La alimentación como base para para el desarrollo integral de los niños, niñas y jóvenes con discapacidad del Hogar San José (Bolivia)
En el Hogar San José, 53 niños, niñas y adolescentes con discapacidad múltiple reciben atención integral, pero la falta de recursos ha dificultado garantizarles una alimentación adecuada. Gracias al apoyo del Ayuntamiento de Cariñena, este proyecto ha permitido mejorar la calidad y cantidad de los alimentos, asegurando una nutrición equilibrada y adaptada a sus necesidades específicas.
La Fundación Alirio Henao-Hogar San José, encargada de la ejecución del proyecto en Bolivia, ha trabajado en la implementación de un plan nutricional diseñado por especialistas. Se han reforzado las dietas con proteínas, vitaminas y minerales esenciales, y se han preparado menús con texturas adaptadas para quienes tienen dificultades de deglución. Como resultado, muchos niños han ganado peso, mejorado su energía y fortalecido su sistema inmunológico, reduciendo enfermedades recurrentes.
Además de garantizar una alimentación adecuada, el proyecto ha apoyado al personal cuidador y sanitario, brindándoles herramientas para mejorar el acompañamiento diario. El impacto ha sido visible en el día a día: niños con más fuerza para moverse en sus terapias, mayor concentración en sus actividades y, sobre todo, una mejora en su calidad de vida.
Este proyecto no solo ha proporcionado alimentos, sino también esperanza. Gracias al compromiso del Ayuntamiento de Cariñena y al trabajo incansable de la Fundación Alirio Henao-Hogar San José, se ha reafirmado el derecho de estos niños y jóvenes a crecer con dignidad, salud y bienestar. Seguimos trabajando para que cada uno de ellos tenga un futuro con más oportunidades.
¡Vamos a conocerlos un poco más!
[Ellos son Paulina y Camilo]
Cada día en el Hogar San José comienza con una rutina adaptada a las necesidades de cada niño. Algunos necesitan ayuda para comer, otros trabajan en aprender a sostener la cuchara. Gracias al proyecto, ahora cuentan con una alimentación equilibrada y adaptada a sus necesidades. Poco a poco, con apoyo y paciencia, han logrado ganar peso y mejorar su energía. Las cuidadoras los acompañan en cada comida, asegurándose de que nadie se quede atrás. Para ellos, cada bocado es un paso más hacia una vida más saludable.
En este espacio, el desayuno no es solo una comida, es un momento de encuentro. Mientras unos reciben apoyo para masticar mejor, otros practican con texturas nuevas. Con el proyecto, se han introducido alimentos ricos en proteínas y nutrientes esenciales. Algunos niños han reducido su fatiga y han mejorado su concentración en las terapias. Entre risas y canciones, las cuidadoras hacen que la comida sea un momento agradable. Aquí, alimentarse bien significa más que saciar el hambre: es cuidar la salud, la autonomía y la alegría de cada niño.
[Ellos se llaman Alexander y Vivian]
[Su cuidadora se llama Ñeca Mamani y él es Rubén]
Después de la merienda, muchos niños pasan a sus sesiones de fisioterapia o juego. Antes, la falta de una dieta adecuada los hacía más vulnerables a enfermedades y al cansancio. Ahora, con un menú adaptado, han ganado fuerza para moverse y participar más activamente. Para quienes tienen dificultades de deglución, se han implementado purés y texturas seguras. Gracias al esfuerzo del equipo, cada niño ha mejorado en su propio ritmo. Aquí, cada pequeño avance es un gran logro, y cada sonrisa refleja todo lo que han conseguido.
Entidades colaboradoras:
Financia: Ayuntamiento de Cariñena (Aragón)
Contraparte local: Hogar San José