo, actuó entonces también de capitán. Éste tuvo la ayuda a bordo de dos trabajadores de la residencia San Sebastián, Rafael Rueda (hoy director del centro) y Juan Antonio Ruiz. Ambos estaban realizando por aquel entonces, junto con otros compañeros de SAMU, un curso de patrón de embarcaciones con la escuela náutica Navegamás, con el objetivo de que el personal de SAMU que acompañase a los residentes tuviera los máximos conocimientos posibles en esta materia.

“España es un país donde tenemos una gran orientación al mar, con 8.000 kilómetros de costas y especialmente Andalucía, que gracias a su clima y a su instalación náutica de primer orden se ha podido poner en marcha este programa, que parte como una iniciativa con la que queremos dar a las personas con diversidad funcional una adquisición de nuevos aprendizajes referidos tanto a la comunicación con los demás como a la expresión y el reconocimiento de sus propias sensaciones”, comenta Borja González de Escalada, vicepresidente de Fundación SAMU.

La intención de los responsables de SAMU es que estas travesías náuticas con fomento de la inclusión a través del ocio y el deporte se repitan durante todo el verano y ya hay varias salidas programadas para agosto.

El apoyo necesario cuando se es mujer, menor y migrante

Cuando elegimos una profesión y, además, lo hacemos de forma vocacional, la decisión suele basarse en que confías en los valores que inspiran dicha actividad profesional, además de compartir los objetivos de la misma. En el caso de la psicología, estos valores pueden resumirse básicamente en ayudar a los demás y promover el bienestar de las personas. A lo largo de los nueve años que llevo dedicándome a la psicología, he podido observar que la mayoría de los psicólogos con los que he trabajado, incluyéndome a mí misma, se identifican con estos valores, poniéndolos por delante de los intereses personales. Es por ello que puedo decir en voz alta que me siento orgullosa de la profesión a la que pertenezco y, por supuesto, de poder ejercer como tal.

Pero aunque se trate de una realidad cotidiana, hay ocasiones en las que esta vocación de ayuda se hace más palpable, por ejemplo, cuando trabajo con colectivos sumamente vulnerables y donde rendirse no cuenta como opción. Hablamos de menores extranjeros no acompañados que, por un motivo u otro, vienen encadenados a sucesos traumáticos. Todo ello con el agravante de que se trata de acontecimientos vitales estresantes de larga duración, por lo que sus efectos sobre su salud en general, y la salud mental en particular, son mucho mayores.

Nadie mejor que la propia persona que experimenta el proceso de migración sabe lo que significa la palabra refugiado. Nadie conoce su realidad y lo que implica dejar atrás lo más querido, pasar miedo e, incluso, terror por no saber lo que le deparará el futuro desde el mismo día en que parte de su país de origen.

Actualmente, me encuentro sumida en esta realidad, en la cual, no solo es necesario contar con competencias profesionales para garantizar el bienestar de nuestros menores, si no con competencias personales que ayuden al profesional día a día a lidiar con esta realidad. Y esto debe hacerle junto al resto de profesionales del equipo que se encuentran al pie del cañón y que son, cada día, un apoyo imprescindible para que, de manera conjunta, podamos hacer que estas personas forjen nuevas realidades y tengan oportunidades.

Mi trabajo como psicóloga

Me gustaría hacer hincapié en la situación de las menores atendidas en el DISL Valencina, recurso gestionado por Fundación SAMU en la provincia de Sevilla. En este caso, a todo lo ya expresado, hay que sumar el factor de género y que, por su condición de mujeres y de raza, están más expuestas a todo tipo de abusos y malos tratos tanto en los países de origen como en los de tránsito y destino. Es en este punto donde la labor de la psicóloga en la intervención con menores que presentan un proyecto migratorio adquiere una especial importancia.

En el DISL Valencina atendemos a chicas menores de edad que, no solo les motiva para emigrar la creencia de que solo en Europa tendrán una oportunidad para acceder al mercado laboral, sino, también, la intención de alejarse de un pasado y una situación conflictiva que son consecuencias de roles de género muy marcados en sus países de origen. Esto, en la mayoría de los casos, desencadena alteraciones en la salud mental y un desequilibrio emocional.

Durante las primeras intervenciones con las menores, he podido observar, principalmente, sentimientos de frustración, incomprensión e impotencia. Estos sentimientos nacen de la incapacidad de comunicarse. Y no me refiero únicamente a la barrera idiomática, sino porque también se sienten presas de su espacio de origen y agredidas por un pasado que les corta la palabra y les impide actuar. Ahí es cuando te das cuenta que ese silencio continuo esconde una historia dolorosa. Quizás, el aspecto más relevante como generador de angustia sea el ser víctimas de trata y de contratos maritales, situaciones que anula absolutamente su capacidad de decisión por el hecho cultural de ser mujer.

En el proceso de este duelo, las chicas suelen generar emociones agresivas que se canalizan en forma de sentimientos como la tristeza, la frustración o la ansiedad. Y, si además, estas jóvenes han sido educadas culturamente para enmascarar estas emociones y resistir o soportar una situación desagradable de manera pasiva sin luchar o presionar para cambiar esta situación, el bloqueo mental es mayor y la intervención con ellas se vuelve más compleja. El hándicap está en que, debido a la transición a la mayoría de edad, vamos a contrarreloj para poder ofrecer una intervención completa antes de que se emancipen.

Actuación

En este sentido, generar herramientas psicosociales y de empoderamiento a la hora de abordar el duelo migratorio se convierte en el objetivo principal cuando en el centro trabajamos con ellas. Esto lo logramos a través de terapias individuales y grupales, donde se sienten comprendidas.

Psicológicamente, estas menores sufren inestabilidad emocional, tienen una gran dificultad para expresar sentimientos y emociones e, incluso, en ocasiones, padecen una depresión latente. Además, suelen ser menores altamente influenciables por su grupo de iguales y con una fuerte necesidad de recompensa inmediata. Viven el día a día sin planificación futura, en busca constante de sensaciones nuevas y la adquisición de dinero fácil para poder llevar una vida utópica.

Las técnicas de relajación, la reestructuración cognitiva, el autoconocimiento, la gestión de emociones, el empoderamiento, la resolución de conflictos, el abordaje de la ansiedad, el desarrollo de habilidades sociales, el conocimiento de los derechos de la mujer y los talleres sobre enfermedades de transmisión sexual son los principales puntos que debemos trabajar con ellas.

De igual manera, poder acceder a entidades que ofrecen una atención más especializada a través de programas de apoyo psicoterapéutico en violencia de género o explotación nos ha servido para poder ofrecerles una intervención más completa.

La importancia de la figura del psicólogo

Por todo lo expuesto anteriormente, me gustaría resaltar la importancia de la figura del psicólogo o la psicóloga de los centros dirigidos a niños, niñas y adolescentes. Hasta hace menos de un año, esta figura no era obligatoria. Contar con un profesional con herramientas para poder evaluar las necesidades y las carencias que impiden su desarrollo personal y social, y diseñar un programa de intervención individual para abordar el bienestar emocional que supone el duelo migratorio de estos niños es fundamental y necesario.

Antes de finalizar, me gustaría compartir algunos mensajes claves que han favorecido el bienestar emocional de nuestras menores:

  1. Las personas sentimos y tener sentimientos negativos no es algo negativo. Es normal sentir sufrimiento, malestar, y dolor ante condiciones de vida que consideramos difíciles y duras.
  2. Hay cosas que puedo hacer para sentirme mejor. Me puedo sentir mejor si reconozco mis virtudes y perdono mis defectos, conozco los pensamientos que me hacen daño y busco pensamientos alternativos menos dolorosos.
  3. Si cuento con otros para compartir o afrontar los problemas, probablemente antes podré toman las riendas de mi vida.
  4. Tenemos derecho a disfrutar de tiempo para nosotras. El pasado se fue y el futuro no ha llegado. Centrémonos en el aquí y ahora.

Espero haber otorgado una breve visión de lo que, desde nuestro centro, desde el punto de vista psicológico y, de manera conjunta con todo el equipo profesional, supone la atención a este vulnerable colectivo y la necesidad de que sean acompañadas en su proceso hasta alcanzar las herramientas suficientes que favorezcan el empoderamiento de las mismas y así poder vivir conforme a sus ideales y principios.

Por BERTA MARTÍN GUTIÉRREZ.
Psicóloga de ISL Valencina (Sevilla)

Ikram Ben Chama: “El personal de SAMU ha hecho todo lo posible por ayudarme”

Ikram Ben Chama llegó a Ceuta nadando desde Marruecos en mayo de 2021. Su único propósito era formarse y encontrar un trabajo para poder ayudar a su madre, objetivo que está poco a poco cumpliendo, de la mano del equipo de SAMU Clarín (Madrid).

—¿Por qué decidió venir a España?
—Tengo recuerdos malos de mi infancia allí. Además, por la mentalidad de los chicos marroquíes y por poder ser libre en este país. Y, por último, para labrarme un futuro en España, conseguir un trabajo y poder ayudar a mi madre.

—¿Cómo y cuándo llegó a España?
—El lunes 17 de mayo de 2021 a las siete de la tarde. Decidí nadar en la playa, desde Castillejos hasta Ceuta. Está cerca, pero fue difícil. No le dije nada a mi madre. Cuando vi que estaba abierta la frontera, entré. Sabía que en Ceuta ayudaban a las menores que llegaban sin familia.

—¿Cómo ha sido su paso por los diferentes recursos dirigidos a menores migrantes?
—Primero estuve en un centro mixto en Ceuta. No me gustó. No podíamos hacer gran cosa. Sólo comíamos y dormíamos. Después estuve en otro recurso donde solo había chicas. Allí estuve mucho mejor porque estudié un curso para ser camarera de restaurante. En Ceuta hice lo imposible por portarme bien para poder irme a Madrid. Fue entonces cuando conocí a SAMU.

—¿Cómo valora su estancia en el piso tutelado de SAMU Clarín, en Madrid?
—Estoy muy contenta. He conseguido mi sueño. Primero, hice un curso de Camarera de Piso y Ayudante de Cocina. Luego, realicé dos meses de prácticas de cocina y un mes de camarera de piso en un hotel. Después conseguí un contrato de trabajo en un hotel porque lo hice muy bien.

—¿Qué significa para usted conseguir un empleo?
—Mucho. Si no tengo trabajo no tengo nada. No podría ayudar a mi familia, no podría quedarme en España porque no conseguiría cambiar mi documentación. A mí me gusta mucho España y quiero quedarme aquí. Los españoles no quieren gente que no quiera trabajar, cosa que entiendo perfectamente.

—¿Cómo le ha ayudado SAMU?
—Desde SAMU sé que han hecho todo lo posible por ayudarme. Me han puesto en contacto con Extranjería, me han buscado cursos y prácticas, me han enseñado a formalizar un contrato, a ahorrar… Estoy muy agradecida. Ahora solo quiero trabajar y ahorrar para poder alquilar una habitación. También me gustaría volver a Marruecos a ver a mi madre y viajar a Málaga para ver a mis antiguos educadores de Ceuta y alguna amiga que se quedó allí.

La Universidad Pablo de Olavide y SAMU apuestan por la innovación social en el tercer sector

La Universidad Pablo de Olavide (UPO) de Sevilla y SAMU han creado una cátedra para el impulso de la innovación social en el tercer sector. El convenio entre ambas instituciones fue firmado el 20 de junio por el rector de la UPO, Francisco Oliva, y el presidente-director general del SAMU, Carlos González de Escalada.
La nueva cátedra de la Universidad Pablo de Olavide, gracias a la financiación de SAMU, establecerá un marco de colaboración entre ambas entidades para el desarrollo del conocimiento en el área sociosanitaria a través de la innovación social. El objetivo es crear sinergias entre los 40 años de experiencia en el ámbito de la salud y la atención social de SAMU y el equipo investigador y académico del departamento de Trabajo Social y Servicios Sociales de la Universidad. José Luis Sarasola, profesor titular de este departamento dirigirá la Cátedra.

La Cátedra SAMU de Innovación Social de la UPO permitirá llevar a cabo actividades de formación, tanto reglada como no reglada, y promoverá la cooperación educativa entre ambas entidades para la mejora de la empleabilidad de los estudiantes. Además, está prevista en el marco de la Cátedra la concesión de becas, ayudas y premios.

En el área de investigación, impulsará el desarrollo de nuevas líneas de estudios relacionadas con la innovación social del tercer sector y la elaboración de informes y estudios en los ámbitos de la salud y la acción social, promoviendo proyectos conjuntos de mejora. En divulgación y transferencia del conocimiento, se promoverán los valores y principios que fomenta la Cátedra a través de actividades culturales y de difusión, la publicación de los resultados de las investigaciones llevadas a cabo y la organización de congresos y conferencias.

Francisco Oliva destacó tras la firma del convenio cómo en la Universidad Pablo de Olavide se practica la innovación social tanto interna como externamente. De forma interna gracias a la labor del equipo investigador del área de Trabajo Social y Servicios Sociales; y, externamente, por el trabajo llevado a cabo desde el vicerrectorado de Cultura y Políticas Sociales para impulsarla a través de las actividades de la Universidad. “Es una oportunidad vincularse a una entidad de gran experiencia como SAMU, y la sinergia creada gracias a esta Cátedra traerá muchos beneficios, especialmente para las personas más desfavorecidas”.

Por su parte, Carlos González de Escalada, director general de SAMU, hizo hincapié en la importancia del papel fundamental que desempeñan las universidades y, en este caso, la UPO, en materia de desarrollo científico y académico. Además, destacó el compromiso férreo de SAMU con la UPO, mencionando la constitución del Instituto SAMU de Investigación Científica, una institución que aglutina el patrimonio investigador, académico y divulgativo que SAMU ha generado en los últimos 40 años y que servirá de impulso y soporte para la cátedra recién creada. “Desde SAMU vamos a realizar todos los esfuerzos necesarios para que esta cátedra sea un motor en la investigación y divulgación de nuevos métodos de atender a las personas que más lo necesitan”.

Las cátedras institucionales y de empresa constituyen un medio idóneo para canalizar la cooperación entre la Universidad e instituciones públicas y privadas. Para la comunidad universitaria, estudiantes, profesores e investigadores, este tipo de cátedras facilitan la relación con empresas y entidades, propiciando la colaboración en actividades de formación, la generación y divulgación de conocimiento, la transferencia tecnológica y la investigación.

Psicoterapia en el daño cerebral sobrevenido

El daño cerebral sobrevenido es una lesión cerebral que se produce en un momento concreto de la vida de una persona y que la transforma por completo. Tiene una triple afectación: física, cognitiva y emocional y conductual. Todas estas afectaciones provocan alteraciones en las actividades de la vida diaria y en cómo se relaciona con su entorno más próximo, como puede ser familiar y/o social.

Los cambios conductuales y emocionales pueden ser originados directamente por las lesiones en ciertas áreas cerebrales como son la amígdala, el giro cingulado, la ínsula, el globo pálido, el lóbulo temporal, el córtex orbitofrontal, entre otras. También pueden ser provocados por las modificaciones en la vida de la persona que provoca esa situación: cambio de hogar, pérdida de su trabajo, cambio de relaciones con su familia, amistades o disminución de la autonomía.

Los síntomas psicológicos después de un daño cerebral sobrevenido (DSC) pueden reflejar no solo un proceso cerebral disruptivo, sino también los esfuerzos adaptativos del individuo para afrontar las consecuencias de la lesión (Prigatano). El comportamiento tras el DCS depende de: tipo de gravedad, forma de aparición, localización y extensión de la patología cerebral; la naturaleza de la discapacidad; el significado otorgado a la discapacidad por el sujeto en función de sus experiencias y valores premórbidos; y el medio en el que el comportamiento se manifiesta.

La psicoterapia en DCS es, al fin y al cabo, psicoterapia adaptada a personas con déficits cognitivos y funcionales que además pueden encontrarse inmersos en un duelo patológico, debido a la pérdida de capacidades y los cambios experimentados en su vida.

La finalidad de la psicoterapia es principalmente la mejora de la calidad de las personas a través del alivio de su sufrimiento emocional en cualquiera de las formas en que se exprese: depresión, ansiedad, trastornos de conducta… A través de un adecuado procedimiento psicoterapéutico, conseguiremos mejorar el bienestar y el ánimo de la persona con daño cerebral sobrevenido, y facilitar el proceso de readaptación y de reintegración social y comunitaria. La base de las intervenciones, en un principio, es acompañarles en la redefinición de la identidad. Es importante ayudarles a identificar y a comprometerse activa y positivamente en el logro de sus metas.

Para llevar a cabo este tipo de intervención, los profesionales debemos servirnos de distintas técnicas y enfoques psicológicos adaptados a las necesidades de las personas con DCS. Adaptar implica el uso de apoyos para facilitar la comprensión de la información (imágenes, pictogramas, vídeos, contratos conductuales, esquemas, entre otros). También utilizar ayudas compensatorias para recordar la información dada en consulta (diarios, agendas, libretas o grabaciones). Además, implica adaptar las condiciones de consulta (eliminar distractores, cambios en el espacio), adaptar la velocidad del discurso a la VPI de la persona, comunicar de manera concisa y clara, simplificar explicaciones y adaptar nuestro vocabulario, buscar el contacto ocular, verificar que la información ha sido comprendida o dividir las tareas en pasos.

¿En qué medida una persona con daño cerebral sobrevenido puede beneficiarse de la psicoterapia? Es importante en una primera instancia valorar los distintos dominios cognitivos que tiene la persona, de ahí que la psicoterapia vaya unida a la neuropsicología. Identificar los puntos fuertes y débiles nos ayudará a determinar el tratamiento idóneo. No obstante, existen casos en los que, debido a sus rasgos premórbidos de personalidad (déficit deterioro cognitivo, alteraciones graves de la conducta desorientación, estado de conciencia, fabulaciones, anosognosia, alteraciones graves del lenguaje o memoria), la aplicación de una psicoterapia no es posible.

Cuando esto sucede es cuando debemos basarnos en intervenciones terapéuticas. Estas últimas se refieren a una amplia variedad de acciones (asesoramiento, modificaciones del contexto, talleres psicoeducativos, estrategias de sustitución, compensación) que el psicólogo valorará con la finalidad de abordar sus necesidades.

El terapeuta debe iniciar su trabajo por el área (emocional, cognitiva o conductual) de menor resistencia, facilitando la sensación de dominio. Así, por ejemplo, si planteamos ejercicios cognitivos que reflejen sus dificultades a una persona con dificultades en la gestión emocional, aumentaremos su nivel de angustia, por lo que las valoraciones cognitivas deben estar estratégicamente postpuestas.

La reestructuración del yo

Uno de los motivos principales de consulta en daño cerebral sobrevenido se basa en el proceso de aceptación de la reconstrucción de su “yo”. El duelo pone en marcha mecanismos de defensa y de afrontamiento que pueden estar deteriorados debido a zonas cerebrales vitales a funciones psicológicas necesarias para su correcta elaboración. El desafío en psicoterapia será afrontar de lleno la reestructuración del yo. Para ello debemos promover los siguientes facilitadores: Una buena alianza terapéutica, o cómo se logra, desde la propia honestidad, la aceptación incondicional de la persona, con psicoeducación y a través de las habilidades sociales de cada uno. También es crucial el deseo de cambio: es importante proponer un nuevo plan vital u objetivos de participación atractivos para la persona con DCS. Por último, entendemos como decisiva la colaboración activa de la familia: el deseo de cambio por parte de la familia y la colaboración con su familiar en el proceso es importante para alcanzar el bienestar psicoemocional de la persona con DCS.

MAYTE PAREDES. Psicóloga de la Residencia Santa Ana

Pequeñas valiosas acciones en el Día Mundial del Medio Ambiente

El 5 de junio se celebró el Día Mundial del Medio Ambiente. Esta efeméride, promovida por las Naciones Unidas, se creó el 15 de diciembre de 1972 con el objetivo de sensibilizar a la población sobre la necesidad de impulsar la acción a favor del medio ambiente de manera global. Anualmente se celebra este día con diversas actividades de alcance mundial encaminadas a la protección y mejora del entorno.

Desde sus inicios, la Residencia San Sebastián ha demostrado su compromiso con el hábitat que nos rodea con diversas actuaciones en beneficio del entorno cercano a nuestro centro así como en otras actividades diseñadas por organizaciones externas. Tenemos claro e intentamos compartir con nuestros residentes la necesidad de ser responsables en el cuidado de nuestro entorno.

Igualmente, nuestro trabajo viene enmarcado en varios de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) u Objetivos Globales creados por las Naciones Unidas en 2015 para, entre otros objetivos, proteger el planeta. Estos objetivos, por definición, están integrados entre ellos, pero estas actuaciones concretamente están ideadas siguiendo los objetivos número 11 (Ciudades y Comunidades Sostenibles), número 13 (Acción por el Clima) y número 15 (Vida de Ecosistema Terrestre).
Con todo este marco, nuestros residentes han querido sumarse a esta iniciativa con diferentes actividades según los grupos de trabajo. Uno de ellos ha elaborado con materiales reciclados una ciudad de papel y una pecera para ver qué maravillas nos encontramos en el fondo del mar.

Otro de los grupos ha trabajado en labores de huerto. Los residentes se han encargado de la compra de los materiales necesarios y la búsqueda de otros provenientes del reciclado para la plantación de semillas de distintos tipos de verduras y flores. Esta actividad además fomenta valores de responsabilidad y cuidado diario.
Por último, no podemos dejar de lado la atención hacia nuestros pequeños animales. Por ello, otra de las actuaciones llevadas a cabo ha sido la elaboración de varios tipos de comederos para pájaros con cacahuetes, alpiste y materiales reciclados.

Estas actuaciones orientadas a la protección y cuidado del medio ambiente se han extendido a otros centros de la entidad como el CAFD El Sauzal. En este centro se trabaja diariamente en la sensibilización hacia las personas usuarias y trabajadores con el objetivo de reducir los residuos vertidos a los océanos tanto desde el uso responsable de materiales como baberos, como en la colocación de cartelería informativa, además del uso de contenedores de reciclaje facilitados por la asociación Ecoembes colocados en puntos estratégicos de los centros.

DOLORES RUIZ MARTÍN. Educadora de la Residencia San Sebastián