José Antonio Trujillo, director general de SAMU: “Trabajar en la acción social y el servicio a los demás es un regalo”

José Antonio Trujillo es Licenciado en Derecho por la Universidad de Sevilla y Máster en Organización de Empresas por el Instituto de Empresa (IE). Ejerció cargos de dirección en diversas multinacionales hasta su llegada a SAMU en diciembre de 2019, donde, en un primero momento, fue director del departamento de Desarrollo. En diciembre de 2021, fue nombrado adjunto a la dirección general de SAMU. Un año después ascendió a director general adjunto, puesto que ha ejercido hasta la fecha.

—Antes de empezar con la entrevista, me gustaría felicitarle por su nuevo nombramiento.
—Muchas gracias. Significa un reconocimiento enorme para mí. Es la primera vez en la historia de SAMU que una persona ajena a la familia fundadora accede a la dirección general.

—En los últimos años, SAMU ha experimentado importantes cambios en la dirección. De hecho, no hace mucho se produjo un relevo generacional. ¿A qué se deben estos cambios?
—A finales de 2021, Carlos González de Escalada, entonces director general de SAMU y ahora presidente de la organización, tomó la decisión de iniciar un proceso de profesionalización en SAMU de una forma pausada y con una serie de hitos y cambios. Aprovechábamos los viajes de trabajo juntos para hablar de cómo llevar a cabo este proceso, no lo hacíamos en la vorágine del día a día. Fue entonces cuando cambió mi figura, que había estado dos años vinculada a la dirección del departamento de Desarrollo y me nombró adjunto a la Dirección General. Al mismo tiempo, Carlos provocó una serie de cambios en las direcciones de las áreas más estratégicas. Yo también empecé a impulsar una serie de cambios tanto en lo relacionado con el personal como en las fórmulas de trabajo. En todo este proceso, siempre he ido de la mano de Carlos, aunque he de decir que he tenido la suficiente autonomía para impulsar los cambios necesarios en cada momento. Debo admitir que creí que en seis meses le iba a dar la vuelta a la organización y aún hoy no lo he conseguido.

—No es fácil cambiar las estructuras y los hábitos de trabajo de una empresa con más de 40 años.
—SAMU ha cumplido ya 43 años y siempre se han hecho las cosas desde la óptica del deber y basándose en la intuición, con pocos datos empíricos y estrategias empresariales. SAMU ha salido adelante porque han sido muy trabajadores, muy innovadores y valientes, pero en cualquier momento de esta trayectoria podía haber venido un vendaval y haberse llevado la organización por delante. Es en el momento en el que la empresa experimenta un gran crecimiento sin precedentes cuando trazamos el Plan 2030 con sus tres hitos troncales; la profesionalización, la internacionalización y la transformación digital. Son líneas de trabajo en las que ponemos mucho empeño. Pretendíamos y seguimos persiguiendo aportar seguridad y sostenibilidad a todo el proyecto.

—¿Es su nombramiento como director general el fin de esa etapa de profesionalización que inició e impulsó Carlos González de Escalada?
—Realmente es la consolidación de todo el proyecto de Carlos González de Escalada y su idea de que en 2025 él ya no sería el director general de SAMU. Es el fin de una etapa que se enlaza inmediatamente con la siguiente y continúa. El hecho de que su sucesor sea alguien externo a la familia no es casual, es un cambio intencionado. Él es un visionario. No da puntadas sin hilo. SAMU está viviendo la transformación de una empresa familiar a una empresa convencional que separa los intereses de la familia de los intereses del negocio y que mira al futuro con ambición.

—Y para usted, ¿qué significa este nombramiento?
—Para mí es un orgullo. He logrado algo que no todo el mundo consigue: aunar mi formación y capacidad de gestión con unos valores, vocación de servicio y acción social que han estado conmigo siempre. Tener un trabajo que aúna estas cuestiones, para mí es un regalo. Me levanto todos los días a las seis de la mañana entusiasmado, me encanta. Trabajar en algo que no te gusta es muy duro y desgraciadamente le ocurre a muchas personas. He tardado tiempo en lograr esto, pero cuando ha llegado el momento me he dado cuenta de que es lo que quiero.

—¿Qué recuerda de su primera etapa en el departamento de Desarrollo?
—Disfruté muchísimo. Llegué a un departamento que, al igual que el resto de la casa, funcionaba de manera un poco arcaica. Todo era en papel. Se guardaba la información en soportes inseguros, memorias locales, discos duros… Todo el proceso era manual. Yo venía de los expedientes de contratación pública, la licitación, de vender a la Administración pública desde los proyectos. Y desde el primer momento sentí que aporté mucho en SAMU. También tuve la suerte de encontrarme con un equipo entregado a los cambios. Y los resultados fueros espectaculares. En esa época lo ganábamos todo. He de decir que también ganábamos todo porque todo nos parecía una oportunidad, no veíamos los números tan bien como los vemos ahora. Pero disfrutábamos, trabajábamos mucho y el equipo estaba entusiasmado. Fue una etapa fantástica.

—Me llama la atención que no se haya mudado y que su despacho aún hoy continúe en el departamento de Desarrollo.
—Ahora cambiaremos, pero me gusta estar aquí porque sigo viendo al equipo con el que empecé. Y aunque era director general adjunto, he seguido participando de la transformación de este departamento para ajustarse a nuestra hoja de ruta. Por ejemplo, todo el equipo habla ya inglés, pues trabajamos en proyectos y expedientes tanto para España como para Estados Unidos y otros países de la Unión Europea. Otro avance ha sido la implantación del área de Cooperación Internacional y Ayuda Humanitaria, que, aunque está dentro de Desarrollo, funciona de manera autónoma pues ahora los proyectos no son estancos sino que implican siempre a más de un área. Los tiempos nos llevan a ser una organización transversal cada vez más.

—Ha mencionado antes el Plan 2030 de SAMU ¿En qué punto se encuentra esta hoja de ruta? ¿Está satisfecho con los resultados obtenidos hasta el momento?
—Debo decir categóricamente que sí. Vamos dentro de la hoja de ruta y estamos cumpliendo con los hitos establecidos. Aún queda mucho por hacer, pero también tenemos tiempo. En algunos ejes avanzamos más y más rápido y en otros un poco menos.

—¿En qué ámbitos se ha avanzado más?
—Sorprendentemente, hemos avanzado mucho en la internacionalización de SAMU. No estaba previsto tener ya una plantilla de más de 100 personas en Estados Unidos, por ejemplo. También intentamos con mucha fuerza estar presente en Perú y Ecuador. Tenemos muchos proyectos allí y hemos viajado mucho, pero la inestabilidad política en estos países ha frenado numerosas iniciativas. Nos hemos dado cuenta de que lo mejor es centrarnos en la Cooperación Internacional y la Ayuda Humanitaria en estos países. Ya no le presentamos proyectos a los gobiernos de locales sino a instituciones multilaterales, al Banco Mundial o al Banco Iberoamericano de Desarrollo, y gracias a ello empezamos a ver brotes verdes. El área de Cooperación Internacional también tiene proyectos en Marruecos, Burundi, Bolivia o Nigeria. Todo esto es internacionalización.

—En su discurso de despedida como director general, Carlos González de Escalada mencionó un posible proyecto en Suiza. ¿De qué se trata?
—Suiza es un país foco para nosotros al que hemos viajado varias veces para ver cómo funcionan allí los servicios sociales y los servicios de atención a la migración. Éste es un destino muy recurrente para los migrantes procedentes de Oriente Medio. En Suiza tienen un modelo de trabajo muy diferente al de España pero nos gusta mucho y queremos estar allí. Existe todo un proceso de acompañamiento que va desde aprender el idioma, formarse profesionalmente e ir cubriendo determinados hitos hasta conseguir ese estatus de refugiado y un permiso de trabajo. Como digo, queremos estar ahí y lo vamos a hacer a través de alianzas con entidades locales y con la experiencia de SAMU. En breve vamos a viajar de nuevo a Suiza para avanzar en este asunto.

—El crecimiento y la diversificación de la actividad de SAMU en la última década ha sido excepcional. Desde ambulancias y formación en el ámbito de las emergencias a acogida de menores, pasando por la atención a personas dependientes o migrantes, inserción laboral, salud mental, intervención socioeducativa, cooperación internacional, ayuda humanitaria, investigación… ¿Cómo es posible aunar todos estos ámbitos bajo un mismo logo y que todo funcione?
—SAMU no es una empresa al uso. Por lo general, una empresa se dedica a algo en concreto y diversifica en cuestiones cercanas. SAMU nació en una ambulancia y de ahí pasó a prestar determinados servicios médicos. Después se creó Fundación SAMU y llegaron los centros dirigidos a personas dependientes, con discapacidad o los centros de menores. Es entonces cuando empieza la diversificación, pero todo al final está enlazado. Quien ha impulsado este crecimiento ha sido Carlos González de Escalada durante su etapa de 14 años como director general. Como ya he dicho, ha sido un visionario, aunque es cierto que el crecimiento y la diversificación dejaron a veces atrás los sólidos cimientos para dar soporte a tantas cosas. Eso es lo que hemos logrado hacer ahora. SAMU no tiene una réplica exacta ni en España ni en ningún lugar, o al menos yo no la he encontrado. Esto es una gran orquesta que suena así de bien porque hay varios directores de orquesta que saben llevar a la perfección cada uno su parte. Es un hito haber logrado esta expansión y, también, darle solidez a todo después de haber construido el edificio. Considero que ha habido poco reconocimiento a la labor de Carlos González de Escalada durante los últimos 14 años y debe hablarse más de ello.

—Sus compañeros valoran de usted la templanza y la serenidad. ¿Se identifica con estos valores?
—Sí, pero no es cierto. Yo no me altero, o al menos no me suelo alterar. No levanto la voz, no sé dirigir así, tengo otro estilo. Sí tengo una enorme resiliencia porque mi padre me educó en la frustración y en la esperanza. Nada que ver con lo que usualmente se vive hoy con los hijos. Eso me ha hecho absolutamente resiliente. Yo lo llamo resistente. Me podré hundir tantas veces como sea pero siempre voy a salir a flote. Por otro lado, como se suele decir, la procesión va por dentro.

—¿Ha recargado las pilas este verano?
—No, este verano ha sido un disparate de trabajo salvo una semana que me fui a Asturias con mis hijos. He estado tres semanas yendo y viniendo de Canarias debido a la emergencia migratoria. Además de a Ceuta, Baleares…

—Tengo entendido que ha leído este verano El Quijote.
—Sí, era algo que tenía pendiente.

—No es precisamente una lectura ligera para desconectar en verano.
—Hay que leerlo con cierta mentalidad, sí. Tenemos muchos refranes y frases hechas que proceden de este libro. Es una aventura constante y tiene cosas muy divertidas y disparatadas. Además, podemos encontrar cierto paralelismo con SAMU en eso que nos enseña El Quijote de que hay una parte soñadora y otra con los pies en la tierra. Soy una persona muy con los pies en la tierra, que como a todos me gusta soñar y creer en los proyectos, pero sobre todo me gusta hacer y ver las cosas terminadas. Desde que llegué traigo conmigo mi vocación de servicio. Cada día pienso que vengo a aportar, a ayudar. Si no ayudo a la organización y a mis compañeros, no estaré haciendo bien mi trabajo.

“SAMU debe ser punta de lanza y liderar los avances que dan respuestas a las nuevas necesidades”

Tal como destaca José Antonio Trujillo, “estamos en otros tiempos, todo evoluciona”. Por esta razón, SAMU seguirá dando pasos hacia la profesionalización de la organización. “Intentar dar soluciones de ayer a los problemas de hoy siempre me ha parecido un error. SAMU debe ser punta de lanza y liderar los avances que dan respuestas a las nuevas necesidades”.

En este sentido, el nuevo director general propone como estrategia provocar “deliberadamente” un cambio en el enfoque del área de Dependencia e Inclusión. “Yo creo firmemente en la especialización y este área es muy genérica”. “La cuota de mercado en dependencia en SAMU es mínima y el mercado y las necesidades de atención son inmensas. También es cierto que las dificultades son grandes, aunque no debemos desdeñar la evidencia de los factores demográficos, la prolongación de la vida y las necesidades presentes y futuras”, señala Trujillo.

La inclusión, que hasta hace poco tiempo era un concepto social y doméstico vinculado a la diversidad o a la mujer, ahora ha cambiado y está muy vinculado a la migración. “Arduo trabajo el que queda por delante para el abordaje excelente de la inclusión social. Miles de migrantes seguirán llegando a nuestro territorio con miles de necesidades. ¿Por qué no está SAMU entre el selecto grupo de entidades acogedoras temporales de adultos? ¿Qué nos impide liderar de la mano de la Administración la formación para el empleo, la inserción social y laboral tan necesaria?”.

Trujillo hace también hincapié en la necesidad de tomar conciencia de lo mucho que tiene que virar Infancia y Familia. “Tanto en la Estrategia Estatal de Infancia y Adolescencia como en la Andaluza vemos la tendencia a buscar un cambio en el modelo de acogimiento residencial por debajo de los 13 años, fomentando el acogimiento familiar. Es el horizonte que vemos y que se irá implantando en las diferentes comunidades autónomas como un radical cambio de modelo en el sistema de protección de menores. Todo apunta a concienciar más sobre la necesidad de un mayor número de familias disponibles para acogimiento familiar en detrimento del actual sistema residencial de acogimiento, que seguirá siendo vital”.

Para Trujillo, SAMU debe ir por delante y fortalecer sus recursos residenciales especializándolos con equipos muy profesionalizados. “En mi opinión, el futuro pasa por centros especializados en situaciones de conflicto social y por los de intervención en problemas de conducta, centros terapéuticos o de medidas judiciales además de los de atención a la diversidad”.

 

SAMU busca mentes brillantes que puedan cambiar vidas

SAMU ha lanzado un desafío único a sus trabajadores, el primer concurso interno para la elaboración de proyectos técnicos innovadores y su implementación internacional, concretamente en Estados Unidos. El objetivo de esta competición interna ha sido promover la creación de proyectos innovadores de corte social, suponiendo ésta una gran oportunidad para la intervención con colectivos vulnerables en territorio estadounidense y para el desarrollo individual y profesional del personal de las diferentes áreas de SAMU.

“El I Concurso de Grant Writing partió de una iniciativa de la directiva y gerencia de SAMU, con la intención de promover el talento interno y acercar la elaboración de proyectos a toda la red de trabajadores de la empresa, desde el personal más vinculado a la labor administrativa como a la más asistencial. La idea nació de querer escuchar a todos los que componían y componen SAMU, dándoles el apoyo desde la más alta dirección, para que aquellos proyectos que tuvieran en la cabeza pudieran hacerse realidad en uno de los puntos clave principales de la empresa actualmente, Estados Unidos”, explica Santiago Llop, director del departamento de Desarrollo de SAMU.

“Buscamos mentes brillantes para presentar ideas que puedan cambiar las vidas de colectivos vulnerables en territorio internacional. Queremos fortalecer el apoyo a los más necesitados, rompiendo barreras en territorio internacional”, continúan desde la organización.

Finalmente, el 31 de mayo finalizó el plazo para la presentación de ideas. En total se presentaron seis propuestas, de las cuales tres fueron las ganadoras.

El primer premio fue para Rolando Delgado, miembro de la plantilla de SAMU First Response. Su idea, SAMU Kids (Emergency Welcome Respire), es una iniciativa que replica el proyecto que ya se lleva a cabo en el Respite Center de Washington D.C. y Maryland, un centro de bienvenida a población migrante, especialmente dirigido a menores y familias que cruzan la frontera de Estados Unidos por Arizona. Este programa integral aborda las necesidades urgentes de estos menores, ofreciendo evaluaciones médicas, apoyo psicológico y alojamiento temporal. Además, facilita el acceso a educación, asistencia legal y actividades de integración social. El objetivo es garantizar la seguridad inmediata y el bienestar a largo plazo de más de 1.000 menores anualmente, promoviendo su integración exitosa en la sociedad estadounidense.

Este primer premio cuenta con una remuneración económica de 1.500 euros para el autor del proyecto y su participación en el equipo e implementación en la zona del proyecto.

El segundo premio fue para Jara Díaz, del área de Intervención Socioeducativa y de la Mujer de SAMU, y su Programa Nido (Nest Program), que ya se desarrolla en Andalucía con el apoyo de la Consejería de Inclusión Social, Juventud, Familias e Igualdad.

Este proyecto tiene como objetivo apoyar a mujeres migrantes solicitantes de asilo que están embarazadas o tienen hijos pequeños (0-6 años) y han sido expuestas a situaciones de violencia de género. El programa ofrece alojamiento temporal y atención integral durante un máximo de 12 meses, enfocándose en el empoderamiento de las mujeres y la inserción socio-laboral, así como en el desarrollo integral de sus hijos. A través de una serie de servicios que incluyen apoyo psicológico, asesoramiento legal, formación laboral y cuidado infantil, el programa busca proporcionar un entorno seguro y de apoyo para que estas mujeres puedan reconstruir sus vidas con dignidad y seguridad.

Por último, el tercer proyecto premiado en el concurso ha sido el denominado Co-Housing Program, presentado por Paola Toro, alumna en prácticas del departamento de Desarrollo de SAMU. Este programa de co-vivienda intercultural para migrantes en Nueva York busca proporcionar una solución de vivienda asequible y segura para migrantes en el distrito de Queens. Este programa no solo ofrece alojamiento, sino que también promueve la integración social y cultural mediante la convivencia con residentes locales. Incluye servicios educativos, apoyo legal y psicológico, y actividades culturales para facilitar la adaptación y el bienestar de los migrantes. Además, se enfoca en la sostenibilidad a largo plazo a través de modelos de autofinanciamiento y alianzas estratégicas con organizaciones locales y gubernamentales.

“Son varios los proyectos presentados al concurso que, en cuestión de meses, han servido de base para programas clave que están en proceso de implementarse, concretamente en Puerto Rico. Si bien, hay otras iniciativas que, aunque permanecen en la recámara, por el momento, se tendrán en cuenta para futuras licitaciones, subvenciones o proyectos nacionales o internacionales, ya sea por su metodología novedosa o la ampliación de potenciales servicios, como es la creación de espacios de Co-housing o Co-living para familias migrantes”, explica Santiago Llop.

Uno de los proyectos presentados al concurso y que se ha puesto en marcha en septiembre en Puerto Rico ha sido Smile (Support, Mobility, Inclusion, Learning and Enjoy). Este programa utiliza una furgoneta para visitar centros de acogida y ofrecer a los niños actividades de intervención especializada y apoyo emocional. Incluye talleres de psicología grupal, cohesión, habilidades sociales, detección de necesidades individuales y cuestionarios psicológicos. Además, proporciona apoyo en los primeros pasos con el idioma, y actividades de juegos, dinámicas y arteterapia como música, pintura, juegos tradicionales y deportes.

Los otros dos proyectos que se presentaron fueron Bridge Project y Boosting Early Minds. El primero de ellos tiene como objetivo facilitar la integración social y laboral de las familias migrantes en el condado de Montgomery, Maryland. El proyecto aborda la crisis migratoria proporcionando asistencia integral que incluye orientación legal, cultural y lingüística, así como apoyo en el cuidado infantil para que los padres puedan asistir a capacitaciones y buscar empleo. Además, se enfoca en la inclusión social a través de actividades comunitarias y un programa de mentores. En resumen, el proyecto busca cerrar la brecha entre la llegada de los migrantes y su integración plena en la comunidad, mejorando sus oportunidades laborales y condiciones de vida.

El otro proyecto presentado, Boosting Early Minds, de SAMU First Response, tiene como objetivo mejorar el desarrollo cognitivo de niños menores de 6 años en Maryland, utilizando la metodología Vroom de la Fundación Bezos. Este programa se centra en proporcionar estimulación temprana y aprendizaje del inglés a niños inmigrantes y sus padres, facilitando su integración social y educativa. El proyecto incluye sesiones individuales y comunitarias, evaluaciones del desarrollo infantil y formación para padres, con el fin de preparar a los niños para la educación formal y mejorar las habilidades lingüísticas de las familias.

“En este concurso, se han ofertado premios de gran interés, como han sido 1.500 euros para el ganador, un viaje para dos para el segundo y una cena para dos para el tercero. No obstante, creemos que el valor ha radicado en el compartir del know how y en la plataforma que ha supuesto para el apoyo de grandes ideas”, destaca Llop.

A pesar de la acogida discreta de esta primera edición, sus organizadores creen que, por todo lo que le han transmitido los participantes, que “ha sido una iniciativa que ha aportado significado al trabajo que se realiza en la casa”. Por todo ello, SAMU no descarta celebrar una segunda edición en 2025.

 

Carlos González de Escalada: “Si todos apoyamos al nuevo director general, será imparable; SAMU será imparable”

Tras un periodo “irrepetible” de 14 años como director general, Carlos González de Escalada, ahora presidente de SAMU, ha cedido el testigo a José Antonio Trujillo. En 2021, cuando llevaba diez años en el cargo, González de Escalada comenzó un proceso de profesionalización de una organización en crecimiento que culmina ahora. Fue en ese momento cuando González de Escalada tomó una decisión a su juicio “necesaria”: el 1 de enero de 2025 ya no sería director general de SAMU. Y lo ha cumplido.

“Siempre he tenido muy claro que mi deber como director general era el bien de SAMU, al margen de los intereses individuales e, incluso, los intereses familiares. Eso a veces se ha entendido y a veces no, pero siempre mantuve un criterio firme y predecible. Hoy los hechos hablan por sí mismos y SAMU es una organización de éxito.

Durante su discurso de despedida, González de Escalada hizo un breve balance de su trayectoria en SAMU: “Don Carlos Álvarez Leiva, mi señor padre y un visionario brillante, fundó SAMU en 1981 con una uvi-móvil e infinitas ganas de trabajar. Cuando me incorporé, como su director de Desarrollo, corría el mes de junio del año 2003. SAMU era una organización local, que facturó ese año 2,2 millones de euros, De ellos, el 95 por ciento correspondía a nuestro contrato con el 061. Hace 21 años, éramos una organización local de cliente único. Teníamos dos centros de trabajo, uno Sevilla y otro en Málaga y una nave en Dos Hermanas”.

En 2010, un año antes de mi ascenso a director general, SAMU facturó 8,4 millones. Entonces ya éramos unas 80 personas en seis centros de trabajo en Andalucía. Teníamos una lavandería, una residencia de mayores participada al 50 por ciento y abrimos Santa Ana. Crecíamos rápido. Hoy, cuando dejo mi puesto ejecutivo, la marca SAMU factura cerca de 100 millones de euros, tiene más de 120 centros de trabajo y presencia en seis países”, continuó González de Escalada.

“Tras casi catorce años, dejo un SAMU con mil frentes abiertos pero pujante y saneado. Os pido para José Antonio Trujillo vuestra lealtad, vuestra generosidad y vuestro apoyo. La suerte le llegará porque trabaja mucho”, destacó González de Escalada. “Nuestro nuevo director general es un trabajador incansable, alguien que dice la verdad mirando a los ojos. Si todos lo apoyamos, será imparable; SAMU será imparable”.

José Antonio Trujillo, nuevo director general de SAMU tras 14 años de liderazgo de Carlos González de Escalada

SAMU, organización líder en emergencias sanitarias y acción social, ha anunciado el nombramiento de José Antonio Trujillo como su nuevo director general. Trujillo, quien hasta ahora ocupaba el cargo de director general adjunto, toma el relevo de Carlos González de Escalada tras 14 años al frente de la organización. En este periodo, SAMU ha consolidado su crecimiento superar los 3.000 trabajadores en 120 centros de trabajo distribuidos en seis países, con 100 millones de euros de facturación anual y 50.000 usuarios beneficiarios de su acción cada año.

José Antonio Trujillo es Licenciado en Derecho por la Universidad de Sevilla y cuenta con un Máster en Organización de Empresas por el Instituto de Empresa. Ha ejercido cargos de dirección en diversas multinacionales hasta su llegada a SAMU en 2019, donde, en un primer momento, ejerció como director del departamento de Desarrollo. En 2022, fue nombrado director general adjunto de SAMU, puesto que ha ejercido hasta la fecha.

El acto de traspaso se ha celebrado en la sede de SAMU en la Isla de la Cartuja de Sevilla en un acto que ha contado con la presencia de destacados directivos de la organización, como la Dra. Juana Macías, presidenta del Instituto SAMU de Investigación Científica (ISIC), y los vicepresidentes Borja y Juan González de Escalada. El presidente fundador de SAMU, el Dr. Carlos Álvarez Leiva, no ha podido asistir por estar coordinando el dispositivo de atención de emergencia a menores migrantes en Ceuta.

Años de desafíos y éxitos

Carlos González de Escalada, quien asumirá ahora la presidencia de SAMU, ha aprovechado su relevo para hacer balance de su gestión. “Han sido años de éxito, aunque no exentos de desafíos, en los que hemos trabajado para consolidar a SAMU como una gran fuerza al servicio del bien común”, ha defendido. Además, ha destacado el perfil de José Antonio Trujillo elogiando su “capacidad de trabajo” y su “liderazgo pausado y estratégico”. “Es una persona excepcional que se ha ganado el respeto y aprecio de todos los que trabajamos con él”, ha subrayado González de Escalada, que da de esta forma por concluido el proceso de profesionalización de la entidad, pues Trujillo es el primer máximo responsable de la historia de SAMU que no pertenece al núcleo de la familia fundadora del proyecto.

José Antonio Trujillo ha agradecido a su predecesor “la confianza y cercanía en los buenos y malos momentos”, y ha reconocido el trabajo de expansión y crecimiento que ha caracterizado los 14 años de González de Escalada al frente de SAMU. Trujillo se ha comprometido a continuar la labor de integración de los valores fundacionales de SAMU con las nuevas exigencias del mundo actual, con el objetivo de “construir el SAMU del futuro”.

Con esta transición, la compañía reafirma su compromiso con la atención sanitaria, la formación y la acción social, pilares que han guiado su trayectoria desde su fundación en 1981. Ahora, asume el reto de adaptarse a los desafíos globales que marca su plan 2030. En ese plazo, SAMU aspira a posicionarse como una multinacional de las emergencias y la acción social sobre las bases de la internacionalización, la transformación digital y la gestión del talento.

Sobre SAMU

SAMU es una entidad especializada en la atención sanitaria y acción social. Fue creada en 1981 como empresa de emergencias sanitarias equipada con la primera UVI móvil que hubo en España. Desde entonces, ha desarrollado un proceso de crecimiento y diversificación de su actividad que le ha llevado a ser un referente en sectores tan dispares como el traslado de pacientes críticos, los dispositivos médico-sanitarios en grandes eventos, la formación de profesionales en emergencias sanitarias, y la atención y protección de colectivos vulnerables como personas dependientes, personas sin hogar, menores, mujeres o personas con patologías de salud mental.

En las dos últimas décadas, SAMU también ha desarrollado misiones humanitarias en países como Marruecos, Indonesia, Sri Lanka, Haití, Perú, Sudán, Costa de Marfil, Sierra Leona, Nepal, Filipinas, Francia, El Salvador, Costa Rica, Honduras, República Dominicana, Ucrania y Turquía.

En 2023, la organización consolidó su área de Cooperación Internacional y Ayuda Humanitaria, que desarrolla proyectos en Burundi, Bolivia, Nicaragua o Marruecos.

La organización también se ha establecido en Estados Unidos a través de SAMU First Response, comprometida con la asistencia y el apoyo a personas solicitantes de asilo y migrantes que llegan al país.

Juana Macías, presidenta del ISIC y directora de la Academia SAMU: “Aquí he conocido a personas con talento y muy valiosas”

Juana Macías Seda (Sevilla, 1959) proviene del mundo universitario y está vinculada a SAMU desde sus orígenes. En febrero de 2021, la dirección general de la entidad le propuso liderar dos nuevos proyectos: el Instituto SAMU de Investigación Científica y la Academia SAMU.

— El Instituto SAMU de Investigación Científica (ISIC) acaba de cumplir tres años. ¿Por qué se decidió poner en marcha?
—SAMU tiene una larga trayectoria en la prestación de servicios sociosanitarios, pero su producción y divulgación científica no está acorde con esta larga trayectoria. Así, el Instituto SAMU de Investigación Científica surgió en 2021 con el fin de potenciar la investigación, promover las tesis doctorales entre los profesionales de SAMU y divulgar, difundir y dar una estructura científica a lo que se viene haciendo en la organización desde hace años. El ISIC intenta da respuesta al interés de tener un corpus científico en SAMU y, con ello, conseguir que SAMU consiga ser Agente del Conocimiento en Andalucía. Esto supondría un aval a la hora de solicitar proyectos científicos. Sin ser Agente del Conocimiento es muy difícil que a SAMU le concedan ningún proyecto de investigación como entidad independiente.

—¿Cuándo empezó SAMU a interesarse por la investigación?
—En realidad, SAMU empezó a investigar sobre temas de emergencias en el año 1981. La primera UVI móvil no era una UVI móvil sanitaria al uso, era una unidad de investigación operativa en emergencias. El jefe, don Carlos Álvarez Leiva, que es una persona visionaria, ya impulsó a principios de los 80 la investigación en temas de emergencias prehospitalaria provocando un cambio de paradigma y de modelos asistenciales que luego han dado lugar a la profesionalización en el sector de las emergencias.

—Además de convertir a SAMU en un Agente del Conocimiento, que es una meta a largo plazo, ¿cuáles son los otros objetivos del ISIC que permitirán lograr esa objetivo final?
—Los objetivos fundacionales del ISIC incluyen impulsar proyectos de investigación en los campos de la salud, bienestar social y educación; aglutinar y coordinar la actividad investigadora y de divulgación científica ya existente en SAMU; y publicar libros científicos y facilitar la publicación de artículos de SAMU en revistas indexadas. Además, contempla como objetivo potenciar la participación de sus miembros en grupos de trabajo relacionados con la investigación y el desarrollo, como por ejemplo el Comité de Innovación, la Cátedra SAMU de Innovación Social.

—¿Cuáles son las acciones que se han proyectado en estos tres años de vida del ISIC?
—Por un lado, está la activación de la Cátedra de Innovación Social de SAMU con la Universidad Pablo de Olavide (UPO), un proyecto de colaboración que tiene tres grandes líneas de trabajo: investigación, divulgación y acción social a través del voluntariado. Por otro lado, contamos con un programa de doctorando llamado Mentoring Doctorando, que tiene como objetivo principal incrementar el número de profesionales de SAMU con tesis doctorales. Consiste en un programa de acompañamiento y asesoramiento a aquellos profesionales de la organización que tienen perfil o interés para hacer su tesis doctoral. En 2022, en la primera edición de este programa de doctorado, unos seis profesionales mostraron interés, pero sólo uno de ellos entró en un programa doctoral en la Universidad Pablo de Olavide. En 2023, fueron 15 los profesionales de SAMU con interés en hacer su tesis. De ellos, nueve profesionales han accedido a un programa doctoral: seis en la UPO, dos en la Universidad de Sevilla (US) y uno en la universidad de Granada (UGR). Como ejemplos tenemos a María Casado, que está realizando su tesis en temas de salud mental y bienestar emocional; Alba Garrido Gata, que profundiza en el sinhogarismo y las soledades no deseadas; Jara Díaz en la temática de migraciones y perspectiva de género; o Roberto Alconada, psicólogo de la clínica de salud mental SAMU Wellness, que realiza sus tesis doctoral sobre el suicidio. Por otro lado, Juan Luque Pelegrin y Laura García Rebolo están trabajando en temas de migración y Almudena Chávez, directora de la Unidad de Estancia Diurna San Lucas, que investiga sobre temas de discapacidad. Cabe señalar que al comienzo del ISIC, SAMU sólo contaba con cuatro doctores y actualmente ya contamos con ocho profesionales con tesis doctorales finalizadas.

—¿Qué otras acciones tiene en marcha el ISIC además de la Cátedra de la UPO y el Mentoring Doctorando?
—Hemos creado una Comisión Ética, pues identificamos que numerosos investigadores solicitaban a SAMU frecuentemente colaboración para acceder a muestras de personas migrantes o personas con discapacidad, principalmente. El carácter expansivo de la organización SAMU con el correspondiente incremento en la plantilla de profesionales, residentes y estudiantes conllevan una intensa actividad asistencial e investigadora. Ello genera un Big Data que resulta ser muy atractivo para un gran número de investigadores e instituciones académicas. Ante esta situación el ISIC activó la Comisión de Ética para dar cumplimiento a la legislación en materia de protección de datos personales. El objetivo es establecer pautas básicas de actuación destinadas a garantizar el derecho al anonimato y confidencialidad de los datos de los diferentes colectivos de profesionales, residentes y estudiantes que integran la organización SAMU. Esta Comisión actúa como un órgano consultivo multidisciplinar y funciona de forma protocolizada con la misión de emitir informes, propuestas y recomendaciones sobre materias relacionadas con las implicaciones éticas de la investigación.

—Tengo entendido que otra de las grandes acciones del ISIC es la Alliance for Migration Research (Alliance 4).
—Sí, su objetivo es facilitar un espacio académico internacional para impulsar las investigaciones relacionadas con las migraciones alrededor del mundo y contrarrestar esa apreciación negativa que existe en torno a la migración. Este proyecto surgió después de que la American University mostrara interés en los datos que manejaba SAMU First Response con el fin de hacer un mapeo sobre la migración en Estados Unidos. Desde el ISIC hemos llamado a otras puertas como la Universidad Loyola o la Universidad de Granada y, tras varios reajustes, el próximo mes de noviembre vamos a celebrar una reunión de expertos en migración. Tenemos profesionales en Fundación SAMU que están llevando a cabo iniciativas muy innovadoras y de gran calado social y a las que no se le está dando luz. A través de este comité o reunión de expertos queremos compartir estas experiencias con otros expertos e investigadores de diferentes instituciones universitarias.

—¿Y dónde entra la Academia SAMU dentro de todo este entramado?
—La Academia SAMU nace en el 2021 vinculada al ISIC aunque con sus propios objetivos. En concreto, se plantea como espacio y agente de educación superior para la plantilla de SAMU. Su objetivo principal es contribuir a la capacitación de los directivos junior y los jóvenes talentos de la organización para que desempeñen un liderazgo que les permita abordar los retos actuales, como la humanización, la sostenibilidad, la innovación, el bienestar emocional, la excelencia en la calidad de los servicios, las finanzas y la digitalización.

—¿Qué diferencia la Academia SAMU del ISIC?
—Mientras que el ISIC se basa en la investigación, la Academia SAMU se centra en la formación. Además del Experto en Desarrollo Directivo que es la formación estrella, la Academia tiene un programa para instruir a los jóvenes talentos directivos dirigido a profesionales cuyos responsables de área o responsables de centro han identificado que tienen capacidad para gestionar pero no han ejercido como tal. Con este fin, organizamos por primera vez en marzo 2023 el curso intensivo de gestión del talento en formato durante tres días en un pueblo remoto de Huelva.

—¿Qué aspectos deben mejorar para que el ISIC y la Academia SAMU continúen avanzando?
—Es necesario mejorar la financiación presupuestaria para llevar a cabo la formación y la investigación y, sobre todo, la difusión y coordinación del talento pedagógico y científico de los profesionales de SAMU.

—¿Por qué decidió ponerse al frente del ISIC y de la Academia SAMU? ¿Qué le motivó a hacerlo?
—Yo procedo del ámbito universitario y, por otro lado, estoy vinculada a SAMU desde los inicios de la organización. Cuando la Dirección General de SAMU me planteó las necesidades existentes, tanto de formación como de investigación, la verdad es que me ilusioné con el proyecto. Me ilusiona poder trasladar mi experiencia como investigadora universitaria y poder contribuir para que en SAMU se vaya consolidando esta capacitación y este corpus científico. Además, tengo el valor añadido de conocer la institución muy bien desde dentro, así como sus necesidades académico-científicas.

—¿Qué le ha aportado el ISIC a nivel personal y profesional?
—Este proyecto me ha enriquecido y ha ampliado mi visión sobre SAMU porque, en los últimos años, he estado bastante desvinculada a la organización. El ISIC me ha permitido conocer la organización más a fondo y su versatilidad, así como colaborar con directores, responsables de áreas y centros que me han aportado vivencias y experiencias motivadoras a nivel personal y profesional. En estos tres años, me he encontrado con personas muy talentosas y tremendamente valiosa que me han mostrado una parte de SAMU poco conocida para mí, y también me han encauzado hacia nuevos proyectos. He conocido a personas muy capacitadas y con una gran experiencia en determinadas materias. En definitiva, he podido conocer a gente con mucho talento dentro de la organización, que incluso ellas mismas no eran conscientes o no tenían la percepción de su conocimiento y valor.

María Teresa Ortega: “El Programa Horizontes ya ha beneficiado a unos 100 usuarios”

María Teresa Ortega (Manzanares, Ciudad Real, 1986) entró a formar parte del equipo de SAMU en julio de 2018 como orientadora en el COISL Motril y actualmente es la responsable de la justificación económica IRPF Programas Horizontes de Fundación SAMU

—¿Cuál ha sido su trayectoria en SAMU?
—Comencé a trabajar en SAMU en julio de 2018 para cubrir una baja maternal como orientadora del COISL Motril, especializado en la atención a menores inmigrantes. En septiembre de ese mismo año, me trasladaron al Residencial Básico de Motril, donde trabajé como psicóloga, ya que tengo la licenciatura de Psicología y la diplomatura de Magisterio de Educación Especial. En este recurso también realicé funciones de subdirectora desde septiembre de 2019 hasta enero de 2020. Luego, desde febrero de 2020 hasta abril de 2021 fui directora del Residencial Básico de Motril. Y desde febrero de 2022 hasta la actualidad, soy responsable de la justificación económica IRPF Programas Horizontes.

—¿Cuáles son sus principales funciones actualmente? 
—Mis funciones son llevar al día la facturación correspondiente de las partidas económicas que forman parte del IRPF Programas Horizontes; revisar las cajas de cada uno de los recursos para ver que están correctas y solventar los errores que se han podido cometer; revisar la plataforma SAMS para que la facturación esté al día; realizar el reparto de las cantidades correspondientes a cada partida y a cada recurso para que los presupuestos estén ajustados a la cantidad dada, así como las desviaciones pertinentes para la realización de un gasto más realista; el registro de cada una de las facturas de cada uno de los recursos divididas por partidas; realizar una previsión de gastos y del dinero pendiente para poder justificar la totalidad de la cantidad asignada; y la comunicación y coordinación con la gestoría correspondiente de emitir el informe de auditoría final que justifica la subvención.

—¿Cuándo puso en marcha SAMU los programas de mayoría dirigido a jóvenes migrantes?
—Los programas de mayoría IRPF Programas Horizontes se pusieron en marcha en enero de 2021. Éste es el tercer año que se está llevando a cabo. A parte de los IRPF, SAMU gestiona otros programas de mayoría para jóvenes migrantes que son los JEM y los PACS, pero dichos programas no se desarrollan a través de subvenciones, sino que son contratos de gestión.

—¿Cómo funcionan los programas IRPF?
—Los programas IRPF son subvenciones destinadas a entidades privadas para la realización de actuaciones de interés general para atender fines sociales con cargo a la asignación tributaria del 0,7% impuesto sobre la renta de las personas físicas en el ámbito de las competencias de la Consejería de Igualdad, Políticas sociales y Conciliación. En concreto, dentro de la subvención, nuestro programa de mayoría se enmarca dentro de la línea 1: subvenciones destinadas a entidades privadas para la realización de programas de interés general para atender fines sociales con cargo a la asignación tributaria del 0,7% del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas.

—¿Cuántos programas tiene SAMU actualmente en marcha gracias a esta subvención?
—SAMU cuenta con cinco recursos dentro de la subvención IRPF Programas Horizontes. Los recursos están localizados en Granada, Lucena, Málaga, Sevilla y Algeciras. Los recursos de Granada y Málaga cuentan con 4 plazas; Lucena y Algeciras con 6 plazas; y Sevilla cuenta con 5 plazas destinadas solo a chicas. El resto de los recursos están destinados a chicos. En total son 25 plazas.

—¿Esta subvención tiene un periodo de caducidad?
—Sí, se inician en enero y finalizan en diciembre. Cada año hay que presentar el proyecto cuando sale la licitación para poder llevar a cabo cada ejercicio de manera anual. Una vez finalizado cada ejercicio, disponemos de tres meses para poder justificar dicha subvención y la realizamos mediante un informe de auditoría.

—¿En qué consisten exactamente el programa?
—El Programa de Autonomía Horizontes nace con el principal objetivo de prestar un servicio de orientación, asesoramiento, inserción social y laboral a jóvenes de entre 18 y 25 años que han pertenecido al Sistema de Protección de Menores de Andalucía, en modalidad de Alta Intensidad. El Programa de Alta Intensidad consiste en un piso de autonomía que incluye alojamiento, manutención y una cobertura de las necesidades básicas, así como la atención a las necesidades específicas, siendo estas las que motivan la inclusión de los y las participantes en el Programa. Se presta una atención integral que se traduce en la cobertura de todas las necesidades de las personas jóvenes que, al cumplimiento de su mayoría de edad, tienen dificultades notorias para la vida autónoma en condiciones de igualdad y seguridad.

—¿Cuáles son los objetivos?
—Su misión es promover la inclusión social y laboral del colectivo de jóvenes que han estado bajo una medida de protección de menores de la Junta de Andalucía (acogida inmediata, guarda o tutela), posibilitando su proceso de emancipación y autonomía mediante el desarrollo de sus competencias personales, laborales y sociales, así como su capacitación para la empleabilidad. Todo ello, mediante la realización de acciones que promueven su inclusión social y laboral, previniendo así situaciones de exclusión social, marginación y, como consecuencia, la aparición de conductas delictivas, poniendo en valor, siempre, los factores de protección social. Los factores de exclusión social a los que se enfrentan los jóvenes procedentes del Sistema de Protección de Menores se podrían enmarcar en cinco dimensiones que establecen los indicadores de exclusión social que influyen en la inserción laboral de toda persona, (Olmos Rueda, 2011); las dimensiones institucional, educativa, económica, de salud y de vivienda. El propósito del programa se orienta hacia la mejora formativa, social y profesional de un colectivo considerado en situación de vulnerabilidad, jóvenes con una historia de fracaso académico que presentan dificultades con relación a sus procesos de integración educativa, laboral y social.

—¿Cuántos jóvenes han pasado por este programa desde que se puso en marcha?
—Haciendo un recuento desde 2021 y teniendo en cuenta que hay usuarios que han permanecido más de un año en los recursos y el año pasado teníamos un recurso más en Motril, aproximadamente han pasado por dicho programa unos 100 usuarios. Se tiene en cuenta tanto las altas, las bajas por emancipación y las expulsiones. Actualmente, están sido atendidos por este programa 27 chicos y chicas.

—¿Cuántas personas trabajan en este proyecto?
—En estos programas trabajan siete personas. Están contratadas como técnicos de inserción laboral (TIL).

—¿Cuál es el futuro de los programas de mayoría?
—Se pretende presentar de nuevo el proyecto para poder darle continuidad al programa y mejorar, en la medida en que se pueda, para que cada año se cumplan los objetivos propuestos y se obtengan buenos resultados. Normalmente el pliego sale en agosto.

—¿Qué le ha supuesto personal y profesionalmente participar en el desarrollo de este programa?
—He podido desarrollar una serie de capacidades que no había puesto en marcha anteriormente y he sido capaz de coordinar y dar directrices a un equipo para que se lleve a cabo de forma correcta un proyecto con su correspondiente justificación.

Macarena Moreno. Directora de Personas y Talento de SAMU: “Tenemos que cuidar a las personas que cuidan”

SAMU cuenta desde abril con una nueva directora del departamento de Personas y Talento, Macarena Moreno (Sevilla, 1974), con 20 años de experiencia en empresas de ámbito nacional e internacional.

—Hace poco más de un mes comenzó una nueva etapa profesional en SAMU. ¿Por qué decidió formar parte de esta empresa?
—Yo vengo del sector sociosanitario, que me apasiona. SAMU es un referente en este campo y, por tanto, trabajar aquí es una gran oportunidad si quiero mantenerme en este sector. Además, me motivó a la hora de decidirme el reto de expansión internacional en el que está inmerso SAMU a día de hoy.

—¿Cuáles son sus principales retos y objetivos al frente del departamento de Laboral, Selección, Talento y Prevención a corto y medio plazo? 
—Hay un reto general en el conjunto de la organización que es la digitalización de procesos, y en él también participa esta área. Actualmente, estamos trabajando en la optimización de las herramientas informáticas (principalmente de nóminas) y unificando procedimientos que faciliten la comunicación entre la empresa y los empleados y empleadas.

—¿Y a largo plazo?
—Diseñar políticas que favorezcan la profesionalización de toda la organización, estandarizando procesos y elaborando procedimientos y protocolos que lleguen a todos los trabajadores. En definitiva, alcanzar mayor bienestar de los empleados y su fidelización, y, entre todos, contribuir al éxito de la organización.

—¿Cuántas personas trabajan en el área que usted dirige?
—Actualmente, el equipo está formado por 16 personas. El departamento de Personas y Talento engloba el departamento laboral, que es el que cuenta con una mayor plantilla; el departamento de selección y formación; y el de prevención. Todos juntos atendemos las necesidades de las personas colaboradoras en cualquier etapa de su trayectoria profesional, desde la acogida hasta su desvinculación de SAMU.

—Hace un año se puso en marcha el programa Talento SAMU que apuesta por potenciar las capacidades, habilidades y conocimientos de los trabajadores. ¿Cuáles han sido los logros de este programa en estos meses?
—El programa Talento SAMU es un potente proyecto que busca identificar futuros lideres en la organización y acompañarlos en su camino al desarrollo profesional. Ya se han realizado con éxito actividades formativas que han permitido conocer a grandes profesionales con ganas de seguir creciendo y motivados para iniciar este camino. Este proyecto es como una carrera de fondo, no pretendemos generar bolsas de personas talentosas por si surgen vacantes, sino identificar a los mejores y convertirlos en los líderes del futuro de SAMU.

—Antes de comenzar la entrevista, ha comentado que uno de sus retos es dar visibilidad a las necesidades de los trabajadores. ¿Cuáles son estas necesidades?
—Las personas queremos ser felices en el trabajo y lograrlo debe ser una responsabilidad de los jefes y directivos. No todas las personas tienen las mismas necesidades, por eso, para poder atenderlas, tenemos que conocer al equipo, las diferentes situaciones personales y profesionales por la que pueden estar pasando, y ofrecerles alternativas reales que sean compatibles con la atención a las personas que cuidamos, que también son nuestra responsabilidad.

—¿Qué medidas pretende poner en marcha para conseguir este objetivo?
—Todos los procesos del departamento de Personas están alineados y tienen el mismo hilo conductor: facilitar el día a día en el trabajo. Para ello, vamos a implantar un sistema de comunicación (mensajería instantánea) con el área de Personas, vamos a seguir desarrollando la herramienta SAMS y estamos trabajando para darle contenido al Portal de Empleado. Todos los trabajadores deben tener la misma información y debemos facilitarle el acceso a la misma. Estamos trabajando también para incorporar paquetes de beneficios sociales basados en la retribución flexible.

—La plantilla de SAMU está formada por más de 3.000 personas. En tan solo un año, ha aumentado en un 21,5%. ¿Cómo se gestiona una plantilla tan grande y que ha crecido tanto en tan poco tiempo?
—El problema en la gestión no es solo el crecimiento exponencial, sino la dispersión geográfica, lo cual dificulta los canales de comunicación. Por ello, es fundamental potenciar esas herramientas para que la información les llegue a todos y estandarizar los procesos comunes que están presente en la trayectoria profesional de los trabajadores. Hablamos, por ejemplo, de elaborar un único manual de acogida donde podamos transmitir los valores de SAMU, de establecer un proceso estándar para evaluaciones de desempeño o aplicar el mismo criterio para las promociones internas, entre otros.

—¿Cuál es el principal objetivo de SAMU para 2023 en lo que respecta a la plantilla?
—El objetivo estratégico de SAMU va más allá de 2023. Se ha marcado un plan estratégico correlacionado con la Agenda 2030, con el fin de convertirnos en una empresa referente en el sector sociosanitario a nivel internacional. Para ello, ya se está trabajando, sobre todo desde EEUU, con la presencia del presidente-director general Carlos González de Escalada, buscando lazos de cooperación con socios estratégicos. La consolidación en el corto plazo es necesaria para alcanzar este objetivo.

—El 74% de la plantilla de SAMU está formado por mujeres ¿Cómo influye esto a la organización?
—En SAMU queremos tener profesionales comprometidos y con una marcada vocación de atención a personas vulnerables, y, en esto, las mujeres somos expertas. No olvidemos que el sociosanitario es un sector muy feminizado, ya que tradicionalmente los cuidados a personas dependientes o vulnerables recaían en las madres, hijas o hermanas. Por suerte, cada vez son más los hombres que buscan su salida profesional en este sector, lo que enriquece a la plantilla y al servicio que prestamos.

—En su opinión, ¿qué cree que puede aportar usted a SAMU profesional y personalmente? 
—He tenido la suerte de trabajar en empresas pioneras en la gestión de las personas y también en empresa del sector sociosanitario con una plantilla de 6.000 colaboradores. Esto me ha permitido conocer diferentes formas de hacer lo mismo, lo que me facilita poder adaptar mis conocimientos y experiencia a la particularidad de SAMU. También me considero una persona muy comprometida con la calidad en la atención a las personas vulnerables, y para conseguirlo, a su vez, tenemos que cuidar a las personas que cuidan. A nivel personal, soy una persona cercana, que practica la escucha activa y que apuesto por el sentido del humor en el trabajo.

La empatía como vehículo de aprendizaje

La empatía es un valor esencial y necesario para todas las relaciones interpersonales. El valor de la empatía nos proporciona la capacidad de motivar y encauzar positivamente a las personas. Empatizar es un valor indispensable.

Cuando un menor es acogido en nuestro recurso, el primer sentimiento en ellos es el miedo a lo desconocido. Es entonces cuando debemos comprender qué puede estar sintiendo ese menor y, en consecuencia, implicarnos, ponernos en su lugar y descubrir sus necesidades. En esta tarea debemos emplear diferentes habilidades: observación, atención, escucha activa, expresión de emociones y empatía, en la cual nos centramos en este artículo.

Para que el proceso educativo tenga éxito, necesitamos saber cuáles son las necesidades individuales de cada menor, cuáles son sus objetivos, el porqué de su viaje migratorio, sus emociones y su historia de vida. Es un largo proceso durante el cual el equipo educativo se centra en escuchar y comprender el reto al que se enfrentan nuestros chicos, dejando atrás no sólo su país de origen sino también sus familias, su red social y sus costumbres culturales, tan importantes en estas edades. Y lo hacen por un reto que, en la mayoría de los casos, los une a todos: ayudar económicamente a sus familias una vez hayan conseguido su objetivo de inserción en nuestra sociedad.

Gran parte de nuestra labor educativa se centra en adquirir y desarrollar habilidades sociales, donde los menores aprenden a entender y respetar normas sociales, conocer la nueva cultura donde van a convivir, aprender habilidades de autonomía y desarrollarse personalmente.

Al fomentar la empatía, se aprende a respetar las diferentes perspectivas y opiniones. Además, se establecen relaciones basadas en la reciprocidad y la cooperación. Promover un ambiente positivo de aprendizaje, cuando una persona se siente entendida y valorada, provocará que dicha persona esté dispuesta a participar en las actividades educativas. Se mejora la autoestima, la confianza y la seguridad. Ellos se sienten comprendidos, tratados con respeto y valorados.

Desde el Centro ISL SAMU Dúrcal nos esforzamos por educar teniendo siempre presente la importancia de la empatía. En nuestras reuniones de equipo, intervenciones grupales e individuales, nuestros talleres formativos, salidas de ocio y tiempo libre, la empatía siempre está presente como vehículo de aprendizaje.

Los menores que han pasado por nuestro recurso son conocedores de la importancia de la empatía. Han podido aprender que es una habilidad importante que puede ayudarles a mejorar sus relaciones interpersonales fuera del recurso, que les será de enorme utilidad para reducir los posibles conflictos a los que se enfrenten en su día a día, y que será una herramienta necesaria para fomentar un mayor entendimiento y afianzar el respeto mutuo.

La empatía no trata solo de comprender a los demás, también consiste en tratarnos a nosotros mismos con dichos valores. Al ser empáticos con nosotros mismos, somos capaces de reconocer nuestras emociones y necesidades, y de encontrar maneras saludables de satisfacerlas.

En estos tiempos donde la polarización y la intolerancia son comunes en la mayoría de las áreas de la vida, la empatía se vuelve aún más importante. No olvidemos construir puentes y derribar todos los muros posibles.

Por SERGIO JIMÉNEZ DOMÍNGUEZ.
Educador ISL SAMU Dúrcal (Sevilla) 

Jornada intercentros para fomentar la unión de equipos

Fundación SAMU, a través del área de Infancia y Familia, celebró el 3 de mayo en los exteriores del Centro Recep Campo de Gibraltar la I Jornada Intercentros de Andalucía Occidental. En ellas participaron los equipos de profesionales de los recursos dirigidos a menores de SAMU de Las Cabezas, Arcos, Jimena de la Frontera, Ruiz Tagle, Recep Campo de Gibraltar y El Bosque.

La jornada se organizó dentro del plan estratégico para la mejora del grado de satisfacción de los profesionales de los centros de Andalucía Occidental y como parte del trabajo para la mejora de la calidad que Fundación SAMU lleva a cabo este año. Concretamente, con esta iniciativa se pretendía dar respuesta a las peticiones recogidas en la encuesta de satisfacción para profesionales llevadas a cabo durante el primer trimestre de 2023 en los centros de Andalucía Occidental.

“Valoramos esta experiencia como positiva y enriquecedora para el funcionamiento grupal, la comunicación interpersonal y el trabajo bajo un clima de armonía y respeto. Un buen trabajo de equipo, es la base del éxito”, destaca Palma Díaz, coordinadora de Andalucía Occidental del área de Infancia y Familia de SAMU.

La Jornada Intercentros se desarrolló mediante dinámicas grupales, donde los equipos competían unos con otros y hubo una convivencia posterior. El objetivo era reforzar la cohesión de grupo entre las direcciones y los equipos profesionales, al mismo tiempo que se ofrecía un espacio que facilitase la posibilidad de poner cara a todos los compañeros e intercambiar experiencias.

Alba Garrido Gata: “Las personas somos más vulnerables de los que creemos”

Alba Garrido Gata (Sevilla, 1993) es la coordinadora del nuevo proyecto de Fundación SAMU dirigido a personas sin hogar en Sevilla, Córdoba y Cádiz.

—¿Cómo acaba una graduada en Educación Primaria trabajando en un proyecto dirigido a personas sin hogar?
—Me gusta aprender. Soy una persona muy curiosa. Yo creía que quería ser maestra, pero, poco a poco, me fui metiendo en proyectos vinculados a la educación social y me enamoré. De hecho, comencé a trabajar en Fundación SAMU en junio de 2017 con la perspectiva de trabajar sólo los meses de verano. Entré con funciones de monitora en la Residencia San Sebastián y ahora llevo la coordinación del programa para personas sin hogar en Andalucía y realizo labores de coordinación y seguimiento de otros proyectos y servicios del área de Dependencia e Inclusión Social de Fundación SAMU.

—¿Echa de menos su trabajo en la Residencia San Sebastián y a los chicos de la compañía de teatro Idilio Escénico, proyecto que promovió en 2018?
—Echo mucho de menos el contacto con los residentes de San Sebastián, aunque mantengo con algunos el contacto en la distancia. Del trabajo en la Residencia San Sebastián echo de menos esa libertad para proponer ‘locuras’, como la compañía de teatro. Siempre tuve la suerte de que la dirección del centro viera acertadas mis ideas, los usuarios y usuarias sintieran como suyas mis propuestas y mis compañeros y compañeras no me pusieran con las maletas en la calle (se ríe). De la compañía Idilio Escénico lo echo todo de menos. Cuando trabajas en vinculación directa con las emociones es muy difícil separarse de ello. Con el Covid-19, la actividad de la compañía decayó, pero existe un plan de vuelta a los escenarios que esperamos firmemente sea una realidad este 2023.

—Actualmente sus funciones se centra en el nuevo proyecto puesto en marcha por Fundación SAMU dirigido a personas sin hogar. ¿En qué consiste exactamente este programa?
—Se trata de un servicio de inserción social y laboral a través de pisos de baja supervisión destinados a personas sin hogar que tengan capacidad para acceder a un puesto de trabajo que le permita vivir de manera independiente. Las acciones principales son el desarrollo de habilidades de autonomía en la gestión del hogar (planificación de gastos, menús…), el asesoramiento y acompañamiento en el itinerario formativo-laboral y el apoyo social para la inclusión en la vida comunitaria. Desde Fundación SAMU realizamos un trabajo de seguimiento, orientación y acompañamiento.

—¿Cuál es el objetivo principal de este recurso?
—Acompañar a las personas en su itinerario de inserción sociolaboral mediante el apoyo en la formación, la realización de prácticas formativas y acuerdos de colaboración con empresas. El objetivo principal es que estas personas se enganchen al mercado laboral y que puedan ahorrar mientras permanecen en el servicio con el fin de que en un periodo de 8 a 12 meses puedan establecerse de manera independiente en una vivienda ajena al servicio.

—Lo que cuenta me recuerda a los Programas de Mayoría de Fundación SAMU, destinados a jóvenes migrantes que cumplen la mayoría de edad
—Sí, podemos decir que este proyecto toma como referencia los programas de mayoría. Es decir, el perfil de los usuarios es diferente, pero los objetivos y la metodología son similares.

—¿Cuál es el perfil de los usuarios?
—La gran mayoría son personas extranjeras. Hay un popurrí de nacionalidades, aunque muchos de ellos proceden de Marruecos y de la zona subsahariana. La edad también es muy variada. Los más jóvenes tienen 19 y 20 años, y los mayores, entre 50 y 55 años.

—¿De cuántos pisos disponéis y dónde se encuentran?
—SAMU presentó este proyecto de licitación pública en varias provincias andaluzas y, finalmente, logró su adjudicación en Sevilla, Córdoba y Cádiz. El proyecto cuenta con 36 pisos, 12 por provincia, y en cada uno de ellos viven 3 personas. Los pisos que actualmente tenemos en Sevilla se sitúan en Sevilla capital y la zona del Aljarafe. En la provincia de Cádiz están en la zona del Campo de Gibraltar, San Fernando, Jerez y Sanlúcar de Barrameda. Y en Córdoba, están concentrados entre Córdoba capital y el municipio de Lucena.

—¿Cómo está resultando la búsqueda de pisos de alquiler?
—Muy difícil. El precio del alquiler está disparado, de ahí que en puntos como Cádiz capital nos resulte casi imposible establecer este programa. Pero no sólo nos encontramos con un obstáculo económico. No siempre los propietarios quieren alquilarnos sus pisos debido al perfil de nuestros usuarios.

—¿Cómo han transcurrido estos primeros meses?
—El proyecto se puso en marcha en febrero. La primeras semanas, como en cualquier servicio nuevo, fueron un poco caóticas y de reajuste del servicio, con la incorporación de nuevos compañeros y compañeras en la organización, la llegada de las personas usuarias… Ahora ya todo tiene otro color, el proyecto va cogiendo forma y, en apenas dos meses, ya hay usuarios que han encontrado un empleo o han iniciado sus prácticas formativas. Es decir, ya estamos viendo el fruto del trabajo de nuestro magnifico equipo.

—¿Qué supone para usted, profesional y personalmente, trabajar en este nuevo proyecto?
—El crecimiento profesional es indudable. He dado un gran salto en las funciones de gestión de servicios y de responsabilidad al tener que coordinar el trabajo de un equipo en diferentes puntos de Andalucía. Además, ahora trabajo con un colectivo totalmente nuevo para mí. Estoy muy orgullosa y contenta de que Fundación SAMU haya confiado en mí para este nuevo cometido. Por otro lado, personalmente, este proyecto me ofrece la satisfacción de enfrentarme a un nuevo reto, me permite descubrir otras realidades, historias de vida con muchas dificultades que te hacen apreciar la suerte de no haberte encontrado en una situación de vulnerabilidad. Cuando conoces de cerca las historias de estas personas te das cuenta de que todos somos más vulnerables de lo que creemos.