Una emancipación óptima desde los centros de menores de Fundación SAMU

La emancipación por mayoría de edad dentro de los centros de menores es un proceso complejo por el que deben pasar todos los menores que son acogidos en los diferentes recursos que habilitan las administraciones una vez que llegan a España desde sus países de origen. Este proceso se convierte, en la mayoría de los casos, en una situación de estrés y de incertidumbre para los jóvenes, por lo que desde los centros de menores se trabaja desde prácticamente su llegada al recurso para ir preparándolos y dotándoles de las herramientas que faciliten este gran paso.

Desde que los menores ingresan en el recurso, todo lo que se trabaja en los centros está enfocado al proceso de emancipación, toda la formación que reciben y los aprendizajes que adquieren en el recurso se realizan con la intención de favorecer su integración en la sociedad y de finalizar con éxito el proceso de emancipación.

El proceso de emancipación se considera un éxito cuando el menor es capaz de valerse por sí mismo sin necesidad de ayuda externa ni económica, ni administrativa ni de agentes sociales. En la mayoría de los casos, esta emancipación no se realiza de manera completa una vez que abandonan el centro de menores por mayoría de edad, ya que, en muchos casos los menores son derivados a pisos de mayoría de edad donde continúan recibiendo la ayuda de la administración y de las distintas entidades. Pero se dan situaciones en las que el menor lleva tiempo trabajando, por lo que tiene un contrato de trabajo y ahorros suficientes para pagar un alquiler o se pueden trasladar con algún familiar.

Aunque no sepamos con exactitud si el proceso de emancipación se va a completar o no, el trabajo que se realiza en los centros de menores está enfocado a que los jóvenes cuenten con todas las herramientas que necesitan para dar el paso a la autosuficiencia.

El trabajo que se realiza, aunque siguiendo unas directrices más o menos establecidas, se va llevando a cabo teniendo en cuenta que existen diferencias significativas entre los menores, lo que nos obliga a ir buscando alternativas y elaborando diferentes caminos que puedan favorecer cada uno de los procesos de emancipación. Uno de los puntos principales en los que focalizamos el aprendizaje es la adquisición del idioma, el cual es lo que abre todas las puertas de cara a la mayoría de edad.

Desde su llegada, los menores son escolarizados y se comienza a visualizar cuáles son las expectativas del joven y sus capacidades, y se les insta a conseguir el graduado escolar, lo cual es muy beneficiosos a la hora de su inserción laboral. Una vez que el chico o la chica pasa el proceso de observación, en el cual evaluamos cuáles son sus preferencias formativas y laborales, se va trabajando sobre su desarrollo dentro del centro.

Trabajamos con ellos en su día a día buscando que sean autosuficientes en todos los aspectos, desde el cuidado de su espacio personal y su salud hasta el cuidado del entorno en el que viven. Los menores deben aprender todo tipo de cosas hasta ser capaces de valerse por sí mismos. Deben saber usar una lavadora, útiles de cocina para preparar su comida, buscar horarios de autobuses y realizar distintas combinaciones, asistir a citas médicas y solicitarlas, hacer la compra, conocer y usar de forma eficiente las distintas administraciones como SAS, SAE, SEPE, entidades de búsqueda de empleo, Extranjería, Consulados…. en definitiva, deben estar preparados para realizar cualquier trámite o tarea por sí solos, sin la ayuda de nadie.

Esto se consigue con diferentes niveles de éxito. Hay menores que son completamente independientes cuando salen del recurso y otros, sin embargo, requieren, aun siendo mayores, la ayuda de agentes sociales que les facilitan la superación de algunas dificultades.

Cumplir objetivos

Desde el ISL SAMU Dúrcal hemos ido trabajando en esta línea con todos los menores que han sido acogidos en nuestro recurso con unos resultados muy positivos. Un gran número de nuestros chicos han cumplido su mayoría de edad con un contrato de trabajo, lo cual proyecta de manera muy beneficiosa para el joven su nueva etapa de mayoría de edad. Uno de los casos más exitosos en los últimos meses es el de A.K. Este joven se emancipó de nuestro recurso por mayoría de edad, con un contrato laboral de formación vigente hasta septiembre de 2023 en el restaurante El Koso, en Granada, como ayudante de cocinero, con un título de FPB y su graduado en ESO, y una cantidad de ahorros suficientes para iniciar su vida autónoma. A.K. ha sido el ejemplo de la constancia y de la fortaleza que requiere haber llegado a España con menos de 15 años.

Tras más de tres años acogido en el ISL SAMU Dúrcal, el joven ha conseguido muchos de sus objetivos planteados en su proyecto migratorio. A.K. es un joven dinámico, abierto, con un excelente nivel idiomático, el cual dispone de una red social estable en la que es su provincia de residencia, independencia económica para comenzar su nuevo camino, y una familia que lo apoya, no sólo en su país natal, sino la que se ha creado en nuestro recurso.

Conseguir estos objetivos en un proyecto migratorio no suele darse con mucha frecuencia ya que deben darse muchos factores para alcanzarlos, pero aun así contamos actualmente con perfiles que pueden alcanzar un éxito similar. Desde el ISL SAMU Dúrcal estamos trabajando para conseguir estos objetivos que tanto ayudan a los menores a tener un proceso de emancipación más encaminado y con más proyección de futuro.

Esto es, en definitiva, un trabajo diario y muy personal con cada uno de los jóvenes que son acogidos en nuestros centros, a los que, a través del trabajo, el cariño y la empatía se les van ofreciendo las herramientas y los conocimientos necesarios para ser parte de la sociedad y puedan ir construyéndose su propio futuro.

Por JAVIER BOSQUET / ISL SAMU Dúrcal

8M: La transformación del futuro

Mujer no se nace, se hace. Ya lo decía la legendaria filósofa francesa, escritora y activista feminista Simone de Beavoir en su libro El segundo sexo, publicado en 1949. “No se nace mujer, se llega a serlo”, escribió De Beavoir, unas palabras claves que iniciaron el movimiento feminista del siglo XX. Su reflexión, que se convirtió en el lema del feminismo, apunta que tanto mujeres como hombres son moldeados por la sociedad para cumplir determinados roles, mandatos y exclusiones. Como ella, numerosas mujeres a lo largo de la historia han alzado sus voces reivindicando la igualdad de género. Algo que muchas mujeres y hombres seguimos haciendo hoy reivindicando año tras año la importancia del 8M.

Hace dos años, cuando me nombraron directora del área de Intervención Socioeducativa y de la Mujer, no sólo cumplí una de mis metas profesionales sino que también se abrió ante mí la oportunidad de liderar un proyecto personal en el que creía y con el que me identificaba. Tenía la necesidad de poder contribuir a hacer posible ese cambio social que durante toda mi vida había soñado; primero, como niña, y, luego, como mujer y madre. No siempre una persona tiene la oportunidad de crear y trabajar con libertad, y de contar con la confianza y el respaldo de tu empresa y tu equipo. Yo lo he logrado.

SAMU apostó por mí desde un primer momento y eso me hace sentir, profesionalmente, que soy una mujer afortunada, aunque esto no hace que me olvide de todos los obstáculos que me he encontrado por el camino.

Desde hace varios años, SAMU y su fundación realizan proyectos relacionados con la igualdad y el empoderamiento de la mujer, y, desde 2021, cuenta con un área que engloba e impulsa todas estas acciones.

Este compromiso por parte de SAMU nace en la propia organización y en el propósito de que sus trabajadoras y directivas estén reconocidas profesionalmente y no se topen con el denominado techo de cristal. Actualmente, el 74% de la plantilla de SAMU y su fundación son mujeres ,y el 48,6% de los cargos directivos están ocupados por féminas. Además, el 50% de los miembros de la comisión ejecutiva (máximo órgano de la dirección) son mujeres.

Desde el área de la Mujer de SAMU atendemos a mujeres víctimas de violencia de género ofreciéndoles alojamientos de urgencia para protegerlas de sus agresores. También, servicios de apoyo psicológico para ayudarles a gestionar y superar esa terrible experiencia. Además realizamos talleres formativos de alfabetización, empoderamiento femenino y formaciones en nuevas masculinidades, entre otros proyectos.

Pero si hay una iniciativa de la que me siento especialmente orgullosa es de la creación de las Guías Coeducativas para los alumnos de Infantil, Primaria y Secundaria, dentro del proyecto El desafío de convivir en igualdad, que cuenta con el respaldo del Ministerio de Igualdad.

Creo firmemente que es clave promover la igualdad en base al respeto a la diversidad, la valoración y la visibilización de lo femenino, y el impulso a la libertad de elección. Conocernos, desaprender y aprender para identificar nuestros propios sesgos, reflexionar sobre los modelos sociales que tenemos y cuestionar los valores que transmitimos son acciones decisivas para alcanzar la igualdad. Todos y todas tenemos la responsabilidad y el compromiso de educar a los niños y niñas de nuestra sociedad en igualdad para lograr que, en un futuro, vivan en una ciudadanía plena en derechos y libertades.
Trabajemos en el presente para lograr la transformación del futuro.

Por Concepción Pérez. Directora del área de Intervención Socioeducativa y de la Mujer de SAMU

Turquía 2023: La vida y la muerte bajo los escombros

Alas cuatro horas y diecisiete minutos del 6 de febrero, cuando casi toda la población estaba sumida en el sueño profundo de la madrugada, dos terremotos consecutivos sacudieron las provincias del sureste de Turquía y el norte de Siria, una de las zonas sísmicas más activas del mundo. Los seísmos, de magnitud 7,8 y 7,5 en la escala de Richter, tumbaron ciudades enteras en lo que el presidente turco, Recep Tayyip Erdoğan, definió como la mayor tragedia sufrida en el país desde el terremoto de Erzincan, sucedido en 1939. La devastación fue similar en Siria, país que además cuenta con el agravante de estar sumido en una guerra civil desde hace más de diez años. Poco después del amanecer del mismo 6 de febrero, cuando ya se contabilizaban por miles los muertos y desaparecidos en ambos países, SAMU, en España, activó un gabinete de crisis para valorar su intervención inmediata en la catástrofe.

En la misma mañana se establecieron contactos con los financiadores habituales de la Fundación y con diversas instituciones para recabar apoyos para la puesta en marcha de la misión. SAMU también ofreció su estatus de “disponibilidad” a los equipos Emergency Medical Teams (EMT) de la Organización Mundial de la Salud. La iniciativa EMT tiene como objetivo priorizar y mejorar la capacidad de los equipos locales para responder a las emergencias y fortalecer la red para brindar apoyo en emergencias cuando sea preciso en contextos como el desatado por los terremotos.

Las primeras gestiones dieron como resultado el envío de un equipo cinológico a Turquía formado por tres personas: Juan Gutiérrez Zazo, como responsable del dispositivo, Juan Hidalgo Martínez, como jefe de rescate, y el guía canino Antonio Miranda Escudero. Junto a ellos, un elemento clave en la expedición: Homero, un pastor belga de seis años entrenado para labores de rescate desde que era un cachorro de dos meses. Partieron en dirección a Turquía desde Escuela SAMU (Gelves, Sevilla) en la mañana del 8 de febrero.

Unas horas antes, de forma paralela, Borja González de Escalada, vicepresidente de Fundación SAMU, acompañado de efectivos de la ONG estadounidense Project Hope, colaboradora habitual de SAMU, había partido desde España con dirección a Turquía para valorar sobre el terreno la oportunidad de despliegue de una misión sanitaria de la entidad. El objetivo de ambas organizaciones era enviar con la mayor celeridad posible un equipo médico de primera intervención, en coordinación con las autoridades de emergencias locales e internacionales.

El escenario tras el desastre

Con la colaboración de Project Hope y Médicos del Mundo, el equipo cinológico se desplegó en Adiyaman, ciudad al sureste de Turquía con una población de alrededor de 330.00 personas que estaba completamente devastada tras los temblores de la tierra. El escenario, según relató desde allí Juan Gutiérrez Zazo, estaba formado por edificios convertidos en escombros; personas durmiendo en la calle o deambulando sin tener dónde ir después de haberlo perdido todo; hogueras en las calles para aliviar el frío extremo; desabastecimiento de agua corriente y electricidad; puestos callejeros improvisados repartiendo comida o botellas de agua potable, y equipos de rescate intentando mantener la esperanza de encontrar supervivientes en el desastre. “He visto unos niveles de solidaridad muy importantes”, subrayaría Gutiérrez Zazo.

Desde su llegada, la misión del equipo era “encontrar vidas”. “Íbamos allí a rescatar a personas. Nos iban dando avisos de dónde se escuchaban voces, lugares en los que podía haber supervivientes bajo los escombros. Dábamos orden al perro para que buscara dentro del edificio derruido, si es que era posible”, recuerda Zazo.

En medio de la devastación total, el equipo de SAMU solo pudo encontrar cadáveres. “Que no pudiéramos rescatar a personas con vida era una probabilidad que teníamos en mente. El tiempo allí juega en contra del rescate por la magnitud del seísmo y por las condiciones meteorológicas que nos hemos encontrado, que no eran nada favorables”, señala. “Son muchas las imágenes que se quedarán con nosotros, como el cuerpo sin vida de una mujer embarazada que encontramos en su cama junto a otra hija encima, el de una señora muy mayor… Son momentos que serán difíciles de olvidar”.

Tras el rescate, excavadoras

El equipo cinológico dividió sus cinco días de trabajo entre las ciudades de Adiyaman y Antioquía, gracias al soporte de Médicos del Mundo y Project Hope, y también “gracias al pueblo turco, que a pesar de que lo está pasando muy mal, se desvivía por agradecer todo lo que se está haciendo por ellos”, observa Gutiérrez Zazo. La misión finalizó el 13 de febrero, ya sin ninguna esperanza de encontrar supervivientes entre los escombros, y cuando los equipos de rescate eran sustituidos sobre el terreno por las excavadoras y los camiones.

En paralelo al trabajo de este dispositivo, Borja González de Escalada, vicepresidente de SAMU, realizaba tareas de inteligencia a fin de detectar oportunidades para el despliegue de un equipo de sanitarios, en mitad de una ola de ayuda humanitaria. Recorrió zonas afectadas, ciudades “semifantasmas”, como Adiyaman y Antioquía, hasta reunirse con el dispositivo cinológico y unirse a las labores de búsqueda.

Pendientes de autorización

Borja González de Escalada, en contacto permanente con las autoridades locales y con el gabinete de crisis operativo en España, alargó su estancia unos días más en Gaziantep a fin de obtener la autorización para llevar un hospital de campaña con sanitarios españoles a las zonas más afectadas por el terremoto. Esa autorización, sin embargo, sigue pendiente, y todo apunta a que se postergará hasta marzo, aunque las necesidades de ayuda en el ámbito sanitario en el país se prolongarán durante meses.

Al cierre de esta edición de Revista SAMU, el número de víctimas del terremoto en Turquía superaba las 43.500 personas. El ministro del Interior, Süleyman Soylu, precisó que, en la provincia de Hatay, la más afectada por el seísmo, todavía había algunos edificios con personas bajo los escombros. En Siria el número de fallecidos supera los 6.000, pero la cifra está abierta.

Fundación SAMU, entidad especializada en emergencias sanitarias y acción social, ha desarrollado en las dos últimas décadas misiones humanitarias en países como Irán, Marruecos, Indonesia, Sri Lanka, Haití, Perú, Sudán, Costa de Marfil, Sierra Leona, Nepal, Filipinas, Francia, El Salvador, Costa Rica, Honduras y República Dominicana.

Graciela Martín, directora del Centro de Menores de Día de Maneje: “Mi objetivo es hacerle la vida más bonita a los niños”

Graciela Martín (1980, Arrecife, Lanzarote) lleva 23 años trabajando en centros de menores residenciales como auxiliar técnico educativa, educadora y en puestos de dirección. Actualmente, dirige el recurso de día Maneje, gestionado por Fundación SAMU desde 2022.

—Desde 2022, Fundación SAMU gestiona el Centro de Día Maneje, dirigido a menores, pero anteriormente ya estuvo en funcionamiento.
—Sí, el recurso abrió sus puertas por primera vez el 20 de noviembre de 2012, el Día Internacional del Niño. En aquella época, el centro era gestionado por el Ayuntamiento de Arrecife, pero, durante los dos años de pandemia, cerró forzosamente sus puertas. Tras la crisis sanitaria, el gobierno local sacó a concurso este recurso, y Fundación SAMU apostó por su gestión.

—¿Qué supuso para usted este cambio de gestión?
—Estoy agradecida a la Fundación SAMU, ya que apuesta por la promoción interna. Yo trabajaba en el Centro de Menores de Tinajo, en Lanzarote, y con este cambio de gestión, SAMU me propuso cambiar de recurso y empezar a gestionar el Centro de Día de Maneje. Para mí ha sido todo un reto, ya que empezábamos prácticamente desde cero, sin protocolos de ningún tipo ni gestión interna. De hecho, tuvimos que darle una vuelta a la decoración de las instalaciones porque eran muy infantiles y no tenían vida.

—¿De cuántas plazas dispone este recurso?
—El centro cuenta con 20 plazas para niños y niñas que están en situación de prevención y riesgo familiar.

—¿Cómo son seleccionados estos menores?
—Los trabajadores y educadores sociales del Ayuntamiento de Arrecife son quienes proponen y deciden, junto con el equipo educativo del Centro de Día de Maneje, qué niño, niña o grupo de hermanos entran en el recurso. A partir de este momento, ambos equipos trabajan en coordinación: el equipo educativo de Maneje trabaja con los niños, y el Equipo Municipal Especializado en la Atención a la Infancia y la Familia del Ayuntamiento de Arrecife (EMEAIF), con las familias.

—¿Cuál es el objetivo de este dispositivo?
—Nuestro objetivo principal es que la situación familiar de estos niños y niñas mejore y no acaben en un Centro Residencial Estable en un futuro.

—¿Cuántas personas trabajan en este recurso?
—El equipo de profesionales del Centro de Día de Maneje está formado por Desirée Renda Perera y Nereida Elvira Álvarez, ambas auxiliares técnicos educativo, y por mí, que soy la directora del recurso.

—¿Qué tipo de actividades lleváis a cabo?
—Las actividades que realizamos con los menores van desde el apoyo educativo a talleres de higiene y autonomía personal, talleres lúdicos y de ocio, y actividades especiales con motivo, por ejemplo, del Día Universal del niño, el Día de la No Violencia y la Paz o el Día de Canarias. También realizamos excursiones por la isla e, incluso, dormimos fuera de casa, entre otras actividades. El equipo educativo siempre vela por una buena relación con las familias de los niños que acuden al centro. Les hacemos partícipes de la dinámica de sus hijos en el recurso. El objetivo es fomentar en ellos una mayor implicación. y que trasladen al contexto familiar lo que aprenden aquí. Damos la posibilidad a los padres, madres y otros familiares de que conozcan las instalaciones, al equipo y el funcionamiento diario del centro, pudiendo visitar el recurso cuando deseen.

—¿Cómo es el trato de los menores con los profesionales del centro?
—La relación del equipo educativo con los niños es muy cercana. Con el tiempo, los profesionales van creando vínculos afectivos con los menores que permiten que éstos se abran, que cuenten las experiencias positivas y negativas que viven en casa y que expresen sus sentimientos más profundos. Esto nos hace percibir que ellos sienten que somos una parte importante en sus vidas.

—¿Recuerda alguna anécdota divertida vivida en el centro?
—Una anécdota divertida y que aún hoy recordamos entre risas es aquella en la que un día un menor confundió un trozo de barro con chocolate. Aquella tarde, el chico estaba muy cansado porque no había dormido lo suficiente la noche anterior y se acostó durante un rato en el sofá. Al terminar la hora de apoyo educativo, empezamos un taller de barro. Una de las educadoras, despertó al menor para que participara en la actividad. El niño se sentó en la mesa junto a sus compañeros pero aún estaba un poco adormilado. La educadora le dio, entonces, un trozo de barro para la actividad, y el chico lo confundió con chocolate y fue a metérselo en la boca. La educadora se dio cuenta enseguida y evitó que se lo comiera. Aún hoy, tanto los menores del recurso como las educadoras recordamos aquella ocurrencia y nos reímos a carcajadas.

—¿Qué le aporta profesional y personalmente este trabajo?
—Me siento muy afortunada de haber tenido la oportunidad de pilotar un proyecto tan bonito y especial como éste. Profesionalmente, a lo largo de este año y medio, he aprendido a gestionar otro tipo de recurso que desconocía totalmente, ya que durante toda mi carrera había trabajado en centros residenciales estables. Tanto mi equipo como yo misma entendemos que es un recurso muy necesario en todos los municipios de la isla para poder trabajar desde la prevención y mejorar la situación de esos niños y niñas que se encuentran en contextos familiares desfavorecidos y con escasos recursos económicos.

—Y, por su experiencia y personalidad, ¿qué cree que le aporta usted a un recurso de estas características?
—Me considero, sobre todo, una persona alegre, dinámica, divertida, cariñosa y con mucha empatía. Esto ha hecho que mi trabajo sea mucho más reconfortante, agradecido y fácil. Mi objetivo principal, ya no solo profesionalmente sino como persona, es hacer la vida más bonita y llevadera a los niños y niñas que llegan al centro. Enseñarles que la vida consta de vivencias buenas y otras no tan buenas, darles herramientas para salir fortalecidos de las adversidades que puedan encontrarse a lo largo de sus vidas, de sus propias experiencias, y fomentar la resiliencia. Trabajamos con ellos para que adquieran unas adecuadas habilidades sociales, para que sepan gestionar sus relaciones familiares y sociales y, sobre todo, para que sean conscientes de que, como niños que son, tienen deberes, pero también tienen derechos. Derecho a una vivienda digna, a tener una familia, a la educación, a ir al médico si están enfermos o a ser respetados independientemente de su raza, sexo y religión.

La UPO y SAMU ponen en marcha una formación sobre voluntariado de emergencias

El rector de la Universidad Pablo de Olavide, Francisco Oliva Blázquez, y el vicepresidente de Fundación SAMU, Borja González de Escalada, inauguraron el 31 de enero el programa de formación para el Servicio de Voluntariado de Urgencia y Emergencia, una iniciativa del vicerrectorado de Cultura y Políticas Sociales a través de la Oficina de Voluntariado y Compromiso Social de la UPO que cuenta con la asesoría de la Cátedra de Innovación Social SAMU. En la mesa inaugural también estuvo presente el director de la Cátedra, José Luis Sarasola Sánchez-Serrano.

El objetivo de esta iniciativa es atender situaciones de emergencia social, ecológica o económica que requieran de ayuda y colaboración voluntaria desde la comunidad universitaria. De esta forma, las acciones de este grupo están dirigidas a la atención de necesidades sociales y/o urgentes que puedan demandar las asociaciones que colaboran con la Oficina de Voluntariado y Compromiso Social de la UPO.

Francisco Oliva destacó el compromiso social de la Universidad Pablo de Olavide, una de cuyas señas de identidad es su Oficina de Voluntariado, que ya implica a más de 400 estudiantes y que comenzó su actividad al poco de crearse la universidad. El rector hizo hincapié en la importancia de incorporar el ámbito de la emergencia al voluntariado universitario pues “los cambios en el mundo actual son tan impredecibles que provocan que las crisis sean más habituales, generando situaciones con personas vulnerables”. Además, incidió en que, una vez que se tiene el imprescindible espíritu solidario, la formación es fundamental para afrontar situaciones de emergencia social.

Durante el curso, que se desarrolló del 31 de enero al 14 de febrero, los asistentes adquirieron competencias para colaborar, con perspectiva socioeducativa, en situaciones de crisis social y humanitaria.

Contenidos de la formación

El programa consistió en cinco sesiones de tres horas cada una. La primera de ellas corrió a cargo del personal de la Oficina de Voluntariado y Compromiso Social de la UPO con el objetivo de afianzar conceptos como la solidaridad, el altruismo y el voluntariado. El resto de sesiones fueron impartidas por formadores especializados en la materia y abordaron temáticas como normativa, marco conceptual, enfoque psicosocial, recursos personales ante la acción voluntaria, gestión de emergencias sociales en situaciones de discapacidad y organización de dispositivos de emergencias. Entre los ponentes estaban María del Carmen Moreno, José María Morán, Gema Rico y Rocío Álvarez, todos ellos pertenecientes al Grupo de Intervención en Emergencias del Colegio Oficial de Trabajo Social de Sevilla, además de Andrés Rodríguez y María Casado, de SAMU.

Una vez finalizadas las sesiones, se creó un canal de información y formación continua. El último día del curso, durante el acto de clausura, también intervino el doctor Carlos Álvarez Leiva, fundador y presidente de honor de SAMU.

Desde su creación, la UPO ha participado en diversas situaciones extraordinarias de estas características, como la ocupación de sus pabellones deportivos por personas migrantes en el 2001, el apoyo en la recogida de petróleo en las costas gallegas por el hundimiento del Prestige en 2002 o, más recientemente, las acciones emprendidas por la crisis sociosanitaria como consecuencia de la pandemia por Covid-19 y por la ocupación rusa de Ucrania.

La cocina de Fundación SAMU

En marzo de 2022 encendían sus fogones las cocinas de Kata Universo Catering, un nuevo proyecto empresarial bajo el paraguas protector de SAMU que nació ante la necesidad de la organización de dar servicio a los recursos de dependencia e infancia gestionados por Fundación SAMU. En sólo doce meses, este proyecto, aún en fase inicial, ha crecido y explorado nuevas líneas hasta abordar servicios como son la formación, cobertura de eventos empresariales, banquetes, alimentos de colectivos, suministro para campañas y emergencias y la puesta en marcha de una cafetería con el objetivo de batir sus alas y volar solo, bajo la batuta de Virginia Blanco como jefa de cocina.

Kata Universo Catering tiene su origen en Canarias, concretamente en la crisis migratoria del verano de 2021. La llegada masiva de menores migrantes sin la compaña de un adulto provocó la inmediata respuesta de Fundación SAMU que, a través de su área de Infancia y Familia, puso en marcha varios dispositivos de acogimiento temporal. La propia organización puso entonces en funcionamiento una cocina para dar cobertura a todos estos recursos.

“Estábamos en plena pandemia del Covid-19, las islas estaban cerradas y los precios eran muy elevados. SAMU tenía una necesidad que debía cubrir: alimentar a las decenas de niños que llegaban de manera masiva a Canarias. Así que pensamos: ‘si SAMU es capaz de abrir un dispositivo en 24 horas, ¿por qué no vamos a poder montar una cocina para dar de comer a colectivos con la misma celeridad?”, explica Concepción Pérez, directora de Servicios de Nuevos Medios Logísticos (Numed).

Esta cocina, posteriormente, se convertiría en Numed, una empresa auxiliar de SAMU que cubre necesidades de servicio de la propia organización, como limpieza, gobernanza y otros servicios auxiliares entre los que se encuentran la alimentación de colectivos y la provisión de suministros para campañas y emergencias.

Numed cuenta actualmente con tres cocinas centrales en todo el país: Canarias, Ceuta y Sevilla. Tiene una plantilla de 23 trabajadores y, de momento, da cobertura a 13 dispositivos diferentes dirigidos a personas con discapacidad y a menores migrantes con un total de 465 usuarios diarios de media.
La cocina de Canarias, en concreto, da servicio completo a cuatro centros de menores con 142 jóvenes. Las instalaciones de Ceuta sirven para complementar un servicio externo de catering ofreciendo los desayunos y las meriendas a 161 menores de tres centros distintos. Y la cocina de Kata en Sevilla elabora los menús completos de tres centros especializados en la atención de personas con discapacidad, con 126 residentes, y tres centros de menores, con 36 niños. En 2022, en estas cocinas se elaboraron más de 350.000 menús.

“La cocina central de Sevilla es el primer centro de Numed que trabaja con la línea fría. Eso nos permite preparar menús de hasta tres días seguidos”, explica Concepción Pérez, directora, además, del área de Intervención Socioeducativa y de la Mujer de SAMU.

Virginia Blanco es la jefa de cocina de Sevilla. Con una larga trayectoria entre fogones, Blanco ya capitaneaba la cocina de la Residencia San Sebastián, en Cantillana, donde ha trabajado diez años. Desde estas instalaciones, se elaboraban menús para el propio centro de Cantillana y para la Residencia Santa Ana, en Sevilla capital, por lo que la experiencia de Blanco en la alimentación de colectivos está más que demostrada.

“Cuando me dijeron ‘Virginia, te necesitamos al 100%. Queremos tu comida para otros centros’, para mí fue una motivación muy grande. Reconozco que, después de tantos años, sentía que necesitaba crecer y que el trabajo que hacía hasta ese momento, aunque me encantaba, me quedaba ya un poco pequeño. Necesitaba un proyecto como éste”, reconocía recientemente Virginia Blanco en una entrevista de Revisa SAMU.

Siempre bajo la supervisión de una nutricionista, en la cocina central de Sevilla se elaboran diferentes variedades de menú en función de los comensales. Hay que tener en cuenta que se trata de perfiles diferentes y algunos residentes, especialmente los de los centros del área de Dependencia, tienen patologías muy diversas. Así se elaboran menús triturados, enteros, semitriturados, bajos en sal, se tienen en cuenta las alergias, intolerancias alimenticias o si el comensal es diabético, entre otros condicionantes.

Kata Universo Catering también se adapta a la cultura de los diferentes usuarios en la medida de lo posible. Por ejemplo, la mayoría de los menores bajo la protección de Fundación SAMU profesan la religión musulmana, por lo que sus menús elaborados para ellos no llevan cerdo ni derivados y tampoco ningún ingrediente derivado del vino, como por ejemplo el vinagre.

Durante el Ramadán, también se realizan menús especiales para ellos. “Estos jóvenes suelen romper el ayuno con una cena con dátiles o unos dulces típicos que les aportan mucha energía. Les preparamos una sopa muy densa llamada harira que lleva muchas proteínas con legumbres, verduras, ternera o pollo, apio, cúrcuma y muchas especias. Es una mezcla explosiva. Luego, hacemos un plato principal que puede ser de albóndigas o alguna carne en salsa, excepto cerdo, claro. Y para las cinco de la mañana, les preparamos filetes empanados, hamburguesas de pollo, tortilla…”, detalla Virginia Blanco.

Según indica Concepción Pérez, el principal objetivo para el año que acaba de comenzar es seguir creciendo. “Nos encontramos en una fase inicial. Kata solo tiene un año. De momento, sólo damos cobertura a recursos de SAMU en la provincia de Sevilla. En los próximos meses queremos incluir los centros de Lucena y Moriles, en Córdoba, además de otros recursos de la provincia de Cádiz, incluido el Campo de Gibraltar. Nuestro plan de futuro es crear una estructura y una logística fuerte que nos permita dar cobertura a todos los centros de Fundación SAMU”.

De manera paralela, Numed cuenta con una cafetería abierta al público en general que comparte instalaciones con las cocinas de Kata Universo Catering en el Polígono Pisa de Mairena del Aljarafe. “De momento, la mayoría de nuestros clientes son trabajadores de este polígono empresarial, pero la idea es poder celebrar almuerzos, desayunos y otros eventos ejecutivos y empresariales, por ejemplo. De hecho, contamos con un salón con capacidad para 70 personas”, comenta Concepción Pérez.

Kata Universo Catering también tiene en marcha un proyecto educativo: un centro de Formación Superior con la colaboración de la Escuela de Oficios de SAMU cuyo objetivo principal es formar en valores y fomentar la excelencia entre sus alumnos, proyectando sus habilidades y competencias hacia un mercado laboral exigente, en continuo cambio y de ámbito global. “La amplia cobertura que ofrece Kata al sector de la restauración, con restaurante y cafetería propios, servicios de catering variados y atención a colectividades, ofrece a los alumnos la posibilidad de hacer sus primeras prácticas inhouse, algo que, sin duda, facilitará su futura inserción en el mercado laboral”, señalan desde Kata Universo Catering. De este modo, se asume como propio uno de los grandes lemas de SAMU y, especialmente, de su escuela de emergencias: Aprender haciéndolo.

Kata y Escuela de Oficios: Formación para jóvenes migrantes con enfoque en el mercado laboral de la hostelería

Dentro de los proyectos de acción social de Kata Universo Catering destaca un programa, de la mano de Fundación SAMU y la Escuela de Oficios, que pretende mejorar la cualificación de los menores migrantes tutelados para su futura inserción laboral. Para ello, la pasada primavera se estableció una colaboración para que Fundación SAMU pudiera hacer uso de las instalaciones y dotaciones de la cocina de Kata para el desarrollo de las actividades vinculadas al bloque práctico del curso Pinche de Cocina.

De este modo, el pasado verano los jóvenes Zohair Elmahfoudi, Meriem Assala Benslimi, Fally Keita y Mohamed Er Rouby, procedentes de cuatro recursos distintos de Fundación SAMU, realizaron el curso de Pinche de Cocina, con una duración de 133 horas (30 días). Las competencias de este curso incluían la preelaboración de alimentos, la preparación y presentación de elaboraciones culinarias sencillas y la asistencia a la preparación de elaboraciones más complejas, ejecutando y aplicando operaciones, técnicas y normas básicas de manipulación, preparación y conservación de alimentos.

Esta formación contó con la participación de Virginia Blanco Rubio, jefa de cocina de Kata Universo Catering, como responsable del bloque práctico.

Otras de las capacidades y conocimientos que los alumnos debían adquirir con este curso pasaban por la utilización de los equipos, máquinas, útiles y herramientas que conforman la dotación básica de los departamentos de cocina; la realización de las operaciones de preelaboración de los géneros culinarios más comunes; llevar a cabo elaboraciones básicas de múltiples aplicaciones y preparar y presentar elaboraciones culinarias simples, aplicando técnicas sencillas previamente definidas; y realizar y presentar platos combinados y aperitivos sencillos a partir de la información suministrada y siguiendo los procedimientos adecuados, entre otros.

Por otro lado, entre los objetivos principales del acuerdo de colaboración entre la EOF y Nuevos Medios Logísticos (Numed), al que pertenece la cocina de Kata Universo Catering, destacaban favorecer la integración sociolaboral de los jóvenes y ofrecerles una red de contactos profesionales e incrementar las competencias sociales del alumno: habilidades sociales, respeto a los compañeros, normas de seguridad, etc.

“SAMU cuenta con casi 1.000 menores en acogida en todo el territorio nacional. La gran mayoría de ellos se encuentran en la etapa de pre-emancipación y, además, no existen recursos de mayoría de edad suficientes para acoger a estos niños cuando cumplen los 18 años. Es por ello, la preocupación y continua labor que realiza SAMU en darles las herramientas necesarias para que puedan llegar a ser personas adultas responsables y autónomas”, explican desde Fundación SAMU. “Atendiendo a la necesidad de ayuda que requiere este colectivo para su integración social e inclusión laboral, y teniendo en cuenta los oficios con alta empleabilidad en España, nos hemos centrado en la formación de pinche de cocina. Esta formación tiene como objetivo final incrementar las competencias sociales y profesionales de los destinatarios: habilidades sociales, autoestima y refuerzo curricular”.

Todos los alumnos finalizaron con éxito este curso de formación y se mostraron muy agradecidos con todo el personal de Kata Universo Catering.

El instituto que aglutina la investigación de SAMU

El Instituto SAMU de Investigación Científica (ISIC) ha cumplido su primer año de vida. En febrero de 2021, Fundación SAMU puso en marcha este órgano que aglutina todos los proyectos de investigación en materia de salud, servicios sociales y nuevas tecnologías de SAMU. Se activó con el propósito de recopilar, producir y transferir las iniciativas, proyectos e investigaciones que se realizan en las diferentes áreas funcionales de SAMU (área de Innovación, Escuela SAMU o SAMU Wellness). Este proyecto se vio fortalecido a través de la existencia de convenios de investigación con diversas instituciones académica, entre ellas la Universidad de Sevilla, la Universidad Loyola, la Universidad Pablo de Olavide o la Universidad de Comillas.

“SAMU ha demostrado una excelente motivación investigadora desde sus inicios en 1981 con el Grupo de Investigación Operativa del área de Emergencias. Asimismo, destaca su amplia producción científica a lo largo de sus 35 años de postgrado universitario con una producción de más de 1.300 trabajos académicos”, explica Maribel Álvarez Leiva, directora del área Hospitalaria de SAMU. Este proyecto se vio fortalecido con la puesta en marcha de la dirección de Innovación en febrero de 2018 con su primer Plan de Innovación trianual, y también con la consecución en mayo de 2020 de la acreditación de calidad de gestión de su innovación UNE 166.002, sumada a la de calidad ISO 9001 y a la calidad medioambiental ISO 14001.

“En la actualidad, SAMU tiene como objetivo convertirse en Agente del Conocimiento en Andalucía y en figuras análogas en otras comunidades autónomas. Esto exige demostrar una clara actividad investigadora a través de un órgano propio que aglutine y transfiera la producción científica generada en sus diferentes áreas funcionales”.

El Instituto SAMU de Investigación Científica lo dirige un consejo asesor formado por todos los miembros de SAMU que ostentan el título de doctor universitario o están en proceso doctoral, así como por un representante doctor externo a la institución y dos directivos referentes de áreas afines: la dirección de Innovación y el área de docencia. Estos consejeros son Carlos González de Escalada Álvarez, presidente-director general de SAMU; Juana Macías Seda, presidenta del Consejo Científico de SAMU; Federico Alonso Trujillo, representante externo; Juan González de Escalada, director de área de Emergencias de SAMU; Alejandro Álvarez Macías, consejero de SAMU y médico; Almudena Chávez Peinado, directora del área de Innovación de SAMU; y Maribel Álvarez Leiva, directora de Docencia y del área Hospitalaria de SAMU.

Los objetivos del ISIC son impulsar proyectos de investigación en los campos de la salud, bienestar social y educación; aglutinar y coordinar la actividad investigadora y de divulgación científica ya existente en SAMU; publicar libros científicos y facilitar la publicación de artículos de SAMU en revistas indexadas; participar en grupos de trabajo relacionados con la investigación y el desarrollo; y favorecer que el profesorado de SAMU pueda tener actividad investigadora con respaldo universitario, entre otros objetivos.

Actualmente, las principales líneas de investigación del ISIC son innovación robótica en Medicina Prehospitalaria y Emergencias; neuro-desarrollo y neuro-rehabilitación; salud mental y bienestar emocional; atención domiciliaria (salud en casa); diversidad intelectual y actividad físico-deportiva; integración social de colectivos vulnerables; migraciones y emergencias sociales; tecnología de gestión de centros sociosanitarios; y aplicaciones tecnológicas para colectivos vulnerables, entre otras.

Actualmente, el ISIC trabaja en la organización de las I Jornadas Internacionales Sobre Experiencias e Iniciativas en Innovación Social para este mes de febrero; y se están planificando las acciones de mejora para la web institucional que permita visualizar fácilmente la producción científica. Para ello, se está diseñando un repositorio académico-científico digital de fácil manejo.

También asesora al Comité Bioético de SAMU sobre criterios actualizados de aspectos bioéticos en la innovación, investigación y en la asistencia; y participa en el programa Mentoring prodoctoral que consiste en acompañar y asesorar a los profesionales de SAMU para que puedan desarrollar el doctorado, a lo largo de sus fases, en el acceso a algún programa doctoral, en realización de la tesis doctoral y transferencia de la investigación realizada.

Un año de talleres de justicia restaurativa

El convenio de colaboración entre Fundación SAMU y la Asociación para la Reinserción Social Zaqueo para trabajar de forma conjunta en el desarrollo de talleres de formación y actividades de reinserción sociolaboral ha cumplido un año con un balance positivo para los beneficiarios y también para las entidades, que han podido seguir intercambiando conocimientos y profundizando en sus experiencias. El objetivo de este proyecto es reducir la posibilidad de reincidencia delictiva de la población reclusa que se encuentra en prisión o en situación de libertad condicional.

El proyecto principal en el que Fundación SAMU colabora con Zaqueo es el de los talleres de justicia restaurativa. A través de charlas, coloquios y tertulias dirigidas por especialistas, con la metodología de círculos restaurativos, estos talleres ofrecen a los usuarios la oportunidad para reflexionar acerca de los hechos que les han llevado a la cárcel. De forma voluntaria, abordan temas como los valores, el miedo, la superación de estereotipos, la pareja, el reto del reciclaje personal, el odio, la aceptación, el fracaso y la automotivación.

Elena Becerra, miembro de la junta directiva de Zaqueo, mediadora penal y miembro del departamento de justicia restaurativa, fue la persona que propuso llevar a cabo esta colaboración al entrar a formar parte de Fundación SAMU. “La dirección general y presidencia de SAMU lo apoyaron desde el principio, por lo que estamos enormemente agradecidos. Es una ayuda enorme que SAMU haya confiado en Zaqueo de la manera más desinteresada”, señala Becerra, que recuerda que la misión iniciada por la hermana Carmen, religiosa de las RRMM Adoratrices, que luchó toda su vida por dignificar la vida en prisión y preparar a las personas para su salida.

Los talleres de justicia restaurativa “responden a las necesidades e inquietudes respecto al hecho delictivo en la víctima y en el victimario pero con un enfoque distinto”, explica la mediadora de Zaqueo Adela Robles, que recientemente ha participado en un reportaje de eldiario.es junto a la propia Elena Becerra. “El victimario es el ‘agresor’ y es clave en esta materia, porque los dos son víctimas”, apunta Becerra, que también destaca la reparación del daño como factor clave, pues puede dar pie a determinados beneficios penitenciarios y supone un “complemento al sistema jurisdiccional, retributivo, de pagar por hacer algo”.

“La cuestión es ver las cosas de otra manera. Ayudamos a los internos a conocer distintos tipos de realidades para encontrar una resocialización, con enfoques diferentes. Tratamos de mostrar nuevos patrones cognitivos a personas que vienen de un entorno social y cultural muy determinado”, explican desde este programa.

Fundación SAMU está apoyando en Sevilla I estos talleres de justicia restaurativa de Zaqueo, que se celebran dos jueves de cada mes, y además cede un vehículo para facilitar la logística, algo que es de “enorme apoyo”.

Otro de los proyectos de Zaqueo para promover la reinserción es la casa de acogida que la asociación tiene en Valdezorras, en la zona norte de Sevilla, dirigida a personas presas en segundo o tercer grado con el objetivo de que puedan tener un lugar al que ir fuera del centro penitenciario, bajo tutela institucional. En esta casa se acoge a estas personas con la única condición de que tengan voluntad de cambio. Hay medio centenar de usuarios de Sevilla II que disfrutan de este particular hogar.

Los usuarios de este programa tienen que dormir en la casa de Valdezorras y también deben realizar otras actividades complementarias. Entre ellas, figuran charlas en institutos en las que explican su situación de privación de libertad y echan la vista atrás para recordar cómo han llegado hasta allí, y cómo podrían haberlo evitado.

El objetivo de Fundación SAMU es ampliar su dedicación a la justicia restaurativa y a la reinserción social con nuevas colaboraciones y proyectos comunes.

Los usuarios de SAMU First Response dan un 10 al servicio

El trabajo del equipo de SAMU First Response en la atención a miles de personas migrantes en Washington D.C. procedentes de los estados fronterizos del sur ha sido ensalzado por múltiples entidades y administraciones públicas. El ejemplo más destacado es el de la propia alcaldesa de la capital de Estados Unidos, Muriel E. Bowser, que declaró al equipo de SAMU “colaborador de confianza” del Gobierno local por su desempeño. Este mes, esta misión recibe otro reconocimiento muy especial: el de los propios beneficiarios, que, a través de las encuestas de satisfacción realizadas por el equipo, conceden las máximas valoraciones a la atención recibida y la calidad del servicio.

El documento Análisis de satisfacción del servicio recibido en el centro de Estados Unidos de diciembre de 2022 recoge los resultados de 277 encuestas realizadas a usuarios durante el mismo mes. En respuesta a la pregunta “¿Cómo valora su seguridad, comodidad y dignidad con el servicio prestado?”, el 97% de los usuarios otorgó la máxima puntuación del formulario, “muy bien o mucho”. De la misma forma, en respuesta a la cuestión “¿Cómo valoraría la atención o el trato que reciben del personal (amabilidad, eficacia, ser escuchados, ser atendidos con rapidez…)?, el 95% señaló la máxima valoración posible, “muy bien o mucho”. Y como contestación a la pregunta “¿Cómo valoraría la atención o el trato que reciben del personal (amabilidad, eficacia, ser escuchados y ser atendidos con rapidez)?, el 97% de los usuarios declaró que “muy bien o mucho”, de nuevo el punto más alto del baremo.

Con estancias de entre uno y siete días, los usuarios han pasado principalmente por el centro de SAMU First Response de forma individual (29%) o en núcleos familiares de dos personas (18%) o tres personas (15%).

Este alto grado de satisfacción que reflejan las encuestas es un motivo de satisfacción más para el equipo de SAMU First Response, que trabaja desde mediados del año pasado en Washington D.C. para dar respuesta a la emergencia declarada por la ciudad para recibir a las personas migrantes desplazadas desde los estados fronterizos del sur de los Estados Unidos. La misión de SAMU ha atendido a más de 5.000 personas, formando parte de un entramado institucional público y privado cada vez más sólido.

Entre junio y septiembre de 2022, 13 voluntarios de las áreas de Infancia y Familia, Servicios Socioeducativos y de la Mujer y Dependencia e Inclusión Social de SAMU, además de personal de Escuela SAMU, participaron en esta misión desplazados desde España.

SAMU First Response empieza su trabajo dando apoyo a los migrantes que van llegando en autobuses a la ciudad procedentes del estado de Texas y Arizona. La población atendida procede de Colombia y Venezuela y, en menor medida, de Perú, Nicaragua, Cuba o Haití. Además, se han encontrado casos de otros países como Jamaica, India, Senegal, República Democrática del Congo, Rusia o Siria, entre otros.

A final del año pasado, SAMU logró la autorización necesaria para el montaje y puesta en marcha de un refugio en la localidad de Rockville (Maryland) que lleva por nombre Respite Center (Centro de Respiro).