Una mañana mágica de teatro e inclusión
El I Festival de Arte Inclusivo Aplaudiendo la diversidad, organizado por Fundación SAMU y cofinanciado por la Junta de Andalucía, reunió el 16 de mayo a más de 400 personas en La Rinconada (Sevilla), además de numerosos artistas y asociaciones, en un esfuerzo común por utilizar el arte como herramienta de inclusión y cohesión social.
El festival contó con la participación del director general de Personas con Discapacidad de la Junta de Andalucía, Pedro Calbó, y con la delegada de Igualdad, Diversidad y Mayores del Ayuntamiento de La Rinconada, Noelia Ramírez. En el transcurso del mismo, se brindó un homenaje a Danza Mobile por su trayectoria en la creación de espacios que integran las artes y la diversidad.
La presentación del festival estuvo a cargo de Blanca Cárabe, educadora social de Fundación SAMU, que subrayó que “el arte inclusivo garantiza que todas las voces sean escuchadas y todas las formas de expresión sean valoradas, promoviendo la equidad y la diversidad en nuestra sociedad”. El director general de Personas con Discapacidad de la Junta de Andalucía destacó la importancia de “aprovechar todas las herramientas a nuestro alcance para promover la vida autónoma de las personas con discapacidad”.
La jornada comenzó con la actuación del grupo de Bachillerato de Artes Escénicas del Instituto Carmen Laffón de San José de La Rinonada (Sevilla), que presentó una interpretación de El Garrotín. Esta pieza, rica en tradición y alegría, fue un ejemplo de cómo la educación artística puede ser un vehículo para la inclusión y el desarrollo personal y profesional.
Uno de los momentos más conmovedores fue la presentación del Grupo de Teatro Comunitario Castillo de Alcalá. Surgido de la colaboración entre la Asociación Entretierras y Dos Lunas Teatro, este grupo ha trabajado para recuperar y dignificar la memoria del barrio San Miguel-El Castillo de Alcalá de Guadaíra (Sevilla). Su obra De San Miguel al mundo reflejó el poder del teatro comunitario para transformar barrios y rescatar historias.
Fran Contreras, director de teatro social, presentó el cortometraje Soy barrio de mano de la Asociación Liman, conocida por su trabajo con personas en riesgo de exclusión social y la lucha contra las drogodependencias y otras problemáticas sociales. La obra abordó cómo el arte puede ser una vía de resistencia y superación.
El festival también otorgó un reconocimiento a Danza Mobile por su trayectoria desde 1995 en la creación de espacios que integran las artes y la diversidad. Rafael Rueda, director del área de Dependencia e Inclusión Social de Fundación SAMU, y Carlos Álvarez Leiva, presidente-fundador de la entidad, destacaron la labor fundamental de Danza Mobile en la promoción de la inclusión artística de personas con discapacidad. Su esfuerzo ha sido reconocido con numerosos premios, entre ellos el Premio MAX Social y el Dionisios de la Unesco. Sara Barker, bailarina y docente de la compañía, recibió el galardón en representación de Danza Mobile.
El broche de oro lo puso la compañía de artes escénicas de Fundación SAMU Idilio Escénico, que cerró el festival con la pieza Estoy aquí, ¿me ves?. Es una obra que explora las emociones e identidades a cargo de las personas con discapacidad usuarias de las residencias sevillanas San Sebastián y Santa Ana, y la Unidad de Estancia Diurna San Lucas, de la mano de la docente y coreógrafa Rosa Gata. Su actuación no solo mostró el talento de sus integrantes, sino también el impacto positivo del arte en la promoción del bienestar y la inclusión.
Blanca Carabé destacó que el I Festival de Arte Inclusivo no solo fue una celebración del arte y la diversidad, sino también “una poderosa declaración de compromiso con la inclusión y el reconocimiento de todas las voces”.
El I Festival de Arte Inclusivo ha sido el culmen a un curso en el que, tras varios años en pausa, Fundación SAMU ha logrado recuperar el proyecto de Idilio Escénico.
Este proyecto nació hace casi ocho años en el seno de la Residencia San Sebastián, en Cantillana (Sevilla), entre los propios residentes del centro bajo la dirección de Alba Garrido, por aquel entonces educadora del centro.
A finales de 2017, tras un año de duro trabajo, montaje, muchas repeticiones para que los actores memorizaran sus movimientos y posiciones en el escenario, de nuevas incorporaciones y bajas inesperadas, de tardes buenas pero también de otras malas, Idilio Escénico debutó con la obra Sinergia en la Casa de la Cultura de Cantillana con motivo del Día de la Discapacidad. El debut fue un gran éxito. A partir de entonces no cesaron de representar la obra por diferentes puntos de la provincia de Sevilla.
Sin embargo, la pandemia del coronavirus paró en seco el proyecto. La alerta sanitaria por el Covid-19 y otras circunstancias impidieron que la compañía continuara creciendo.
En febrero de este año, Idilio Escénico logró renacer con fuerza y se ha convertido en una iniciativa que va más allá de la mera expresión artística para erigirse como un faro de inclusión social para las personas usuarias de los centros de atención a personas con discapacidad de Fundación SAMU de la provincia de Sevilla. De hecho, en esta segunda etapa del proyecto, ya no sólo participan usuarios de la Residencia San Sebastián sino que también se han unido los de la Residencia Santa Ana y la Unidad de Estancia Diurna San Lucas, ambos centros situados en Sevilla capital. Además, las nuevas sesiones cuentan con la participación de personas voluntarias sin discapacidad.