Hasta siempre Charito

La familia SAMU despide a Rosario González Gutiérrez, Charito para muchos, quien falleció el 28 de enero a los 53 años tras una larga enfermedad. Con ella se va una parte fundamental de esta empresa a la que dedicó toda su carrera profesional, pero deja una huella imborrable en quienes tuvieron la suerte de conocerla.

Rosario llegó a SAMU en 1995, con solo 25 años, para ayudar en tareas administrativas. Fue su juventud la que hizo que sus compañeros la llamaran Charito. Lo que empezó como un contrato de tres meses se convirtió en una vida entera de compromiso, trabajo incansable y dedicación. Pasó de compartir escritorio en la Base 7 de SAMU con su “maestro, jefe y amigo” Ignacio Álvarez Leiva, a liderar el departamento de Contabilidad con la confianza absoluta de la dirección. Ella misma recordó en una entrevista publicada en 2022 Revista SAMU con motivo del Día de la Mujer cómo le ofrecieron un contrato en la Diputación de Sevilla al mismo tiempo que SAMU le ofrecía un puesto fijo en la plantilla. En ese momento, decidió apostar por SAMU y nunca se arrepintió: “Entré a formar parte no sólo de una empresa, sino de una familia. Así lo sentía y lo sigo sintiendo. Mi familia SAMU”, dijo en la entrevista.
Durante casi tres décadas fue la persona que veló porque cada número cuadrara, porque cada nómina se pagara a tiempo, porque la empresa funcionara con el rigor y la solvencia que ella misma representaba.

Pero Charito era mucho más que una excelente profesional. Era cercana, generosa, incansable. Siempre con una sonrisa, siempre con una palabra amable, con su particular “vocabulario gongu” y sus particulares expresiones que hacían reír a sus compañeros. Se preocupaba por los demás, leía las miradas y entendía los silencios. Compartió con sus compañeros alegrías, retos y también momentos difíciles, porque en SAMU encontró más que un trabajo: encontró una familia.

Metódica, puntual y eficaz, así era esta mujer. “Marca de la casa, como dice mi jefe”, señalaba ella. Desde que entró a trabajar en SAMU procuró involucrarse en todo: coordinación sanitaria, docencia, la Revista SAMU, dispositivos sanitarios (como las guardias en Isla Mágica), ayudar en misiones humanitarias, numerosas mudanzas…

Muchos de sus compañeras la recuerdan enfrascada en sus hojas de cálculo Excel, esas sábanas interminables y que muchos ni entendían.

Amaba a su Paco, su compañero de vida, y a su hija Raquel, su mayor orgullo. Disfrutaba con los suyos, con su pandilla de San Juan de Aznalfarache, donde se crio, y la de Sevilla Este, porque si algo tenía claro Charito es que la vida estaba para vivirla. “Era el alma de cualquier fiesta”, recuerda su compañera, amiga y ‘hermana’ Emilia García.

El cáncer se interpuso en su camino hace cuatro años, pero sólo en la etapa final dejó de trabajar. “Pese a mi enfermedad, he estado pendiente de mi trabajo en todo momento, ya que me servía de válvula de escape. Todo ha sido posible gracias a la ayuda de mi gran equipo. Estoy muy orgullosa de todos ellos”, comentaba en marzo de 2022 después de un primer tratamiento que duró seis meses. “Lo importante son las ganas porque mis ganas, ganan”, manifestaba.

Nos deja su ejemplo de entrega, su manera metódica y eficiente de trabajar, su sentido del humor y su fortaleza. Nos deja también su recuerdo, que seguirá presente en cada rincón de SAMU, en cada hoja de Excel y en cada anécdota que contemos sobre ella.

Gracias, Charito, por todo. Siempre con nosotros.

La entidad se adentra en la revolución de la lA

La inteligencia artificial (IA) ha revolucionado la forma en que trabajan las organizaciones en todo el mundo. Desde el análisis de datos, la generación de contenidos, la automatización de tareas y  la optimización de procesos, hasta la toma de decisiones estratégicas, la IA se ha convertido en una herramienta crucial para alcanzar el éxito en entornos cada vez más cambiantes y complejos. Consciente de esta realidad, el Instituto SAMU de Investigaciones Científicas (ISIC), a través de Academia SAMU, ha organizado un curso de introducción a la IA dirigido a altos directivos de la entidad, con el objetivo de proporcionarles los conocimientos necesarios para incorporar esta tecnología en su trabajo. El curso ha sido impartido por el equipo de OGA Data Driven Solutions, colaborador clave en la transformación digital de SAMU.
La inteligencia artificial (IA) hunde sus raíces en la historia a mediados del siglo XX con el avance de la computación y las matemáticas, pero no fue hasta la llegada del aprendizaje profundo (deep learning) en la década de 2010 cuando inicia su historia moderna. El lanzamiento en 2022 de ChatGPT, un programa informático entrenado para reconocer y mantener conversaciones con impresionantes capacidades y autonomía, se convirtió en un hito para esta tecnología, cuyo nivel y velocidad de desarrollo, de la mano de algoritmos de deep learning cada vez más poderosos y complejos, está marcando un punto de inflexión en la historia de la humanidad.
La inteligencia artificial tiene como combustible el dato y es transformadora por su capacidad de procesarlo a una escala jamás experimentada, y cada vez mayor. Esta capacidad de gestión de datos ha permitido la creación de modelos sofisticados capaces de realizar tareas que antes se consideraban exclusivas de los humanos, y que están revolucionando ámbitos como la investigación, la salud, la educación o la gestión empresarial.
En este contexto, las organizaciones que están logrando almacenar, analizar y ordenar adecuadamente los datos que genera su actividad están consiguiendo ventajas competitivas de enorme impacto. Es la cultura del Data-driven, la toma de decisiones basadas en el análisis y la interpretación de los datos que describen, de forma objetiva, una realidad de negocio.
SAMU, inmersa en un proceso de transformación digital, trabaja en la implementación de herramientas basadas en IA dentro del proyecto SAMU Orión.
Desde la automatización de procesos administrativos hasta la optimización de la gestión del talento y los recursos asistenciales, SAMU ha comenzado a aplicar la IA en diversas áreas clave.
El proyecto LLM es uno de los principales ejemplos de esta aplicación. Esta herramienta de procesamiento de lenguaje natural (NLP) está diseñada para facilitar las consultas de información sobre la organización y optimizar el tiempo y la precisión en la revisión de documentos. Por situarla en un ámbito familiar para los usuarios, su utilidad es similar a la de ChatGPT, pero centrada en contenidos documentales de la organización.
Esta aplicación permite a los usuarios realizar consultas en lenguaje natural sobre cualquier documento o grupo de documentos relevantes. A través de preguntas directas, el sistema proporciona información de manera precisa y rápida, integrando una amplia gama de documentos internos y externos relevantes para SAMU y sus colaboradores. De este modo, gracias a esta herramienta los departamentos pueden contrastar decisiones y optimizar sus actuaciones con base en datos detallados y accesibles.
Otro ejemplo de aplicación de IA en la transformación digital de SAMU es el proyecto de Optimización de Calendarios, desarrollado junto al equipo de OGA. Este sistema automatiza y optimiza la planificación de turnos y cargas laborales, y gestiona las incidencias de última hora para permitir una replanificación rápida y eficaz.
Estos avances reflejan el compromiso de SAMU con la innovación tecnológica. Aunque el camino de la IA apenas ha comenzado, la entidad se prepara para utilizar esta tecnología no solo como un recurso de optimización de la gestión, sino como una palanca de mejora en la atención sanitaria y social y, en última instancia, del cuidado de los colectivos y personas vulnerables con los trabaja la organización.

El Instituto SAMU de Investigación Científica acompaña a ocho doctorandos de la casa

El Instituto SAMU de Investigación Científica (ISIC) ha desarrollado durante 2024 una intensa actividad académica y de investigación que consolida su compromiso con la formación y la producción científica. A través de programas como Mentoring Doctorando y SAMU-Senior Universitario, el ISIC ha reforzado su rol como referente en la transferencia de conocimiento y en el impulso de carreras académicas en el ámbito sanitario y social.

El programa Mentoring Doctorando, implementado hace dos años, busca incrementar la producción científica y fomentar la realización de tesis doctorales entre los profesionales de SAMU. Actualmente, ocho doctorandos participan activamente en investigaciones que abarcan desde el sinhogarismo hasta la igualdad de género y la mediación intercultural.

Entre los logros destacados de este año se encuentran la defensa de la tesis de Alejandro Álvarez sobre modelos predictivos de fracaso en ventilación mecánica no invasiva, así como el trabajo de investigación de Gemma María González, centrada en las experiencias de mujeres migrantes extuteladas desde una perspectiva interseccional. Ambos profesionales defendieron su tesis en octubre, el primero en la Universidad de Huelva, y el segundo en la Universidad de Granada. Además, doctorandos como Alba Garrido, Jara Díaz y María Casado han avanzado en sus planes de investigación aprobados y en el inicio de sus trabajos de campo, consolidando temas de impacto social y organizativo.

En concreto, la tesis de Alba Garrido versa sobre el sinhogarismo, y la de Jara Díaz sobre el diseño de un Observatorio de Igualdad de Fundación SAMU. Otros ejemplos de tesis en su segundo año son las de Almudena Chávez sobre trastorno de conducta intrafamiliar en personas con discapacidad y que realiza en colaboración con la Universidad de Salamanca; y el de Carolina Muñoz sobre perfiles de personalidad eficaz en educadores de menores de la Comunidad Autónoma de Andalucía, en convenio con la Universidad Complutense de Madrid.

Almudena Chávez

Almudena Chávez

El programa también ha identificado retos significativos, como la necesidad de apoyo económico para matrículas universitarias y la producción científica. En respuesta, se han establecido incentivos, como becas para matrículas, ayudas para difusión de eventos científicos y financiación para trabajos de campo. Este compromiso con el desarrollo académico incluye también la promoción de la modalidad de Doctorado con Mención Industrial, que fortalece la relación entre investigación y aplicación empresarial.
En concreto, la modalidad de doctorado con mención industrial es un doctorado realizado en el seno una empresa vinculada con la universidad mediante convenio. Este modelo de doctorado sirve para que las empresas comprometidas con la investigación y la innovación logren atraer a profesionales con conocimientos y competencias de alto valor añadido para que puedan convertirse en los futuros líderes en investigación e innovación, aumentando su competitividad al abordar proyectos estratégicos e innovadores, potenciando colaboraciones europeas e internacionales, y tener acceso a beneficios fiscales I+D+I.

En SAMU hay tres doctorandas con perfiles para realizar el doctorado con mención industrial, una en la Universidad de Granada y dos en la Universidad Pablo Olavide: Jara Díaz, Alba Garrido y María Casado.

Jara Díaz.

Jara Díaz.

El enfoque personalizado y el soporte integral demuestran el compromiso de SAMU con la formación avanzada y la producción de conocimiento que beneficia tanto a los profesionales como a la organización. Durante las mentorías trimestrales que se han realizado a lo largo de 2024 se han identificado barreras y se ha ofrecido apoyo personalizado. Estas sesiones han sido clave para introducir talleres de metodología de investigación, un recurso valioso para el desarrollo de tesis doctorales. También se han analizado dificultades comunes como la conciliación laboral y el tiempo disponible para dedicarse a la investigación, desarrollándose estrategias colectivas para optimizar recursos y garantizar el avance constante de los proyectos.

SAMU-Senior Universitario

Por otro lado, con el objetivo de democratizar el acceso a la educación superior, el programa SAMU-Senior Universitario acompaña a profesionales mayores de 40 años en su transición hacia el ámbito universitario. Este programa combina charlas informativas, asesoramiento personalizado, entrenamiento para pruebas de acceso y herramientas de estudio, diseñadas para facilitar el éxito académico.

La estructura del programa incluye talleres mensuales sobre opciones de formación, simulacros de pruebas de acceso y mentoría por parte de profesionales que ya han completado estudios universitarios. La creación de grupos de apoyo también fomenta la colaboración y el intercambio de experiencias entre participantes. Además, el programa pone especial énfasis en técnicas de estudio y en la gestión del tiempo, adaptándose a las necesidades de personas con responsabilidades laborales y familiares.

Las sesiones informativas incluyen detalles sobre las diferentes opciones de formación universitaria disponibles, los requisitos de acceso y los beneficios de la educación continua. Invitados especiales comparten sus experiencias personales, motivando a los participantes a superar los desafíos propios de volver a estudiar tras los 40 años.

Por otro lado, el asesoramiento personalizado abarca la orientación académica y la planificación del estudio. Los participantes reciben apoyo para crear planes de estudio individualizados que consideren sus responsabilidades laborales y personales. Este enfoque asegura que los estudiantes puedan avanzar de manera sostenida en sus metas académicas.

En cuanto a la preparación para pruebas de acceso y entrevistas, se han organizado simulacros específicos que permiten a los participantes familiarizarse con los procesos de selección. Adicionalmente, los talleres de técnicas de estudio y gestión del tiempo ofrecen herramientas prácticas para optimizar el aprendizaje y equilibrar las demandas del trabajo y los estudios.

Ambos programas reflejan el compromiso de SAMU con el desarrollo profesional y personal de sus integrantes. Mentoring Doctorando ha impulsado investigaciones de gran relevancia, mientras que SAMU-Senior Universitario ha abierto nuevas oportunidades de formación para profesionales que buscan superar barreras y ampliar sus horizontes académicos.

En el horizonte 2025, SAMU planea seguir expandiendo estas iniciativas, fortaleciendo alianzas interuniversitarias y ofreciendo mayores incentivos para la producción científica y la educación continua. Con ello, el ISIC reafirma su compromiso de ser un motor de cambio y una plataforma para el crecimiento profesional y la innovación en el ámbito sanitario y social.

La revolución de hacer comprensible un documento

A lo largo de 2024 he trabajado en un proyecto importante y transformador para los usuarios de SAMU: Accesibilidad para Todos. El objetivo principal ha sido en todo momento facilitar a las personas usuarias de los diferentes centros la comprensión de documentos importantes que son entregados en el momento de ingreso y durante su estancia, entre ellos, las normas a seguir y las rutinas. Los centros involucrados en el proyecto han sido la Residencia San Sebastián, la Residencia de Santa Ana y la Unidad de Estancia Diurna San Lucas, los tres situados en la provincia de Sevilla.

En este proceso, he priorizado el uso de imágenes explicativas y pictogramas, por la respuesta positiva que hemos percibido hacia este tipo de recursos. También he trabajado con alguna información de uso o normas de lugares frecuentados por las personas usuarias como son centros deportivos o algunas cafeterías de la zona.

He buscado conectar con las emociones de los usuarios a través de un trabajo centrado en su bienestar y haciéndoles partícipes del mismo a través de valoraciones en las que me iban comunicando sus necesidades y expectativas. He sido consciente de que conseguir los objetivos no pasaba solo por cambiar una palabra técnica por otra coloquial, sino que este proyecto requiere un alto grado de sensibilización hacia ellos y hacia el personal que trabaja en estos centros.

El proyecto ha consistido, en primer lugar, en hacer una valoración y un diagnóstico inicial. En cada centro se han realizado visitas para hacer un diagnóstico previo, o para realizar una evaluación continua, con el objetivo de introducir cambios y mejoras durante el proceso. Así, he adaptado cada acción a la necesidad de las personas usuarias de cada centro y a la valoración de los profesionales que cuidan de ellas.

Las principales acciones que llevé a cabo fueron la transformación de los documentos más importantes, sobre todo los correspondientes al ingreso de cada usuario. Entre ellos, el contrato de ingreso o el Reglamento de Régimen Interno, los documentos de aceptación de protección de datos, la autorización de desplazamientos, los consentimientos informados y la autorización de empadronamientos, entre otros.

Tras una primera revisión de documentos, concreté una visita a los centros junto con la coordinadora del proyecto, Elena Duque, para hacer una primera valoración con un grupo de personas usuarias y de profesionales. En esta visita, anotamos las percepciones de los procesos tanto de las personas usuarias como de los trabajadores. Después, trabajamos para transformar documentos complejos en documentos de lectura fácil, y testeamos estos cambios.

Con respecto a las redes sociales, les recomendamos el uso de los principios de lectura fácil en cada publicación, promoviendo de esta forma una plena inclusión desde todas las perspectivas posibles.
Hemos proporcionado al personal de cada centro material con una formación voluntaria en lectura fácil a fin de capacitar a los equipo en estrategias de comunicación accesible, de uso de pictogramas y de fomento de una actitud proactiva para facilitar la inclusión.

Los beneficios que ha generado este proyecto en las personas usuarias han sido numerosos. Me atrevo a decir que ha rebajado su nivel de frustración al sentirse parte de cada uno de los procesos. Hemos conseguido aumentar su confianza y seguridad.

Con el acceso para todos se ha hecho posible una lectura fácil a través de un lenguaje claro y sencillo, usando símbolos y manteniendo una estructura clara. Hemos fomentado la autonomía de las personas. Se han reducido las barreras de comunicación y se ha facilitado la inclusión social. Dando acceso a las personas a la información sobre sus derechos, hemos fomentado su participación activa en la vida pública. Les hemos ofrecido autonomía y poder.

Las personas usuarias que han participado en las evaluaciones han mostrado una gran motivación y alto nivel de participación. Ellos consideran que este trabajo es necesario. Pero no todo ha sido fácil. He encontrado algunas limitaciones en lo que respecta a la accesibilidad en los lugares públicos. En ocasiones ha sido un desafío.

Este proceso me ha llevado a la conclusión de que es fundamental seguir trabajando y sensibilizar a nuestra sociedad de que es esencial garantizar el acceso para todos, sin importar su condición física, mental o cognitiva, para participar plenamente en la vida pública, acceder a todos los servicios, y conocer y ejercer los derechos. En un mundo cada vez más interconectado, la accesibilidad tendría que ser una obligación moral en la sociedad. Este proyecto ha avanzado con humildad hacia ese objetivo.

Una accesibilidad global no solo beneficia a las personas con discapacidad, sino que lo hace a toda la sociedad. Promovemos una sociedad inclusiva, productiva y creativa, donde todas las personas tienen acceso a la cultura, deporte, ocio y recreación en igualdad de condiciones, favoreciendo el entendimiento y la solidaridad en un mundo cada vez más diverso. La diversidad en accesibilidad es la mayor riqueza para valorar las múltiples formas en las que las personas experimentan el mundo. Sigamos caminando hacia una transformación en la que ganemos todos.

Por ROCÍO GARCÍA / Educadora social

Inmaculada Tinoco: “Quiero sentir que el trabajo que hago vale la pena”

María Inmaculada Tinoco Aldana (Badajoz, 1988) es licenciada en Ciencias Ambientales e ingeniera en Agronomía. Desde junio, vive en Marruecos como técnico expatriada en Cooperación Internacional al Desarrollo y Ayuda Humanitaria de Fundación SAMU.

—Tras más de diez años viviendo en Francia, en junio se mudó a Marruecos tras incorporarse a la plantilla del área de Cooperación Internacional y Acción Humanitaria de Fundación SAMU. ¿Cómo han sido estos primeros meses de trabajo?
—Intensos. En el área de Cooperación Internacional y Acción Humanitaria de SAMU no hay tiempo para aburrirse entre la formulación de proyectos, correcciones, seguimiento de iniciativas y la realización de actividades. Estoy adquiriendo y consolidando conocimientos en este sector, que era justo lo que buscaba al unirme a Fundación SAMU.

—¿Qué le motivó a trabajar en el ámbito de la cooperación internacional al desarrollo y la ayuda humanitaria?
—Desde muy joven me han conmovido profundamente las desigualdades e injusticias en el mundo, así como la forma en que tratamos al planeta. Como persona, sentí el deseo de contribuir a construir un mundo más equitativo, por eso siempre tuve claro que, tarde o temprano, quería trabajar en este ámbito.

—¿Qué es lo que más le gusta de su trabajo?
—De lo que más disfruto es de poder trabajar en proyectos tan diversos como salud, agricultura, educación y discapacidad, y ver cómo cada uno de ellos tiene el potencial de generar cambios positivos en las comunidades. Es increíblemente motivador recibir mensajes de nuestros socios locales compartiendo historias de beneficiarios que, con lágrimas en los ojos, agradecen el material recibido, sabiendo que les permitirá mejorar su calidad de vida. Es en esos momentos cuando te dices que tu trabajo realmente vale la pena.

—¿Qué proyectos tiene en marcha actualmente SAMU en Marruecos?
—Actualmente, todos los proyectos que Fundación SAMU tiene en Marruecos se centran en la cooperación al desarrollo. Dos de ellos se desarrollan en la ciudad de Tetuán y su área rural y se enfocan en el ámbito de la discapacidad. Se llevan a cabo en colaboración con la Asociación Hanan y están financiados por el Ayuntamiento de Sevilla y la Agencia Andaluza de Cooperación Internacional al Desarrollo (AACID). El tercer proyecto, en el Alto Atlas, en la región de Marrakech, se ha iniciado recientemente junto a High Atlas Foundation. Su objetivo es mejorar el acceso al agua e impulsar la agricultura en la zona. Está financiado por el Gobierno de las Islas Canarias.

—¿De cuál de estos proyectos se siente más orgullosa?
—Estoy orgullosa de cada uno de los proyectos que estamos llevando a cabo, ya que todos responden a necesidades muy específicas de las comunidades locales y, poco a poco, se están logrando importantes avances. No tengo un proyecto preferido, ya que cada uno aborda distintos desafíos y, sin duda, tendrán un impacto valioso tanto en las zonas urbanas como rurales de Marruecos. Los dos proyectos en Tetuán, por ejemplo, están siendo fundamentales para mejorar la calidad de vida de las personas con discapacidad y sus cuidadoras. Estos proyectos también están ayudando a visibilizar el rol esencial que desempeñan las cuidadoras, lo cual es crucial para el bienestar de toda la comunidad.

—¿Qué papel juegan las mujeres en estos proyectos?
—En los dos proyectos que estamos desarrollando en Tetuán, las mujeres juegan un papel fundamental en el bienestar de las personas con discapacidad. Son ellas quienes asumen la responsabilidad del cuidado, lo que implica una gran carga emocional, económica y de tiempo. A través de estos proyectos, buscamos no solo que las cuidadoras sean beneficiarias, sino también agentes de cambio dentro de sus familias y comunidades. Por otro lado, en las zonas rurales de Marruecos, las mujeres son las principales encargadas de suministrar agua a sus hogares y de cultivar los alimentos para sus familias. Son ellas quienes se desplazan continuamente a la fuente para buscar agua. Lograr que el agua llegue directamente a sus hogares y campos no solo mejora las condiciones de vida de toda la comunidad, sino que especialmente beneficia a las mujeres. Al integrarlas en la gestión de los recursos hídricos, el proyecto mejora el bienestar y seguridad de las mujeres, y también promueve la igualdad de género.

—¿Cuáles son las necesidades más urgentes que ha identificado en las comunidades con las que trabaja?
—Trabajamos con algunas de las poblaciones más vulnerables, por lo que las necesidades son muchas y muy variadas. Desde el acceso a recursos esenciales como el agua, hasta el acompañamiento de personas migrantes y la capacitación de profesionales de los servicios de salud y apoyo social. Cada comunidad tiene sus propias prioridades y desafíos, pero si tuviera que señalar una necesidad particularmente urgente hoy en día, sería la rehabilitación de infraestructuras sanitarias y viviendas tras el terremoto de septiembre de 2023. Un año después de sufrir los devastadores efectos del seísmo, esta región se ha enfrentado a fuertes inundaciones que han acentuado su vulnerabilidad. Las necesidades son muchas y el proceso de reconstrucción será largo y complejo. Por otro lado, las necesidades de la población no se suplen únicamente poniendo a su disposición recursos económicos para comprar materiales o equipos, sino mejorando las capacidades de los profesionales locales. Por ello, en nuestras intervenciones, apostamos por la formación y la sensibilización como pilar fundamental en el fortalecimiento de las competencias de los profesionales locales y de la población.

—¿Con qué otras organizaciones colabora Fundación SAMU en sus proyectos?
—En Tetuán, trabajamos con la Asociación Hanan, que se centra en la protección de niños con discapacidad, y con ATIL, cuya labor es prevenir la exclusión social de menores y jóvenes a través de la educación, la formación profesional y la inserción sociolaboral. En Marrakech, colaboramos con la High Atlas Foundation, cuyos proyectos abarcan la agricultura, el acceso a agua potable, saneamiento y educación. También trabajamos con Alkaram, que se dedica a ayudar a menores en situación vulnerable, especialmente aquellos que viven en la calle o que han sido víctimas de maltrato. Y en Tánger, colaboramos con Tadamon, que se centra en la protección infantil, especialmente de menores migrantes y refugiados, a través de la inserción socio-profesional, la educación y la formación.

—¿Cómo se financian los proyectos de Fundación SAMU en Marruecos?
—Los tres proyectos que estamos ejecutando en Marruecos cuentan con el respaldo de diversas subvenciones públicas que cubren entre el 85% y el 90% de los costes del proyecto. Gracias al Ayuntamiento de Sevilla, a la Agencia Andaluza de Cooperación Internacional al Desarrollo y al gobierno de las Islas Canarias se garantiza que los proyectos aborden necesidades claves en el país, como el fortalecimiento de los servicios de atención a personas con discapacidad y la rehabilitación de sistemas de agua tras el terremoto de 2023. Además de estos tres proyectos, estamos trabajando en la gestión de al menos dos iniciativas más con potenciales financiadores como la Comunidad Autónoma de Madrid y el Gobierno de Aragón. Cada uno de estos proyectos nos permitirá ampliar aún más nuestro impacto en las comunidades vulnerables de Marruecos, tanto en las áreas urbanas como en las zonas rurales, donde la necesidad de intervención es evidente.

—¿Qué valoración hace del impacto de los proyectos que implementa SAMU en la zona?
—Todos nuestros proyectos en Marruecos están en fase de ejecución, por lo que el impacto real se podrá evaluar una vez hayan finalizado. Sin embargo, en lo que va de año, hemos logrado que alrededor de 120 cuidadoras participen en actividades recreativas que les permiten descansar y reducir la carga del cuidado de personas con discapacidad, ofreciéndoles alternativas para su propio bienestar. Además, 60 de ellas han asistido a sesiones de capacitación con enfoque de género, proporcionándoles herramientas para abordar el cuidado desde la perspectiva del autocuidado. También hemos capacitado a 60 profesionales del área urbana de Tetuán (en un proyecto financiado por el Ayuntamiento de Sevilla), mejorando su capacidad para ofrecer atención a personas con discapacidad. En noviembre, en el marco del proyecto financiado por la AACID, capacitaremos a otros 60 profesionales en la zona rural de Tetuán para mejorar la atención en esas comunidades.

—Y a nivel personal, ¿qué espera lograr en un futuro en su carrera profesional?
—Lo que realmente me importa es sentir que el trabajo que hago vale la pena. Aunque llevo años soñando con trabajar algún día en la FAO, no es algo que me quite el sueño. Mi verdadera satisfacción es saber que estoy ayudando a las personas, que estoy aportando algo a la sociedad y que el trabajo que realizo me motiva lo suficiente como para dedicarle al menos ocho horas todos los días sin que me pesen. Para mí, es fundamental que mi trabajo esté alineado con mis valores y, además de apasionarme, me inspire cada día.

José Antonio Trujillo, director general de SAMU: “Trabajar en la acción social y el servicio a los demás es un regalo”

José Antonio Trujillo es Licenciado en Derecho por la Universidad de Sevilla y Máster en Organización de Empresas por el Instituto de Empresa (IE). Ejerció cargos de dirección en diversas multinacionales hasta su llegada a SAMU en diciembre de 2019, donde, en un primero momento, fue director del departamento de Desarrollo. En diciembre de 2021, fue nombrado adjunto a la dirección general de SAMU. Un año después ascendió a director general adjunto, puesto que ha ejercido hasta la fecha.

—Antes de empezar con la entrevista, me gustaría felicitarle por su nuevo nombramiento.
—Muchas gracias. Significa un reconocimiento enorme para mí. Es la primera vez en la historia de SAMU que una persona ajena a la familia fundadora accede a la dirección general.

—En los últimos años, SAMU ha experimentado importantes cambios en la dirección. De hecho, no hace mucho se produjo un relevo generacional. ¿A qué se deben estos cambios?
—A finales de 2021, Carlos González de Escalada, entonces director general de SAMU y ahora presidente de la organización, tomó la decisión de iniciar un proceso de profesionalización en SAMU de una forma pausada y con una serie de hitos y cambios. Aprovechábamos los viajes de trabajo juntos para hablar de cómo llevar a cabo este proceso, no lo hacíamos en la vorágine del día a día. Fue entonces cuando cambió mi figura, que había estado dos años vinculada a la dirección del departamento de Desarrollo y me nombró adjunto a la Dirección General. Al mismo tiempo, Carlos provocó una serie de cambios en las direcciones de las áreas más estratégicas. Yo también empecé a impulsar una serie de cambios tanto en lo relacionado con el personal como en las fórmulas de trabajo. En todo este proceso, siempre he ido de la mano de Carlos, aunque he de decir que he tenido la suficiente autonomía para impulsar los cambios necesarios en cada momento. Debo admitir que creí que en seis meses le iba a dar la vuelta a la organización y aún hoy no lo he conseguido.

—No es fácil cambiar las estructuras y los hábitos de trabajo de una empresa con más de 40 años.
—SAMU ha cumplido ya 43 años y siempre se han hecho las cosas desde la óptica del deber y basándose en la intuición, con pocos datos empíricos y estrategias empresariales. SAMU ha salido adelante porque han sido muy trabajadores, muy innovadores y valientes, pero en cualquier momento de esta trayectoria podía haber venido un vendaval y haberse llevado la organización por delante. Es en el momento en el que la empresa experimenta un gran crecimiento sin precedentes cuando trazamos el Plan 2030 con sus tres hitos troncales; la profesionalización, la internacionalización y la transformación digital. Son líneas de trabajo en las que ponemos mucho empeño. Pretendíamos y seguimos persiguiendo aportar seguridad y sostenibilidad a todo el proyecto.

—¿Es su nombramiento como director general el fin de esa etapa de profesionalización que inició e impulsó Carlos González de Escalada?
—Realmente es la consolidación de todo el proyecto de Carlos González de Escalada y su idea de que en 2025 él ya no sería el director general de SAMU. Es el fin de una etapa que se enlaza inmediatamente con la siguiente y continúa. El hecho de que su sucesor sea alguien externo a la familia no es casual, es un cambio intencionado. Él es un visionario. No da puntadas sin hilo. SAMU está viviendo la transformación de una empresa familiar a una empresa convencional que separa los intereses de la familia de los intereses del negocio y que mira al futuro con ambición.

—Y para usted, ¿qué significa este nombramiento?
—Para mí es un orgullo. He logrado algo que no todo el mundo consigue: aunar mi formación y capacidad de gestión con unos valores, vocación de servicio y acción social que han estado conmigo siempre. Tener un trabajo que aúna estas cuestiones, para mí es un regalo. Me levanto todos los días a las seis de la mañana entusiasmado, me encanta. Trabajar en algo que no te gusta es muy duro y desgraciadamente le ocurre a muchas personas. He tardado tiempo en lograr esto, pero cuando ha llegado el momento me he dado cuenta de que es lo que quiero.

—¿Qué recuerda de su primera etapa en el departamento de Desarrollo?
—Disfruté muchísimo. Llegué a un departamento que, al igual que el resto de la casa, funcionaba de manera un poco arcaica. Todo era en papel. Se guardaba la información en soportes inseguros, memorias locales, discos duros… Todo el proceso era manual. Yo venía de los expedientes de contratación pública, la licitación, de vender a la Administración pública desde los proyectos. Y desde el primer momento sentí que aporté mucho en SAMU. También tuve la suerte de encontrarme con un equipo entregado a los cambios. Y los resultados fueros espectaculares. En esa época lo ganábamos todo. He de decir que también ganábamos todo porque todo nos parecía una oportunidad, no veíamos los números tan bien como los vemos ahora. Pero disfrutábamos, trabajábamos mucho y el equipo estaba entusiasmado. Fue una etapa fantástica.

—Me llama la atención que no se haya mudado y que su despacho aún hoy continúe en el departamento de Desarrollo.
—Ahora cambiaremos, pero me gusta estar aquí porque sigo viendo al equipo con el que empecé. Y aunque era director general adjunto, he seguido participando de la transformación de este departamento para ajustarse a nuestra hoja de ruta. Por ejemplo, todo el equipo habla ya inglés, pues trabajamos en proyectos y expedientes tanto para España como para Estados Unidos y otros países de la Unión Europea. Otro avance ha sido la implantación del área de Cooperación Internacional y Ayuda Humanitaria, que, aunque está dentro de Desarrollo, funciona de manera autónoma pues ahora los proyectos no son estancos sino que implican siempre a más de un área. Los tiempos nos llevan a ser una organización transversal cada vez más.

—Ha mencionado antes el Plan 2030 de SAMU ¿En qué punto se encuentra esta hoja de ruta? ¿Está satisfecho con los resultados obtenidos hasta el momento?
—Debo decir categóricamente que sí. Vamos dentro de la hoja de ruta y estamos cumpliendo con los hitos establecidos. Aún queda mucho por hacer, pero también tenemos tiempo. En algunos ejes avanzamos más y más rápido y en otros un poco menos.

—¿En qué ámbitos se ha avanzado más?
—Sorprendentemente, hemos avanzado mucho en la internacionalización de SAMU. No estaba previsto tener ya una plantilla de más de 100 personas en Estados Unidos, por ejemplo. También intentamos con mucha fuerza estar presente en Perú y Ecuador. Tenemos muchos proyectos allí y hemos viajado mucho, pero la inestabilidad política en estos países ha frenado numerosas iniciativas. Nos hemos dado cuenta de que lo mejor es centrarnos en la Cooperación Internacional y la Ayuda Humanitaria en estos países. Ya no le presentamos proyectos a los gobiernos de locales sino a instituciones multilaterales, al Banco Mundial o al Banco Iberoamericano de Desarrollo, y gracias a ello empezamos a ver brotes verdes. El área de Cooperación Internacional también tiene proyectos en Marruecos, Burundi, Bolivia o Nigeria. Todo esto es internacionalización.

—En su discurso de despedida como director general, Carlos González de Escalada mencionó un posible proyecto en Suiza. ¿De qué se trata?
—Suiza es un país foco para nosotros al que hemos viajado varias veces para ver cómo funcionan allí los servicios sociales y los servicios de atención a la migración. Éste es un destino muy recurrente para los migrantes procedentes de Oriente Medio. En Suiza tienen un modelo de trabajo muy diferente al de España pero nos gusta mucho y queremos estar allí. Existe todo un proceso de acompañamiento que va desde aprender el idioma, formarse profesionalmente e ir cubriendo determinados hitos hasta conseguir ese estatus de refugiado y un permiso de trabajo. Como digo, queremos estar ahí y lo vamos a hacer a través de alianzas con entidades locales y con la experiencia de SAMU. En breve vamos a viajar de nuevo a Suiza para avanzar en este asunto.

—El crecimiento y la diversificación de la actividad de SAMU en la última década ha sido excepcional. Desde ambulancias y formación en el ámbito de las emergencias a acogida de menores, pasando por la atención a personas dependientes o migrantes, inserción laboral, salud mental, intervención socioeducativa, cooperación internacional, ayuda humanitaria, investigación… ¿Cómo es posible aunar todos estos ámbitos bajo un mismo logo y que todo funcione?
—SAMU no es una empresa al uso. Por lo general, una empresa se dedica a algo en concreto y diversifica en cuestiones cercanas. SAMU nació en una ambulancia y de ahí pasó a prestar determinados servicios médicos. Después se creó Fundación SAMU y llegaron los centros dirigidos a personas dependientes, con discapacidad o los centros de menores. Es entonces cuando empieza la diversificación, pero todo al final está enlazado. Quien ha impulsado este crecimiento ha sido Carlos González de Escalada durante su etapa de 14 años como director general. Como ya he dicho, ha sido un visionario, aunque es cierto que el crecimiento y la diversificación dejaron a veces atrás los sólidos cimientos para dar soporte a tantas cosas. Eso es lo que hemos logrado hacer ahora. SAMU no tiene una réplica exacta ni en España ni en ningún lugar, o al menos yo no la he encontrado. Esto es una gran orquesta que suena así de bien porque hay varios directores de orquesta que saben llevar a la perfección cada uno su parte. Es un hito haber logrado esta expansión y, también, darle solidez a todo después de haber construido el edificio. Considero que ha habido poco reconocimiento a la labor de Carlos González de Escalada durante los últimos 14 años y debe hablarse más de ello.

—Sus compañeros valoran de usted la templanza y la serenidad. ¿Se identifica con estos valores?
—Sí, pero no es cierto. Yo no me altero, o al menos no me suelo alterar. No levanto la voz, no sé dirigir así, tengo otro estilo. Sí tengo una enorme resiliencia porque mi padre me educó en la frustración y en la esperanza. Nada que ver con lo que usualmente se vive hoy con los hijos. Eso me ha hecho absolutamente resiliente. Yo lo llamo resistente. Me podré hundir tantas veces como sea pero siempre voy a salir a flote. Por otro lado, como se suele decir, la procesión va por dentro.

—¿Ha recargado las pilas este verano?
—No, este verano ha sido un disparate de trabajo salvo una semana que me fui a Asturias con mis hijos. He estado tres semanas yendo y viniendo de Canarias debido a la emergencia migratoria. Además de a Ceuta, Baleares…

—Tengo entendido que ha leído este verano El Quijote.
—Sí, era algo que tenía pendiente.

—No es precisamente una lectura ligera para desconectar en verano.
—Hay que leerlo con cierta mentalidad, sí. Tenemos muchos refranes y frases hechas que proceden de este libro. Es una aventura constante y tiene cosas muy divertidas y disparatadas. Además, podemos encontrar cierto paralelismo con SAMU en eso que nos enseña El Quijote de que hay una parte soñadora y otra con los pies en la tierra. Soy una persona muy con los pies en la tierra, que como a todos me gusta soñar y creer en los proyectos, pero sobre todo me gusta hacer y ver las cosas terminadas. Desde que llegué traigo conmigo mi vocación de servicio. Cada día pienso que vengo a aportar, a ayudar. Si no ayudo a la organización y a mis compañeros, no estaré haciendo bien mi trabajo.

“SAMU debe ser punta de lanza y liderar los avances que dan respuestas a las nuevas necesidades”

Tal como destaca José Antonio Trujillo, “estamos en otros tiempos, todo evoluciona”. Por esta razón, SAMU seguirá dando pasos hacia la profesionalización de la organización. “Intentar dar soluciones de ayer a los problemas de hoy siempre me ha parecido un error. SAMU debe ser punta de lanza y liderar los avances que dan respuestas a las nuevas necesidades”.

En este sentido, el nuevo director general propone como estrategia provocar “deliberadamente” un cambio en el enfoque del área de Dependencia e Inclusión. “Yo creo firmemente en la especialización y este área es muy genérica”. “La cuota de mercado en dependencia en SAMU es mínima y el mercado y las necesidades de atención son inmensas. También es cierto que las dificultades son grandes, aunque no debemos desdeñar la evidencia de los factores demográficos, la prolongación de la vida y las necesidades presentes y futuras”, señala Trujillo.

La inclusión, que hasta hace poco tiempo era un concepto social y doméstico vinculado a la diversidad o a la mujer, ahora ha cambiado y está muy vinculado a la migración. “Arduo trabajo el que queda por delante para el abordaje excelente de la inclusión social. Miles de migrantes seguirán llegando a nuestro territorio con miles de necesidades. ¿Por qué no está SAMU entre el selecto grupo de entidades acogedoras temporales de adultos? ¿Qué nos impide liderar de la mano de la Administración la formación para el empleo, la inserción social y laboral tan necesaria?”.

Trujillo hace también hincapié en la necesidad de tomar conciencia de lo mucho que tiene que virar Infancia y Familia. “Tanto en la Estrategia Estatal de Infancia y Adolescencia como en la Andaluza vemos la tendencia a buscar un cambio en el modelo de acogimiento residencial por debajo de los 13 años, fomentando el acogimiento familiar. Es el horizonte que vemos y que se irá implantando en las diferentes comunidades autónomas como un radical cambio de modelo en el sistema de protección de menores. Todo apunta a concienciar más sobre la necesidad de un mayor número de familias disponibles para acogimiento familiar en detrimento del actual sistema residencial de acogimiento, que seguirá siendo vital”.

Para Trujillo, SAMU debe ir por delante y fortalecer sus recursos residenciales especializándolos con equipos muy profesionalizados. “En mi opinión, el futuro pasa por centros especializados en situaciones de conflicto social y por los de intervención en problemas de conducta, centros terapéuticos o de medidas judiciales además de los de atención a la diversidad”.

 

SAMU busca mentes brillantes que puedan cambiar vidas

SAMU ha lanzado un desafío único a sus trabajadores, el primer concurso interno para la elaboración de proyectos técnicos innovadores y su implementación internacional, concretamente en Estados Unidos. El objetivo de esta competición interna ha sido promover la creación de proyectos innovadores de corte social, suponiendo ésta una gran oportunidad para la intervención con colectivos vulnerables en territorio estadounidense y para el desarrollo individual y profesional del personal de las diferentes áreas de SAMU.

“El I Concurso de Grant Writing partió de una iniciativa de la directiva y gerencia de SAMU, con la intención de promover el talento interno y acercar la elaboración de proyectos a toda la red de trabajadores de la empresa, desde el personal más vinculado a la labor administrativa como a la más asistencial. La idea nació de querer escuchar a todos los que componían y componen SAMU, dándoles el apoyo desde la más alta dirección, para que aquellos proyectos que tuvieran en la cabeza pudieran hacerse realidad en uno de los puntos clave principales de la empresa actualmente, Estados Unidos”, explica Santiago Llop, director del departamento de Desarrollo de SAMU.

“Buscamos mentes brillantes para presentar ideas que puedan cambiar las vidas de colectivos vulnerables en territorio internacional. Queremos fortalecer el apoyo a los más necesitados, rompiendo barreras en territorio internacional”, continúan desde la organización.

Finalmente, el 31 de mayo finalizó el plazo para la presentación de ideas. En total se presentaron seis propuestas, de las cuales tres fueron las ganadoras.

El primer premio fue para Rolando Delgado, miembro de la plantilla de SAMU First Response. Su idea, SAMU Kids (Emergency Welcome Respire), es una iniciativa que replica el proyecto que ya se lleva a cabo en el Respite Center de Washington D.C. y Maryland, un centro de bienvenida a población migrante, especialmente dirigido a menores y familias que cruzan la frontera de Estados Unidos por Arizona. Este programa integral aborda las necesidades urgentes de estos menores, ofreciendo evaluaciones médicas, apoyo psicológico y alojamiento temporal. Además, facilita el acceso a educación, asistencia legal y actividades de integración social. El objetivo es garantizar la seguridad inmediata y el bienestar a largo plazo de más de 1.000 menores anualmente, promoviendo su integración exitosa en la sociedad estadounidense.

Este primer premio cuenta con una remuneración económica de 1.500 euros para el autor del proyecto y su participación en el equipo e implementación en la zona del proyecto.

El segundo premio fue para Jara Díaz, del área de Intervención Socioeducativa y de la Mujer de SAMU, y su Programa Nido (Nest Program), que ya se desarrolla en Andalucía con el apoyo de la Consejería de Inclusión Social, Juventud, Familias e Igualdad.

Este proyecto tiene como objetivo apoyar a mujeres migrantes solicitantes de asilo que están embarazadas o tienen hijos pequeños (0-6 años) y han sido expuestas a situaciones de violencia de género. El programa ofrece alojamiento temporal y atención integral durante un máximo de 12 meses, enfocándose en el empoderamiento de las mujeres y la inserción socio-laboral, así como en el desarrollo integral de sus hijos. A través de una serie de servicios que incluyen apoyo psicológico, asesoramiento legal, formación laboral y cuidado infantil, el programa busca proporcionar un entorno seguro y de apoyo para que estas mujeres puedan reconstruir sus vidas con dignidad y seguridad.

Por último, el tercer proyecto premiado en el concurso ha sido el denominado Co-Housing Program, presentado por Paola Toro, alumna en prácticas del departamento de Desarrollo de SAMU. Este programa de co-vivienda intercultural para migrantes en Nueva York busca proporcionar una solución de vivienda asequible y segura para migrantes en el distrito de Queens. Este programa no solo ofrece alojamiento, sino que también promueve la integración social y cultural mediante la convivencia con residentes locales. Incluye servicios educativos, apoyo legal y psicológico, y actividades culturales para facilitar la adaptación y el bienestar de los migrantes. Además, se enfoca en la sostenibilidad a largo plazo a través de modelos de autofinanciamiento y alianzas estratégicas con organizaciones locales y gubernamentales.

“Son varios los proyectos presentados al concurso que, en cuestión de meses, han servido de base para programas clave que están en proceso de implementarse, concretamente en Puerto Rico. Si bien, hay otras iniciativas que, aunque permanecen en la recámara, por el momento, se tendrán en cuenta para futuras licitaciones, subvenciones o proyectos nacionales o internacionales, ya sea por su metodología novedosa o la ampliación de potenciales servicios, como es la creación de espacios de Co-housing o Co-living para familias migrantes”, explica Santiago Llop.

Uno de los proyectos presentados al concurso y que se ha puesto en marcha en septiembre en Puerto Rico ha sido Smile (Support, Mobility, Inclusion, Learning and Enjoy). Este programa utiliza una furgoneta para visitar centros de acogida y ofrecer a los niños actividades de intervención especializada y apoyo emocional. Incluye talleres de psicología grupal, cohesión, habilidades sociales, detección de necesidades individuales y cuestionarios psicológicos. Además, proporciona apoyo en los primeros pasos con el idioma, y actividades de juegos, dinámicas y arteterapia como música, pintura, juegos tradicionales y deportes.

Los otros dos proyectos que se presentaron fueron Bridge Project y Boosting Early Minds. El primero de ellos tiene como objetivo facilitar la integración social y laboral de las familias migrantes en el condado de Montgomery, Maryland. El proyecto aborda la crisis migratoria proporcionando asistencia integral que incluye orientación legal, cultural y lingüística, así como apoyo en el cuidado infantil para que los padres puedan asistir a capacitaciones y buscar empleo. Además, se enfoca en la inclusión social a través de actividades comunitarias y un programa de mentores. En resumen, el proyecto busca cerrar la brecha entre la llegada de los migrantes y su integración plena en la comunidad, mejorando sus oportunidades laborales y condiciones de vida.

El otro proyecto presentado, Boosting Early Minds, de SAMU First Response, tiene como objetivo mejorar el desarrollo cognitivo de niños menores de 6 años en Maryland, utilizando la metodología Vroom de la Fundación Bezos. Este programa se centra en proporcionar estimulación temprana y aprendizaje del inglés a niños inmigrantes y sus padres, facilitando su integración social y educativa. El proyecto incluye sesiones individuales y comunitarias, evaluaciones del desarrollo infantil y formación para padres, con el fin de preparar a los niños para la educación formal y mejorar las habilidades lingüísticas de las familias.

“En este concurso, se han ofertado premios de gran interés, como han sido 1.500 euros para el ganador, un viaje para dos para el segundo y una cena para dos para el tercero. No obstante, creemos que el valor ha radicado en el compartir del know how y en la plataforma que ha supuesto para el apoyo de grandes ideas”, destaca Llop.

A pesar de la acogida discreta de esta primera edición, sus organizadores creen que, por todo lo que le han transmitido los participantes, que “ha sido una iniciativa que ha aportado significado al trabajo que se realiza en la casa”. Por todo ello, SAMU no descarta celebrar una segunda edición en 2025.

 

Carlos González de Escalada: “Si todos apoyamos al nuevo director general, será imparable; SAMU será imparable”

Tras un periodo “irrepetible” de 14 años como director general, Carlos González de Escalada, ahora presidente de SAMU, ha cedido el testigo a José Antonio Trujillo. En 2021, cuando llevaba diez años en el cargo, González de Escalada comenzó un proceso de profesionalización de una organización en crecimiento que culmina ahora. Fue en ese momento cuando González de Escalada tomó una decisión a su juicio “necesaria”: el 1 de enero de 2025 ya no sería director general de SAMU. Y lo ha cumplido.

“Siempre he tenido muy claro que mi deber como director general era el bien de SAMU, al margen de los intereses individuales e, incluso, los intereses familiares. Eso a veces se ha entendido y a veces no, pero siempre mantuve un criterio firme y predecible. Hoy los hechos hablan por sí mismos y SAMU es una organización de éxito.

Durante su discurso de despedida, González de Escalada hizo un breve balance de su trayectoria en SAMU: “Don Carlos Álvarez Leiva, mi señor padre y un visionario brillante, fundó SAMU en 1981 con una uvi-móvil e infinitas ganas de trabajar. Cuando me incorporé, como su director de Desarrollo, corría el mes de junio del año 2003. SAMU era una organización local, que facturó ese año 2,2 millones de euros, De ellos, el 95 por ciento correspondía a nuestro contrato con el 061. Hace 21 años, éramos una organización local de cliente único. Teníamos dos centros de trabajo, uno Sevilla y otro en Málaga y una nave en Dos Hermanas”.

En 2010, un año antes de mi ascenso a director general, SAMU facturó 8,4 millones. Entonces ya éramos unas 80 personas en seis centros de trabajo en Andalucía. Teníamos una lavandería, una residencia de mayores participada al 50 por ciento y abrimos Santa Ana. Crecíamos rápido. Hoy, cuando dejo mi puesto ejecutivo, la marca SAMU factura cerca de 100 millones de euros, tiene más de 120 centros de trabajo y presencia en seis países”, continuó González de Escalada.

“Tras casi catorce años, dejo un SAMU con mil frentes abiertos pero pujante y saneado. Os pido para José Antonio Trujillo vuestra lealtad, vuestra generosidad y vuestro apoyo. La suerte le llegará porque trabaja mucho”, destacó González de Escalada. “Nuestro nuevo director general es un trabajador incansable, alguien que dice la verdad mirando a los ojos. Si todos lo apoyamos, será imparable; SAMU será imparable”.

José Antonio Trujillo, nuevo director general de SAMU tras 14 años de liderazgo de Carlos González de Escalada

SAMU, organización líder en emergencias sanitarias y acción social, ha anunciado el nombramiento de José Antonio Trujillo como su nuevo director general. Trujillo, quien hasta ahora ocupaba el cargo de director general adjunto, toma el relevo de Carlos González de Escalada tras 14 años al frente de la organización. En este periodo, SAMU ha consolidado su crecimiento superar los 3.000 trabajadores en 120 centros de trabajo distribuidos en seis países, con 100 millones de euros de facturación anual y 50.000 usuarios beneficiarios de su acción cada año.

José Antonio Trujillo es Licenciado en Derecho por la Universidad de Sevilla y cuenta con un Máster en Organización de Empresas por el Instituto de Empresa. Ha ejercido cargos de dirección en diversas multinacionales hasta su llegada a SAMU en 2019, donde, en un primer momento, ejerció como director del departamento de Desarrollo. En 2022, fue nombrado director general adjunto de SAMU, puesto que ha ejercido hasta la fecha.

El acto de traspaso se ha celebrado en la sede de SAMU en la Isla de la Cartuja de Sevilla en un acto que ha contado con la presencia de destacados directivos de la organización, como la Dra. Juana Macías, presidenta del Instituto SAMU de Investigación Científica (ISIC), y los vicepresidentes Borja y Juan González de Escalada. El presidente fundador de SAMU, el Dr. Carlos Álvarez Leiva, no ha podido asistir por estar coordinando el dispositivo de atención de emergencia a menores migrantes en Ceuta.

Años de desafíos y éxitos

Carlos González de Escalada, quien asumirá ahora la presidencia de SAMU, ha aprovechado su relevo para hacer balance de su gestión. “Han sido años de éxito, aunque no exentos de desafíos, en los que hemos trabajado para consolidar a SAMU como una gran fuerza al servicio del bien común”, ha defendido. Además, ha destacado el perfil de José Antonio Trujillo elogiando su “capacidad de trabajo” y su “liderazgo pausado y estratégico”. “Es una persona excepcional que se ha ganado el respeto y aprecio de todos los que trabajamos con él”, ha subrayado González de Escalada, que da de esta forma por concluido el proceso de profesionalización de la entidad, pues Trujillo es el primer máximo responsable de la historia de SAMU que no pertenece al núcleo de la familia fundadora del proyecto.

José Antonio Trujillo ha agradecido a su predecesor “la confianza y cercanía en los buenos y malos momentos”, y ha reconocido el trabajo de expansión y crecimiento que ha caracterizado los 14 años de González de Escalada al frente de SAMU. Trujillo se ha comprometido a continuar la labor de integración de los valores fundacionales de SAMU con las nuevas exigencias del mundo actual, con el objetivo de “construir el SAMU del futuro”.

Con esta transición, la compañía reafirma su compromiso con la atención sanitaria, la formación y la acción social, pilares que han guiado su trayectoria desde su fundación en 1981. Ahora, asume el reto de adaptarse a los desafíos globales que marca su plan 2030. En ese plazo, SAMU aspira a posicionarse como una multinacional de las emergencias y la acción social sobre las bases de la internacionalización, la transformación digital y la gestión del talento.

Sobre SAMU

SAMU es una entidad especializada en la atención sanitaria y acción social. Fue creada en 1981 como empresa de emergencias sanitarias equipada con la primera UVI móvil que hubo en España. Desde entonces, ha desarrollado un proceso de crecimiento y diversificación de su actividad que le ha llevado a ser un referente en sectores tan dispares como el traslado de pacientes críticos, los dispositivos médico-sanitarios en grandes eventos, la formación de profesionales en emergencias sanitarias, y la atención y protección de colectivos vulnerables como personas dependientes, personas sin hogar, menores, mujeres o personas con patologías de salud mental.

En las dos últimas décadas, SAMU también ha desarrollado misiones humanitarias en países como Marruecos, Indonesia, Sri Lanka, Haití, Perú, Sudán, Costa de Marfil, Sierra Leona, Nepal, Filipinas, Francia, El Salvador, Costa Rica, Honduras, República Dominicana, Ucrania y Turquía.

En 2023, la organización consolidó su área de Cooperación Internacional y Ayuda Humanitaria, que desarrolla proyectos en Burundi, Bolivia, Nicaragua o Marruecos.

La organización también se ha establecido en Estados Unidos a través de SAMU First Response, comprometida con la asistencia y el apoyo a personas solicitantes de asilo y migrantes que llegan al país.

Juana Macías, presidenta del ISIC y directora de la Academia SAMU: “Aquí he conocido a personas con talento y muy valiosas”

Juana Macías Seda (Sevilla, 1959) proviene del mundo universitario y está vinculada a SAMU desde sus orígenes. En febrero de 2021, la dirección general de la entidad le propuso liderar dos nuevos proyectos: el Instituto SAMU de Investigación Científica y la Academia SAMU.

— El Instituto SAMU de Investigación Científica (ISIC) acaba de cumplir tres años. ¿Por qué se decidió poner en marcha?
—SAMU tiene una larga trayectoria en la prestación de servicios sociosanitarios, pero su producción y divulgación científica no está acorde con esta larga trayectoria. Así, el Instituto SAMU de Investigación Científica surgió en 2021 con el fin de potenciar la investigación, promover las tesis doctorales entre los profesionales de SAMU y divulgar, difundir y dar una estructura científica a lo que se viene haciendo en la organización desde hace años. El ISIC intenta da respuesta al interés de tener un corpus científico en SAMU y, con ello, conseguir que SAMU consiga ser Agente del Conocimiento en Andalucía. Esto supondría un aval a la hora de solicitar proyectos científicos. Sin ser Agente del Conocimiento es muy difícil que a SAMU le concedan ningún proyecto de investigación como entidad independiente.

—¿Cuándo empezó SAMU a interesarse por la investigación?
—En realidad, SAMU empezó a investigar sobre temas de emergencias en el año 1981. La primera UVI móvil no era una UVI móvil sanitaria al uso, era una unidad de investigación operativa en emergencias. El jefe, don Carlos Álvarez Leiva, que es una persona visionaria, ya impulsó a principios de los 80 la investigación en temas de emergencias prehospitalaria provocando un cambio de paradigma y de modelos asistenciales que luego han dado lugar a la profesionalización en el sector de las emergencias.

—Además de convertir a SAMU en un Agente del Conocimiento, que es una meta a largo plazo, ¿cuáles son los otros objetivos del ISIC que permitirán lograr esa objetivo final?
—Los objetivos fundacionales del ISIC incluyen impulsar proyectos de investigación en los campos de la salud, bienestar social y educación; aglutinar y coordinar la actividad investigadora y de divulgación científica ya existente en SAMU; y publicar libros científicos y facilitar la publicación de artículos de SAMU en revistas indexadas. Además, contempla como objetivo potenciar la participación de sus miembros en grupos de trabajo relacionados con la investigación y el desarrollo, como por ejemplo el Comité de Innovación, la Cátedra SAMU de Innovación Social.

—¿Cuáles son las acciones que se han proyectado en estos tres años de vida del ISIC?
—Por un lado, está la activación de la Cátedra de Innovación Social de SAMU con la Universidad Pablo de Olavide (UPO), un proyecto de colaboración que tiene tres grandes líneas de trabajo: investigación, divulgación y acción social a través del voluntariado. Por otro lado, contamos con un programa de doctorando llamado Mentoring Doctorando, que tiene como objetivo principal incrementar el número de profesionales de SAMU con tesis doctorales. Consiste en un programa de acompañamiento y asesoramiento a aquellos profesionales de la organización que tienen perfil o interés para hacer su tesis doctoral. En 2022, en la primera edición de este programa de doctorado, unos seis profesionales mostraron interés, pero sólo uno de ellos entró en un programa doctoral en la Universidad Pablo de Olavide. En 2023, fueron 15 los profesionales de SAMU con interés en hacer su tesis. De ellos, nueve profesionales han accedido a un programa doctoral: seis en la UPO, dos en la Universidad de Sevilla (US) y uno en la universidad de Granada (UGR). Como ejemplos tenemos a María Casado, que está realizando su tesis en temas de salud mental y bienestar emocional; Alba Garrido Gata, que profundiza en el sinhogarismo y las soledades no deseadas; Jara Díaz en la temática de migraciones y perspectiva de género; o Roberto Alconada, psicólogo de la clínica de salud mental SAMU Wellness, que realiza sus tesis doctoral sobre el suicidio. Por otro lado, Juan Luque Pelegrin y Laura García Rebolo están trabajando en temas de migración y Almudena Chávez, directora de la Unidad de Estancia Diurna San Lucas, que investiga sobre temas de discapacidad. Cabe señalar que al comienzo del ISIC, SAMU sólo contaba con cuatro doctores y actualmente ya contamos con ocho profesionales con tesis doctorales finalizadas.

—¿Qué otras acciones tiene en marcha el ISIC además de la Cátedra de la UPO y el Mentoring Doctorando?
—Hemos creado una Comisión Ética, pues identificamos que numerosos investigadores solicitaban a SAMU frecuentemente colaboración para acceder a muestras de personas migrantes o personas con discapacidad, principalmente. El carácter expansivo de la organización SAMU con el correspondiente incremento en la plantilla de profesionales, residentes y estudiantes conllevan una intensa actividad asistencial e investigadora. Ello genera un Big Data que resulta ser muy atractivo para un gran número de investigadores e instituciones académicas. Ante esta situación el ISIC activó la Comisión de Ética para dar cumplimiento a la legislación en materia de protección de datos personales. El objetivo es establecer pautas básicas de actuación destinadas a garantizar el derecho al anonimato y confidencialidad de los datos de los diferentes colectivos de profesionales, residentes y estudiantes que integran la organización SAMU. Esta Comisión actúa como un órgano consultivo multidisciplinar y funciona de forma protocolizada con la misión de emitir informes, propuestas y recomendaciones sobre materias relacionadas con las implicaciones éticas de la investigación.

—Tengo entendido que otra de las grandes acciones del ISIC es la Alliance for Migration Research (Alliance 4).
—Sí, su objetivo es facilitar un espacio académico internacional para impulsar las investigaciones relacionadas con las migraciones alrededor del mundo y contrarrestar esa apreciación negativa que existe en torno a la migración. Este proyecto surgió después de que la American University mostrara interés en los datos que manejaba SAMU First Response con el fin de hacer un mapeo sobre la migración en Estados Unidos. Desde el ISIC hemos llamado a otras puertas como la Universidad Loyola o la Universidad de Granada y, tras varios reajustes, el próximo mes de noviembre vamos a celebrar una reunión de expertos en migración. Tenemos profesionales en Fundación SAMU que están llevando a cabo iniciativas muy innovadoras y de gran calado social y a las que no se le está dando luz. A través de este comité o reunión de expertos queremos compartir estas experiencias con otros expertos e investigadores de diferentes instituciones universitarias.

—¿Y dónde entra la Academia SAMU dentro de todo este entramado?
—La Academia SAMU nace en el 2021 vinculada al ISIC aunque con sus propios objetivos. En concreto, se plantea como espacio y agente de educación superior para la plantilla de SAMU. Su objetivo principal es contribuir a la capacitación de los directivos junior y los jóvenes talentos de la organización para que desempeñen un liderazgo que les permita abordar los retos actuales, como la humanización, la sostenibilidad, la innovación, el bienestar emocional, la excelencia en la calidad de los servicios, las finanzas y la digitalización.

—¿Qué diferencia la Academia SAMU del ISIC?
—Mientras que el ISIC se basa en la investigación, la Academia SAMU se centra en la formación. Además del Experto en Desarrollo Directivo que es la formación estrella, la Academia tiene un programa para instruir a los jóvenes talentos directivos dirigido a profesionales cuyos responsables de área o responsables de centro han identificado que tienen capacidad para gestionar pero no han ejercido como tal. Con este fin, organizamos por primera vez en marzo 2023 el curso intensivo de gestión del talento en formato durante tres días en un pueblo remoto de Huelva.

—¿Qué aspectos deben mejorar para que el ISIC y la Academia SAMU continúen avanzando?
—Es necesario mejorar la financiación presupuestaria para llevar a cabo la formación y la investigación y, sobre todo, la difusión y coordinación del talento pedagógico y científico de los profesionales de SAMU.

—¿Por qué decidió ponerse al frente del ISIC y de la Academia SAMU? ¿Qué le motivó a hacerlo?
—Yo procedo del ámbito universitario y, por otro lado, estoy vinculada a SAMU desde los inicios de la organización. Cuando la Dirección General de SAMU me planteó las necesidades existentes, tanto de formación como de investigación, la verdad es que me ilusioné con el proyecto. Me ilusiona poder trasladar mi experiencia como investigadora universitaria y poder contribuir para que en SAMU se vaya consolidando esta capacitación y este corpus científico. Además, tengo el valor añadido de conocer la institución muy bien desde dentro, así como sus necesidades académico-científicas.

—¿Qué le ha aportado el ISIC a nivel personal y profesional?
—Este proyecto me ha enriquecido y ha ampliado mi visión sobre SAMU porque, en los últimos años, he estado bastante desvinculada a la organización. El ISIC me ha permitido conocer la organización más a fondo y su versatilidad, así como colaborar con directores, responsables de áreas y centros que me han aportado vivencias y experiencias motivadoras a nivel personal y profesional. En estos tres años, me he encontrado con personas muy talentosas y tremendamente valiosa que me han mostrado una parte de SAMU poco conocida para mí, y también me han encauzado hacia nuevos proyectos. He conocido a personas muy capacitadas y con una gran experiencia en determinadas materias. En definitiva, he podido conocer a gente con mucho talento dentro de la organización, que incluso ellas mismas no eran conscientes o no tenían la percepción de su conocimiento y valor.