SAMU abre seis nuevos servicios de Dependencia e Inclusión Social en 2022

El año 2022 ha supuesto un antes y un después para el área de Dependencia e Inclusión Social de SAMU al ampliar sus horizontes con hasta seis nuevos recursos y servicios ubicados en diferentes puntos de España. Hasta hace relativamente poco tiempo, éste área perteneciente a Fundación SAMU, y liderada por María José Tinoco, se enfocaba principalmente a la atención de personas dependientes con discapacidad intelectual. En el último año, este departamento ha asumido nuevos retos y su influencia se extiende a otros colectivos vulnerables y en riesgo de exclusión social, como por ejemplo, las personas mayores o los inmigrantes.

El último recurso impulsado por el área de Dependencia e Inclusión Social de SAMU que ha abierto sus puertas ha sido una Unidad de Estancia Diurna (UED) dirigida a personas mayores en Isla Mayor (Sevilla). Esto ha sido posible gracias a una concesión administrativa por parte del Ayuntamiento isleño de un bien de dominio público.

Esta residencia de mayores, en marcha desde diciembre, está ubicada en una parcela de titularidad municipal situada en la calle Paseo del Lucio Real. Es una edificación de nueva planta que ocupa una superficie construida total de 333 metros cuadrados. La UED tiene una capacidad de 30 plazas.

El edificio se desarrolla en una sola planta y se accede por la fachada que discurre frente al Paseo Lucio Real, a través de una cancela metálica por la que se entra al patio exterior del edificio que sirve de zona de descanso y ocio de uso exclusivo para los usuarios. Desde el patio se accede al interior del edificio a través del vestíbulo donde se ubican la recepción y administración del centro. A través de un distribuidor principal, se conectan las estancias de sala de estar, comedor, aseos y zonas de atención especializada (terapia ocupacional y rehabilitación). En la zona noroeste, para facilitar el acceso de mercancías y personal, se ubica una entrada de servicio, la cual comunica la cocina, el almacén, cuarto de limpieza y aseos, de uso exclusivo del personal del centro. Todas las instalaciones se encuentran totalmente terminadas y en uso.

El Ayuntamiento de Isla Mayor ha aportado el mobiliario y el equipamiento valorado en 35.180,37 euros. Éste está adaptado a los requisitos materiales y funcionales que la normativa exige para la dotación de Unidades de Estancia Diurna.

La concesión del edificio por parte del Consistorio para el uso y gestión de SAMU como UED para personas mayores tiene una vigencia de 10 años, prolongable a 75 años más pasado el primer periodo.

Además de este recurso para personas mayores, Fundación SAMU, a través de su área de Dependencia e Inclusión Social, ha puesto en marcha otros cuatro servicios en el último trimestre de 2022: la Residencia de Mayores Taliarte ala Norte, en Telde, Gran Canarias (1 de octubre); un centro de día de rehabilitación psicosocial para personas con enfermedad mental y el programa de alojamiento tutelado, ambos servicios en Puerto del Rosario, Fuerteventura (28 de octubre); un servicio de atención a personas sin techo bautizado como Centro Provisional de Baja Exigencia Sa Joveria, en la ciudad de Ibiza, Islas Baleares (27 de octubre); y un centro de día para personas mayores en Alfaro, en la Rioja (15 de diciembre).

Además, el 1 de abril, se puso en funcionamiento un recurso de asesoramiento jurídico en el Ayuntamiento de Alcobendas (Madrid), por medio de la atención a personas en grave situación de exclusión social. Este servicio cuenta con una asesora jurídica que orienta y ayuda a gestionar a personas, principalmente extranjeras, cuestiones relacionadas con esta materia y con todas las derivadas de su residencia en España, como vivienda, empleo, regularización de documentación. Este servicio está vinculado a un contrato con el ayuntamiento de Alcobendas (Madrid).

COISL SAMU Motril: Trabajo en red y especialización, claves en el trabajo con menores

El 22 de noviembre el COISL SAMU Motril celebró, con motivo de su décimo aniversario, las II Jornadas Los adolescentes en los centros de protección de menores. El evento tuvo lugar en el Centro de Desarrollo Turístico y Empresarial de Motril. El complejo acogió a más de 100 personas en torno a una temática que ha sido el hilo conductor de estos diez años de trabajo: las oportunidades y amenazas que afronta el sector para el desarrollo del trabajo con menores en el sistema de protección.

Carlos González de Escalada, presidente y director general de SAMU, inauguró las jornadas con un discurso de agradecimiento a todos los profesionales que forman y han formado parte del COILS SAMU Motril a lo largo de estos años, así como de toda la red que acompaña y coopera en ese trabajo, desde las instituciones públicas hasta todo el contexto social y laboral de la provincia de Granada. En un discurso que subrayaba al momento de expansión que está viviendo Fundación SAMU, González de Escalada hacía especial hincapié en los equipos de trabajo, en una búsqueda constante de modernización y desarrollo del talento. Todo ello sin dejar de lado su compromiso y trabajo por los menores.

Tras su intervención, el evento dio comienzo con la participación de María Esther Aguilera, jefa del servicio de Protección de Menores de la delegación territorial de Granada como ponente invitada. Su presentación abordó la estructura y las funciones del sistema de protección en el trabajo con los menores del sistema, especialmente, en la importancia de los programas COILS. Centró su intervención en las competencias y los objetivos que deben ponerse en marcha para realizar un adecuado acompañamiento en jóvenes que inician su itinerario laboral dentro del sistema de protección como menores de edad. Todo ello basado en una perspectiva de defensa por los derechos de la infancia y adolescencia, donde se pone en valor la importancia de dar continuidad a los itinerarios formativos y/o de formación superior.

Las jornadas continuaron con la ponencia de Ramón Rodríguez Gómez, coordinador de la Mediación Intercultural para la Atención Integral a Menores Inmigrantes en Andalucía. Su presentación Avanzando hacia un modelo de trabajo integral para la emancipación de personas jóvenes versó sobre cómo la institución andaluza avanza, mediante recursos especializados de media y alta intensidad, hacia la autonomía e integración de los jóvenes extutelados. Un proceso en el cual todos participamos y que se afianza en principios educativos como la participación activa en todas las acciones, la flexibilidad y el compromiso. El objetivo general es construir, mediante la planificación y la evaluación constante, un itinerario personalizado de inserción (IPI) que vaya de la mano del plan personal de vida (PPV).

El día a día en los centros

Tras un pequeño receso para recomponer fuerzas y establecer lazos entre todos los profesionales del sector que asistieron al evento, las jornadas continuaron con una mesa redonda con profesionales de la orientación y la inserción sociolaboral como Isabel Mateo Ocaña, técnica del Programa Labora, y Rosario Merino, jefa del servicio de Formación y Empleo del Ayuntamiento de Motril. La mesa, mediada por el subdirector y educador social del COILS Motril, Pedro Ojeda Baena, dio voz a preguntas y respuestas del trabajo diario con los jóvenes procedentes del sistema de protección.

La mesa de trabajo contó con amplia participación del público y reflejó la necesidad del trabajo en red para seguir desarrollando estrategias y articular una respuesta integral a las necesidades del IPI y PPV de los jóvenes.

Las jornadas concluyeron con la intervención de Isolina Antequera, directora del COILS SAMU Motril, que realizó un recorrido de estos diez años de trabajo y evolución constante, con un cambio de perfil a lo largo de los años, y que ha derivado en una especialización del programa con tasas de inserción cercanas al 90%. Grandes resultados que requieren de una actitud crítica y con perspectiva de futuro para seguir adaptándose a los cambios en la sociedad y a las necesidades de nuestros y nuestras jóvenes.

Las jornadas contaron con una excelente acogida y una alta participación y sirvieron como colofón a esta fiesta del décimo aniversario. Una década que, esperamos, pueda convertirse en diez años más trabajando por el cuidado de los adolescentes que forman parte del sistema de protección.

Un equipo internacional para progresar en inclusión

Fundación SAMU, a través de su área de Infancia y Familia, participa de manera activa en el proyecto K2, un curso formativo sobre migración e inclusión a partir de buenas prácticas para el cual cuenta con la colaboración de Fundacione Emmanuel, con sede en Lecce (Italia). Esta iniciativa cuenta con la financiación de la Unión Europea a través de su programa de movilidad Erasmus Plus (+).

Las actividades de Erasmus+ se basan en intercambios formativos de buenas prácticas en el marco de la Unión Europea. Este tipo de actividades ponen en contacto a entidades no gubernamentales y los jóvenes vinculados a estas entidades de distintos países, bien porque son usuarios de los servicios que ofrecen o bien porque forman parte de su personal laboral. En el caso concreto de la iniciativa K2 no se trata solo de población joven, sino que, por el contrario, está dirigido a activos con más experiencia de las distintas entidades.

“El objetivo principal de este tipo de iniciativas es el de establecer redes de comunicación y colaboración en iniciativas globales que potencien la implantación internacional de la entidad, la mejora de las competencias sociolaborales de sus equipos y, por supuesto, los estándares de calidad de las organizaciones participantes”, explica Laura G. Rebolo, coordinadora del recurso de menores DISL Alcalá y de Calidad Técnica de los centros de Andalucía Central de Fundación SAMU.

Para este proyecto, SAMU cuenta como socio principal con la Fundacione Emmanuel, que se dedica desde los años 80 a la recepción, acompañamiento e inclusión social de personas en situación de vulnerabilidad (migrante, menores no acompañados, personas sin hogar, personas con discapacidad, menores y familias sin recursos). Para desarrollar este proyecto, SAMU cuenta también con otras entidades participantes procedentes de Grecia, Portugal, Albania y Túnez.

El objetivo principal de esta iniciativa es contribuir y mejorar las capacidades de organización y proceso social de las organizaciones participantes para la construcción de una Europa capaz de incluir y acoger la diversidad y, en particular, a las personas de origen migrante.

El programa K2 se divide en tres partes que se desarrollarán a lo largo de dos años. La primera de ellas se celebrará en marzo de 2023 y consiste en un encuentro formativo en la ciudad italiana de Lecce. Desde Fundación SAMU asistirán seis personas: un líder de grupo y 5 personas con perfiles en dirección de centros, coordinación de área, trabajo social y documentación, coordinación pedagógica y calidad técnica. Todas ellas, especializadas en el área de Infancia y Familia de SAMU y, en concreto, en la intervención con menores extranjeros. La duración de este encuentro será de seis días, en los que se asistirá a las clases formativas en la mañana y se dispondrá de tiempo para actividades culturales en la ciudad por la tarde.

La segunda pata de este proyecto tendrá lugar en noviembre de 2023 con actividades en cada uno de los países participantes. “En el caso de España, SAMU ha propuesto organizar unas jornadas (presencial y online) con expertos y la presencia de otras entidades donde se haga hincapié en nuestro trabajo en los diferentes centros y recursos en lo que respecta a intervención con menores extranjeros en el marco de la UE”, explica Laura G. Rebolo.

La tercera parte del proyecto K2 es un evento multiplicador que se celebrará en Sevilla en abril de 2024. “Aquí, SAMU es la entidad anfitriona. Asistirán unas 100 personas de todos los países participantes y se realizará un evento de un par de días en donde se pondrá en común todas las experiencias que cada entidad ha realizado en su territorio. Es muy importante, en este momento, estrechar lazos con los embajadores de cada país, pues ellos serán nuestros enlaces para poder poner en marcha futuros proyectos cooperativos en la infraestructura de cooperación de la UE”, continua Rebolo.

K2 es un evento que persigue el intercambio de buenas prácticas y ampliar la red de contacto con otras entidades no gubernamentales en el ámbito europeo y de países fronterizos. Es un paso importante para ir afianzando relaciones con posibles activos que permitan a SAMU crecer en red.

Volver a verte

El 27 de diciembre de 2021 llegó a DISL Valencina Ahlam Lahmami, la primera beneficiaria de este recurso. Recuerdo su primer día, su mirada desorientada a la par que triste, cargada de maletas y con un enorme peluche. Ahlam es una chica que llegó a la costa gaditana en enero de 2019. La travesía la realizó con su hermano menor. Por aquel entonces, ella tenía 13 años y su hermano 11. Al ser atendidos por la policía costera, ambos fueron separados y derivados a distintos centros de protección de menores en diferentes comunidades autónomas, desde entonces no han vuelto a verse.

Una vez que se instaló en su nueva habitación, la menor nos relató su historia de vida. Llevaba en España en ese momento casi tres años y su expresión lingüística era muy óptima, por lo que nos facilitó conocer cuáles eran sus principales necesidades, sus objetivos de proyecto de vida… Mostró sin tapujos ninguno cuál era su mayor deseo y, con la esperanza de que pudiéramos ayudarla, su primera frase fue: “Tengo muchas ganas de volver a ver a mi hermano, por favor. Llevo pidiéndolo mucho tiempo”. Celia López, directora de DISL Valencina y yo nos miramos y no nos hizo falta ni hablarnos, ambas pensamos lo mismo: estos dos hermanos merecen volver a verse después de tanto tiempo. Su relato y la expresión de desesperación y anhelo nos conmovió.

Ahlam era una niña cuando su familia decidió que viajara junto a su hermano a España para que pudieran optar a tener una mejor calidad de vida. Cuenta que ella pensaba que iba a estar en todo momento con su hermano, sin embargo, al bajar de la patera los separaron, y, por diferentes motivos que ella nunca ha llegado a comprender, no se volvieron a ver.

El equipo técnico de este recurso de Valencina decidió, bajo previa autorización, contactar con el centro en el que residía el hermano de Ahlam en ese momento en Murcia. Fue Beatriz, la trabajadora social del centro quien nos atendió telefónicamente y a quien le pareció una idea bastante acertada que los hermanos comenzaran a tener contacto de manera supervisada para verificar los beneficios que esta relación pudiera traerle a ambos.

Han sido meses de seguimiento a través de esas llamadas puntuales en la que los hermanos Lahmami han mostrado su afecto, sus ansias por poder abrazarse. Ahlam se ha ido convirtiendo en una figura de referencia para el menor. Como si de su madre se tratase, lo llenaba de consejos, aunque a ella en realidad le cueste llevarlos a cabo en su persona, pero el papel de hermana mayor y, sobre todo, de protectora lo ha asumido por completo.

Tras todas estas muestras de cariño y los seguimientos pertinentes por parte del equipo de profesionales a través de los informes correspondientes, desde delegación se aprobó el encuentro de los dos hermanos.

Los nervios se apoderaron de mí el día que se le dio a estos dos hermanos la noticia. Ese día, cuando Ahlam llegó del instituto donde está cursando 4º de ESO, le pedí que recodara que fue lo primero que pidió el día que llegó a este recurso. Tras unos minutos de silencio con la sonrisa tímida en el rostro respondió: “Volver a ver a mi hermano”. En ese instante, las lágrimas protagonizaron nuestra conversación. Ahlam no daba crédito a que fuera a pasar. ¡Se volverían a ver en solo tres días y pasarían un fin de semana juntos!

Llegó el deseado viernes y a las 18:00 horas apareció Beatriz junto con el menor. El se bajó del coche y los dos hermanos con unas enormes sonrisas entremezcladas con lágrimas de felicidad se enlazaron en un abrazo. Él le decía: “Hermana no llores, ya estamos juntos y nos seguiremos viendo más, ya lo verás”. Ella a su vez respondía sin soltarle de la mano: “No puede ser que estés más alto que yo, ¿cómo has crecido tanto?” Mientras, tanto todos los presentes del equipo técnico no podíamos evitar derramar alguna lágrima de emoción ante el momento que estábamos presenciando.

El trabajar con personas, y en especial con menores, conlleva que no exista una línea recta emocional, que se produzca altibajos en los menores que rompen la dinámica que se tiene prevista. Nuestra prioridad es centrarnos en su bienestar; es dejar atrás nuestra problemática personal para dar lo mejor de nosotros mismos a favor de estos chavales; es recibir una cara amarga o el mayor de los abrazos, según le pille el día a la chica; es frustración por depender, a veces, de figuras que limitan el poder acelerar procesos que los menores reclaman y que tú misma ves necesarios para ellos. Pero ante las adversidades que pueda encontrar en el día a día en mi trabajo, hay días como éste que me dan fuerzas para seguir y levantarme una y mil veces más. Sólo por ver sus caras, su felicidad, su emoción siento que ha merecido la pena.

CRISTINA CRUZ /
Trabajadora social de DISL Valencina (Sevilla)

Formación práctica en Canarias con Prolibertas

Fundación SAMU ha firmado un convenio de colaboración con la Fundación Prolibertas en Gran Canaria con el objetivo de que los menores extranjeros de los recursos de SAMU en la zona puedan realizar un itinerario formativo. A través de este acuerdo de colaboración, la Fundación Prolibertas se ha comprometido a la realización de un curso de cocina para diez menores residentes en cinco recursos de la isla de Gran Canaria.

Esta formación se imparte bajo el nombre de Curso Intensivo de Ayudante de Cocina y Sala. Las clases comenzaron el 28 de noviembre. El objetivo es instruir a futuros profesionales en el ámbito de la hostelería, dotándoles de iniciativa y habilidades para la realización de un trabajo en equipo eficaz, siendo estas funciones realizadas mediante las condiciones de higiene y seguridad necesarias. Al finalizar el curso, los alumnos recibirán una titulación acreditativa que les brindará la oportunidad de trabajar en grandes y pequeñas empresas, principalmente del sector de la hostelería.

Tanto la parte teórica como la parte práctica se desarrollan en las instalaciones cedidas por la empresa Numed (Nuevos Medios Logísticos). En dicho espacio, los menores realizan un primer acercamiento al protocolo de ayudante de cocina y sala, llegando a participar en la elaboración de los menús que se reparten por los diferentes recursos de SAMU en la isla.

“Gracias al curso, he podido aprender los diferentes cortes que existen para los alimentos y la preparación de algunas recetas. Además, hemos podido aprender cómo se preparan las mesas, el proceso de servir las comidas y cómo se utiliza cada uno de los utensilios de cocina”, explica Azarabe Fdil, uno de los menores que participa en este itinerario formativo. “Cuando cumpla la mayoría de edad, me gustaría quedarme en la isla. Este curso me ayudará a lograr un trabajo en el sector de la hostelería, empezando como ayudante de cocina y aprendiendo lo suficiente para poder llegar a ser cocinero algún día”, continúa. “Aunque hemos aprendido diferentes recetas, diría que lo que más me ha gustado ha sido aprender cómo se hace una pizza desde cero y todo el proceso en general”.

Por otro lado, destaca la realización de un nuevo curso junto a Fundación Prolibertas titulado Curso Intensivo en Actividades Agrarias y Cultivos, que se desarrolla en las instalaciones Agroislas, ubicadas en el municipio de Las Palmas. Este curso está dirigido a otros diez menores, los cuales podrán adquirir conocimientos a nivel teórico y práctico sobre el sector agrario, logrando un certificado de aprovechamiento que avala las destrezas logradas por el alumnado. Asimismo, mediante esta formación existe la posibilidad de que un 20% de los menores puedan continuar su formación, participando en las ediciones de la Escuela de Capacitación en Actividades Agrarias, previstas para el próximo curso académico.

NURIA RUIZ CORRALES / Directora del área de Infancia y Familia en Canarias

Mª Luis Verano, educadora del DISL Alcalá: “No pude tener mejores compañeros”

Hoy quiero dedicar un pequeño espacio a esas personas que formaron parte de todas mis primeras veces en SAMU. Me gradué en Educación Social en el año 2019. No había terminado aún mis prácticas cuando SAMU me ofreció la oportunidad de empezar mi labor en esta gran familia. Recuerdo mi primer día de trabajo. Era en el ISL Fuentequintillo. Como chica recién graduada y sin saber dónde me estaba metiendo, llegué con muchos nervios e ilusión, pero, sobre todo, con ganas de aprender de mis compañeros. Recuerdo que estaba allí mi primera jefa, Nuria. Ella me dio la bienvenida y me presentó a mis compañeros. Poco a poco, fui conociendo a los chicos, a los que desde aquí les doy las gracias por ser como son y por esforzarse en mejorar su futuro.

Según iba pasando el tiempo, no podía tener más claro la suerte que había tenido en encontrar en mi primer centro a este gran equipo que, sin duda, aún recuerdo a todos y a cada uno de sus miembros con un cariño enorme. Fuimos una gran familia.

Teníamos a los mejores chicos y no lo digo porque fueran ‘mis chicos’, sino porque trabajamos muchísimo con ellos desde el respeto y el cariño, siempre, y llegaron a ser, y son, chicos increíbles.

Llegó la pandemia y a los trabajadores nos adjudicaron turnos de 16 y 24 horas. Turnos que siempre hacíamos con los mismos compañeros. A mí me tocó con mi compañero Carlos. ¡No pude tener mejor compañero de pandemia! Hicimos miles de cosas con los chicos para poder entretenerlos porque nosotros entrábamos y salíamos de nuestras casas para trabajar, pero ellos estaban en el recurso las 24 horas, por lo que nos inventábamos cualquier cosa para que ellos se divirtieran. Cuando terminábamos el turno y llegaban nuestros compañero, nunca salíamos a nuestra hora. Esos pequeños momentos de charla contándonos las novedades y dándonos un poco de compañía eran muy especiales.

Las primeras veces nunca se olvidan y yo nunca podré olvidarlos, ni a ellos ni a mi primera jefa. Sé que ella leerá este artículo y quiero aprovechar para darle las gracias porque la trabajadora que soy hoy, sin duda, es gracias a ella. Ella nos enseñó a trabajar desde el cariño, el respeto y,  por supuesto, desde la disciplina. Parecía que era muy dura, pero sólo había que conocerla para ver que lo único que le gustaba era que se hicieran las cosas a la perfección, y por dentro era puro amor. No pude tener mejores compañeros en mi primer centro. Gracias equipo, gracias Nuria.

MARÍA LUISA VERANO DÍAZ
/ Educadora del DISL Alcalá

Un nuevo aliado en Marruecos para la acción social

Fundación SAMU ha firmado recientemente un convenio de colaboración con la Asociación Hanane, una organización de origen marroquí dedicada a la protección de menores con discapacidad y cuya sede principal se encuentra en Tetuán. Las dos entidades han acordado aunar sus esfuerzos dentro del ámbito de sus respectivas competencias para llevar a cabo acciones conjuntas en la ejecución de proyectos tanto en el ámbito público como privado, nacional e internacional, que repercutan en el desarrollo de sus fines.

La Asociación Hanane tiene entre sus objetivos lograr la inclusión social de las personas con discapacidad, promover y difundir la atención temprana en la región de Tánger-Tetuán-Alhucemas, fomentar la educación inclusiva en el sistema educativo nacional, la capacitación e integración laboral de los jóvenes con discapacidad, prestar servicios de educación especial y rehabilitación a niños que presentan un grado de discapacidad severa y profunda, y coordinar y colaborar con las autoridades públicas y los agentes sociales para conseguir la plena inserción social de las personas con discapacidad.

A través de este convenio firmado por Fundación SAMU y Hanane, ambas entidades acuerdan crear equipos de trabajo para el desarrollo de iniciativas y proyectos en las líneas anteriormente mencionadas. También colaborarán en materia de sostenibilidad, accesibilidad universal y desarrollo de iniciativas conjuntas en el ámbito de la economía social.

Para ello, tanto la organización española como la marroquí han acordado el desarrollo de acciones formativas, teóricas y prácticas; el establecimiento de programas de estudio en materia de cooperación internacional al desarrollo, la formación y el voluntariado; y el desarrollo de acciones de difusión de la labor realizada por ambas entidades en pro de la cooperación internacional al desarrollo, la formación y el voluntariado, del empleo y de la inclusión social y laboral de todas las personas, con el fin de que la sociedad conozca las diferentes actuaciones que se llevan a cabo, y que las personas puedan participar en estas iniciativas.

Los principales ámbitos de actuación son la organización conjunta de actividades; la participación conjunta en convocatorias de cooperación internacional y acción humanitaria para África, el Golfo Árabe y Europa; el desarrollo conjunto de proyectos de desarrollo local, participación ciudadana y derechos humanos; la constitución de equipos conjuntos de investigación; la participación en conferencias, seminarios, coloquios, webinars y exposiciones, entre otras actividades académicas; y el intercambio de materiales de investigación, de documentos científicos y pedagógicos y de otras publicaciones.

Este convenio marco fue firmado el 12 de octubre por el presidente-director general de SAMU, Carlos González de Escalada, y el presidente de Hanane, Abdeslam Bakouri. El acuerdo tiene una vigencia de tres años, hasta el 31 de diciembre de 2025, aunque podrá se prolongado anualmente hasta un máximo de cinco años si ambas partes así lo acuerdan cuando llegue el momento.

Melibea Romero, Tcae en la UATE La Esperanza: “Trabajar con menores en Ceuta me ha hecho renacer”

En mayo de 2021, durante la crisis migratoria de Ceuta, Melibea Romero Carmona (La Puebla del Río, Sevilla, 1989) decidió ir de voluntaria junto con otros profesionales de SAMU para asistir a los menores marroquíes que cruzaban la frontera. Más de un año después, continúa trabajando en Ceuta con estos chicos.

—Actualmente trabaja en la UATE La Esperanza, un recurso de acogida para menores extranjeros de Fundación SAMU en Ceuta, pero tengo entendido que también fue alumna de Escuela SAMU, ¿cierto?
—Sí, estudié el Grado Medio en Técnico en Cuidados Auxiliares de Enfermería en Escuela SAMU (promoción 2020-2021), aunque también tengo formación relacionada con la intervención social en drogodependencia y otras adicciones. Y, actualmente, estoy cursando el Grado Superior de Técnico en Integración Social.

—¿Qué recuerda de su etapa en Escuela SAMU?
—Para mí fue un reto estudiar en Escuela SAMU, ya que venía de un mundo laboral completamente diferente. Es una etapa que recuerdo con mucho cariño. La empecé un poco perdida, con miedo e incertidumbre, y me fui encontrando cada vez más cómodo en ella conforme pasaban los meses. Me encantaba ir a la escuela. En ella he reído, he llorado, he aprendido, me he puesto a prueba y he sentido admiración por el trabajo que realizaban mis docentes. En la Escuela SAMU conocí una versión diferente de mí. SAMU te enseña disciplina, te enseña valores, te enseña a trabajar en equipo. Siempre digo que SAMU tiene un veneno que engancha, que te incita a querer ser mejor persona, a cuidar de los demás.

—¿Por qué decidió ir de voluntaria a Ceuta en plena crisis migratoria?
—Cuando la crisis de Ceuta, en mayo de 2021, SAMU activó un gabinete de crisis y yo formaba parte de él. Conforme pasaban los días, veía las imágenes que inundaban los medios, el trabajo que íbamos realizando y las necesidades que iban surgiendo. Sentí que tenía que estar ahí, que era el momento de poder brindarle mi ayuda a todas esas personas. Siempre me ha motivado mucho la labor social, ayudar a otros y, en ese momento, ya contaba con conocimientos para ello. Realmente no me equivoqué al sentir que era el momento idóneo.

—¿Cuál fue su primera impresión cuando llegó a Ceuta?
—Pisé Ceuta por primera vez el 22 de mayo de 2021. Me dio respeto la situación, había muchos menores. Se habilitaron campamentos improvisados, polideportivos, naves. Dormían en literas militares, tenían baños portátiles, se montaron carpas que hacían de comedor… Se hizo todo lo posible para que mil menores pudieran tener las condiciones más optimas posibles dada la situación de emergencia hasta que se encontrara una solución a dicha crisis.

—¿Cuál es su labor en Ceuta?
—Principalmente, hago las funciones de sanitaria. Realizo curas, preparo medicación, intervenciones psicosociales con menores con conductas disruptivas y adicciones, documentación sanitaria, realizo test de antígenos, control y seguimiento de pacientes Covid, bioseguridad, gestión y organización de citas médicas, control y stock de medicación, cuidado y seguimiento de menores y siempre apoyo al equipo educativo.

—¿Cuáles son las principales necesidades que tienen los menores cuando llegan a los recursos de SAMU en Ceuta?
—La mayoría de nuestros menores llegan a través del mar, a nado, por tanto, suelen traer erosiones en la piel de las rocas, quemaduras que les hacen las aletas o los trajes de neopreno e, incluso, a veces llegan en una situación de hipotermia. Ellos siempre llegan con mucha necesidad de atención y reclamo. Es muy novedoso para ellos tener un sanitario en el centro de acogida y, por tanto, tienden a decirte la mínima cosa que les suceda aunque no tenga importancia.

—¿Cuáles son los principales aspectos que trabaja SAMU con estos menores?
—SAMU ofrece una atención integral a los menores. Promovemos una educación basada en una rutina saludable, donde los menores aprenden a tener hábitos tanto de higiene personal como de alimentación, de limpieza, reciben clases de español… El principal objetivo es conseguir la inclusión social de estos menores. Todo este aprendizaje, mientras viven en el centro de acogida temporal, les sirve para tener mayor seguridad a posteriori y que les sea más fácil lograr la integración en nuestra sociedad.

—¿Cuánto tiempo lleva trabajando en Ceuta?
—Llevo trabajando aquí un año y seis meses. He pasado por diferentes recursos de SAMU en esta ciudad autonómica, pero actualmente trabajo en el centro La Esperanza.

—¿Qué es lo que más le gusta de su trabajo?
—Para mí este trabajo ha sido un renacer. He descubierto una vocación que desconocía y que es muy gratificante para mí. Aunque realmente mi trabajo está más enfocado a la parte sanitaria, me gusta implicarme con los menores. Siempre defendí la idea de que el equipo sanitario no curaba y se iba. A los menores hay que observarles, hablar con ellos, saber de dónde vienen, qué sueños tienen… En definitiva, saber quiénes son y con quién estamos trabajando. Al final, esto es lo que hace que lo menores acaben depositando en ti su confianza y, para mí, esto es muy importante porque cuando llega el momento de que estos chicos se marchan del recurso, se acercan a ti y te dicen: “Gracias. Gracias por siempre tener una sonrisa para mí”, “Gracias por todo lo que has hecho por mí”, “Perdona si alguna vez no me porté bien”. Ahí es cuando sabes que tu trabajo ha surtido efecto.

—¿Qué destacaría de la labor que hace Fundación SAMU en Ceuta?
—Destaco la capacidad de reinventarse, ya que desde el año pasado hemos tenido muchos movimientos de menores, tanto en traslados a la Península como en entradas de Marruecos que no esperábamos. SAMU siempre se ha encontrado la manera de adaptarse a todos estos movimientos aunque a veces hayan sido muy urgentes. Y aun así, el equipo humano de SAMU nunca ha perdido de vista que estamos aquí para velar por el bienestar y salvaguardar a todos nuestros menores, independientemente de los contratiempos que surjan.

—¿Qué retos profesionales se planteas a corto y medio plazo?
—Terminar mis estudios de Técnico en Integración Social y seguir creciendo en este camino profesional porque, como he dicho anteriormente, es vocacional.

ISL SAMU Dúrcal: ocio para construir nuevos espacios educativos

El fomento del ocio y el tiempo libre juega un papel fundamental en nuestro desarrollo personal a cualquier edad y en cualquier contexto. La Organización Mundial de la Salud lo considera algo básico para el equilibrio psíquico y social, así como para la mejora de nuestra calidad de vida y nuestro bienestar. En ISL SAMU Dúrcal vamos más allá y nos preguntamos: ¿Puede esto servir de herramienta para la inclusión social de los menores migrantes?

Entender el ocio de manera inclusiva implica entenderlo como un espacio al que pueden acceder todas las personas, interrelacionándose, atendiendo las necesidades de los diferentes grupos, adaptándose y fomentando la diversidad. La socialización en edades tempranas, generalmente, se produce en tres ámbitos diferentes: la familia, la escuela y los espacios sociales informales (amigos, deporte, ocio, actividades culturales…). En el caso de los jóvenes migrantes, que se encuentran alejados de sus familias, es importante potenciar los otros dos aspectos y entenderlos como procesos interrelacionados.
Fomentar la implicación activa de los menores en la comunidad a través del ocio tiene grandes beneficios en el ámbito personal, ya que contribuye al desarrollo de habilidades intelectuales, artísticas, físicas o culturales que se traducen en un aumento de la autoestima y una mejor percepción de ellos mismos.

Por otro lado, las actividades de ocio no solo sirven de apoyo a la educación formal, sino que, además, son actividades propiamente constructoras de espacios educativos. Desde estos espacios podemos trabajar la participación en la comunidad, creando vínculos cotidianos entre las personas locales y migrantes que favorecen la convivencia, teniendo como ejes el respeto y el aprendizaje mediante un intercambio cultural.

El papel de las instituciones

Para el desarrollo de un modelo de ocio inclusivo es fundamental el papel que juegan las instituciones y las medidas políticas, ya que destinar recursos al desarrollo de programas de actividades de este tipo, dar accesibilidad a toda la población, crear canales informativos, facilitar la utilización del espacio público o el trabajo en red entre asociaciones son actuaciones necesarias para poder seguir avanzando hacia un modelo social inclusivo y tolerante.

Desde ISL SAMU Dúrcal estamos en continua búsqueda de aquellas actividades que ofrecen los diferentes recursos de la ciudad para incluirlas en la dinámica diaria de nuestro centro. En este curso escolar 2022-2023 vemos necesario que los menores incluyan en su cotidianidad actividades que les hagan disfrutar y, al mismo tiempo, crear relaciones fuera del recurso.

Como ejemplos concretos, nuestros menores acuden dos días en semana al Centro Deportivo Núñez Blanca a jugar al fútbol, actividad organizada por el centro Cívico del Zaidín, o también hay quienes entrenan con el equipo de fútbol de Dúrcal. Además, participan en actividades de expresión corporal y artística como un taller de break dance, que se imparte desde Granajoven, promovida por la Concejalía de Deportes de Granada; otro de bailes latinos en colaboración con una pequeña escuela del barrio de la Chana, en Granada, y sesiones de skate park los fines de semana con la Escuela KedeKids, en la zona de Bola de Oro en Granada.

A nivel interno, fomentamos actividades que trabajen el desarrollo de herramientas en los menores de cara a su independencia y autonomía. Por ello, trabajamos en actividades de cara a su emancipación, realizando talleres que van desde el desarrollo de habilidades domésticas, sociales y emocionales o simplemente para darles a conocer nuevas formas de entretenimiento.

Algunos ejemplos de actividades recientes que fomentan su emancipación son los talleres de cocina, búsqueda de piso y empleo, seguridad vial, talleres sobre ofimática, cuidado del huerto… También tenemos talleres sobre educación sexual, expresión emocional o autoconocimiento. Y por último, más dirigidos al ocio, cuentan con talleres sobre fotografía, introducción a nuevos deportes como la calistenia o el pádel, rutas de senderismo por la provincia de Granada o video-fórum semanales.

El desarrollo de estas actividades internamente permite también crear vínculos dentro del centro, sin limitarnos únicamente a las tareas formativas o de mantenimiento del recurso. Así, creamos un espacio más distendido e informal que nos permite un mayor acercamiento a los menores a la vez que trabajamos los objetivos establecidos.

Por MARINA TORAL FAJARDO.
/Auxiliar Técnico Educativo ISL SAMU Dúrcal

Classcraft: juego de fantasía para aplicar en la realidad

Durante el verano, en ARB SAMU Motril decidimos dejar a un lado las tradicionales clases de español y sumergirnos junto a los menores en un mundo virtual en el que el trabajo en equipo es la principal estrategia para alcanzar la victoria. Se trata del juego Classcraft, una herramienta que se desarrolla a través de una plataforma digital y permite llevar a cabo diferentes dinámicas, tareas y actividades educativas. Todo ello enmarcado en un mundo de fantasía y roles.

Para hacer posible el inicio del proyecto, dividimos en varios grupos a los menores. En cada uno de estos grupos se asignaron diferentes roles que eran imprescindibles para la supervivencia del equipo dentro de la plataforma. Entre ellos se encuentran los curanderos, que son capaces de sanar a sus compañeros; los magos, que pueden otorgar poderes; y los guardianes, que protegen y defienden al grupo. Se trata de una experiencia educativa en la que cada menor es protagonista de su propio aprendizaje.

Cada una de las sesiones diarias comenzaba con un evento aleatorio, algún tipo de reto fácil y divertido. Este evento conseguía introducir a los menores en la dinámica y conectarlos desde el inicio de la sesión.

Con la proyección del juego daba comienzo la actividad, presentando el mapa de misiones con las tareas a completar. Mediante las numerosas propuestas educativas elaboradas por el equipo, los menores iban adquiriendo diversidad de aprendizajes de forma creativa e innovadora. Algunos ejemplos de las temáticas abordadas fueron la nutrición, la educación vial, bricolaje, elaboración de una rutina de ejercicios, actividades manuales, preparación para la emancipación… Todo ello con el objetivo de mejorar las habilidades y capacidades necesarias para hacer frente a la vida adulta.

Cuando los menores completaban las misiones propuestas de forma satisfactoria recibían puntos de experiencia que les permitían subir de nivel en la plataforma y conseguir recompensas. Además de esto, durante la rutina diaria establecida en el centro residencial, los chicos podían realizar diferentes tareas y actividades voluntarias que les otorgaba puntos extra en la plataforma.

En la dinámica establecida se fomentaba en todo momento el refuerzo positivo de los menores, tanto de manera virtual como mediante pequeñas recompensas diarias como meriendas especiales o mayor tiempo de descanso u ocio. Además, cada uno de los roles obtenía cristales de poder en función de su desempeño durante las misiones. Estos cristales podían ser utilizados en beneficio propio o de alguno de sus compañeros, por ejemplo, para otorgarle puntos de vida si alguno se había quedado sin ellos.

En la programación también se tenía en cuenta las conductas susceptibles de sanción que afectaban negativamente al funcionamiento del recurso residencial. En estos casos, lo menores veían reducidos sus puntos vitales en el juego, afectando también a sus compañeros.

Tras la puesta en marcha de este proyecto durante los meses de verano, la valoración de la totalidad del equipo es, sin duda, muy positiva. Esta propuesta educativa ha favorecido el reciclaje del grupo de profesionales que ha exprimido al máximo sus capacidades creativas para desarrollar actividades atractivas y novedosas que han sido muy bien acogidas por los chicos.

El uso de este tipo de herramientas despierta un especial interés y una gran implicación por parte de los menores. La mayoría de los chicos del grupo ha mostrado altos niveles de compromiso tanto dentro como fuera del juego. En definitiva, la combinación de autonomía en el propio aprendizaje, uso de las tecnologías de la comunicación y la información y grandes dosis de imaginación han sido todo un éxito.

 

Por JOSÉ CARLOS MARTÍNEZ SERRANO / Educador social del Residencial (ARB) Motril