ISL El Castillejo: El significado de dos portátiles donados por Fundación La Caixa

El mayor propósito que siempre hemos tenido en ISL El Castillejo (El Bosque, Cádiz) ha sido trabajar a fondo y con especial intensidad en la integración social y laboral, la normalización y autonomía de los menores, la cultura del esfuerzo, el aprendizaje de oficios mediante prácticas formativas, la continuidad de la formación, así como la incorporación de los jóvenes al mercado de trabajo.

Dada la era digital en la que nos encontramos, los menores necesitaban material informático para poder acceder a un mejor aprendizaje, una mejor formación y una correcta integración en la escuela y en el mundo laboral. Por ello, Fundación La Caixa ha subvencionado la adquisición de dos ordenadores portátiles para el centro.

Estas herramientas son necesarias para facilitar su trabajo a nuestros menores y así conseguir los objetivos planteados en su proyecto de vida.Al mismo tiempo, ese material informático sirve como herramienta que beneficia a los menores en la búsqueda de empleo, la elaboración de currículums vitae, la realización de cursos online, la utilización de material de apoyo para el seguimiento de clases de español en el recurso, y un seguimiento adecuado de las clases que se han ido impartiendo online debido a la pandemia.

En ISL El Castillejo nos encontramos muy satisfechos y agradecidos por la subvención concedida por Fundación La Caixa para la compra de estos equipos, en apoyo a la integración comunitaria, social y laboral de nuestros menores extranjeros no acompañados.

Gracias a La Caixa de la localidad de El Bosque, podemos afirmar que los menores que residen en el recurso estarán mejor preparados ante su próxima mayoría de edad y mejor capacitados para tener una vida más independiente, mayor variedad e igualdad de oportunidades en lo que se refiere al mundo sociolaboral.

No queremos terminar este artículo sin dar un especial agradecimiento a la directora de la entidad bancaria de la localidad El Bosque, por su interés en nuestro trabajo y el excelente trato al equipo del centro ISL EL Castillejo.

ISL Cortijo: Samir Baidan, un referente de constancia y resiliencia

Dice un proverbio árabe: “La paciencia es un árbol de raíz amarga, pero de frutos muy dulces”. Dicha frase le viene como anillo al dedo a la historia de Samir Baidan. El joven llegó a España a finales de 2019 aquejado de una coxartrosis, una artrosis de cadera. Según su relato, un médico en Marruecos le aconsejó trasladarse a España ya que, por motivos económicos y técnicos, en su país era imposible su operación.

A esta cuestión se unía la necesidad imperiosa de lograr un futuro mejor. Durante su estancia en ISL Cortijo (Jimena de la Frontera, Cádiz) de Fundación SAMU, y a través de la Escuela de Oficios SAMU, Samir superó el curso de mantenimiento de jardines y zonas verdes, con una duración de 200 horas lectivas y metodología práctica realizada en Cortijo Román de Jimena.

Tras la realización de dicho curso, algunos de sus compañeros tuvieron mejor suerte que el joven Samir obteniendo un trabajo acorde a la formación recibida. Él, sin embargo, no obtuvo recompensa al esfuerzo realizado. Tras esta primera desilusión, y como resultado del Programa Camino a la Autonomía y Emancipación de nuestra entidad, el joven realizó sus primeras prácticas formativas como auxiliar de mecánica en una conocida empresa multinacional. Tras la finalización de estas prácticas, tras tres meses de predisposición, voluntariedad y buena actitud, no consiguió de nuevo la tan ansiada contratación.

El menor, lejos de maldecir su suerte, ya en ISL Ruiz Tagle (Algeciras) de Fundación SAMU, mantuvo una buena actitud y no desistió en seguir empleando todas sus ganas para alcanzar sus objetivos. Realizó diversos cursos que complementaron su formación, manteniendo siempre una actitud ejemplar en el recurso y no cerrando puertas a cualquier ocasión que pudiera presentarse.

Así, volvió a realizar unas nuevas prácticas en una lavandería industrial siguiendo los pasos de otro compañero de su recurso que las había realizado en la misma empresa y había logrado un contrato de trabajo. Samir y la suerte, sin embargo, volvían a no encontrarse: la pandemia y otras circunstancias volvieron a convertirse en una barrera a pesar de haber vuelto a mostrar una gran actitud en su cometido.

Con su mayoría de edad a un mes vista y, tras sufrir una operación de apendicitis, la paciencia y el esfuerzo por fin tuvieron sus frutos dulces. Nos informaron de que había una plaza vacante de mantenimiento en un famoso gimnasio de Algeciras y… ¡contratado! Samir consiguió por fin su primer contrato de trabajo en España y así logró lo que más deseaba desde su llegada el país. Para el equipo de ISL Cortijo y para todos sus compañeros se ha convertido en un ejemplo y un referente de constancia, resiliencia y sacrificio.

Recep Campo de Gibraltar: Mohamed Ouma, una guía a seguir hacia la inclusión

Mohamed Ouma ingresó en nuestro centro de recepción Recep Campo de Gibraltar hace dos años. A su espalda, un recorrido y un pasado muy duro marcados por las dificultades económicas y el fallecimiento de su padre tras un accidente de tráfico cuando él era solo un niño. Este suceso provocó que recayera sobre Ouma la responsabilidad de sustentar a su familia, formada por su madre y su hermana pequeña. Además, tras una mala intervención quirúrgica en su país, el joven sufrió la pérdida de visión del ojo derecho.

Pese al dolor de dejar a su familia, se embarcó junto a otras personas en una patera para, como ellos bien nos dicen a su llegada, “buscar un buen futuro”.
Durante su estancia en el recurso fue un chico que se hizo notar. Prudente, tímido y siempre disponible para aprender y ayudar, era muy participativo y tenía un gran interés por aprender español. En tan solo cuatro meses consiguió dominar el idioma. Se convirtió en un referente en nuestro centro para el resto de los menores.

Al cumplir la mayoría de edad, fue trasladado a un recurso ubicado en Jerez gestionado por la entidad CEAR. Allí consiguió superar el primer curso de ESPA y el nivel A2 de español. Desde CEAR, le dieron la posibilidad de solicitar un traslado a la zona del Campo de Gibraltar, puesto que él refería reiteradamente que “su familia SAMU” se encontraba aquí.

Estando ya en nuestra ciudad, Mohamed, se ofreció como voluntario en nuestro centro de recepción con el objetivo de apoyar a quienes les ayudaron. Continuó con sus estudios finalizando ESPA con la segunda mejor calificación. Al mismo tiempo, consiguió una plaza en la Escuela de Capacitación y Emprendimiento Hostelero, y realizó un curso de pintura con la Coordinadora Alternativas. Por su actitud fue elegido para participar en la clausura de dicho curso.

A finales de verano comenzó a trabajar con SAMU como mediador intercultural. Ha sido, sin duda, una de sus mayores alegrías desde que cruzó el Estrecho. Como mediador, tiene grandes cualidades como el respeto y la empatía con los menores, además de gran habilidad para resolver conflictos.

Mohamed sigue superándose a diario. Posee una alta sensibilidad y empatía que lo convierten en un gran profesional y, sobre todo, en una persona excepcional.

CPM Miguel de Mañara: Prácticas empresariales como trampolín al mercado laboral

En el centro CPM de Miguel de Mañara se persigue que los menores residentes se sientan parte activa de nuestra sociedad y nuestra cultura, y qué mejor manera de conseguirlo que siendo partícipes de su continuidad formativa con prácticas en empresas locales que apuestan por la integración.

Nuestro centro acoge tanto a menores adolescentes inmigrantes como a menores nacionales en situación de desamparo y/o en riesgo de exclusión social. Muchos de ellos, cuando ingresan aquí, a pesar de que llegan con unos niveles educativos muy bajos, tienen como meta principal conseguir una estabilidad laboral que en sus países de origen no podrían alcanzar.

Desde el CPM Miguel de Mañara apostamos por una línea de actuación educativa basada en la convivencia y mejora de las competencias formativas de nuestros menores.

Todos quieren labrarse un futuro en nuestro país y son conscientes de que eso debe comenzar obteniendo una titulación académica y unos estudios básicos. A pesar de las dificultades tales como el idioma y su bajo nivel académico de partida, muchos de ellos lo están consiguiendo.

Es el caso de tres de nuestros chicos, Amine Aboulanouar, Mohamed Er-Rouby e Ibrahim Bah, quienes han comenzado las prácticas formativas que darán fin a sus estudios de FP de grado medio de mecánica y cocina. Dos de ellos realizarán sus prácticas en talleres (Box Car Service Tomares y Valderrama Automoción Chapa y Pintura) y otro en Ikea (sección de gastronomía). Creemos que estas prácticas son una oportunidad para seguir creciendo personal y académicamente y serán de gran ayuda a la hora de optar a un empleo.

Viviendas dignas para los menores de Piniers (Ceuta)

Fundación SAMU ya cuenta en el Centro de Recepción de Emergencias de Piniers, en la Ciudad Autónoma de Ceuta, con la primera vivienda colectiva construida por la propia entidad. Está destinada a los menores acogidos en el complejo. El acto de inauguración, que se celebró el 2 de marzo, contó con la participación de Mª Isabel Deu del Olmo, vicepresidenta Primera y consejera de la Presidencia y Relaciones Institucionales del Gobierno de Ceuta. Se trata de la primera de las tres viviendas colectivas que Fundación SAMU quiere construir en Piniers y pondrá a disposición de la Ciudad Autónoma para hacer frente a futuras necesidades de alojamiento.

Deu del Olmo, acompañada por el presidente de Honor de SAMU, Carlos Álvarez Leiva, y por el presidente-director general de SAMU, Carlos González de Escalada, visitó este nuevo inmueble, que tiene una superficie de 200 metros cuadrados, distribuidos en dos plantas, con capacidad de alojamiento para 36 personas, además de un salón y zona de aseos, despacho y almacén dentro del capítulo de espacios comunes.

Se trata de un edificio construido con la técnica de steel framing, basada en el conformado de chapas laminadas en frío de acero galvanizadas, con una fuerte implantación en mercados como los de Estados Unidos o Canadá pero con escasa penetración en España, a pesar de que ofrece un acabado de gran calidad y permite procesos de construcción en plazos de tiempo muy reducidos. Éste es el segundo edificio que SAMU levanta con esta técnica. El primero fue el nuevo aulario de Escuela SAMU, en funcionamiento desde noviembre de 2021.

La vivienda colectiva, aunque concebida con carácter provisional, tiene altas condiciones de durabilidad, con doble aislamiento térmico y sonoro y con sistemas de eficiencia energética que proporcionan un confort similar a cualquier tipo de vivienda. De hecho, es un sistema muy empleado para la construcción de viviendas, que está comenzando a desarrollarse ahora en nuestro país.

Una actuación ejemplar

Después de la inauguración de este equipamiento, Fundación SAMU trabaja ya en la construcción de otras dos viviendas colectivas, con lo que la capacidad total será de 108 residentes. Actualmente, la Fundación acoge a 167 menores en Ceuta. Con esta dotación, que se enmarca en la Fase 4 del proceso de implantación del Centro de Recepción de Emergencias de Piniers, se busca mejorar la calidad de vida de los menores acogidos, así como habilitar un recurso permanente para atender las futuras necesidades de alojamiento del Gobierno de Ceuta.

Desde que Fundación SAMU presta asistencia a los menores en este recurso, la entidad ha llevado a cabo distintos proyectos para mejorar la habitabilidad y la integración de los menores acogidos en la Ciudad Autónoma. Recientemente, la entidad ha puesto el proyecto medioambiental Los Sueños de Piniers, con el que se está llevando a cabo el ajardinamiento integral del entorno con la participación de voluntarios y de los menores acogidos, buscando la creación de un espacio más amable y sostenible. Por otro lado, a través de la Escuela de Oficios SAMU (EOF), la organización puso en marcha un programa de formación en oficios de alta empleabilidad para que estos menores puedan dar un impulso a su futuro laboral.

ODS 16: Promover sociedades pacíficas e inclusivas

Nadie hubiera podido imaginar el estallido de una nueva guerra, y el estupor del resto del territorio mundial ante tal salvajada. ¿Qué va a pasar con la población que sufre? ¿Qué va a pasar con los miles y miles de personas que están huyendo de su país, de Ucrania, abandonando su vida, su hogar? Ucrania necesita de la solidaridad de los países, de sus vecinos, de la población general. Se ha despertado en la sociedad una oleada de ayudas de todo tipo.

En el marco de la Agenda 2030, recordamos el ODS 16: Promover sociedades pacíficas e inclusivas para el desarrollo sostenible, facilitar el acceso a la justicia para todos y crear instituciones eficaces, responsables e inclusivas a todos los niveles.

Fundación SAMU, bajo este ODS, ha proyectado dos contingentes en zonas fronterizas en Ucrania, en colaboración con la institución americana Project Hope, con el fin de proporcionar asistencia sanitaria a las personas desplazadas de Ucrania debido a la situación sociopolítica actual y responder ante las necesidades asistenciales generadas por la crisis humanitaria. Esta misión forma parte de la iniciativa de los equipos médicos de emergencia de acción humanitaria de la OMS de la que Fundación SAMU forma parte.

Hay una creciente preocupación, así lo expresa el Mundiario, primer periódico global de análisis y opinión, sobre cómo va a trastocar esta invasión a la Agenda 2030 en Europa, sobre el cambio climático y la sostenibilidad. Cito textualmente: “Las razones descansan al descartarse un conflicto militar corto en el tiempo en el país ucraniano, tener que desviar inversiones hacia energías fósiles a falta del suministro del gas ruso y al rearme en los países de la OTAN, que de otra manera esos fondos se destinarían a renovables y políticas verdes, Se impone así la máxima de: Primero la guerra y luego el clima. Si en la Agenda 2030 nos hemos propuesto en Europa reducir un 55% los niveles de emisiones a la atmósfera y hasta neutralizar el consumo de combustibles derivados del petróleo hasta su prohibición total, es muy probable que con la invasión rusa en Ucrania, el cierre de gasoductos derive en un mayor consumo de carbón y petróleo, y cuyos desastres ambientales provocados repercuta en un desvío de las prioridades políticas, relegando las del cambio climático a un tercer rango. Además puede cuestionar la transición ecológica que aspiramos en la Unión Europea antes de entrar de lleno en la descarbonización de la economía”.

La Agenda 2030 será siempre un referente que guíe nuestras acciones en SAMU, y tendrá los ODS como objetivos transversales dentro de las metas generales de nuestra entidad.

Por Rocío Álvarez, directora del área de Sostenibilidad de SAMU

El éxito de Idilio Escénico llega a la Universidad de Sevilla

SAMU, a través del área de Dependencia e Inclusión Social, participó el 14 de febrero en la jornada Subvirtiendo la expresión corporal en la Educación Física, que tuvo lugar en la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad de Sevilla. La educadora Alba Garrido, directora de la compañía de teatro Idilio Escénico, fue la encargada de pronunciar la ponencia de SAMU.

Los discursos de esta jornada, impulsada por la profesora Nuria Castro Lemus, se centraron en ofrecer una reflexión sobre la importancia que tiene la expresión corporal en la Educación Física. Así, esta jornada tenía como principal fin dar visibilidad a la sinergia que existe entre expresión corporal y la Educación Física desde la docencia porque la persona es un ser social que necesita relacionarse, para lo cual utiliza diferentes instrumentos (sonidos, palabras, gestos); porque la personalidad comienza a estructurarse a partir de las experiencias corporales y se modifica con las experiencias relacionales; y porque constituye una vía de bienestar y satisfacción personal.

La expresión corporal surge como corriente de la Educación Física en la década de los 60, orientada hacia la creatividad y libre expresividad del cuerpo, promoviendo otra forma de tratar el movimiento en donde se aglutinasen cuerpo, espacio y tiempo, que confluyen e interactúan manifestándose en el movimiento.
Como cierre final de la jornada, Alba Garrido explicó su trayectoria en Fundación SAMU y dio a conocer el trabajo que ella viene realizando con el proyecto de inclusión social a través del teatro Idilio Escénico dentro de la Fundación.

La intervención educativa a través de la expresión corporal nace en el año 2017, consolidándose como Idilio Escénico en el año 2018, representando sus obras en más de 10 ocasiones a lo largo de la corta vida del grupo.

Unida a su presentación, el grupo de teatro Idilio Escénico contactó en directo mediante videoconferencia desde la Residencia San Sebastián (Cantillana) con la mesa de la ponencia para presentar al grupo. También quisieron pronunciar unas palabras de agradecimiento a todos los presentes, ya que no pudieron representar su obra como estaba programado debido a las indicaciones por parte de las autoridades sanitarias de la imposibilidad de salir del centro a causa de la pandemia.

Pepe, el técnico de SAMU que le salvó la vida a un niño de siete años

Dicen que todos tenemos un ángel de la guarda que vela por nosotros. El de Hugo, un niño de siete años de Castilleja de Guzmán (Sevilla), se llama Pepe Delgado Rodríguez de Almansa, un Profesional Técnico de Integración Social (PTIS) de SAMU que trabaja en su colegio y que el pasado 18 de enero le salvó la vida al menor tras recordar los consejos que su madre le dio en caso de que Hugo sufriese algún problema y a la formación recibida por SAMU.

Hugo sufre un tipo de mitocondría que afecta a la musculatura de sus órganos (como los pulmones y el estómago), esto le produce insuficiencias respiratorias, por lo que tiene realizada una traqueotomía y, además, lleva un botón gástrico. Hace unos días tuvo una crisis y perdió la conciencia. En concreto, tal como recuerda Pepe Delgado, el PTIS que se ocupa de vigilarle y ayudarle en sus necesidades básicas, tras la clase de Inglés, se percató de que el menor “tenía el pecho cargado y se sentía mal”. “A veces los mocos propios de esta época del año obstruyen sus vías respiratorias, pero, de repente dio un golpe en la mesa, no podía respirar bien”. El PTIS se llevó al menor a una sala del colegio donde se encuentra el material sanitario del niño en caso de necesidad mientras avisaba a sus padres. En pocos minutos, el menor perdió la consciencia y el hombre dio la voz de alarma. Afortunadamente, la directora del centro, la jefa de estudios y el presidente del AMPA estaban cerca y pudieron ayudarle.

“Lo tumbé y le coloqué la cabeza hacia atrás para conectar el ambú (un dispositivo manual para proporcionar ventilación con presión positiva a aquellos pacientes que no respiran o que no lo hacen adecuadamente). El niño no respondía. Le administré suero y utilicé un aspirador para absorber los mocos. A los dos minutos empezó a mover la nariz, pero no abría los ojos. Fueron solo dos minutos, pero para mí fue una eternidad”, cuenta Pepe Delgado, que mantuvo al menor con vida hasta que llegó su padre y le practicó la técnica fisiológica que le hizo expulsar el tapón de mucosidad que le impedía respirar, y la ambulancia. “Mantuve la calma y actué con rapidez porque sabía lo que tenía que hacer, pero cuando pasó todo y vi que el niño estaba bien, me vine abajo”, reconoce el monitor, que atiende a Hugo desde hace cuatro años, cuando el menor entró en el ciclo de Infantil.

Los PTIS reciben por parte de SAMU formación específica sobre primeros auxilios, técnicas de RCP o cómo usar el ambú. Además, en el caso de Hugo, sus padres mantienen a Pepe Delgado informado sobre los cambios en la salud del menor y cómo actuar en caso de necesidad.

Una oportunidad para jóvenes extutelados migrantes

Moussa, El Aib, Jawhari, Aziz, Sidiki y Bamba son los nombres de seis jóvenes migrantes que han conseguido alcanzar el objetivo por el que iniciaron su viaje migratorio, un sueño que se ha hecho realidad gracias a su gran trabajo y al imprescindible apoyo del Programa de Jóvenes Extutelados Migrantes (JEM).

El Programa JEM surge del concierto de la Consejería de Igualdad, Políticas Sociales y Conciliación con entidades sociales, está cofinanciado por el Fondo Social Europeo y tiene como objetivo proporcionar las herramientas necesarias para la inserción laboral y social de los jóvenes migrantes, con edades comprendidas entre los 18 y los 25 años, que hayan recibido anteriormente medidas del sistema de protección de menores de la Junta de Andalucía a través de los Itinerarios Personalizados de Inserción.

Gracias al Programa JEM, jóvenes migrantes de las provincias de Córdoba y Sevilla pueden recibir atención integral que cubre las necesidades básicas de alojamiento, manutención, acompañamiento socioeducativo, regularización administrativa e inserción social y laboral, garantizando su transición a la vida independiente en condiciones de seguridad e igualdad.

Moussa, El Aib, Jawhari, Aziz, Sidiki y Bamba han completado su proceso de regularización documental con contratos de diferentes sectores laborales, contribuyendo así a la consecución de los objetivos marcados en su itinerario sociolaboral. Ellos son un claro ejemplo de los extraordinarios resultados que alcanzan los menores acogidos al Programa JEM, un proyecto imprescindible que les ha permitido vivir de manera independiente gracias al esfuerzo y el trabajo invertido, tanto por los jóvenes como por el equipo de profesionales que les ha acompañado desde su llegada a España y, por supuesto, gracias a la financiación de los Fondos Sociales Europeos que apoyan económicamente los programas de autonomía, garantizando una salida segura y digna a todas las personas que emigran en busca de un futuro mejor.

Un joven del programa JEM Sevilla

Un joven del programa JEM Sevilla

Desde Fundación SAMU animamos a los chicos que están a punto de alcanzar su emancipación para que sigan el ejemplo de sus compañeros. Para ello, organizamos encuentros y convivencias en las que los jóvenes emancipados tengan la oportunidad de transmitir sus experiencias de primera mano a todos aquellos que están iniciando el mismo proceso que ellos tuvieron que afrontar. Gracias a la Consejería de Igualdad, Políticas Sociales y Conciliación y a la financiación de los Fondos Europeos por hacer de los sueños de estos jóvenes una realidad ilusionante.

 

El periplo de Mamadou y su experiencia en el JEM SAMU Córdoba

Mamadou Rafiou Balde es uno de los jóvenes beneficiario del Programa de Jóvenes Extutelados Migrantes (JEM) puesto en marcha por SAMU, un programa que surge del concierto de la Consejería de Igualdad, Políticas Sociales y Conciliación con entidades sociales y, está cofinanciado por el Fondo Social Europeo. Mamadou llegó al JEM SAMU Córdoba  en octubre de 2021, después de pasar por diversos dispositivos, fundaciones y recursos. Su intención al llegar era clara: encontrar un trabajo que le permitiese ayudar a su familia en su país de origen, Guinea Conakry. El joven no concibe su viaje migratorio sin ese objetivo.

Mamadou nació en la ciudad de Labé, Guinea Conakry, hace 20 años. Al fallecer su padre, su tío se encargó de su crianza: decidió que Mamadou abandonase la escuela a edad temprana para comenzar los estudios en la escuela coránica. Al acabar dicha formación, el joven comenzó a ayudar a su madre en lo que podía para sacar a sus tres hermanos menores adelante y evitar que abandonasen la escuela. Su madre es la piedra angular en la que Mamadou se apoya para salir adelante cada vez que le flaquean las fuerzas o las certezas: su familia necesita, en gran medida, de toda aportación que él pueda proveer.

“Me fastidia no tener dinero para mandar. No he empezado todavía ¿sabes? Es mucho tiempo. Y si piensas en lo que sufre [su madre] por ti y todo lo que hace…y resulta que tú no te mueves nada para hacer nada por ellos… no está bien”, comenta Mamadou.

En su ciudad natal, Mamadou no veía opciones de una vida estable y con posibilidades de que su familia saliese adelante, por lo que una idea se formó en su mente: migrar para buscar oportunidades más allá de las fronteras guineanas. Corría marzo de 2016.

Así, el joven decidió que debía probar suerte y llegar a Europa para labrarse un futuro, periplo en el que invirtió dinero, tiempo y sufrimiento.

Mamadou Rafiou

Mamadou Rafiou

Al dejar Guinea se encaminó a Mali, donde cruzó el desierto hasta llegar a Orán, Argelia. Allí desempeñó durante unos meses diversos oficios de subsistencia, no siempre obteniendo la recompensa prometida antes de empezar el trabajo. Esto casi provocó que diera la vuelta y regresara a Guinea: “Cuando llegué a Argelia casi quería cambiar de idea. Normalmente quería llegar a Europa, pero lo que más deseaba era encontrar un sitio para ganar dinero y ayudar a mi familia”, señala el joven.

Aun así, tras cerca de ocho meses, Mamadou consiguió ahorrar lo suficiente para iniciar la siguiente etapa de su viaje. Si bien la idea era dirigirse hacia Libia, por la facilidad de cruce hacia Italia, los conflictos armados de la región y las consecuencias sobre los migrantes desincentivaron esta opción. Por lo tanto, acompañado de un buen amigo que actualmente se encuentra en Francia, Mamadou puso rumbo hacia Marruecos, con idea de atravesar el Estrecho.

Ello, no obstante, tras diversas experiencias que prefiere no rememorar, acabó por recalar en Rabat, donde permaneció durante unos cuantos meses más. Finalmente, desde allí el joven llegó a una ciudad costera marroquí desde donde, tras varios intentos fallidos a lo largo de varios meses, Mamadou arribó a las costas almerienses tras ser interceptada su patera por Cruz Roja en alta mar. Era mayo de 2018.

“Lo intentamos tres veces, pero encontramos a la Marina de Marruecos en el mar y nos atrapó. Cuando te atrapan, te mandan a un pueblo lejos, cerca del desierto, para que tardes en volver”, asegura el joven.

Tras llegar a España, Mamadou recorrió diversos centros en varias Comunidades Autónomas hasta que fue declarado menor de edad con la aportación de su documentación. Es entonces cuando el joven llegó a SAMU, a la UATE de Montemayor, donde permaneció hasta su traslado al C. P. M. Juan de Mairena, en Córdoba capital. “Quería estudiar algo, porque no tengo cursos. Cuando tienes 17 años no puedes estudiar porque no da tiempo. De verdad que quería estudiar, como poco 3 años o algo más o menos, algo de estudios”.

En enero de 2020, al cumplir la mayoría de edad, Mamadou abandonó las instalaciones del Juan de Mairena. A su salida se le propuso como candidato para un piso de mayoría en Baena, pero él la declinó por encontrarse haciendo prácticas, gestionadas por el Programa Labora, en un restaurante de la capital y con perspectivas de contrato, necesario para la renovación de su documentación antes de la reforma del Reglamento de la LO 4/2000. No obstante, como a tantos otros jóvenes, la pandemia impidió cristalizar esta oportunidad. Así, luego que se levantase el confinamiento, consiguió trabajo en Lleida, gracias a un contacto personal, donde permaneció hasta su llegada a Córdoba Acoge, en septiembre de 2021. Finalmente, al cierre del recurso de dicha entidad, Mamadou volvió a SAMU, en el Programa para Jóvenes Extutelados Migrantes, en funcionamiento desde mayo de 2021 en Córdoba.

Una vez en el Programa JEM Córdoba, Mamadou ha retomado su itinerario formativo y laboral, interrumpido en marzo de 2020, a través de diversos cursos de formación y unas prácticas formativas en las que el joven se encuentra cada vez más a gusto. Además, acogiéndose a la reforma del Reglamento de la LO 4/2000, el joven ha podido renovar su documentación, lo que permitirá la inserción laboral en un futuro para nada lejano. Así, mediante las prácticas formativas no laborales en la cocina del restaurante Brote, en Córdoba, Mamadou ha encontrado un hueco donde aprender y crecer profesionalmente: ya no se trata solo de ganar dinero para ayudar a su familia, sino que, con ese objetivo en mente, él mismo puede desarrollarse como persona.

“Cada día hay cosa nueva que veo: me da ganas de aprender más. No es solo trabajar, es aprender, hacerme profesional. La gastronomía es difícil, pero no sé; sacar un plato y que alguien se lo coma y le guste… me gusta saber que lo ha disfrutado”, destaca.

Al salir de su casa, Mamadou sabía que el camino no iba a ser fácil. Aun así, cada vez que hay un nuevo tropiezo, al mirar atrás el joven se da cuenta de que ha soportado mucho más de lo que pensaba y que podrá superar también lo que se le presente en el futuro. Para ello, la renovación de la documentación ha sido un paso clave: a partir de ahora, únicamente queda seguir trabajando para la inserción final.