Una herramienta digital para atender mejor a los menores

Un grupo de científicos han identificado los perfiles de riesgos más habituales en menores y jóvenes migrantes residentes en Andalucía y han creado una herramienta digital capaz de facilitar a los profesionales una atención individualizada y especializada a los niños y niñas migrantes: VRIME (Instrumento de Valoración del Riesgo en Menores y Jóvenes Migrantes Residentes en Andalucía).

El 14 de abril se celebró en el Campus de Sevilla de la Universidad Loyola un evento de difusión de los resultados del proyecto VRIME. Con la financiación de la Consejería de Universidad, Investigación e Innovación de la Junta de Andalucía, los científicos organizaron este evento para informar a las entidades interesadas de Andalucía sobre los últimos resultados de los trabajos realizados. Participaron más de 50 personas de centros de acogida y de atención al menor incluidos los socios colaboradores del proyecto, Fundación SAMU y la Fundación EMET-Arcoiris.

VRIME es una experiencia pionera en la sistematización del proceso de detección de riesgos en menores migrantes no acompañados a través de una aplicación digital. El uso de esta herramienta por parte de los actores implicados es capaz de detectar tanto las necesidades de intervención como los riesgos de los menores acogidos en los centros residenciales en función de una serie de parámetros conductuales y de situación que presentan estos menores habitualmente. Además, se pueden detectar y atender necesidades específicas en los menores, facilitando a los profesionales la formulación de objetivos y propuestas de intervención social en los recursos que proporcionen una atención individualizada y especializada a los niños y niñas migrantes.

Definir perfiles estadísticos de riesgo

Para ello, se ha realizado un estudio con metodología mixta, en una primera etapa el grupo de investigación ha identificado indicadores de los diferentes riesgos, a través de una revisión de la literatura y de la experiencia práctica de las entidades colaboradoras del proyecto SAMU y Emet Arcoíris. Seguidamente, se utilizaron esos factores de riesgo y de protección para crear un cuestionario para definir perfiles estadísticos dentro de la herramienta digital VRIME.

En una segunda etapa, el grupo de investigación ha utilizado una metodología cualitativa para detectar indicadores de protección o resiliencia, recopilando las historias de éxito y de hospitalidad que influyen positivamente en la inclusión social de los menores. Actualmente, se está elaborando una publicación en la que se han recopilado experiencias de las buenas prácticas combinándolas con una base teórica científica, para apoyar la intervención de los centros de acogida y organizaciones sociales implicadas en la inserción social de este colectivo.

La creciente afluencia de menores extranjeros no acompañados en España está adquiriendo un ritmo cada vez mayor. En la práctica totalidad de los casos, estos menores han sufrido experiencias traumáticas, abusos y malos tratos que, con frecuencia, aumentan su vulnerabilidad y pueden dificultar su integración social. Andalucía, en este escenario, tiene un rol peculiar siendo una de las principales puertas de la frontera sur de Europa, muy próxima a los lugares de origen (Noroeste de África), y zona de “tránsito” de estos menores en su viaje migratorio. Ante esta realidad, la detección previa de perfiles de riesgo de mala adaptación en el ámbito escolar o social, de problemas de salud mental, de victimización o de problemas legales, puede garantizar la optimización del uso de recursos en los procesos de acogida e inserción por parte de las instituciones correspondientes y facilitar la protección de los derechos humanos de estos menores.