Los leones de San Jerónimo: la historia del equipo de rugby de Sevilla formado por chicos extranjeros de Fundación SAMU

Para el joven Simo, el rugby es la más virtuosa metáfora sobre su propia vida: “Avanzar, acercarse al objetivo, a la meta, pero ser placado. Levantarse. Luchar para seguir. Volver a caer. Y volver a levantarse. Y así una y otra vez, como en la vida misma”. “Jugar al rugby es lo mejor que me ha pasado jamás”, afirma emocionado este joven migrante, menor de edad y marroquí, que reside en uno de los centros gestionados por Fundación SAMU en Sevilla. Simo es jugador del CR San Jerónimo-Fundación SAMU de Sevilla, el equipo de menas que está revolucionando la vida de sus integrantes y, al mismo tiempo, el panorama deportivo de la Liga Regional Andaluza Sub18 de rugby.

El origen de esta historia se sitúa en abril de 2019, cuando Fundación SAMU firma un convenio de colaboración con el Club de Rugby San Jerónimo, decano de Andalucía con 55 años de historia. El objetivo de este convenio es ofrecer nociones básicas de este deporte a los usuarios de Residencia San Sebastián de Fundación SAMU (personas con capacidades diversas que buscan en el deporte una mejora de sus capacidades físicas, su socialización y su calidad de vida) y también a otros colectivos vulnerables. Es el programa RugbyES SAMU.

Enrique Yrazusta, abogado de la entidad, exjugador y apasionado del rugby, está en esa génesis. Piensa en los 120 menores que están a cargo de Fundación SAMU solo en la provincia de Sevilla en ese momento, jóvenes con unas cualidades físicas excepcionales, y en la necesidad de motivarles, de transmitirles valores y objetivos, de mantenerlos ocupados y focalizados, de que practiquen un deporte de equipo y que sean felices. “Ellos sólo piensan en fútbol pero, ¿y si aprendiesen a jugar al rugby?”.

El rugby es un deporte poco conocido pero pleno de valores: respeto al rival, solidaridad, trabajo en equipo, disciplina, inclusión, esfuerzo, superación. “Es un deporte integrador en el que todos suman, todos cuentan”, relata Yrazusta. Él presenta la idea a los responsables de San Jerónimo y también a los directivos de la Federación Andaluza de Rugby. “¿Y si inscribimos un equipo de menas?”.

Un grupo de 24 chicos de centros como Fuentequintillo, Miguel de Mañara, Valencina, Polancos y Alcalá, todos en la provincia de Sevilla, asumen el reto planteado por sus monitores de Fundación SAMU y por los entrenadores de San Jerónimo. Empiezan a recibir las primeras nociones sobre rugby en verano. Son de Marruecos, Camerún, Senegal, Guinea Conakri… Países en los que este juego carece de tradición. “Empiezan completamente de cero. No han visto un balón de rugby en su vida, y estamos ante una disciplina que tiene una gran complejidad”, argumenta Yrazusta.

Rugby San Jerónimo

Los chicos empiezan entrenando en parques, progresando poco a poco. No pisarán hasta septiembre el verde de un terreno de juego homologado, ya oficialmente como equipo, al crearse la sección sub18 del club San Jerónimo expresamente para hacerles hueco en la competición.

“Ellos están encantados. Se sienten deportistas, se sienten superhéroes. Tienen sus equipaciones, sus entrenadores y fisios, sus campos de juego, sus desplazamientos…”, relata el abogado de SAMU. Cada partido es una fiesta, puesto que los jóvenes de los centros de Fundación SAMU acuden a apoyar a sus compañeros con pancartas y bombos, dándolo todo. “Recuerdo que, tras el primer partido, varios me decían: esto es lo mejor que me ha pasado”.

Y es que esta nueva faceta deportiva ha cambiado las vidas de muchos de estos niños, y no sólo en el aspecto motivacional. Josema Román, responsable del centro de Polancos, explica que han detectado casos de chicos que han reducido su nivel de conflictividad; otros que han aceptado ser escolarizados y están sacando buenas notas. Además, todos han mejorado su español. “Están aprendiendo a controlar sus impulsos, a encajar dentro de una disciplina y un comportamiento deportivo, y además estamos logrando la integración de los chavales de los distintos centros”, relata. Los chicos que más destacan en el terreno deportivo están participando en un proyecto de doble inclusión a través del cual se desplazan periódicamente a la residencia de personas con discapacidad de Cantillana para ofrecer clases de rugby a los usuarios del centro.

Rugby San Jerónimo

Tras una primera vuelta de adaptación y resultados irregulares, los menas de San Jerónimo han ganado los dos primeros partidos de esta segunda vuelta. El segundo, frente al CR Xerez sub18, al que corresponden las fotografías de este reportaje. “Que estos niños ganen un partido de rugby es algo excepcional, increíble. Ellos, que tocaron un balón por primera vez el verano pasado, con 16 ó 17 años, compiten contra niños que están jugando desde que tienen 8 ó 10 años. Esto viene de un lado de las capacidades físicas que tienen, y de otra parte de su entusiasmo sin límite”, apunta Yrazusta.

Desde el punto de vista deportivo, los menas de San Jerónimo son aguerridos, bravísimos, no tienen miedo a nada, nunca se arrugan, nunca desfallecen. A pesar de que físicamente no son tan altos y corpulentos como sus rivales, sus condiciones físicas son tan excepcionales que compensan ese déficit de kilos con otras virtudes. Enfundados en sus camisetas blanquiverdes, los chicos son rápidos, fuertes y fieros, y siempre ponen al límite a quienes tienen enfrente, obligándoles a darlo todo. Así son estos leones de San Jerónimo.

El equipo, con el impulso de Fundación Decathlon, Asociación LLAR y un puñado de micropatrocinadores, ha dado una nueva vida al club San Jerónimo. El decano se ha volcado con la iniciativa y, de la noche a la mañana, se ha encontrado con una cantera de jugadores muy prometedores entre los que podría haber alguna futura estrella de este deporte.

La marca SAMU se consolida en las Islas Canarias

SAMU aterrizó en Canarias hace apenas unos meses dispuesto a ofrecer desde el comienzo los altos criterios de calidad que caracterizan su servicio. La apuesta ya está ofreciendo resultados. “Hemos tenido una progresión exponencial, y va a más”, señala José Juan Quintana, delegado de SAMU en Canarias. La presencia de la empresa en las Islas ya ocupa tres frentes: el centro para personas con discapacidad intelectual y/o trastorno mental Hogar San Lázaro, el centro de atención a personas dependientes por discapacidad física El Sauzal y el servicio de transporte sanitario, sector en el que SAMU acumula cuatro décadas de experiencia desde su fundación en 1981.

Hogar San Lázaro

Su primer gran reto llegó con una llamada. El Diputado del Común (que realiza en Canarias un trabajo similar al Defensor del Pueblo) pidió a SAMU que se hiciera cargo de Hogar San Lázaro porque la anterior gestora del centro iba a abandonarlo dejando desasistidos a los 16 usuarios que entonces lo ocupaban. Se trata de un centro para personas con discapacidad intelectual y/o trastorno mental de grado 1 y 2.

SAMU ofreció asistencia inmediata y hoy el Hogar San Lázaro puede acoger a hasta 17 usuarios, con los altos estándares de calidad y bienestar que caracterizan a SAMU Wellness. “Nuestro proyecto está basado en que se respire armonía y paz. La idea de San Lázaro es la de ser una familia. Que se sientan cómodos y seguros”, explica Quintana.

No fue sencillo. Hogar San Lázaro presta asistencia a perfiles de gran dependencia, seguimiento de alimentación y de farmacología pautada. Doce de las plazas, destinadas al servicio de respiro familiar, son concertadas con el Instituto Sociosanitario de Canarias. Además, SAMU se encontró con un centro muy degradado. José Juan Quintana recuerda que el cambio ha sido “espectacular”. Fue necesaria una inversión que rondó los 20.000 euros: “Faltaba mobiliario, las paredes estaban negras, no se respiraba el espíritu de limpieza, el material estaba caducado y en desuso y la farmacología no se daba con seguimiento”. Todo eso ha cambiado de manera radical.

Centro de El Sauzal

Desde mediados de enero, SAMU presta también el servicio de atención sociosanitaria en el centro de atención de personas en situación de dependencia derivada de discapacidad física de El Sauzal (Tenerife). Se trata de un centro de día y ocupacional, con servicios de enfermería, terapia ocupacional, trabajo social, atención psicológica, logopedia o integración social, entre otros, de los que disfrutan 32 usuarios internos y 40 temporales.

SAMU ha asumido de manera integral la gestión del centro, subrogando a unos 50 trabajadores procedentes de la empresa que venía prestando los servicios, que han experimentado una mejora notable en sus condiciones laborales. Desde que SAMU asumió sus contratos les aplica el nuevo convenio de discapacidad, lo que ha supuesto una mejora salarial del 14%.
Además, se han aplicado de inmediato los procedimientos para adaptar a la plantilla y el centro a los estándares de SAMU. Por ejemplo, los trabajadores han recibido cursos de primeros auxilios, de manejo de desfibrilador externo automático (se han instalado equipos DESA, que antes no existían), de prevención de riesgos laborales y de movilización e inmovilización de atención de discapacitados físicos.

También se ha renovado el material. “Tener ilusión genera ganas de participar”, resume Quintana.

Transporte sanitario

La tercera y última pata (por ahora) de los servicios de SAMU en Canarias es el transporte sanitario. La empresa dispone de una unidad medicalizada y una unidad colectiva de soporte vital básico que ya ofrece sus servicios a entidades públicas y privadas.

Por ejemplo, SAMU dio cobertura a la cabalgata de Reyes de Tacoronte (Tenerife) y ya ha recibido la llamada de El Hierro para prestar la cobertura de un riesgo previsible del 31 de enero al 2 de febrero.

Además, la delegación ha entablado negociaciones con un centro privado y con el 112 de Canarias para ofrecer su colaboración cuando los servicios de ambulancias públicas están saturados.
Quintana se muestra satisfecho por la buena acogida de los servicios que ofrece. Los proyectos no se detienen, y SAMU ofrecerá pronto formación en primeros auxilios para funcionarios y policía local de Tazacorte (La Palma). SAMU también participará en la cobertura sanitaria de la Transvulcania, una prueba de ultramaratón en La Palma comparable a la Titán Desert, en la que se prevé la participación de unos 6.000 corredores. Todo un reto que demuestra, como afirma Quintana, que “la marca SAMU se está extendiendo en Canarias”.

David Morales, director del IAJ: “Los jóvenes de hoy tienen talento para desarrollar sus ideas y compromiso social”

David Morales Zamora (Sevilla, 1989), licenciado en Ciencias Políticas y de la Administración por la Universidad Pablo de Olavide, es desde hace un año el director general del Instituto Andaluz de la Juventud (IAJ), organismo dependiente de la Junta de Andalucía que ha colaborado con SAMU en la puesta en marcha de la nueva Escuela de Oficios.

—¿Cómo ha vivido su primer año al frente del IAJ?
—Con muchas ganas de trabajar y con muchísima ilusión. Desde el Instituto Andaluz de la Juventud se pueden llevar a cabo muchas líneas de trabajo y de colaboración con la sociedad civil y con la Administración Pública para impulsar a la juventud andaluza. Además, existe un tejido de actores sociales muy comprometidos con la juventud que tenemos que potenciar y con los que tenemos que relacionarnos más.

—¿Qué supuso para usted su nombramiento como director general del IAJ?
—El hecho de poder aportar mi granito de arena en la sociedad y, en especial, en la juventud andaluza, es un gran reto personal.

—Cuándo llegó al cargo, ¿qué reto se impuso?
—El IAJ es para toda la juventud. Ésta es la premisa que quiero desarrollar desde la institución, es decir, que si tu proyecto es beneficioso para la juventud, intentaremos colaborar de diversas formas. Siempre le digo a mi equipo que lo importante es atender a todas las personas que nos pidan una reunión y, sobre todo, ir a los municipios para observar y entender las realidades de la juventud y poder ayudar desde la honradez y la sinceridad.

—¿Qué objetivos ha logrado el IAJ en este primer año con usted como director general?
—Entre los objetivos que nos marcamos destacan el desarrollo del Plan Estratégico de Juventud, crear conciencia de emprendimiento entre los jóvenes, erradicar los estereotipos de una juventud no participativa y promocionar el tejido asociativo juvenil con el programa Actívate, que hemos impulsado este año con una serie de líneas. En primer lugar, emprendimiento, empleabilidad juvenil e innovación. Dos, igualdad, diversidad-LGTBI, tolerancia, inclusión de la juventud con discapacidad y prevención de la violencia de género. Tres: cultura, creatividad, arte y talento juvenil. Y por último, vida saludable, conocimiento del entorno natural y sostenibilidad.

—En su opinión, ¿cuáles son las principales virtudes de los jóvenes de hoy?
—Los jóvenes de hoy tienen talento para desarrollar sus ideas y compromiso social. He viajado por las ocho provincias conociendo proyectos por y para los jóvenes y he podido comprobar el potencial de la juventud andaluza. Por ejemplo, la asociación juvenil Carabela en Huelva fomenta el ocio saludable entre cientos de jóvenes. La Asociación Adaner de Granada cuenta con proyectos en defensa de la atención a la anorexia nerviosa y bulimia entre la juventud. La Asociación juvenil Eo Eo tiene una implicación impresionante con los jóvenes en Málaga y con la cooperación al desarrollo en Senegal. Además, están los valores fundamentales que transmiten los scouts o el movimiento contra la intolerancia, las diferentes asociaciones juveniles LGTBI en defensa de la igualdad real o las asociaciones juveniles que trabajan por y para los jóvenes con discapacidad. Es importante difundir y poner en valor este compromiso que muchos jóvenes de Andalucía tienen con la sociedad.

—Uno de los principales problemas a los que se enfrenta la juventud hoy es la falta de oportunidades laborales. ¿Qué acciones propone el IAJ para hacer frente a esto?
—En 2019, hemos realizado diferentes programas piloto para dar herramientas a los jóvenes en el conocimiento de la creación de una cooperativa, dar forma a ideas de negocio y conocer la figura del autónomo. Además, promovemos una ayuda que está orientada a sufragar los gastos para lanzar proyectos empresariales.

—Recientemente estuvo en la inauguración de la nueva Escuela de Oficios de SAMU, en la que colabora el IAJ. ¿Qué le parece este proyecto?
—Es una iniciativa que busca dotar a los jóvenes de herramientas para favorecer su autonomía y ayudarles a incorporarse con éxito al mercado laboral. Son necesarios proyectos de este tipo para crear y potenciar acciones para los más jóvenes con la finalidad de dar formación para conseguir su empleabilidad.

—¿Qué retos tiene el IAJ por delante?
—Alzar la voz, porque estamos convencidos de que los jóvenes deben participar en las decisiones políticas.

Escuela de Oficios de SAMU: una profesión para el futuro

SAMU inauguró el 7 de enero la Escuela de Oficios SAMU, un pionero programa formativo para personas en riesgo de exclusión social con el objetivo de proporcionar les un oficio y favorecer su inclusión laboral.

Una veintena de menores extranjeros no acompañados procedentes de centros de Sevilla gestionados por Fundación SAMU forman la primera promoción de alumnos de esta nueva escuela, cuya formación se centra en oficios con alta empleabilidad en nuestro país como mantenimiento, construcción, jardinería, metal, hostelería y servicios sociales. Así, los cursos que se imparten son de aprendiz de peón de mantenimiento, pintor, albañil, jardinería, soldador, pinche de cocina y auxiliar de monitor de apoyo a personas con discapacidad intelectual.

El acto inaugural, que se celebró en Gelves, contó con la presencia del delegado del Gobierno de la Junta de Andalucía en Sevilla, Ricardo Sánchez Antúnez; el director general del Instituto Andaluz de la Juventud (IAJ), David Morales Zamora; y la directora general de Infancia, de la Consejería de Igualdad, Políticas Sociales y Conciliación de la Junta de Andalucía, Antonia Rubio González; además del director general de SAMU, Carlos González de Escalada; el director de Escuela SAMU, Juan González de Escalada; y la directora de la nueva Escuela de Oficios, Lourdes Vázquez, junto a otros representantes de SAMU, la Diputación de Sevilla y otras instituciones.

“Podéis contar con el Instituto Andaluz de la Juventud para lo que necesitéis. Os invito a que nos visitéis y podáis ver todas las actividades que realizamos y en qué podemos ayudaros”, animó a los alumnos el director general del IAJ, David Morales.

Escuela de Oficios de SAMU

Antes, uno de los alumnos leyó un breve manifiesto en representación de sus compañeros en el que agradecía la oportunidad que les ha brindado SAMU y que les permitirá formarse en un oficio.
Tras la presentación, los asistentes realizaron una visita por las instalaciones de la Escuela SAMU y su nueva clínica de simulación, de la cual podrán disfrutar durante sus prácticas los alumnos de la Escuela de Oficios.

Los cursos que aquí se imparten, de una duración de cuatro meses, incluyen prácticas en empresas, lo que supondrá de media el 75% de la duración de la formación. La etapa teórico-práctica corre a cargo de profesionales del sector en coordinación con el equipo pedagógico de la Escuela SAMU y el equipo de integración socio-laboral del Área de Menores. El alumnado tiene un papel muy activo en su formación, persiguiendo conseguir la motivación, autonomía, iniciativa y responsabilidad necesarias para el desarrollo profesional y personal.

Con este proyecto, SAMU pretende recuperar la filosofía y objetivos de las antiguas Escuelas de Artes y Oficios de España, promovidas en el siglo XIX, y responder a la preocupación como entidad por dotar a estos menores, y en general a los jóvenes andaluces desempleados, de herramientas para favorecer su autonomía y ayudarles a incorporarse con éxito al mercado laboral para que, en definitiva, puedan llegar a ser personas adultas y responsables; incrementar las competencias y habilidades sociales de los destinatarios del programa; y apoyar la contratación a través de empresas colaboradoras.

El proyecto de la Escuela de Oficios SAMU se desarrolla en las instalaciones que la entidad tiene en Gelves (Sevilla), un complejo con 18.000 metros cuadrados con 15 aulas de formación y multitud de espacios de simulación donde ya se imparten otros programas formativos relacionados con el ámbito de la salud y los servicios sociales, como el Máster de Enfermería en Urgencias, Emergencias, Catástrofes y Acción Humanitaria (UECAH) y el Máster en Medicina de Urgencias.

De momento, los alumnos de esta Escuela de Oficios son menores extranjeros que han llegado a España de manera irregular y que habitan en algunos de los centros de menas gestionados por Fundación SAMU, pero el objetivo final es que ésta sea una Escuela abierta a la que pueda acceder todo tipo de jóvenes que quieran formarse en un oficio.

SAMU cuenta con un total de 952 menores en acogida en todo el territorio nacional y, la mayoría, se encuentra en la etapa de pre-emancipación. Además, no existen recursos de mayoría de edad suficientes para acoger a estos niños cuando cumplan 18 años, de ahí la importancia de formarles en un oficio que les permita incorporarse y mantenerse en el mercado laboral para ser autosuficientes.

La innovación como bandera

SAMU ha experimentado un épico crecimiento en su última década, lo que ha requerido de una gran resiliencia como organización para adaptarse a los rápidos cambios que ese mismo crecimiento ha exigido. En este marco de desarrollo, SAMU apuesta por ser referente en el ámbito socio-sanitario español y, por ello, el consejo de dirección se ha propuesto como objetivo implantar una estrategia I+D+i alineada con los intereses de negocio y comerciales, de tal forma que la cultura innovadora se confiera como eje transversal en las iniciativas y actuaciones de la entidad.

Tras un proceso de valoración liderado por el equipo de Innovación, se identificaron líneas de mejora de la entidad, a partir de las cuales en 2018 se creó un Plan Estratégico I+D+i que incluye retos estratégicos distribuidos en 35 objetivos. Estas líneas estratégicas persiguen, entre otros aspectos, el fomento del liderazgo, de la motivación y del orgullo de permanencia, la potenciación y especialización en gestión de recursos humanos, un plan de formación interno, el fomento de herramientas de comunicación que potencien la comunicación interna, el cumplimiento de GDPR y Compliance, el fomento de la cultura innovadora o la participación de SAMU en plataformas tecnológicas relevantes para el sector socio-sanitario.

Un año después de la elaboración de este Plan de Acción, SAMU ha logrado cumplir cerca del 70% de sus objetivos. Algunos se han cumplido al 100%, como los relacionados con el fomento del liderazgo y de herramientas de comunicación bottom-up, o favorecer espacios de trabajo innovador y aprendizaje.

“Tanto el director general de SAMU como el comité de Innovación y yo misma hemos valorado los avances realizados en Innovación. Partimos de menos uno porque la estructura de SAMU no estaba preparada para acceder a la filosofía I+D+i, por lo que la asignación de responsables, órgano de decisiones, estructura de funcionamiento o el arranque de acciones de modernización básicas ha sido un gran esfuerzo”, explica Almudena Chávez, directora de Innovación de SAMU.

Entre los objetivos que se plantea para 2020 destacan consolidar la estructura innovadora que se ha ido generando y adentrarnos en campos internacionales de carácter innovador, sobre todo en lo relativo a la investigación, además de la creación del Centro de Investigación SAMU, lograr apoyo económico para ideas innovadoras y avanzar en la elaboración de un software adaptado a las necesidades de los profesionales.

Así fue la comida de Navidad de SAMU

El Real Círculo de Labradores de Sevilla fue el escenario de la fiesta de Navidad de SAMU 2019, una jornada festiva y de confraternización de toda la organización que se consolida año tras año y que, en esta edición, contó con la participación de más de 250 compañeros llegados de todos los puntos de Andalucía y del país. Junto al Guadalquivir, se sirvió un cóctel amenizado con música para todo el equipo que se alargó, en algunos casos, hasta entrada la noche.

Carlos González de Escalada, director general de SAMU, agradeció a todos los compañeros su presencia para disfrutar de esta jornada de amistad y distensión después de un año, en ocasiones, “convulso”. “Todo lo que conseguimos es posible por vosotros. Sois un equipazo”, enfatizó el director general.
Durante la fiesta, se hizo un reconocimiento a los centros que más han destacado en la reciente campaña de recogida de kilos de comida para el Banco de Alimentos, que se ha saldado con casi una tonelada, con el liderazgo de los centros de La Cartuja (85 kilos), Santa Ana (86) y, de forma destacada, por el centro de menores de El Bosque (522), cuyo equipo se ganó un jamón ibérico como premio por su esfuerzo y lo celebró a lo grande en el salón del Real Círculo de Labradores.

Carlos Álvarez Leiva, fundador de SAMU, recordó como en 2007 recibió una llamada de la Junta de Andalucía solicitando la ayuda de la organización para atender a los menores que estaban llegando de forma masiva a las playas de Motril. “Aquello significó un gran reto para la familia SAMU. Fue el principio del camino que nos lleva hasta la posición de enorme responsabilidad que ocupamos hoy”, apuntó.

Álvarez Leiva dirigió la entrega de reconocimientos a personas que han destacado por su labor en cada una de las áreas de la organización, y brindó con todo el equipo: “Todos tenemos una familia de sangre, de la que estoy muy orgulloso, y otra familia que es la que te vincula a la vida y a la tierra. Ambas están cargadas de emociones y sentimientos, y hoy todos vosotros formáis parte inequívoca de esa familia. Os deseo lo mejor. Buscad la felicidad interior bruta: será la única manera de hacer felices a las personas con las que trabajamos”.

Carta del director general de SAMU: “Vosotros lo hacéis posible”

Querido equipo. Como cada año por estas fechas, quiero desearos lo mejor para 2020 personalmente. Qué mejor momento que éste para hacer balance del año y para que conozcáis de primera mano cuál es el rumbo de SAMU.

Este 2019 que acaba ha sido un año de gran demanda para los servicios de salud y bienestar social que provee nuestra entidad. Crecemos gracias a una estrategia de comunicación muy proactiva, a la puesta en marcha de delegaciones institucionales en varias regiones y a la fabulosa labor de nuestro departamento de Desarrollo.

Se nos empieza a conocer en todas las comunidades autónomas y, en aquellas en las que estamos presentes, generamos confianza día a día. Hemos abierto delegaciones en Asturias, Madrid, Barcelona y Tenerife, lo que nos permite estar más cerca de los poderes públicos que necesitan las soluciones que ofrecemos. Hemos abierto un hogar funcional en Tenerife (San Lázaro) y en breve implantaremos un servicio de ambulancias SAMU en Canarias.

Así, en 2019 hemos pasado de tener presencia en cinco comunidades autónomas a tenerla en ocho, de tener 35 centros de trabajo a tener 55, y de ser 1.200 compañeros a ser más de 1.750. SAMU ofrece hoy servicios de emergencias, transporte sanitario, psiquiatría y salud mental, atención a personas con discapacidad intelectual, centros para personas con daño cerebral adquirido, centros de protección de menores, centros terapéuticos de salud mental infanto-juvenil, servicios en centros penitenciarios, centros de formación profesional y recursos de inserción sociolaboral.

Trabajamos con pasión para atender a la parte más vulnerable de la sociedad española e internacional. Tenemos la satisfacción de trabajar para los demás con vocación, pero sobre todo con profesionalidad, diligencia y procedimientos innovadores. SAMU atiende a casi 7.500 pacientes, 1.200 residentes y usuarios y 700 alumnos cada año.

Hemos implantado un modelo de gestión del que nos podemos sentir orgullosos, basado en el respeto a la normativa vigente (compliance), la defensa de la sostenibilidad y las políticas activas de igualdad, conciliación e inclusión. Basta hojear cualquiera de las páginas de nuestra Revista SAMU para medir nuestro nivel de compromiso.

El crecimiento experimentado nos obliga a redoblar nuestra responsabilidad y a reconocer los retos que nos quedan por cumplir. Para 2020 me he fijado tres grandes objetivos como director general: mejorar las subidas salariales derivadas de los nuevos convenios colectivos, aumentar la formación continuada del personal de SAMU y mejorar el control de calidad de los múltiples servicios que prestamos.

Para mí es muy importante contar con vuestro apoyo y respeto como equipo. Juntos formamos la gran “familia SAMU”, que tiene la clara vocación de ser una gran fuerza del bien para ayudar a la sociedad.

Sois vosotros los que lo hacéis posible, día a día, en trabajos a veces ingratos, sin mirar el reloj y dándolo todo por vuestros compañeros. Vuestra prioridad son pacientes, usuarios y alumnos, y mi prioridad tenéis que ser vosotros. Os merecéis toda la admiración y aplauso, por lo que os deseo mucha felicidad en estos días. Que Dios os bendiga.

¡Próspero año nuevo!

Carlos González de Escalada.
Director general de SAMU

El código ético de SAMU, a tu disposición

SAMU cuenta con un código ético que recoge los principios y valores que fundamentan las acciones emprendidas por la entidad y que debe asumir todo el personal adscrito a la organización en su desempeño.

Este código, elaborado por el gabinete de Compliance de SAMU (Cremades y Sotelo), establece como principios generales del trabajo de la organización valores como la integridad; la vocación de servicio; la orientación al cliente; el trabajo en equipo; la innovación, flexibilidad y resiliencia corporativa; la proactividad y el compromiso; el valor de la gestión del talento; y la calidad de los servicios.

La publicación de este código, que ya se puede consultar en la web, tiene como objetivo consolidar la posición de SAMU como una organización prestigiosa y excelente en la atención médico-sanitaria y la atención de colectivos vulnerables, con el ánimo de generar nuevos proyectos de calidad.

Además de los principios generales de acción, el código ético enumera las normas de conducta ética y profesional.

El proceso de elaboración de este código ético ha incluido una profunda revisión del Comité de Innovación antes de su publicación. El próximo objetivo de este proyecto es promover su máxima difusión entre todas y cada una de las personas que forman parte de la organización.

Una salida del ‘barzaj’

En árabe, la palabra barzaj significa algo así como limbo, el estado intermedio entre dos cosas. En el Corán, es el intervalo entre la muerte y el día del juicio final. En ese limbo de una noche que parece eterna, frente a un horizonte incierto, se encuentran muchos menores que llegan nuestros centros.

Poco a poco, después de estos casi ocho meses que lleva abierto el centro ISL Alcalá, detrás de mucho trabajo y mucha ilusión del equipo que lo forma, se ha empezado a vislumbrar la esperanza, una esperanza en forma de recursos. Dos de nuestros menores han empezado a trabajar en empresas que han decidido darles una oportunidad para que puedan formarse y ejercer una profesión en España.

Outman, un chico que en breve alcanzará la mayoría de edad, ha empezado a trabajar como ayudante de cocina en el restaurante sevillano de Ojalá Tapas, situado en la Alameda de Hércules. Sólo lleva unas semanas y para él ha supuesto un revulsivo muy importante para su vida. Se levanta cada mañana con la ilusión de ir al restaurante para realizar sus prácticas y aprender y demostrar que viene a ganarse un sitio en el gremio con esfuerzo y trabajo. “He logrado mi sueño, y es una labor que me gusta mucho”, señala.

Como Outman, M. Attiaoni alcanzará en pocas semanas su mayoría de edad. Desde hace unos días forma parte del equipo de una pequeña empresa de comestibles en el aljarafe sevillano, ayudando en una pequeña carnicería que se encuentra en su interior. Es una oportunidad que quiere aprovechar con todas sus fuerzas y que intenta absorber al máximo para poder ejercer en algún momento de su vida esta profesión. “Estoy muy contento con este trabajo y con la oportunidad que me han dado, voy a dejarme la piel para conseguir que confíen en mí”, relata.

Sólo deseamos que estas buenas noticias no paren en esta casa, ya que será síntoma de que todos los jóvenes que llegan aquí tienen la oportunidad de poder empezar a vivir una formación y una experiencia profesional y vital.

El resto de sus compañeros sueñan en poder convertirse algún día en electricistas, fontaneros, soldadores, panaderos… Esperemos que a todos ellos les llegue la misma oportunidad que a estos dos jóvenes. El trabajo es el revulsivo para salir del limbo en el que muchos aún siguen estando.

ISL Polanco: Excursión al otoño

En ocasiones todos necesitamos tomarnos un respiro, desconectar de la rutina y las prisas de la ciudad. Pararnos a disfrutar del momento sin la nostalgia del pasado o la incertidumbre de lo que está por suceder. Con este objetivo los chicos y el equipo educativo ISL Polanco (Sevilla) pusimos rumbo al paraje natural de la Rivera del Huéznar, entre Cazalla y Constantina. Un contexto cercano pero muy distinto que en esta época del año nos ofrece la oportunidad de conocer la fauna y flora características de la zona con un paisaje repleto de curiosidades.

A primera hora de la mañana el grupo, bien equipado, puso rumbo a la estación de Santa Justa. Tras una hora y media de trayecto, bajamos en la antigua estación de Cazalla-Constantina, donde ya todo lo que se alcanza a ver es valle y vegetación. Nuestros móviles se quedaron sin cobertura y la temperatura bajó unos cinco grados para sorpresa de nuestros chicos.

Comenzamos a caminar hacia la ruta de Las Laderas. Un trayecto de ocho kilómetros donde, tras cruzar el puente de los Tres Ojos, realizamos un kilómetro de camino ascendente, la parte más dura de nuestro trayecto. La humedad del ambiente se hizo densa y cada vez era más fácil encontrar setas, bellotas y castañas.
Durante la ruta, nuestros chicos iban comparando estos paisajes con algunos de sus países de origen. Al llegar a Cazalla, vimos a lo lejos una gran explanada blanca, era el encalado de las casas del pueblo. Allí recorrimos calles empedradas hasta dar con la iglesia Nuestra Señora de la Consolación del siglo XIV, donde los chicos entraron interesados.

Tras tomar un tentempié en la Plaza Mayor, bajamos hasta la conocida Fuente del Chorrillo, punto donde el terreno se torna más angosto y, a la vez, más divertido. Rodeados de olmos y olivos, pudimos observar en los propios árboles las señales de la recogida del corcho, una labor desconocida para nuestros chicos hasta ahora. La última parada fue en Isla Margarita para hacer el almuerzo. Al sol, descansamos, disfrutamos del río y conversamos tranquilamente entre risas y juegos.

Algunos de nuestros menores no habían disfrutado del otoño tal y como aquí lo conocemos. Una experiencia lúdica donde la información nos la ofrece el entorno y donde ampliamos nuestro abanico de opciones deportivas.

Autora: Ana Linares. ISL Polanco