Macarena Moreno. Directora de Personas y Talento de SAMU: “Tenemos que cuidar a las personas que cuidan”

SAMU cuenta desde abril con una nueva directora del departamento de Personas y Talento, Macarena Moreno (Sevilla, 1974), con 20 años de experiencia en empresas de ámbito nacional e internacional.

—Hace poco más de un mes comenzó una nueva etapa profesional en SAMU. ¿Por qué decidió formar parte de esta empresa?
—Yo vengo del sector sociosanitario, que me apasiona. SAMU es un referente en este campo y, por tanto, trabajar aquí es una gran oportunidad si quiero mantenerme en este sector. Además, me motivó a la hora de decidirme el reto de expansión internacional en el que está inmerso SAMU a día de hoy.

—¿Cuáles son sus principales retos y objetivos al frente del departamento de Laboral, Selección, Talento y Prevención a corto y medio plazo? 
—Hay un reto general en el conjunto de la organización que es la digitalización de procesos, y en él también participa esta área. Actualmente, estamos trabajando en la optimización de las herramientas informáticas (principalmente de nóminas) y unificando procedimientos que faciliten la comunicación entre la empresa y los empleados y empleadas.

—¿Y a largo plazo?
—Diseñar políticas que favorezcan la profesionalización de toda la organización, estandarizando procesos y elaborando procedimientos y protocolos que lleguen a todos los trabajadores. En definitiva, alcanzar mayor bienestar de los empleados y su fidelización, y, entre todos, contribuir al éxito de la organización.

—¿Cuántas personas trabajan en el área que usted dirige?
—Actualmente, el equipo está formado por 16 personas. El departamento de Personas y Talento engloba el departamento laboral, que es el que cuenta con una mayor plantilla; el departamento de selección y formación; y el de prevención. Todos juntos atendemos las necesidades de las personas colaboradoras en cualquier etapa de su trayectoria profesional, desde la acogida hasta su desvinculación de SAMU.

—Hace un año se puso en marcha el programa Talento SAMU que apuesta por potenciar las capacidades, habilidades y conocimientos de los trabajadores. ¿Cuáles han sido los logros de este programa en estos meses?
—El programa Talento SAMU es un potente proyecto que busca identificar futuros lideres en la organización y acompañarlos en su camino al desarrollo profesional. Ya se han realizado con éxito actividades formativas que han permitido conocer a grandes profesionales con ganas de seguir creciendo y motivados para iniciar este camino. Este proyecto es como una carrera de fondo, no pretendemos generar bolsas de personas talentosas por si surgen vacantes, sino identificar a los mejores y convertirlos en los líderes del futuro de SAMU.

—Antes de comenzar la entrevista, ha comentado que uno de sus retos es dar visibilidad a las necesidades de los trabajadores. ¿Cuáles son estas necesidades?
—Las personas queremos ser felices en el trabajo y lograrlo debe ser una responsabilidad de los jefes y directivos. No todas las personas tienen las mismas necesidades, por eso, para poder atenderlas, tenemos que conocer al equipo, las diferentes situaciones personales y profesionales por la que pueden estar pasando, y ofrecerles alternativas reales que sean compatibles con la atención a las personas que cuidamos, que también son nuestra responsabilidad.

—¿Qué medidas pretende poner en marcha para conseguir este objetivo?
—Todos los procesos del departamento de Personas están alineados y tienen el mismo hilo conductor: facilitar el día a día en el trabajo. Para ello, vamos a implantar un sistema de comunicación (mensajería instantánea) con el área de Personas, vamos a seguir desarrollando la herramienta SAMS y estamos trabajando para darle contenido al Portal de Empleado. Todos los trabajadores deben tener la misma información y debemos facilitarle el acceso a la misma. Estamos trabajando también para incorporar paquetes de beneficios sociales basados en la retribución flexible.

—La plantilla de SAMU está formada por más de 3.000 personas. En tan solo un año, ha aumentado en un 21,5%. ¿Cómo se gestiona una plantilla tan grande y que ha crecido tanto en tan poco tiempo?
—El problema en la gestión no es solo el crecimiento exponencial, sino la dispersión geográfica, lo cual dificulta los canales de comunicación. Por ello, es fundamental potenciar esas herramientas para que la información les llegue a todos y estandarizar los procesos comunes que están presente en la trayectoria profesional de los trabajadores. Hablamos, por ejemplo, de elaborar un único manual de acogida donde podamos transmitir los valores de SAMU, de establecer un proceso estándar para evaluaciones de desempeño o aplicar el mismo criterio para las promociones internas, entre otros.

—¿Cuál es el principal objetivo de SAMU para 2023 en lo que respecta a la plantilla?
—El objetivo estratégico de SAMU va más allá de 2023. Se ha marcado un plan estratégico correlacionado con la Agenda 2030, con el fin de convertirnos en una empresa referente en el sector sociosanitario a nivel internacional. Para ello, ya se está trabajando, sobre todo desde EEUU, con la presencia del presidente-director general Carlos González de Escalada, buscando lazos de cooperación con socios estratégicos. La consolidación en el corto plazo es necesaria para alcanzar este objetivo.

—El 74% de la plantilla de SAMU está formado por mujeres ¿Cómo influye esto a la organización?
—En SAMU queremos tener profesionales comprometidos y con una marcada vocación de atención a personas vulnerables, y, en esto, las mujeres somos expertas. No olvidemos que el sociosanitario es un sector muy feminizado, ya que tradicionalmente los cuidados a personas dependientes o vulnerables recaían en las madres, hijas o hermanas. Por suerte, cada vez son más los hombres que buscan su salida profesional en este sector, lo que enriquece a la plantilla y al servicio que prestamos.

—En su opinión, ¿qué cree que puede aportar usted a SAMU profesional y personalmente? 
—He tenido la suerte de trabajar en empresas pioneras en la gestión de las personas y también en empresa del sector sociosanitario con una plantilla de 6.000 colaboradores. Esto me ha permitido conocer diferentes formas de hacer lo mismo, lo que me facilita poder adaptar mis conocimientos y experiencia a la particularidad de SAMU. También me considero una persona muy comprometida con la calidad en la atención a las personas vulnerables, y para conseguirlo, a su vez, tenemos que cuidar a las personas que cuidan. A nivel personal, soy una persona cercana, que practica la escucha activa y que apuesto por el sentido del humor en el trabajo.

Formación en igualdad de género para empresas

El área de Intervención Socioeducativa y de la Mujer de SAMU ha puesto en marcha un nuevo proyecto formativo: un curso de Igualdad de Género en Empresas subvencionado por el Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social. Este proyecto consiste en impartir formaciones a empresas y otras organizaciones en materia de igualdad.

La Ley Orgánica 3/2007 de 22 de marzo establece la obligatoriedad para todas las empresas con más de 50 trabajadores de tener un Plan de Igualdad, así como proporcionar formación en materia de igualdad a sus empleados y empleadas. Es en éste último punto donde entra Fundación SAMU a través de este programa subvencionado que tiene como objetivo fomentar la igualdad de oportunidades y el trato equitativo entre todas las personas.

Esta formación dirigida a empresas y 100% gratuita está diseñada para proporcionar a los participantes una comprensión clara y práctica de los conceptos y políticas de igualdad de género en el ámbito empresarial.

El curso consta de 10 módulos que cubren una amplia gama de temas, desde la discriminación en el lugar de trabajo hasta la conciliación de la vida laboral y familiar y la evaluación de las políticas de igualdad y diversidad.

El alumnado aprenderá a identificar la discriminación en el lugar de trabajo, a elaborar políticas y prácticas empresariales que fomenten la igualdad de género, a prevenir el acoso sexual y el acoso por razón de género, a utilizar un lenguaje inclusivo en la comunicación empresarial y a fomentar el liderazgo inclusivo en la empresa.

Al finalizar el curso, los participantes contarán con las herramientas y habilidades necesarias para implementar un compromiso firme con la igualdad de género en la empresa.

La discriminación de género es un problema grave que puede afectar negativamente el ambiente laboral y el desempeño de los empleados y empleadas. Al promover la igualdad de género, se evita la discriminación y se fomenta un ambiente laboral más inclusivo y equitativo.

Este tipo de ambiente también mejora la satisfacción de los empleados y empleadas. Cuando las personas se sienten valoradas y respetadas en su lugar de trabajo, es más probable que se comprometan con su trabajo y se sientan motivadas para continuar en la empresa. Esto puede llevar a una mayor retención de talentos y a una mayor productividad en general.

Por otro lado, un curso de igualdad de género también es importante para cumplir con las obligaciones legales relacionadas con la igualdad de género: las empresas tienen la responsabilidad legal de asegurarse de que sus políticas y prácticas no discriminen a ninguna persona por motivos de género. Al capacitar a los empleados y empleadas sobre la importancia de la igualdad de género, las empresas pueden demostrar su compromiso con esta responsabilidad y cumplir con sus obligaciones legales de manera efectiva.

¿Qué es la igualdad de género?

La igualdad de género es un principio fundamental de los derechos humanos que busca garantizar que todas las personas, independientemente de su género, tengan igualdad de oportunidades y trato justo en todos los ámbitos de la vida. Este principio no solo se refiere a la igualdad formal ante la ley, sino también a la equidad real en la práctica.

A pesar de los avances en la lucha por la igualdad de género, todavía existen barreras y desigualdades que impiden que todas las personas accedan a los mismos derechos y oportunidades. Por ello, es fundamental seguir trabajando para eliminar la discriminación de género y construir una sociedad más justa e igualitaria para todas las personas.

Las empresas interesadas en este curso que imparte Fundación SAMU disponen de flexibilidad horaria, es decir, se puede llegar a un acuerdo para impartir el temario en jornadas intensivas o en algún formato más reducido.

El proyecto ya está en marcha y los cursos se desarrollarán hasta diciembre de 2023. Las empresa y organizaciones interesadas en participar pueden enviar un email a proyectosaisymujer@samu.es o llamar al teléfono 954 461 133.

Frente al duelo migratorio: la pérdida de tu vida anterior

E n multitud de ocasiones, los profesionales de SAMU que trabajamos en el campo de la intervención social nos encontramos ante personas que están sufriendo por un proceso de duelo migratorio. En este contexto, lo que para algunos puede ser una crisis, para otros es la oportunidad para construir una nueva identidad y conocerse más a sí mismos.

El duelo migratorio se define como la asimilación de múltiples pérdidas asociadas a la experiencia migratoria. Estas pérdidas pueden ser respecto a su lengua, cultura, familia y amigos, estatus social, grupo étnico o su país de origen. Pero, en el duelo migratorio, no sólo existen estas pérdidas sino que, además, el o la migrante debe adaptarse a un contexto cultural nuevo.

¿Qué impide la adaptación en muchas ocasiones en el proceso? Hay factores individuales, propios de la persona migrante, como la falta de habilidades sociales o de estrategias de afrontamiento emocionales y personales, que se convierten en factores de riesgo para la salud mental del inmigrante. Otros tienen más relación con la historia de vida del mismo, ya que la migración reactiva, en muchas ocasiones, problemas psicológicos no resueltos como traumas vividos en sus países de origen.

Otros factores están más relacionados con los vínculos que el migrante ha mantenido en su país de origen. Según muestran los estudios, parece que hay un peor pronóstico en la adaptación del migrante cuando los vínculos sociales se han visto interrumpidos de manera abrupta y no se ha mantenido el contacto. También existen, proporcionalmente, un mayor número de trastornos psíquicos y físicos en esa población.

Hay otro tipo de factores más relacionados con el país de acogida. Variables como la inestabilidad, la ilegalidad, la falta de trabajo o la explotación laboral complican también la adaptación de la persona migrante.

Tiempo de preparación

Por último, existe un factor clave en esta adaptación y es si ha habido en el migrante una amenaza a su vida o a su supervivencia. Éste es, por desgracia, el caso de las personas que solicitan a España protección internacional. En esos casos, no han tenido tiempo para preparar esa migración, lo que supone un mayor riesgo en su salud mental.

A pesar de que muchos de estos factores no son controlables por los profesionales del Tercer Sector, queda mucho por hacer desde la psicología. Para empezar, podemos ayudar al migrante a normalizar su situación y permitir la expresión de diferentes emociones que aparecen en el proceso como la rabia, el miedo o la tristeza. Es importante contener sus diferentes emociones, reflejándoselas mediante el diálogo. Además, es necesario normalizar también su preocupación y ansiedad por los cambios y el temor a la pérdida de identidad.

La aceptación emocional de la pérdida parcial, la gratitud hacia la sociedad de acogida o la constitución de nuevos apegos, pueden ser indicadores de que la persona se encuentra en la fase final del duelo migratorio. A nivel cognitivo, también es interesante ayudarles a no idealizar las condiciones de su país de origen ni el de acogida y encontrar un sentido en su vida al proceso migratorio.

Asimismo, aunque el psicólogo puede ser una figura de referencia clave en España en su proceso, es importante que el migrante establezca otros vínculos en España en los que pueda apoyarse y pedir ayuda. Por ello, es necesario mejorar y aumentar los apoyos con los que cuenta en España ya que, muchas de las personas que inmigran lo hacen solas o cuando llegan a España tienen problemas de relación y convivencia con las personas que las han acogido en un primer momento.

Es importante que no interrumpan el contacto con la familia que han dejado en el país de origen aunque, en algunos casos, resulta un alivio para ellas poder escapar de una situación de violencia familiar o de una comunidad en la que se le ha discriminado y acosado por su condición sexual.

Por último, el uso de metáforas y ritos que pueden ayudar a despedirse parcialmente y lograr la integración es una herramienta poderosísima en terapia.
Un ejemplo de ello, son los rituales de preparación que se usan en personas inmigrantes, sobre todo, con solicitudes de protección internacional, donde se trabaja a través de una línea de vida el hito migratorio y se reflexiona sobre ello. Estos rituales de preparación, aunque ya se realizan posteriormente a la migración, ayudan a la adaptación y a entender los diferentes sentimientos, a veces contradictorios, que aparecen en el duelo migratorio.

En definitiva, entender el duelo migratorio valorando los factores que lo facilitan y los factores que impiden su progreso, nos ayudará como trabajadores a transmitir a los usuarios la idea de que el proceso migratorio, lejos de resultar una crisis o una amenaza, se constituye como una oportunidad para mejorar sus vidas.

MARÍA LUISA JUÁREZ MÉNDEZ.

Psicóloga en el Centro de Participación e Integración de Inmigrantes de Alcalá de Henares (Madrid)

Cómo Ahlam tomó la iniciativa

Los miembros del centro DISL Valencina (Sevilla) despidieron en mayo a la joven Ahlam Lahmami, que ocupó la primera plaza de este recurso en su apertura. El recorrido de Ahlam ha estado marcado por un profundo proceso de desarrollo personal y profesional. Ella ingresó en este dispositivo con escasez de límites asignados, con una actitud de despreocupación por su futuro y sin objetivos marcados para poder seguir una línea de trabajo que clarificara sus metas y el camino para alcanzarlas.

El comienzo no fue nada fácil para la joven. Tuvo que adaptarse a un nuevo entorno y a normas diferentes a las del recurso de donde procedía. Esto le causó una gran frustración. Ahlam no entendía la necesidad de establecer unas pautas educativas en su vida diaria y tenía presente ese sentimiento de injusticia que no le dejaba entender por qué los educadores actuábamos así desde el centro. Es un sentimiento que todos los menores han sentido en algún momento pero que, al final, acaban agradeciendo cuando se dan cuenta de los resultados.

Con una desmotivación completa por los estudios y el ámbito laboral, el equipo de profesionales del centro comenzó a trabajar con la joven estos aspectos para que tomara conciencia de la importancia de analizar sus propósitos a través de talleres de orientación vocacional. El objetivo era definir sus metas, conocer qué esfuerzo se requerían para alcanzarlas y trazar un itinerario personalizado para progresar con ayuda de las profesionales que conforman el equipo de este recurso.

La joven fue comprendiendo las necesidades con las que se tendría que enfrentar el día en el que cumpliera su mayoría de edad. Así, comenzó a concienciarse de la importancia de conocer los recursos y los procedimientos administrativos necesarios para saber desenvolverse de manera autónoma, además de reflexionar sobre el costo que supone una emancipación plena.

Formación y prácticas

La joven retomó la enseñanza secundaria obligatoria y ha compaginado sus estudios con prácticas formativas a través de convenios de colaboración para poder adquirir habilidades laborales y experiencia profesional.

Cuando ingresó en el centro, el único objetivo de Ahlam era deshojar el calendario para cumplir su mayoría de edad e independizarse con su pareja, sin ser consciente de que, sin formación ni experiencia laboral alguna, y sin ningún apoyo de referencia, se vería envuelta en una dependencia económica que la frustraría como persona.

Hoy, nos despedimos de una mujer que en un mes obtendrá su título de ESO, y que abandona este recurso para irse a un programa de mayoría gestionado también por Fundación SAMU con un contrato de trabajo a media jornada que le otorgará la oportunidad de compaginar los estudios administrativos que desea realizar con su trabajo. Alham ha logrado tomar conciencia de la necesidad de tener independencia económica y emocional para poder compartir sus logros con quien desee de manera altruista y voluntaria, así como placentera. Ahlam ha llegado a su meta por sí misma gracias a su implicación, su esfuerzo y su valentía.

El equipo de DISL Valencina esttá muy orgulloso de su avance emocional y personal. Estamos seguros de que será una chica que conseguirá todos sus propósitos. ¡Mucha suerte, Ahlam!ç

CELIA LÓPEZ GONZÁLEZ.
Directora DISL Valencina (Sevilla) 

La empatía como vehículo de aprendizaje

La empatía es un valor esencial y necesario para todas las relaciones interpersonales. El valor de la empatía nos proporciona la capacidad de motivar y encauzar positivamente a las personas. Empatizar es un valor indispensable.

Cuando un menor es acogido en nuestro recurso, el primer sentimiento en ellos es el miedo a lo desconocido. Es entonces cuando debemos comprender qué puede estar sintiendo ese menor y, en consecuencia, implicarnos, ponernos en su lugar y descubrir sus necesidades. En esta tarea debemos emplear diferentes habilidades: observación, atención, escucha activa, expresión de emociones y empatía, en la cual nos centramos en este artículo.

Para que el proceso educativo tenga éxito, necesitamos saber cuáles son las necesidades individuales de cada menor, cuáles son sus objetivos, el porqué de su viaje migratorio, sus emociones y su historia de vida. Es un largo proceso durante el cual el equipo educativo se centra en escuchar y comprender el reto al que se enfrentan nuestros chicos, dejando atrás no sólo su país de origen sino también sus familias, su red social y sus costumbres culturales, tan importantes en estas edades. Y lo hacen por un reto que, en la mayoría de los casos, los une a todos: ayudar económicamente a sus familias una vez hayan conseguido su objetivo de inserción en nuestra sociedad.

Gran parte de nuestra labor educativa se centra en adquirir y desarrollar habilidades sociales, donde los menores aprenden a entender y respetar normas sociales, conocer la nueva cultura donde van a convivir, aprender habilidades de autonomía y desarrollarse personalmente.

Al fomentar la empatía, se aprende a respetar las diferentes perspectivas y opiniones. Además, se establecen relaciones basadas en la reciprocidad y la cooperación. Promover un ambiente positivo de aprendizaje, cuando una persona se siente entendida y valorada, provocará que dicha persona esté dispuesta a participar en las actividades educativas. Se mejora la autoestima, la confianza y la seguridad. Ellos se sienten comprendidos, tratados con respeto y valorados.

Desde el Centro ISL SAMU Dúrcal nos esforzamos por educar teniendo siempre presente la importancia de la empatía. En nuestras reuniones de equipo, intervenciones grupales e individuales, nuestros talleres formativos, salidas de ocio y tiempo libre, la empatía siempre está presente como vehículo de aprendizaje.

Los menores que han pasado por nuestro recurso son conocedores de la importancia de la empatía. Han podido aprender que es una habilidad importante que puede ayudarles a mejorar sus relaciones interpersonales fuera del recurso, que les será de enorme utilidad para reducir los posibles conflictos a los que se enfrenten en su día a día, y que será una herramienta necesaria para fomentar un mayor entendimiento y afianzar el respeto mutuo.

La empatía no trata solo de comprender a los demás, también consiste en tratarnos a nosotros mismos con dichos valores. Al ser empáticos con nosotros mismos, somos capaces de reconocer nuestras emociones y necesidades, y de encontrar maneras saludables de satisfacerlas.

En estos tiempos donde la polarización y la intolerancia son comunes en la mayoría de las áreas de la vida, la empatía se vuelve aún más importante. No olvidemos construir puentes y derribar todos los muros posibles.

Por SERGIO JIMÉNEZ DOMÍNGUEZ.
Educador ISL SAMU Dúrcal (Sevilla) 

Jornada intercentros para fomentar la unión de equipos

Fundación SAMU, a través del área de Infancia y Familia, celebró el 3 de mayo en los exteriores del Centro Recep Campo de Gibraltar la I Jornada Intercentros de Andalucía Occidental. En ellas participaron los equipos de profesionales de los recursos dirigidos a menores de SAMU de Las Cabezas, Arcos, Jimena de la Frontera, Ruiz Tagle, Recep Campo de Gibraltar y El Bosque.

La jornada se organizó dentro del plan estratégico para la mejora del grado de satisfacción de los profesionales de los centros de Andalucía Occidental y como parte del trabajo para la mejora de la calidad que Fundación SAMU lleva a cabo este año. Concretamente, con esta iniciativa se pretendía dar respuesta a las peticiones recogidas en la encuesta de satisfacción para profesionales llevadas a cabo durante el primer trimestre de 2023 en los centros de Andalucía Occidental.

“Valoramos esta experiencia como positiva y enriquecedora para el funcionamiento grupal, la comunicación interpersonal y el trabajo bajo un clima de armonía y respeto. Un buen trabajo de equipo, es la base del éxito”, destaca Palma Díaz, coordinadora de Andalucía Occidental del área de Infancia y Familia de SAMU.

La Jornada Intercentros se desarrolló mediante dinámicas grupales, donde los equipos competían unos con otros y hubo una convivencia posterior. El objetivo era reforzar la cohesión de grupo entre las direcciones y los equipos profesionales, al mismo tiempo que se ofrecía un espacio que facilitase la posibilidad de poner cara a todos los compañeros e intercambiar experiencias.

Alba Garrido Gata: “Las personas somos más vulnerables de los que creemos”

Alba Garrido Gata (Sevilla, 1993) es la coordinadora del nuevo proyecto de Fundación SAMU dirigido a personas sin hogar en Sevilla, Córdoba y Cádiz.

—¿Cómo acaba una graduada en Educación Primaria trabajando en un proyecto dirigido a personas sin hogar?
—Me gusta aprender. Soy una persona muy curiosa. Yo creía que quería ser maestra, pero, poco a poco, me fui metiendo en proyectos vinculados a la educación social y me enamoré. De hecho, comencé a trabajar en Fundación SAMU en junio de 2017 con la perspectiva de trabajar sólo los meses de verano. Entré con funciones de monitora en la Residencia San Sebastián y ahora llevo la coordinación del programa para personas sin hogar en Andalucía y realizo labores de coordinación y seguimiento de otros proyectos y servicios del área de Dependencia e Inclusión Social de Fundación SAMU.

—¿Echa de menos su trabajo en la Residencia San Sebastián y a los chicos de la compañía de teatro Idilio Escénico, proyecto que promovió en 2018?
—Echo mucho de menos el contacto con los residentes de San Sebastián, aunque mantengo con algunos el contacto en la distancia. Del trabajo en la Residencia San Sebastián echo de menos esa libertad para proponer ‘locuras’, como la compañía de teatro. Siempre tuve la suerte de que la dirección del centro viera acertadas mis ideas, los usuarios y usuarias sintieran como suyas mis propuestas y mis compañeros y compañeras no me pusieran con las maletas en la calle (se ríe). De la compañía Idilio Escénico lo echo todo de menos. Cuando trabajas en vinculación directa con las emociones es muy difícil separarse de ello. Con el Covid-19, la actividad de la compañía decayó, pero existe un plan de vuelta a los escenarios que esperamos firmemente sea una realidad este 2023.

—Actualmente sus funciones se centra en el nuevo proyecto puesto en marcha por Fundación SAMU dirigido a personas sin hogar. ¿En qué consiste exactamente este programa?
—Se trata de un servicio de inserción social y laboral a través de pisos de baja supervisión destinados a personas sin hogar que tengan capacidad para acceder a un puesto de trabajo que le permita vivir de manera independiente. Las acciones principales son el desarrollo de habilidades de autonomía en la gestión del hogar (planificación de gastos, menús…), el asesoramiento y acompañamiento en el itinerario formativo-laboral y el apoyo social para la inclusión en la vida comunitaria. Desde Fundación SAMU realizamos un trabajo de seguimiento, orientación y acompañamiento.

—¿Cuál es el objetivo principal de este recurso?
—Acompañar a las personas en su itinerario de inserción sociolaboral mediante el apoyo en la formación, la realización de prácticas formativas y acuerdos de colaboración con empresas. El objetivo principal es que estas personas se enganchen al mercado laboral y que puedan ahorrar mientras permanecen en el servicio con el fin de que en un periodo de 8 a 12 meses puedan establecerse de manera independiente en una vivienda ajena al servicio.

—Lo que cuenta me recuerda a los Programas de Mayoría de Fundación SAMU, destinados a jóvenes migrantes que cumplen la mayoría de edad
—Sí, podemos decir que este proyecto toma como referencia los programas de mayoría. Es decir, el perfil de los usuarios es diferente, pero los objetivos y la metodología son similares.

—¿Cuál es el perfil de los usuarios?
—La gran mayoría son personas extranjeras. Hay un popurrí de nacionalidades, aunque muchos de ellos proceden de Marruecos y de la zona subsahariana. La edad también es muy variada. Los más jóvenes tienen 19 y 20 años, y los mayores, entre 50 y 55 años.

—¿De cuántos pisos disponéis y dónde se encuentran?
—SAMU presentó este proyecto de licitación pública en varias provincias andaluzas y, finalmente, logró su adjudicación en Sevilla, Córdoba y Cádiz. El proyecto cuenta con 36 pisos, 12 por provincia, y en cada uno de ellos viven 3 personas. Los pisos que actualmente tenemos en Sevilla se sitúan en Sevilla capital y la zona del Aljarafe. En la provincia de Cádiz están en la zona del Campo de Gibraltar, San Fernando, Jerez y Sanlúcar de Barrameda. Y en Córdoba, están concentrados entre Córdoba capital y el municipio de Lucena.

—¿Cómo está resultando la búsqueda de pisos de alquiler?
—Muy difícil. El precio del alquiler está disparado, de ahí que en puntos como Cádiz capital nos resulte casi imposible establecer este programa. Pero no sólo nos encontramos con un obstáculo económico. No siempre los propietarios quieren alquilarnos sus pisos debido al perfil de nuestros usuarios.

—¿Cómo han transcurrido estos primeros meses?
—El proyecto se puso en marcha en febrero. La primeras semanas, como en cualquier servicio nuevo, fueron un poco caóticas y de reajuste del servicio, con la incorporación de nuevos compañeros y compañeras en la organización, la llegada de las personas usuarias… Ahora ya todo tiene otro color, el proyecto va cogiendo forma y, en apenas dos meses, ya hay usuarios que han encontrado un empleo o han iniciado sus prácticas formativas. Es decir, ya estamos viendo el fruto del trabajo de nuestro magnifico equipo.

—¿Qué supone para usted, profesional y personalmente, trabajar en este nuevo proyecto?
—El crecimiento profesional es indudable. He dado un gran salto en las funciones de gestión de servicios y de responsabilidad al tener que coordinar el trabajo de un equipo en diferentes puntos de Andalucía. Además, ahora trabajo con un colectivo totalmente nuevo para mí. Estoy muy orgullosa y contenta de que Fundación SAMU haya confiado en mí para este nuevo cometido. Por otro lado, personalmente, este proyecto me ofrece la satisfacción de enfrentarme a un nuevo reto, me permite descubrir otras realidades, historias de vida con muchas dificultades que te hacen apreciar la suerte de no haberte encontrado en una situación de vulnerabilidad. Cuando conoces de cerca las historias de estas personas te das cuenta de que todos somos más vulnerables de lo que creemos.

Berrocal (Huelva) acoge el curso de Talento Directivo

SAMU ha elegido el municipio de Berrocal (Huelva) para la celebración en abril de su curso de Talento Directivo, la formación anual de los profesionales encargados de sus distintas áreas de trabajo.

Una veintena de profesionales de diferentes especialidades se han reunido en el municipio de la sierra onubense. Tanto las sesiones formativas como el alojamiento de los asistentes han tenido lugar en un versátil edificio municipal llamado Casa de Pingo.

La celebración de esta reunión ha sido posible gracias a la colaboración del Ayuntamiento de Berrocal, tras los contactos mantenidos entre la dirección de la entidad y la alcaldesa, Francisca Márquez, que ha puesto a disposición de SAMU la máxima hospitalidad y todos los recursos del municipio.

“Berrocal es un entorno espectacular para celebrar eventos de este tipo. Tenemos paisajes preciosos, senderos para recorrer con una comodidad extraordinaria y una gran gastronomía. Venir aquí posibilita salir de la ciudad y de los entornos urbanos, y apostar por una ruralidad con contenido y con vivencias completamente distintas”, ha señalado la alcaldesa, que recibió al presidente de honor y fundador de SAMU, Carlos Álvarez Leiva, como representante de la entidad.

SAMU ha expresado su enorme satisfacción por el lugar y el recibimiento ofrecido por su ayuntamiento, con el que aspira a establecer nuevos acuerdos de colaboración.

Manualidades y naturaleza en el centro ocupacional Torrepavas de San José de la Rinconada

Fundación SAMU, a través de su área de Dependencia e Inclusión Social, gestiona el equipo contratado en el Centro Ocupacional Torrepavas de San José de la Rinconada, en la provincia de Sevilla, para trabajar con los usuarios. Se trata de un recurso cuya gestión y organización corresponde al Patronato Municipal de Discapacidad de San José de la Rinconada. Desde su llegada en enero, los profesionales de SAMU trabajan con los usuarios del centro en el desarrollo de unos talleres basados principalmente en la temática de la sostenibilidad, con el fin de garantizar el cuidado del medio ambiente y el bienestar social de los usuarios del centro.

Uno de los programas llevados a cabo es el de bricomanualidades. En él se emplea a fondo la madera, usando para ello palets que los usuarios separan, cortan, lijan, pintan y dan forma, ya sea a modo de perchero, de cuadros o de otros objetos útiles.

El segundo taller es el de artesanía. En él, los participantes aprenden la importancia del reciclaje para el medio ambiente. Así, se trabaja con botes de cristal reciclados a los que se les da una segunda vida útil. También se reciclan cajas de cartón, que acaban convirtiéndose en cuencos o bandejas, entre otros objetos.

El taller número tres es el de jardinería. En él, los usuarios del centro aprenden a cómo plantar diferentes semillas, cuidarlas para que crezcan y cómo se debe recolectar sus frutos. En esta actividad también se trabaja el reciclaje con el uso de troncos, palos u hojas.

Por último, el cuarto taller es el de modelaje. Aquí se elaboran masas a base de productos de la vida cotidiana como harina, sal o agua. Luego, se utilizan recursos también comunes y que se encuentran en la naturaleza, como hojas o palos para crear figuras y objetos.

Taller de jardinería

“Gracias al taller de jardinería, el monitor Fabián y sus usuarios nos han deleitado con un regalo muy especial. Nos han hecho un llavero con forma de corazón elaborado con hojas de laurel, de naranjo y de pacífico”, destacan desde el centro ocupacional. “Para ello, los chicos y chicas, primero, recopilaron las hojas, dieron forma a las cajas de cartón y las transformaron en corazones y, posteriormente, cubrieron uno de los corazones en su totalidad. Para finalizar, alrededor del llavero le pusieron cuerda de yute”.

“Cuatro compañeros se encargaron de recoger las hojas; otros dos compañeros hicieron los corazones en un cartón, uno la silueta y el otro lo recortó. Nosotras dos pegamos las hojas y las cuerdas; otros dos compañeros pusieron el barniz y L.M.R, el papel transparente y las argollas”, cuenta F.C.J., una de las participantes de este taller junto a L.M.R.

En total, se realizaron unos 100 llaveros. “Nos ha parecido una idea divertida, original, entretenida, compartida con los compañeros y gratificante”, continúa la usuaria del centro. F.C.J. cuenta que ya han comenzado otros proyectos como es la decoración de cuadros y macetas, la elaboración de tejas y a conocer el crecimiento de las diferentes plantas que han sembrado en el propio huerto existente en el centro.

El Centro Ocupacional Torrepavas cuenta también con un huerto propio de cuyo mantenimiento se encargan los usuarios del recurso a través del taller de jardinería.

Una herramienta digital para atender mejor a los menores

Un grupo de científicos han identificado los perfiles de riesgos más habituales en menores y jóvenes migrantes residentes en Andalucía y han creado una herramienta digital capaz de facilitar a los profesionales una atención individualizada y especializada a los niños y niñas migrantes: VRIME (Instrumento de Valoración del Riesgo en Menores y Jóvenes Migrantes Residentes en Andalucía).

El 14 de abril se celebró en el Campus de Sevilla de la Universidad Loyola un evento de difusión de los resultados del proyecto VRIME. Con la financiación de la Consejería de Universidad, Investigación e Innovación de la Junta de Andalucía, los científicos organizaron este evento para informar a las entidades interesadas de Andalucía sobre los últimos resultados de los trabajos realizados. Participaron más de 50 personas de centros de acogida y de atención al menor incluidos los socios colaboradores del proyecto, Fundación SAMU y la Fundación EMET-Arcoiris.

VRIME es una experiencia pionera en la sistematización del proceso de detección de riesgos en menores migrantes no acompañados a través de una aplicación digital. El uso de esta herramienta por parte de los actores implicados es capaz de detectar tanto las necesidades de intervención como los riesgos de los menores acogidos en los centros residenciales en función de una serie de parámetros conductuales y de situación que presentan estos menores habitualmente. Además, se pueden detectar y atender necesidades específicas en los menores, facilitando a los profesionales la formulación de objetivos y propuestas de intervención social en los recursos que proporcionen una atención individualizada y especializada a los niños y niñas migrantes.

Definir perfiles estadísticos de riesgo

Para ello, se ha realizado un estudio con metodología mixta, en una primera etapa el grupo de investigación ha identificado indicadores de los diferentes riesgos, a través de una revisión de la literatura y de la experiencia práctica de las entidades colaboradoras del proyecto SAMU y Emet Arcoíris. Seguidamente, se utilizaron esos factores de riesgo y de protección para crear un cuestionario para definir perfiles estadísticos dentro de la herramienta digital VRIME.

En una segunda etapa, el grupo de investigación ha utilizado una metodología cualitativa para detectar indicadores de protección o resiliencia, recopilando las historias de éxito y de hospitalidad que influyen positivamente en la inclusión social de los menores. Actualmente, se está elaborando una publicación en la que se han recopilado experiencias de las buenas prácticas combinándolas con una base teórica científica, para apoyar la intervención de los centros de acogida y organizaciones sociales implicadas en la inserción social de este colectivo.

La creciente afluencia de menores extranjeros no acompañados en España está adquiriendo un ritmo cada vez mayor. En la práctica totalidad de los casos, estos menores han sufrido experiencias traumáticas, abusos y malos tratos que, con frecuencia, aumentan su vulnerabilidad y pueden dificultar su integración social. Andalucía, en este escenario, tiene un rol peculiar siendo una de las principales puertas de la frontera sur de Europa, muy próxima a los lugares de origen (Noroeste de África), y zona de “tránsito” de estos menores en su viaje migratorio. Ante esta realidad, la detección previa de perfiles de riesgo de mala adaptación en el ámbito escolar o social, de problemas de salud mental, de victimización o de problemas legales, puede garantizar la optimización del uso de recursos en los procesos de acogida e inserción por parte de las instituciones correspondientes y facilitar la protección de los derechos humanos de estos menores.